-| Capitulo 3 |-
Hola buenos días, tardes o noches mis nakamas eh aquí un nuevo capítulo y espero que les guste.
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Dolores: ¿Su puerta mágica?. — Dijo casi en susurro. —
Isabela: ¿Qué?.
— Sin embargo Isabela no fue la única que oyó lo que dijo. —
Alma: ¿Qué dijiste Dolores?.
— Aquella palabra de Alma sorprendieron a las dos chicas las cuales se pusieron rectas ante la presencia de su abuela, ya que no se esperaban que apareciera de repente y sobre todo a Dolores ya que ella estaba muy metida en escuchar a Mirabel, (algo en lo que debe practicar), sin embargo Alma se estaba impacientando de que no le respondieran, así que volvió a preguntar. —
Alma: ¿Dolores, la puerta de quién está hablando?.
Dolores: ¿La puerta de Mirabel?. — Hablo casi con temor de que la abuela la regañara —
— Alma dió un suspiro, negó con la cabeza, pues para ella está era una broma de mal gusto así que volvió hablo. —
Alma: Dolores eso es imposible ya que… por duro que parezca ella no recibió un don anoche.
Dolores: P-pero oí a Mirabel diciéndole a casita que su puerta apareció. — A pesar de sus nervios decidió defender lo que ella oyó. —
— Aquella respuesta sorprendió a una escéptica Alma, pero ella tampoco podía dudar del Don de su segunda nieta, además Mirabel es la única en casa ( a excepción de Bruno, Agustín y Félix) así que… cabe una pequeña posibilidad ¿Verdad?. —
Alma: Bien regresemos a casita para comprobarlo que escuchaste y si no Mirabel estará en serios por decir mentiras problemas vamos.
— Asi Alma junto a Dolores e Isabela caminaron en dirección a casita, Alma enfrente y atra ellas, ambas se miraron nerviosas, ya no saben si Mirabel decía o simplemente estaba jugando y si así fuera de que Mirabel estaba jugando, no querían saber de lo que era capaz de hacerle su abuela Alma. —
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— Mirabel estaba muy centrada viendo la puerta y sin embargo no sabía que pensar a caso la vela le dió otra oportunidad, no estaba segura pero ella no desaprovechara está oportunidad. —
— Así que con las manos temblorosas por los nervios agarró el pomo y abrió la puerta está vez no desapareció, pero ello no notó que ni siquiera se formó ninguna figura suya, así que volvió a cerrar la puerta, no sabía que Don mágico recibió así por la tentación abrió toda la puerta y se iba adentrando poco a poco hasta estar adentro estaba emocionada y sin oír la voces que le gritaron, una vez ya adentro quería ver explorar todo con emoción, pero esa emoción fue reemplazada por confusión, no había muebles, no había baño y ni siquiera ventanas, además se sentía mucho frío como para que ella pudiera dormir aquí, solo montañas a lo lejos y praderas. —
— Así que con algo de decepción y confusión dió la vuelta para salir sin embargo ya no había ninguna puerta, pánico, miedo y desesperación era lo único que podía sentir Mirabel, deseando que fuera una pesadilla empezó a correr en cualquier dirección en busca de alguna salida pero no había señales de nada e hizo lo que cualquier niño de su edad haría solo se quedó ahí a llorar. —
| Minutos antes |
— Isabela, Dolores y Alma caminaban en dirección a casita, y al abrir la puerta de la entrada, la abuela Alma lo vio con sus propios ojos su nieta Dolores no mentía si había una puerta y ahí estaba su nieta menor abriendola; una felicidad invadió a Isabela y a Dolores, Alma le hablo pero parecía que Mirabel no oía o hacia caso omiso, así que empezó a subir las escaleras junto a sus otras nietas pero al llegar hasta el segundo piso Mirabel ya había entrado, sin embargo la puerta detrás de ella se cerró, Isabela sin importarle empujó a un lado a su abuela para alcanzar a Mirabel pero al estar ella de frente vio como la puerta empezaba a desvanecerse. —
— La felicidad desapareció y una gran desesperación empezó a invadir a Isabela así que intento abrir la puerta pero no podía abrir, con terror vio como el pomo y el resto de la puerta mágica empezó a desaparecer justo como a noche, sin dejar rastro atrás de ella y atrás estaba Dolores y la abuela Alma, Isabela no lo soporto más y empezó a llorar, Dolores la imitó pero silenciosamente, mientras tanto lo abuela solo dijo unas palabras que serían solo el inicio del fin para Encanto. —
Alma: Al parecer la magia ya decidió que hacer con Mirabel.
— Isabela en un arranque de irá volteo a verla y le gritó sin medir las consecuencias. —
Isabela: ¡CÁLLATE ABUELA!.
— Dolores sorprendida solo pudo taparse los oídos, mientras que Alma se sorprendió momentáneamente pero se recompuso y trató de regañar a Isabela. —
Alma: Isabela… esa no forma en la que habla una chica perfecta.
Isabela: Me importa poco como actúe una chica perfecta, no ves que mi hermanita desapareció.
Alma: ¡SUFICIENTE ISABELA!, La magia decidió que era lo mejor para el Encanto.
— Pero los gritos de ambas alertaron a los miembros de la familia que aún se encontraban en Casita, Bruno, Félix y Agustín. Bruno salió de su cuarto y al oír todos los gritos, Agustín y Félix salieron de la cocina ya que ellos la estaban limpiando al igual que el resto de la casa; pero los gritos interrumpieron sus quehaceres. —
Bruno: ¿Mamá qué pasá?.
Agustín: ¿Isabela, hija que sucedió?, ¿Y por qué lloras mi florcita?.
— Ambos hombres están preocupados por lo sucedido, uno preocupado por su madre y el otro por su hija; pero los sollozos y el silencio que se produjo, al ambiente era tensó y ni siquiera Casita se atrevía a mover sus baldosas, Bruno se acercó hasta su madre con la intención de decir algo pero no sabía que, Agustín también se acercó a Isabela y la abrazo tratando de consolarla, e Isabela al sentir el abrazo de su papá lloro un poco más fuerte, y Félix abrazaba a Dolores, aún así el silencio era demasiado pero la abuela fue la primera en hablar. —
Alma: No pasa nada Brunito, solo son un pequeño inconveniente.
— Sin embargo Alma no sabía que sus palabras volvieron a llenar de irá a Isabela, provocando una vez su irá, ya que al parecer a la abuela, su nieta más chica Mirabel no era más que un inconveniente. —
Isabela: Inconveniente. – Dijo en susurro que solo Agustín y Dolores oyeron. —
— Isabela se separó del abrazo de su padre y volvió a gritarle a su abuela. —
Isabela: ¡¡¡Inconveniente!!!, ¡¡¡Para tí, el que mi hermanita haya desaparecido es un inconveniente!!!.
— Sin embargo no noto que su mamá junto a su hermana, su tía Pepa y su primo Camilo venian entrando y oyeron el grito de Isabela. —
Julieta: ¡¿Qué fue lo que dijiste Isabela?!.
— Tal revelación sorprendió a todos con excepción de Alma, Isabela y Dolores, ante eso todos querían una explicación por parte de Alma o de Isabela, pero no había respuestas concretas, afortunadamente Dolores tenia tapado sus oidos así que los gritos eran considerablemente bajos para su súper audición; asi se debatía en si hablar o no ya no quería más complicaciones y no quería parecer una chismosa pero si algo le pasaba a su prima no se lo perdonaría así gracias que sus oído estaban tapados por sus manos gritando hablando rápido y con nerviosismo lo que sucedió. —
Dolores: Isabela me pido que oyera si Mirabel estaba bien así que intente oír pero ella hablo de una puerta pero también nos oyó la abuela y venimos pero solo alcanzamos a ver cómo Mirabel entro en la puerta y desapareció es por eso que la abuela e Isabela están discutiendo.
— Aunque su hablar fue rápido todos los entendieron bien, pero ante la explicación ahora los enojados fueron Agustín y Julieta; una vez más los gritos y los reclamos no se hicieron esperar de los padres de Mirabel. —
— Después de unos minutos Alma ya fastidiada y cansada de esto dió fin a la discusión y ordenó continuar con su rutina establecida a excepción que castigo a Isabela y la mandando hacia su habitación. —
Alma: Ya es suficiente de tal falta de respeto Isabela, estás castigada va a tu habitación ahora mismo.
— Isabela no dijo nada solo se le quedó viendo, con todo lo que ayer y hoy había pasado, con respecto a la desaparición de Mirabel y que está misma no obtuvo ningún Don, ella había comenzado a ver a Abuela bajo una luz diferente a la anterior. —
— Isabela solía verla como una mujer estoica, fuerte y perfecta que sabía lo que era bueno para todos y para todo, pero ahora todo lo que veía era a una vieja puta que estaba socavando la cordura de esta familia, cediendo constantemente a las necesidades de una aldea que los sobre esforzaba, y poniendo una maldita vela ante su propia familia. —
— Isabela con un último suspiro de enojo pasó junto a su abuela Alma y susurro algo que solo Dolores oyó. —
Isabela: Realmente eres una vieja estúpida. — Así Isabela se retiro hacia su habitación. —
— Aunque la discusión había terminado y todos volvieron a hacer sus cosas de nuevo, todavía había, tristeza, rencor y odio, pero todos aún respetaban a Alma y eso no cambiará. —
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— Finalmente se puso el sol e Isabela todavía no había bajado a cenar, así que Julieta subió las escaleras y tocó la puerta de Isabela, y ahí la vió que estaba acostada en su cama volteando hacia la pared, así que se sentó a su lado.
Julieta: No cenaste, estaba preocupada.
— Isabela no le contesto, Julieta suspiro se levantó y le hablo. —
Julieta: Mirabel va a volver y todo va a estar bien.
— Isabela no le contesto, así camino hacia la salida. —
Julieta: Buenas noches, mañana será mejor. — Ella suspiró y se fue de su habitación. —
— Tan pronto como se fue y los ruidos de la casa se calmaron, Isabela se levantó de la cama en camisón, llevando la vela que su madre le había dejado en la cómoda junto a la cama, y salió al pasillo. Se sentó frente al lugar donde había aparecido la puerta de Mirabel y dónde justo ella desapareció está mañana y esperó. —
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— Julieta trato de continuar con su rutina diaria pero le era difícil sobre todo con el dolor y la tristeza de de no saber nada de su hija menor desaparecida, aún asi salio de su habitación con dirección a la cocina pero se detuvo ya que encontró a Isabela dormida en el pasillo, a su lado una vela consumida hasta quedar apagada. —
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— Las horas pasaban y Mirabel avanzaba derecho y sin rumbo, entre más tarde se hacía ella empezó a sentir frío y hambre, sus esperanzas de encontrar una forma de salir de ese lugar se agotaba, agachó la cabeza para cubrirse de un aire fuerte y frío, cuando volvió alzar el rostro a lo lejos en el horizonte vio unas figuras acercarse, Mirabel se emociono y sin dudarlo empezó a correr hacia las figuras gritando el nombre de su familia. —
— Más atrás y no muy lejos de la ubicación de Mirabel una tribu de humanos primitivos avanzaban hacia la dirección de Mirabel, ya que la mujer del líder de la tribu escucho los llantos y gritos de mirabel por lo que toda la tribu se dirigía hacia allá, además los perros empezaron a ladrar. —
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