El secreto de Adam

Ahora tenía que investigar más de cerca a ese tal Adam y saber quién era en realidad. ¿Tal vez un ladrón? ¿Un asesino? ¿O quizás un psicópata? Muchas posibles opciones se me amontonaban en mi mente. Estaba pensando todo el camino a casa sobre eso. ¿Con quién vivo en realidad? Tengo que avisar a Annie antes de que sea más tarde.

Saqué las llaves de mi pantalón y abrí la puerta, al entrar como de costumbre no había nadie. Esta vez me preocupé por Annie así que decidí llamarle, aparte que mañana tenemos universidad y no quiero que se levante tarde de nuevo.

Marqué su número y pulsé en llamar.

A los dos tonos escuché la voz de Annie.

¿Gem? ¿Qué ocurre?

—Solo quería saber a qué hora vas a volver.

—Volveremos pronto, en menos de una hora estaremos ahí.

—Vale, ten cuidadoDicho esto colgué.

Ya me quedé más tranquila y pude ir a dormir.

...

A la mañana siguiente me desperté gracias a la alarma y me preparé, una vez lista bajé a desayunar y para mi sorpresa encontré a Annie terminando su desayuno y el mío ya estaba preparado seguramente por ella.

—¿Realmente has hecho esto? —Pregunté asombrada mientras me sentaba.

—Pues claro, me levanté temprano expresamente para esto —Dijo y me sonrió.

Yo le sonreí de vuelta y comencé a comer el delicioso desayuno que mi mejor amiga alguna vez me haya preparado. Cuando terminé nos encaminamos hacia la universidad, como era el único momento en el que podíamos estar solas decidí hablar con Annie sobre Adam.

—Annie —La llamé y ésta me miró —Quiero decirte una cosa, quiero que tengas cuidado con Adam, te lo digo porque eres mi mejor amiga y no quiero que te pase nada.

—¡Alto! —Me interrumpió —Estás hablando de Adam como si fuera un asesino, Gem. Es mi novio, no me va a hacer nada malo, es solo que estás celosa de él porque últimamente pasa mucho tiempo conmigo, pero Gem, yo nunca te voy a reemplazar.

Bueno, eso es lo que ella cree.

—Annie, no son los celos, pero te digo que ese hombre es alguien peligroso, no sé si es un asesino o no pero si no te vas a alejar de él, ten mucho cuidado, por favor —Le supliqué.

Annie me miró mal.

—Escúchate Gem, estás paranoica. ¡Él no me va a hacer nada malo! ¿Entendido? No puedo creer que pienses así de él —Dicho esto se ajustó bien la mochila y se fue caminando rápido a la universidad que ya se podía ver desde donde estábamos.

No la detuve, no podía hacerle cambiar de opinión, era imposible. Por lo que ahora tendré que tener precaución por mí y por mi amiga.

...

En el camino de vuelta a casa Annie no me habló, ni siquiera me miró. Cuando entramos dejé mi mochila en mi cuarto y me tiré en mi cama.

Perfecto, ahora parece ser que Annie me odia. No quería perder su amistad por un idiota como Adam. Aunque debo reconocer que la culpa también es de Annie. ¿Por qué se tuvo que enamorar?

En algún momento me quedé dormida porque al abrir los ojos ya eran las seis y media de la tarde, bajé y no se escuchaba nadie ¡Diablos! ¿Otra vez habían salido? Me preocupé de sobremanera.

Llamé a Annie pero me salía el contestador, seguro que como estaba enfadada no aceptaba la llamada, sí, seguro que es eso.

Para despejar mi mente fui  parque y me encontré a Sally.

—Hola Sally —Saludé.

—Hola Gem. Te veo triste ¿Qué ocurre? —Preguntó preocupada.

Vaya, al parecer esta pequeña se percata rápidamente de todo.

—Solo... Estoy triste por Annie, le dije que se alejara de Adam pero no me hizo caso y se ha enfadado conmigo —Le expliqué.

—Lo supuse.

Al estar un rato hablando con Sally me llamaron al teléfono. ¡Era Annie!

¿Hola?

—¡Gem! ¡Tienes que venir rápido! ¡Parece que Adam está actuando raro! Se ha tomado un líquido verde y dice cosas sin sentidoHabló con miedo en su voz y sentí lo peor —¡Me ha visto! Ahora dice que me va a castigar por meterme en sus asuntos! —Se escuchaban gritos aterradores por parte de Adam.

—¡Annie, escóndete donde sea, voy para aya!

—¡Espera, Gem! ¡Lo siento por no creerte! ¡Perdóname por favor! —Se disculpó y comenzó a llorar.

—¡Estás más que perdonada, Annie! Eres mi mejor amigaDije y colgué. Salí corriendo como nunca antes en mi vida había hecho y llegué, pero era demasiado tarde, Annie estaba muerta, en el suelo y en la pared había un mensaje escrito con sangre.

He comes

Me arrodillé en el suelo y comencé a llorar desesperadamente, había perdido a mi amiga por un gilipollas, le advertí y no me escuchó y ahora ella estaba muerta.

Sally apareció de repente a mi lado, no supe cuándo llegó pero me dijo algo:

—Es hora de que vengas conmigo —Me dijo sally mientras me secaba las lágrimas.

—Está bien —Dicho esto me levanté y la seguí.

Estaña destrozada, por culpa de ese cabrón me quedé sin la mejor compañía que nadie podía hacerme en la vida, con la mejor persona que me entendía... La extrañare mucho, es más, ya la estoy extrañando pero no la podré ver más y eso es lo que me destroza por dentro.

—Ya hemos llegado —Sally me sacó de mis pensamientos.

Era la primera vez que entraba aquí, no sé cómo me recibirán pero no estoy de ánimos para presentarme o para intentar forzar siquiera una sonrisa.

Sally llamó a la puerta.

A los segundos un hombre alto, vestido de traje y... ¿Sin rostro? Nos abrió la puerta.

¿Qué es esto?

—Sally, ¿Quién es ella? —Ese hombre raro me miró, o bueno, lo parecía porque su cabeza giró a mi dirección.

—Ella es una amiga... —Ese ser la interrumpió.

—¿Qué te dije de traer humanos aquí? —Preguntó.

—Verás papá, tengo que hablar contigo en privado...

¿En privado?

El hombre alto la miró y luego la dejó pasar.

—Quédate aquí en un momento, Gem —Me dijo Sally y eso fue lo que hice.

¿De qué hablarán?

A lo lejos ví algo amarillo moviéndose, cuando estaba más cerca pude percatarme de que era el chico encapuchado que me apuntó con una pistola hace varios días. Se estaba acercando y comencé a temblar.

—¿Qué haces aquí? Te dije que no me siguieras —Dijo seco.

—No te e-estoy siguiendo —Dije tartamudeando.

—Parece que habrá que hacerlo de otro modo —Dicho esto sacó su pistola y la apuntó frente a mí —¿Por qué me sigues? ¿Para quién trabajas? Más vale que nos devuelvas pronto eso que nos robásteis el otro día si no quieres estar muerta —Me quedé sin habla, todo mi cuerpo se encontraba temblando en este momento.

—¡Déjala en paz, Hoodie!

Giré mi cabeza y me encontré con ese ser y a Sally detrás suya.

Aquel encapuchado, mejor dicho, Hoodie, bajó el arma y ya pude respirar tranquila.

Ese ser se acercó a mí.

—Ya me ha contado Sally lo ocurrido, puedes quedarte los días que quieras pero con una condición —Me dijo.

—¿Cuál? —Quise saber.

—Que nos ayudes.

☆☆☆☆☆

Ayer no pude subir capítulo porque no encontré tiempo, estaba muy ocupada, lo siento.

Subo capítulo cada dos días.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top