Al día siguiente me desperté y sentía que mi tobillo no me dolía tanto así que intenté ponerme de pie pero fue un grave error.

Grité. ¡El dolor era insoportable!

Rápidamente me tapé la boca con mis manos.

Toby se despertó exaltado y giró su cabeza a mi dirección.

-¡Gem! ¿Qué ocurre? -Preguntó frotándose los ojos.

-Nada, nada solo... Creía que ya no me dolía el tobillo y quería probarlo, lo siento si te he despertado -Expliqué.

Él se levantó y se posicionó frente a mí.

-Veamos como tienes el tobillo hoy -Tras decir esto se sentó en mi cama y agarró mi pie con cuidado -Vaya, está más hinchado que ayer, voy a buscar a Slenderman, tal vez sepa como tratarlo.

Se fue abajo a buscar a Slenderman, observé mi tobillo. Vaya, realmente se ha hinchado demasiado.

A los pocos segundos vino Slenderman.

Observó mi tobillo.

-Te has hecho un esguince pero por suerte no es muy grave, si te quedas tendida en la cama todo el día de hoy, mañana se te quitará el hinchazón y no te dolerá tanto, incluso podrás andar pero con cuidado -Explicó.

Toby sonrió y yo suspiré.

-Me alegra mucho escuchar eso, creía que era algo peor -Dije ya menos preocupada.

...

En el día de hoy estuve todo el día en la cama y Toby me ayudo en casi todo, estaba muy atento conmigo y también me visitaron Jane, Sally y Nina, a ésta última no la conocía tanto pero se veía una chica demasiado simpática y eso me agradó.

Ya era de noche y teníamos que dormir, Toby se tumbó en su cama mientras se quitaba su bozal y sus googles.

-Toby -Le llamé.

-Dime.

-Gracias por todo lo que has hecho por mí, de verdad, te lo agradezo mucho.

Él rió.

-No es nada, Gem, soy tu amigo, los amigos están ahí para las buenas y para las malas.

-Lo sé -Recordé a Annie -Mi amiga siempre estaba ahí para mí también... -No pude hablar más porque se me entrecortó la voz, Toby salió de su cama, se acercó a mí y me abrazó, no me lo esperaba pero le correspondí el abrazo.

-Sé perfectamente cómo te sientes, yo también perdí a alguien a quien quería mucho -Dijo mientras me acariciaba el cabello.

-La hecho de menos -Confesé mientras más lágrimas salían de mis ojos.

-Yo también lo hago, pero hay que ser fuertes, hay que seguir adelante aunque sea difícil -Dijo mientras agarraba mi cara y me secaba las lágrimas.

Yo me quedé mirando sus ojos, ¿Cómo podía ser este chico tan dulce? Es la primera vez que conocía a alguien que me tratara de esta manera y que no fuera Annie.

-Gracias de nuevo -Agradecí otra vez.

-¿Por qué?

-Por esto, desde que Annie se "fue" me he sentido muy sola pero desde que empecé a hablar contigo, no me siento así y eso que solo nos conocemos desde hace ¿Dos días? -Reí y él hizo lo mismo.

-Duérmete ya Gem, es muy tarde -Me ordenó y se levantó para irse.

Pero yo no quería que se fuera, él me transmitía paz y eso era lo que yo necesitaba ahora.

Antes de que se fuera le agarré del chaleco y él me miró interrogante.

-Por favor ¿Pu-puedes dormir esta noche con mi-migo? -Tartamudeé por la vergüenza, nunca había hecho esto con un chico, era muy raro para mí.

Él sonrió.

-¿Estás segura? -Preguntó.

-Sí, esta noche me siento más sola de lo normal... Es... Es un favor de amigos, por favor -Bajé la cabeza, me estaba ruborizando.

-En ese caso... De acuerdo.

Le miré.

-¡Gracias! -Agradecí y me hice a un lado para que él cupiera.

Se tumbó a mi lado.

-Agradeces mucho -Dijo mirándome.

-No, no lo hago -Reí y él copió mi acción.

-Buenas noches Gem -Dijo.

-Buenas noches, Toby.

Nos dormimos, bueno, él antes que yo porque tengo que confesar que me sentía un poco nerviosa.

...

A la mañana siguiente me desperté y me asusté al ver una silueta a mi lado, después recordé lo de anoche y me ruboricé, pero eso no era todo ¡Yo le estaba abrazando! Y para colmo él se despertó en ese mismo momento por lo que no me dio tiempo de quitar mi mano.

Él me miró y me sonrió, tenía los pelos revueltos por haber dormido y la verdad es que se veía adorable.

-Buenos días -Saludó.

-Bu-buenos días -Dije.

Él se levantó y yo hice lo mismo pero con cuidado.

Apoyé mi pie en el suelo y tal y como me dijo Slenderman, sólo me molestaba un poco.

-¿Te sigue doliendo? -Preguntó Toby.

Yo le miré.

-Solo me molesta un poco, tal y como dijo Slenderman.

Me levanté y con un poco de ayuda de Toby bajé las escaleras, todos se encontraban en la mesa desayunando, busqué a Jane con la mirada y cuando la encontré me senté a su lado.

—Buenos días, Gem —Saludó ésta.

—Buenos días Jane.

—¿Cómo estás con tu tobillo? —Preguntó.

—Mucho mejor, ya no me duele tanto —Respondí y sonreí mientras me llevaba una tostada a la boca.

...

El día pasó normal, estuve con Jane y con Nina, después jugué un poco con Sally ya que dijo que se sentía sola y la noche cayó rápido, me encontraba sentada en el sofá observando cómo Ben jugaba con Jeff a un videojuego, observé a Hoodie que salía por la puerta y por la ventana pude ver que se sentó cerca de la puerta.

Era mi momento para hablar con él y saber por qué me odiaba.

Me levanté con cuidado y salí a la puerta, Hoodie se encontraba de espaldas a mí, caminé hacia él y me senté a su lado.

El me miró.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó enfadado.

—Yo... Solo quería hablar contigo —Respondí un poco incómoda.

—Pues yo no quiero así que no te esfuerces por intentarlo —Espetó y giró su cabeza hacia delante.

Yo fruncí el ceño.

—Oye, no tienes que hablarme de esa manera -Dije enfadada.

—Pues si no te gusta, vete.

¿Por qué me hablaba con tanto odio? ¿Quién se cree que es?

—Yo me voy si yo quiero, ¡Tu no me mandas! ¿Por qué me hablas de esa forma? ¿Qué te he hecho? Aún no lo sé —Dije mientras me cruzaba de brazos.

Él giró su cabeza hacia mí de nuevo.

—¿Que por qué te hablo de esa forma? ¡Por que yo quiero! ¿Te crees acaso que soy idiota? Sé que tú estás en contra de nosotros, sé que escondes algo y no nos lo quieres decir, ya has convencido a todos de que solo eres una víctima pero yo no me lo creo, a mí no me vas a intentar convencer con esa cara de niña buena, ¿Sabes que debería hacer? ¡Debería matarte justo ahora! —Gritó y sacó su pistola poniéndola como siempre que lo hacía, en frente de mi cara.

Yo comencé a temblar y mis ojos se cristalizaron.

¿Esconder? ¿Convencer a todos? ¿De qué estaba hablando?

—Yo no sé de qué estás hablando, Hoodie, en serio.

—¡Sí que lo sabes! No te hagas la tonta ahora —Dijo mientras quitaba el seguro a su arma.

¿Moriré justo ahora? Bueno, tal vez me encuntre a Annie en el cielo... Aunque no quería morir, era muy joven para hacerlo.

—¡Hoodie, suelta el arma ahora mismo!

Gritaron desde la puerta, ambos giramos hacia esa voz, se trataba de Slenderman que estaba ahí junto con Masky y Toby.

—¿Y si no quiero? —Preguntó Hoodie.

—Sabes lo que haré y no te conviene —Dijo Slenderman, Hoodie bajó el arma y yo solté el aire que estaba conteniendo.

Entramos a la cabaña y los proxys se fueron con Slenderman a su despacho, les dijo que tenía información importante pero no sabía a qué se refería y tampoco era de mi incumbencia.

Yo aún seguía temblando y todos se pusieron a mi alrededor preguntando qué me había pasado, como pude expliqué la escena que viví hace pocos segundos y más tarde me fui a dormir, Toby aún no había vuelto del despacho.

Voy a hacer que Hoodie confíe en mí.

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Subo capítulo cada dos días.