Estaba nervioso. Muy nervioso, dando vueltas de un lado a otro por la habitación. Seguía desnudo, su cuerpo estaba ardiendo ¿Cómo Gun había sido capaz de pedirle semejante cosa y casi desarmarlo por completo? Estaban a una puerta de distancia. La noche sería muy larga. Realmente estaba muy nervioso. Por Dios, él no era ciego, claro que había notado la forma en que Gun lo miraba. Y como había sido él el causante de su erección, antes de que se marchara a casa por sus cosas. Desde que Gun pisó su casa, por la mañana, él no había dejado de admirarlo. Gun es dueño de una belleza inigualable. Su trasero y esos labios Dios, eran una tentación, pero una que estaba prohibida. Off no podía permitirse cometer un error, no cuando estaba a nada de conseguir la custodia de sus hijos.

Debería ser idiota para no notar como el muchacho se había empalado un par de veces mientras estaban juntos. El mismo lo había hecho, incluso tuvo que tomar una larga ducha con agua fría para lograr que su polla por fin se bajara, pero no lo consiguió sino hasta expulsar la última gota de semen pensando en los sensuales labios de Gun, imaginándose que era el muchacho quien estaba dando atención a su necesitada y enorme polla. Justo antes de escuchar ruido en la habitación, se había liberado gritando el nombre de su nuevo empleado.

Puede que no pudiera tener ningún tipo de relación con nadie, hasta que el juez dictara sentencia. No quería dar pie a que Jane, nuevamente apelara en la corte. Pero podía gratamente disfrutar de la compañía de Gun, mientras cuidaba de sus niños.

No lograba quedarse quieto, tenía que moverse, dar mil y una vueltas por la habitación, y pensar en lo que le diría a Gun, cuando por fin decidiese alcanzarlo en la cocina, como habían acordado, para negociar. Al final, con un grito frustrado saliendo de su garganta, se dejó caer en la cama. Ahogando un par más en las mullidas almohadas.

No sabía si llorar o reír. Un hombre de su edad, treinta y dos años, y se sentía así por un chico de veintitrés, que además acababa de conocer. Tiró de su pelo un par de veces, antes de levantarse y tomar el pantalón de su pijama y ponérselo, sin ropa interior debajo, agarrar una camiseta y salir de la habitación. Rumbo a la cocina.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ