-| Capítulo 1 |-
Hola buenos días, tardes o noches mis nakamas, aquí tenéis una nueva historia y espero que os guste. Bueno, sin más que decir, espero que os guste.
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- Era un día muy brillante y alegre en el pueblo de "Encanto" ya que hoy cumple años la hija de la matriarca del pueblo y de la familia Madrigal, ¿Y por qué es tan especial la familia Madrigal? Bueno porque ellos, bueno antes de todo la pareja de casados Alma Madrigal y Pedro Madrigal tuvieron trillizos pero en el anterior el pueblo en el que habían vivido toda su vida fue atacado y los habitantes se vieron obligados a huir, con ellos muchas personas más se unieron para irse en busca de un refugio, atravesaron diversas dificultades en el camino, hasta que un día, sucedió la fatalidad...
Los hombres que perseguían la caravana de personas se hallaban cerca, y Pedro Madrigal, el orgulloso padre de tres hijos de meses y esposa de Alma Madrigal se ofreció como distracción para que su familia y muchas otras personas se salvarán.
Murió mientras su esposa lo seguía de vista escondida, Alma quedó devastada, ¿Qué haría ahora? , Sin su esposo y con tres niñas a las que cuidar, el futuro se cernía obscuro pero en medio de toda la tragedia y lamentación, un milagro en forma de una brillante vela y rebosante de Luz bendijo a su familia mientras protegía a todas aquellas personas cerca, una casa, Su Casita surgió en medio de una reluciente magia dorada pero no una Casita cualquiera si no una casa con vida propia, esperanza se respiraba en el aire.
Ese día, nació el Encanto.
Rodeado de Naturaleza y protegido por imponentes montañas, que protegerán al pueblo y desde entonces los hijos y nietos de Alma Madrigal, tuvieron dones con los cuales eran utilizados para ayudar al pueblo de Encanto y hoy no era la excepción la más pequeña (por meses) de la familia tendrá su ceremonia en dónde se revelará el don de ella con el cual ayudará al pueblo de "Encanto" -
- Alma Madrigal daba órdenes a todos los que estaban ayudando a arreglar y a decorar la Casita aunque claro hoy tenía que ser perfecto, su nieta más joven tendrá un Don especial y con el cual ayudará a la comunidad. -
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- Hubo que hacer muchas tareas y muchos preparativos, y los Madrigal estaban bajo mucho estrés pero a Alma no le interesaba eso. -
Alma: Bien todo tiene que salir perfecto, Isabela cariño podrías poner flores alrededor de las escaleras.
Isabela: Por supuesto abuela.
- Y con un simple movimiento de sus manos, muchas flores de colores crecieron alrededor de la escalera gracias a su Don. -
Alma: Luisa preciosa, podrías llevar estás cajas hacia la cocina.
Luisa: No hay problema abuela.
- Y sin mucho problema cargo varias cajas que contenían ingredientes para la comida de la fiesta, y una vez más gracias a su Don. -
- Sin embargo Alma estaba preocupada ya que no había visto a su nieta más joven Mirabel, pero la que estaba más estresada era Pepa Madrigal ya que no la encontraba y accidentalmente provocó una tormenta, arruinando todas las flores que ya estaban decoradas, pero gracias a Isabela las decoraciones se arreglaron. -
- Isabela ya había oído el alboroto así que ella le dijo a su abuela Alma que ella la buscará, ya que ella tenía una idea de donde se encontraba su pequeña hermanita y así emprendió camino hacia la guardería. -
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Isabela: Hermanita ~ ¡Hermanita!.
- Isabela habló en voz baja y entró de puntillas en la guardería, ella sonrió ante la cabeza de rizos que asomaban debajo de la cama y se apresuró a bajar y meterse debajo de la cama, el rostro de Mirabel se asomó y se rió ante la presencia de su hermana mayor. -
Mirabel: ¡Isa! ¡Viniste!.
Isabela: Por supuesto que sí, después de todo hoy es un día especial. - Dijo con una pequeña sonrisa. -
- ¿Sabes por qué?.
Mirabel: Porque hoy es mi ceremonia de regalo.
Isabela: Jajaja no tontita, porque hoy es tu cumpleaños y tu cumpleaños es más especial que tú ceremonia.
- Sin embargo Isabela noto como su hermanita tenía un rostro de preocupación. -
Isabela: Dime Mira, ¿Hay algo que te preocupa?, Vamos cuentaselo a tu hermana mayor.
Mirabel: Es que... Y si no recibo ningún Don.
- Ahí estaba su preocupación, Isabela sabía que su preocupación venía de las palabras y acciones de la abuela Alma, pero también sabía que decir. -
Isabela: No hay nada de que preocuparse hermanita.
Mirabel: ¿Encerio?.
Isabela: Por supuesto, solo recuerda que te amamos, sin importar el regalo que recibas.
Mirabel: ¿Incluso sin un regalo?. - Pregunto, sintiéndose un poco asustada ante la idea. -
Isabela: Incluso sin un regalo. -Respondió Isabela con una gran sonrisa en su rostro. -
- Las preocupaciones y temores de Mirabel desaparecieron, gracias a su hermana. -
Isabela: Ven vamos afuera.
- Una vez afuera de la cama, Isabela sonrió cuando su hermana deslizó sus manos por sus mejillas para hacerle cosquillas en el cuello. -
Isabela: ¡Jaja! ¡Basta!. - Ella rió y se arrojó a recostarse en la cama para escapar de sus pequeñas manos de hermana. -
- Empujó las manos de su hermana y la levantó por debajo de las axilas en el aire, para arrojarla hacia la cama.
Isabela: Mi hermanita ~ cosita linda. - Cantó y observó a Mirabel sonreírle. La atrajo para darle múltiples besos en la cara.
Isabela: Chiquita niñita~ ¡Cosita linda!.
Mirabel: ¡Jaja! ¡Basta, Isa!.
- Mirabel se rió y trató de alejarse de sus besos. Isabela continuó besándose la cara, deteniéndose porque la puerta fue abierta por Dolores.
Dolores: La abuela dice que ya casi es hora.
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- Dolores oía la adorable escena desde el otro lado de la puerta, y no tenía intenciones de interrumpir a las hermanas pero la abuela la mando a buscarlas así que no había opción, así que con un pequeño suspiro abrió la puerta y se asomó. -
Dolores: La abuela dice que ya casi es hora.
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Alma: ¿Terminaron todos de decorar para esta noche?.
- Ella le pregunta a su familia, queriendo saber cómo va todo. Por supuesto, ella también ayudó. -
Julieta: Por supuesto madre, ya todo está terminando.
Alma: ¡Excelente!. - Dice en respuesta, aplaudiendo. -
- La magia otorgará otro regalo maravilloso esta noche, ¡así que todo debe ser perfecto!.
- Tanto Isabela como Dolores no pudieron evitar poner los ojos en blanco ante lo dicho por la abuela, mientras salían de la guardería junto a una Mirabel vestida para su ceremonia. -
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| Minutos Después |
- Llegó el momento más esperando la hora de la ceremonia y a medida que se acercaba la hora de que la mas pequeña Madrigal abriera la puerta y se descubriera su don, más y más habitantes y niños entran a Casita, todos siendo recibidos por Félix y Pepa, la fiesta pronto va a comenzar. La puerta más nueva, arremolinándose y brillando con polvo dorado, en exhibición para que todos la vean, lista para ser abierta. -
- Los niños se divierten como nunca en el momento en que estuvieron en la casa mágica. Algunos de ellos se deslizan por las escaleras mágicas que Casita puede mover, otros simplemente corren e incluso jugando con Luisa y Camilo. -
- Mientras tanto, los adultos hablan sobre qué regalo podría recibir la Madrigal de 5 años en cuestión, además de otras cosas, mientras otros toman algo de comida. -
- Era un día muy especial sin duda pero para Julieta y Agustín era un día de gozo pues Mirabel la más pequeña de sus hijas, hoy cumplía años y no podían estar más orgullosos de su pequeñita mariposa. -
- Mirabel se retuerce las manos mientras se abre paso entre la multitud, con el nerviosismo coloreando su rostro. Esta noche era su gran noche, esta noche recibirá su regalo. No se atrevía a esperar ningún regalo en particular, sólo quería que fuera útil para su comunidad como siempre dice su abuela. -
- Mientras sube las escaleras con temor y asombro, tragó saliva nerviosamente y pasó junto a las flores encendidas con velas que decoran la escalera, mientras su hermana le regala una sonrisa sincera y le daba ánimos en silencio frente a ella, una hermosa puerta reluciente en color dorado ya su lado derecho se encontraba su abuela Alma sosteniendo la vela que los bendijo hacia mucho tiempo, brillando intensamente, sus padres, hermanas, tíos y primos lo miraban con ánimo, orgullo y nerviosismo, repaso cada mirada antes de volver a concentrarse en su abuela. -
Alma: Esta vela contiene el milagro que recibió nuestra familia y de dónde salió el milagro.
- La abuela Alma empezó a relatar la historia que Mirabel había escuchado muchas veces antes acerca del origen del milagro, ella la miraba nerviosa pasando la mirada de su abuela a la vela y de la vela a la puerta. -
Alma: Ahora es tu turno de recibir el milagro y enorgullecer a esta familia.
- Su atención volvió a Alma en su totalidad. -
Alma: Mirabel Madrigal ,¿Prometes usar tu don para servir a esta comunidad y fortalecer el milagro que ¿Nos bendijo?.
- Mirabel solo se movía afirmativamente, Ella sostiene la vela con sus manitas por un lado y su abuela sostiene el otro lado. Ella asiente antes de sonreírle a su abuela, quien le devuelve una sonrisa amable. Respira profundamente antes de soltar la vela y dirigirse hacia la puerta hacia su nuevo regalo. Frotándose el vestido con las manos, da un paso adelante y en el momento en que tocó el pomo de la puerta cuando la puerta comienza a brillar intensamente, sin embargo ocurrió lo impensable. -
- La luz de la puerta comienza a atenuarse, y las chispas doradas que formaron la puerta, su puerta, comienzan a desvanecerse en la nada justo ante sus ojos y ante los ojos de los demás, la llama de la vela parpadea débilmente en el agarre protector de la abuela Alma vio esto con miedo y preocupación por la vel, sin embargo la gente del pueblo que veía como la puerta desapareció dieron un jadeó de horror y miedo y después las preguntas y murmullos. -
- Sin embargo para Mirabel no oía nada, no le estaba prestando atención solo dio un pequeño paso atrás, observa cómo toda la puerta desaparece, dejando nada más que devastación a su paso, Mirabel se aleja de la pared ahora vacía, claramente angustiada, mirando hacia su familia en busca de orientación, ayuda... una explicación. Se vuelve hacia su abuela, en busca de una explicación, pero su abuela ya está volteada hacia la multitud de espectadores sorprendidos. -
Alma: ¡Todo está bien en la familia de Madrigal! La vela nos ha dado muchas bendiciones y nunca se ha equivocado. No hay de qué preocuparse, la vela simplemente ha decidido que Mirabel no necesita un regalo. - Ella explica con confianza. -
Mirabel: Pero abuela quiero. - Ella interrumpe suavemente, tirando un poco de la falda de Alma. -
-Mirabel quería que su ceremonia fuera como la de sus hermanas y primos. Una ceremonia, la revelación del regalo y luego una gran fiesta en tu nueva habitación. Tal vez si lo intentaran de nuevo, la puerta volvería a abrirse. -
Alma: No Mirabel ¡La vela ha decidido y lo que tú quieres no es importante ahora mismo!.
- Espetó Alma el estrés y el miedo que rodean los acontecimientos de esta noche la hacen insensible al dolor y la confusión de su nieta. Sin mirar a Mirabel, aparta la vela del alcance de la nieta y baja las escaleras para acompañar a los invitados. -
Alma: Julieta, lleva a Mirabel a su habitación.
- Julieta sostiene a su joven hija en shock durante mucho tiempo antes de llevarla a la cama y salir a hablar con la abuela, dejando a Mirabel sola en la sala de la guardería. -
- Una vez sola en la guardería, lloro como nunca lo había hecho, no sabe cuánto tiempo pasó desde que su mamá la dejo aquí en la guardería, y después de un rato dejo de llorar solo sollozoba y de repente a Mirabel le llegaron pensamientos y no precisamente pensamientos buenos, no debería estar aquí esta noche se suponía que dormiría en su nueva habitación con su nuevo regalo, pero aquí yacía incapaz de aceptar la conclusión de su abuela. -
- La vela simplemente ha decidido que Mirabel no necesita un regalo. -
- Las palabras de la abuela taladraban su mente, una y otra vez, quería gritar, quería respuestas sin embargo las palabras de su hermana Isabela volvieron deshaciendo las duras palabras de la abuela. -
Isabela: Por supuesto, solo recuerda que te amamos, sin importar el regalo que recibas. - Incluso sin un regalo. -
- Una vez más las palabras calmaron momentáneamente sus miedos, pero ya no pudo seguir pensando, ya que la puerta de la guardería se abrió dejando ver a la persona o más bien personas. -
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- Isabela no podía estar más feliz y orgullosa de su hermana, su pequeña mariposita está creciendo, (que se joda la abuela y sus dones mágicos) ella espera con ansias verla crecer sin preocupaciones o temores, verla con su vestido de quinceañera y talvez con algún enamorado, pero ya se está adelantando ella quiere que su hermana viva sin preocupaciones, ni problemas. -
- Pero ya se está adelantando por el momento va a disfrutar de su hermanita, veía atentamente como Mirabel avanzaba lentamente por las escaleras nerviosa y temerosa por un momento ella la vió, así que la ánimo silenciosamente y le regaló una gran sonrisa, calmando la momentáneamente. -
- Pasaron los segundos y Mirabel ya estaba con la abuela, y está empezó a dar su discurso pero Isabela no le prestaba atención, su atención estaba en Mirabel pero al mismo tiempo sus pensamientos la traicionaron; ella en verdad ansiaba ver que Don mágico le tocaría pero al mismo tiempo quería que no tuviera un Don mágico, ya que desde que recuerda su mamá y su tía Pepa siempre se han desvelado u ocultando sus emociones para ayudar a la comunidad (o para ser exactos complacer a la abuela) y tiempo después su prima Dolores, su hermana Luisa y ella también también empezaron a ayudar su comunidad desde que obtuvieron sus dones, y a la abuela parecía no importarle que les quitará su infancia solo por servir a su pueblo y eso en realidad aterraba a Isabela ya que pudo hacer nada por su hermana Luisa, al menos podría ayudar a Mirabel y evitar que ella también sufriera con su Don o más bien su maldición. -
- Con esas palabras Isabela lo confirmo su abuela podría causarle más daño a su hermana así que esperaría a ver la decisión de sus padres, así junto a Dolores, Luisa, Camilo y ella fueron por un trozo grande de pastel para todos y lo llevaron hacia la guardería. -
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- Isabela junto a su hermana y primos tocaron la puerta, al oír un pequeño sollozo junto a un ligero pasen entraron a la habitación, y así abrieron la puerta y entraron. -
- Mirabel lloro como nunca lo había hecho, no sabe cuánto tiempo pasó desde que su mamá la dejo aquí en la guardería, pero empezó a calmarse con las palabras de Isabela sin embargo aún sollozoba cuando oyó que tocaban la puerta así que le dió el paso. Se sorprendió cuando vio a sus hermanas y primos entrar a la guardería, con un gran trozo de pastel lo suficientemente grande para todos en la habitación. -
Mirabel: ¡Todos u-ustedes vinieron!. - Habló con sorpresa. -
Isabela: Por supuesto te dije que hoy es tu cumpleaños.
Luisa: Por supuesto hermanita no nos iríamos solo por no tener un Don.
Camilo: Exacto porque Mira es Mira y eso es más que suficiente.
Dolores: Y como sigue siendo tu día especial trajimos un gran trozo de pastel para todos.
Mirabel: ¡Lola, Lulu, Camí, Isa... l-los quiero a todos!.
- Mirabel como pudo abrazo a todos, e igualmente le regresaron el abrazo, sin embargo la fiesta no termino pronto, ya cantaron las mañanitas, hubo juegos, y etc. Hasta todos cayeron cansados uno por uno el primero fue Camilo, quien se durmió y Dolores se lo llevó a su habitación a descansar, la siguiente en irse fue Luisa, así solo quedando Isabela y Mirabel. -
| Kala Consoles Tarzan: Soundtrack minuto: 1:10 |
- Isabela ya estaba recogiendo todo el reguero de la pequeña fiesta improvisada, pero al voltear hacia un lado noto que Mirabel se estaba viendo frente al espejo, y tocándose como si buscará algo malo en ella, asi que decidió hablar con ella. -
Isabela: ¿Mira qué pasa?.
Mirabel: ¿Por qué soy tan diferente?.
Isabela: Porque estás cansada y desarreglada, por eso.
- Respondió Isabela mientras trataba de arreglar un poco a mirabel, pero también sabía a qué venía esa pregunta. -
Mirabel: No la abuela dice...
Isabela: A ver quédate quieta.
Mirabel: La abuela dice...
Isabela: No importa lo que la abuela diga.
Mirabel: ¡Pero... pero mírame!. - Dió un pequeño grito y se separó de Isabela. -
Isabela: Te veo Mira y sabes lo que veo, veo dos ojos como los míos, y una nariz en alguna parte a aquí.
- Le regalo una sonrisa y empezó a tocar las partes mencionadas, provocando que le diera risa a Mirabel. -
Mirabel: Jejejeje.
Isabela: Dos orejas, dos piecitos.
Isabela: Jajaja ¿Haber que más?.
Mirabel: Dos manos. - Dijo mientras juntaba las suyas con las de Isabela. -
Isabela: Lo ves somos iguales.
- Pero noto como Mirabel aún tenía dudas. -
Isabela: Ven acércate.
- Mirabel se acercó más a su hermana y ella agarró su mano y la llevo hacia su corazón. -
Isabela: ¿Qué sientes?.
Mirabel: Mí corazón.
- Ahora acercó su oído hacia su corazón. -
Mirabel: he jeje tu corazón.
Isabela: Lo ves somos iguales, se que la abuela no lo entiende.
- Así Mirabel abrazo a su hermana mientras volvía a llorar silenciosamente, entonces Isabela empezó a cantarle. -
Isabela: ♪ Como me apena verte llorar, toma mi mano siente la. ♪
♪ Yo te protejo de cualquier cosa, no llores más aquí estoy. ♪
- Cargo a Mirabel y la llevo a su habitación. Ya adentro de su habitación le puso una pijama, y la recostó en su cama, para después acostarse junto a ella y siguió cantando. -
♪ Fuerte te ves pequeña estás, quiero abrazarte, te protegeré. ♪
♪ Está fusión es irrompible, no llores más aquí estoy.♪
♪ En mi corazón tu vivirás, desde hoy será y para siempre amor.♪
♪ En mi corazón, no importa que dirán, dentro de tu estarás siempre.♪
Isabela: Siempre.
- Dijo en un susurro, al ver a su hermanita ya durmiendo y bien arropada, así se acomodó más con su hermana y sin despertarla, le dió un beso en su frente, para dormir las dos tranquilamente. -
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