Ir en motocicleta era como andar con una granada en el bolsillo, o al menos eso pensaba Off, cada vez que Gun usaba su peculiar forma de persuadirlo y lo llevaba a recorrer las carreteras como su copiloto. El motor vibraba con fuerza entre sus piernas, el aire lo dejaba sordo y siempre que se quitaba el casco su cabello revoloteaba hacia atrás, y se ponía tieso. No es que no disfrutara el paseo, lo amaba, sobre todo porque podía aferrarse a la espalda de Gun, mientras éste zigzagueaba entre los automóviles de la autopista. Era una locura.

Muchas veces, se habían unido a otros moteros, haciendo largas rutas, e incluso unas cuantas veces, fueron detenidos por las patrullas de carreteras. Pero cada vez que montaba la Harley de Gun, había valido malditamente la pena, porque Off vivía para hacer feliz a su bebé y estar montado en esa moto, era una de las cosas que más amaba Gun. Él se sentía seducido por la velocidad y el rugir de su motor y Off estaba enamorado de la sensación de felicidad y libertad que experimentaba Gun, sintiéndose como una luminosa estrella fugaz.

Era de noche cuando volvían a casa y el cielo de la ciudad se abría paso. Había sinfín de estrellas en ese cielo infinito que Off no podía dejar de admirar. Quería enfrascarlas todas y regalárselas a Gun. De ser eso posible. Se aferraba fuerte a la cintura de su esposo, recargando la cabeza en su espalda y concentrándose en escuchar su corazón.

Quería hacer eterno cada momento con la persona que amaba, quería siempre, estar junto a él. Quería hacerlo sentir feliz, especialmente este día, el ultimo que podría subir a su amada moto...

Gun despertó desorientado, sintiendo el peso de un cuerpo caer sobre la cama junto a él y una cabeza frotarse contra su estómago.

Paralizado sobre la almohada, reconoció a Nirin, quien se había escondido debajo de la sábana. Balbuceando palabras y ocultando su carita mojada.

Detrás de ella, Chimon irrumpió en la habitación.

—¡Nirin! ¿Por qué entras así? Papá pidió que cuidáramos a papi. ¡No que vinieras a sorprenderlo!

Gun abrazó a Nirin y le sonrió a su hijo mayor, para que se calmara un poco ¿por qué estaba llorando su hija? ¿Qué había sucedido con la nina?

—Es temprano ¿por qué estás despierta, Nirin... y además llorando? —Preguntó, calmando los latidos de su corazón.

Nirin alzó su rostro húmedo, encontrándose con su mirada.

—¿Ya no me quieres, Papi?

Gun sonrió, negando.

—¿Por qué no lo haría?

Chimon carraspeó, haciendo sonar sus zapatos contra el suelo, mientras se acercaba a la cama.

—También quiero saber —dijo el niño.

Gun lo escuchó y se quedó aún más sorprendido.

—No me dejes, Papi ¿sí? —Pidió la niña, llorando un poco más fuerte.

—Nunca lo haría preciosa...

—Papá nos dijo que ahora tendrás un nuevo bebé, por eso estabas pasando tanto tiempo en cama, pero no comes, no duermes bien y todo el tiempo estas sintiéndote enfermo. ¿Acaso te vas a morir?

—Es cierto papi, porque quieres tener un nuevo bebé si solo te hace enfermar.

Gun sonrió ante las palabras de sus hijos.

—No estoy enfermo mis amores. Estoy embarazado. Su hermanito, está creciendo dentro de mí. Aún es muy pequeñito, por eso debo cuidarlo mucho, para que dentro de unos meses pueda estar con nosotros.

—Pero ya no haces cosas divertidas, ya no comes la comida que te gusta, tampoco juegas con nosotros, ni sales a pasear en tu moto.

—Nirin, hermosa. Los primeros meses de embarazo, siempre son un tanto fastidiosos. El cuerpo cambia y debe acostumbrarse a cargar con otra pequeña vida dentro, así que es normal sentir algunas molestias, pero pasaran en pocas semanas y todo volverá a la normalidad.

—No es cierto. Habrá alguien más. Tendremos que compartir tu amor.

—Pero el amor de papi es tan, pero tan grande que siempre alcanzará para todos.

Off irrumpió en la habitación uniéndose a la escena.

—¿Estás seguro Papá?

—Claro que lo estoy. Porque yo también tengo la misma cantidad de amor para entregarles a los cuatro.

—Somos millonarios ¿recuerdan? Porque tenemos tanto amor como estrellas en el cielo y agua en el mar para llenar nuestros corazones y nuestras vidas por siempre. ¿Abrazo?

Gun extiende los brazos y provoca una avalancha de sonrisas, mimos recuerdos y declaraciones de amor. En sus brazos es capaz de abarcar su corazón entero, su vida, su familia. Su completa felicidad.

—Cuando te vi sonreír por primera vez, sentí como si el sol se asomara por entre las nubes. —Le recordó a Off.

—Mi vida adquirió distintos colores desde que llegaste a ella. —le respondió Off.

—Si estamos juntos, siempre seremos felices. —continuó Chimon.

—Los amo muuuuuchoooooo —Gritó Nirin y todos se abrazaron mucho más fuerte.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ