ideas macabras
Aún me encontraba en la cama, apenas me podía mover por aquel dolor de bala y Hoodie me llevó el desayuno a la cama mientras desayunaba conmigo.
—¿Quieres venir conmigo hoy al lago? Ah... No, que no te puedes mover —Dijo y se rió.
—Gilipollas —Dije.
—Me tienes que soportar —Respondió.
—Almenos eres mejor que el aburrimiento —Respondí observando mi desayuno con poca hambre.
—Come algo —Dijo.
—No tengo hambre —Dije.
—¿Por qué? —Preguntó él.
Ni yo lo sabía.
—No sé, quizás es que hace mal día —Respondí.
De repente Slenderman entra en la habitación.
—¿Te sigue doliendo? —Preguntó.
—Un poco —Respondí triste.
—Necesitas caminar un poco, almenos intentarlo —Dijo.
Slenderman se puso a mi lado para ayudar a levantarme, Hoodie se quedó en la habitación.
Sorpresivamente ya no me dolía tanto y podía dar pequeños pasos.
Slenderman me dijo que pronto podría caminar bien sin tanto malestar pero que de momento me tenía que quedar recostada y volví a la cama.
Estuve un tiempo hablando con Hoodie hasta que se fue de la habitación, quería dormir un poco.
Comencé a cerrar los ojos.
De un momento a otro escucho un ruido y abro los ojos para observar a Hoodie enfrente de mí.
—¿Qué haces aquí otra vez? —Pregunté.
—Eh... Quiero llevarte... A un sitio —Dijo.
Le miré sin entender.
—Slenderman me dijo que descansara —Respondí.
—Da igual, te voy a llevar yo —Dijo y de repente se acercó a mí y me llevó en su espalda. Salimos corriendo de la cabaña.
Qué raro Hoodie haciendo cosas así.
Llegamos a un sitio un poco descuidado.
—Esto es lo que te quería enseñar —Respondió.
—No me parece bonito —Dije mientras daba un paso y los charcos se metían en mi zapato.
Ben's PoV
Estaba comiendo algo mientras veía como Hoodie se iba con Gem en su espalda y con prisas.
¿Por qué haría eso?
Será mejor que avise a Slenderman.
Me reí.
—Slenderman, Hoodie ha salido con Gem de la cabaña, ¿Sabías algo de eso? —Pegunté.
—A mi no me ha dicho nada —Dijo Slenderman extrañado y se levantó, seguramente para buscarlo
Me reí mientras observaba como se iba.
Esta te la tenía guardada, Hoodie, por intentar pegarme el otro día.
De repente escuché gritos y me fui al salón para encontrarme a Hoodie discutiendo con Slenderman.
—Cabrón, cuando hagas una broma, hazla bien —Dijo Hoodie observándome.
Yo me quedé confuso.
—Pero si yo ví a Hoodie con Gem —Respondí con mis cejas alzadas.
—¡Gem no está! —Exclamó Jeff desde la habitación de Gem.
Hoodie se fue corriendo hacia la habitación y al ver que no estaba comenzó a enfurecerse.
Se acercó a mí y me agarró del chaleco.
—¿¡Donde salió Gem!? Más te vale que me lo digas cuánto antes.
Yo temblando le respondí.
—Solo les ví saliendo de la cabaña —Dije mientras me intentaba zafar de él.
—¿¡Estás seguro de que era alguien como yo!? ¿¡Con mi misma ropa!?
—Muy seguro, diría que hasta la misma voz.
—Sé de quien puede tratarse —Dijo Slenderman.
—Zalgo —Dijeron Slenderman y Hoodie al unísono y salieron corriendo de la cabaña.
Gem's PoV
Hoodie se quedó sin hablar por un momento.
—Aquí hay una silla, siéntate —Dijo Hoodie.
La observé con un poco de asco, estaba sucia y con hojas.
—No creo que sea buena idea —Dije.
—Tan solo inténtalo, te vas a hacer más daño si sigues de pie—Dijo él.
Al final hice lo que me dijo y de repente algo salió de ahí que me dejó amarrada.
—¡Hoodie! —Le llamé.
Hoodie comienza a reír y de repente salen manchas negras a su alrededor cambiando completamente su apariencia.
—Yo no soy Hoodie, soy Zalgo —Dijo con voz tenebrosa.
Abrí mi boca de la impresión.
Así que me habían engañado.
Hoodie's PoV
—Slenderman, hay que encontrarla —Dije desesperando mientras caminabamos por el bosque buscando a Gem.
—¿Qué crees que estoy intentado? —Dijo Slenderman.
—Lo peor es que no puede caminar, ella es humana, ella es débil. Sabiendo lo que quiere Zalgo de ella, hay que ir con prisa, quizás incluso ahora esté...
—La vamos a encontrar —Dijo Slenderman —Puedo sentir la fuerza de Zalgo y aún no ha aumentado, por lo que Gem sigue viva.
Estaba desesperado, saber que Gem está con esa criatura... Y saber el miedo que podría estar pasando ella, me sentía impotente por no poder hacer nada.
—Hoodie... Creo que estamos cerca, mira, la pulsera de Gem —Dijo Slenderman observándola.
Gem's PoV
—Te cuento el plan —Dijo Zalgo mientras caminaba cerca de mí, feliz —Mientras estábamos de camino, dejé que tú pulsera cállese para que Slenderman la encontrase y venir hacía aquí, el tiempo estimado son veinticinco minutos, en ese momento ya tendría suficiente sangre tuya para convertirme en poderoso y poder acabar con Slenderman. Por supuesto había ido por ti camuflado por tu novio, para que si alguien me viese supiese que yo, quiero decir, Hoodie, realmente estaba en la cabaña y no contigo, ahí ya se extrañarían y sabrían que yo estaba detrás de todo esto. Así que procedamos con el plan.
Realmente era un plan muy macabro. Estaba en shock, ¿Qué quería hacer con Slenderman?
—¿Qué tienes en contra de Slenderman? —Pregunté asustada.
—Eso no te importa —Dijo mientras sacaba una aguja.
Estaba muy asustada, ya había pasado por esto antes pero era diferente, porque cuando Slenderman viniese no iba a ser para salvarme y encima iba a extraerme sangre, algo que odio.
Intentaba zafarme pero era imposible, estaba demasiado bien amarrada y Zalgo ya se estaba acercando con la aguja.
—¡Suelta eso! —Exclamó alguien desde otro lado.
Se trataba de Slenderman y Hoodie que habían venido como Zalgo se esperaba.
—Slenderman, Hoodie... —Dije con lágrimas.
Por mi culpa estaban metidos en todo esto, no podía sentirme más miserablemente estúpida.
—Gem... —Dijo Hoodie al verme en aquella silla.
—Zalgo, más te vale que termines este plan si no quieres que esto acabe mal —Dijo Slenderman.
—¡Salid, corre, si os quedáis es peor! —Exclamé y Zalgo me dio un puñetazo en el estómago.
—Tú cállate, perra —Dijo Zalgo.
—Que sea la última vez que tocas a Gem, porque si no... —Dijo Hoodie pero fue interrumpido.
—Que sino, ¿Qué? Sabes que no puedes hacer nada en contra de mi —Dijo Zalgo con grandeza.
Hoodie soltó un bufido.
—No te tengo miedo —Dijo con valentía falsa.
De repente Zalgo le da un manotazo a Hoodie con tanta fuerza, que se estrella con un árbol y cae al suelo.
Suelto un grito.
—Ya que veo que no me tienes miedo, quiero saber qué pasará si ves como le quitó la vida a tu novia para hacerme más fuerte a mi —Dijo y se rió mientras acercaba su aguja a mí, de repente la aguja se rompe por una bala de Hoodie.
—No correré ese riesgo —Dijo.
—Tengo más agujas, idiota —Dijo Zalgo y agarró otra nueva, mientras se reía con su macabra risa y veía a Hoodie en el suelo.
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