25; Biblioteca.
Hoy me había dignado a sentarme en la misma mesa que el chico bonito.
Sus ojos concentrados en las páginas de los libros eran sumamente preciosos.
Y yo,
Yo sólo lo observaba,
sin apartar la mirada no un segundo,
porque él era tan encantador.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top