Por un error
Mello no envió el vídeo a todos, al menos no en la mañana. Su plan lleva un orden, el primero en recibirlo fue Light junto a otros personajes sin importancia que ni siquiera son del salón. Quería saber si Yagami tendría los huevos de presentarse y para su satisfacción lo único que demostró fue ser un cobarde.
Sin embargo, con la hora del almuerzo cerca, comienza a adjuntar a la mayor cantidad de contactos que tiene, incluidos alumnos de otros años y secciones, así cuando el timbre suena el vídeo comienza a enviarse, lo que le permite salir del salón con una sonrisa en los labios.
Lawliet mientras tanto se queda más tiempo, guardando algunas cosas a la vez que se pregunta por qué Light no asistió a clases, le ha mandado mensajes pero no ha respondido a ninguno, de hecho ni los ha visto. Supone que debe estar enfermo y que por eso no ha usado el teléfono, considera ir a visitarlo a la salida aunque se sentiría más tranquilo si al menos le confirmara que está bien.
Sale del salón y comienza a escuchar murmullos, demasiados. Le llama la atención al creer que todos lo observan mientras caminar, no obstante dicha sensación pasa a segundo plano cuando siente su teléfono vibrando en el bolsillo, el cual saca de prisa creyendo que se trata de Light. Y sí, es Light... sobre él, besándolo con demasiado ahínco para decir que se trata de un simple roce.
Se pega el celular al pecho, como si quisiera ocultar del mundo lo que hay en él a la vez que voltea hacia todas partes con los ojos muy abiertos, notando que la mayoría de miradas está sobre él.
—Mierda... —murmura comenzando a sudar mientras acelera los pasos.
Lo único que tiene en mente es encontrar a cierto rubio, a quien sin dificultad localiza en el patio principal, charlando y riendo con Matt y Near como si nada pasara.
—¿¡Por qué hiciste eso!? —Le reclama entre dientes, tomándolo del hombro y haciéndolo voltear en un solo movimiento.
En un principio Mihael suelta un jadeo debido a la impresión, luego suspira al ver que se trata de su amigo.
—Ah, eres tú... —se acerca a él, usando una mano para cubrirse el lateral del rostro, así nadie le lee ni siquiera los labios— Y no alces la voz, usé un correo anónimo y toda la cosa, no te preocupes.
—¿Por qué lo hiciste? —Insiste Elle, más calmado pero aún respirando agitado, pasándose las manos por el rostro.
—Porque es en lo que quedamos. —Entrecierra los ojos, meneando la cabeza sin entender el reclamo.
—¡Pero yo te dije que no!
—No pensé que hablaras en serio... —Se encoge de hombros, restándole importancia.
El pelinegro se tironea del cabello mientras se remueve nervioso. Sí, habló con su amigo hace días, por mensajes de texto porque seguía atado a Light, le comentó que no le parecía buena idea hacer público el vídeo que le mandó pero si es honesto, tampoco fue insistente, hasta podría tomarse como una conversación cualquiera si alguien la viera.
—Te dije que no deberías hacerlo... —Comenta Near con un semblante impasible al ver que Elle se pone más pálido cada minuto.
—Tú cállate, enano, ¿quién te está preguntando?
—¿Así le hablas a tus amigos? —Mello es apartado de un empujón, y aunque Teru quisiera hacerle frente al rubio por lo que acaba de escuchar, en este momento su objetivo es otro— ¿Dónde está Light? —Se planta frente a Elle, a quien toma de las solapas del saco.
El otro se queda mudo, hay tantas cosas en su cabeza que su cerebro no es capaz darle facciones claras al rostro que tiene enfrente.
—¿Dónde está Light? —Insiste, zarandeándolo.
El problema es que el enfrentamiento llama la atención de los demás, quienes comienzan a deducir lo obvio: la ausencia de Light tiene que ver con Elle.
—¿Tú intención era humillarlo? —Reclama un chico, acercándose al pelinegro de forma amenazante.
—No... yo...
—¡Hey! ¿¡Qué les pasa!? —Mello no duda en situarse frente a su amigo, sobre todo al ver que otros se aproximan con la misma agresividad.
Teru se hace a un lado, no era su intención provocar esto, mucho menos empeorar las cosas. Aún así se aleja, no obstante voltea y observa que Near también queda al medio de todo el alboroto, y aunque se siente tentado a regresar por él, su corazón se inclina por su mejor amigo y se dirige de prisa al área administrativa del colegio.
—Necesito hablar con la directora. —Se planta frente a la secretaria, a quien le sonsaca un respingo debido a su repentina aparición.
—Pe-Perdón, no es posible sin cita previa. —Balbucea aún asustada luego que un alumno cualquiera se le apareciera de la nada.
Teru se muerde los labios y de reojo observa la puerta que está a unos pasos.
—Lo siento mucho. —El joven hace una leve reverencia antes de ir y abrir la puerta.
—¡Oye, no puedes... ! —Se pone de pie y sale detrás de él pero la mujer que dirige ese colegio le hace un gesto de arriba a abajo con la mano al verla bajo el umbral.
—Tranquila, yo me encargo. —Le indica desde el escritorio, acto seguido hace otro gesto con la mano para pedirle que se retire— ¿Cómo puedo ayudarte, Teru?
—Señora directora, creo que hay un conflicto en el patio principal —explica agitado— y necesito permiso para ausentarme de las últimas clases por emergencia de amistad.
—¿Cómo que un conflic... ¡espera! ¿Qué? —Se pone de pie frunciendo el ceño una vez que su cerebro procesa lo último.
—Es una emergencia. —Insiste, frotándose las manos.
—No puedes ausentarte al menos que tus padres nos hayan extendido un permiso —aparta la mirada del joven para tomar el teléfono alambrico que tiene sobre el escritorio y conectarse con la línea de su secretaria—. ¿Algún profesor o alumno ha reportado algún percance ocurrido en el patio principal?
Teru las escucha conversar mientras se muerde los labios. Él nunca ha ido en contra de las reglas e intentó hacer lo correcto, pero al verse sin opciones vuelve a hacer una leve reverencia.
—Lo siento mucho, aceptaré las consecuencias de mis actos. —Y sin más abre la puerta, saliendo lo más rápido que puede de ella.
—¡Teru! —Va detrás de él, sin poder alcanzarlo— Por favor, comunícame con la señora Mikami. —Le pide a su secretaria antes de volver a la oficina.
oOo
Para cuando Teru llega a su destino, su mamá ya le llamó dos veces y tuvo que explicarle muy por encima lo que ocurre, no estaba muy contenta pero al menos se quedó tranquila de saber que está bien y solo le pidió que volviera pronto a casa. El pelinegro suspira al ver hacia arriba, el edificio de ladrillos rojos frente a él es bastante alto. Hasta donde sabe son apartamentos, a un costado hay un callejón en el cual se adentra porque ahí pegado a la pared hay unas escaleras de hierro. Duda mucho que exista para ser usada por los inquilinos, probablemente tenían otros planes con ella cuando estaban construyendo el lugar y al final desistieron de la idea, quedando esas escaleras ahí sin ningún sentido aparente.
—¿No puedes cambiar de lugar favorito? —Murmura al poner la mano en uno de los hierros. Está temblando, no se caracteriza por ser el chico más valiente, aún así empuja sus miedos y comienza a subir.
Llega hasta arriba y se toma unos segundos para que sus signos vitales se normalicen, no quiere ni pensar en cuando le toque volver a bajar por las mismas escaleras. Si es honesto la vista no le parece la gran cosa, lo que se alcanza a ver son más edificios y quizá algunas montañas muy a lo lejos, pero él no está ahí para juzgar los gustos de otros. Recorre la azotea y suspira al encontrar a Light sentado cerca de unos tanques de agua, abrazándose las piernas al pecho.
—¿Me puedo sentar? —Pregunta tras haberse acercado despacio hasta él.
El castaño da un respingo, sin embargo al alzar la mirada no le sorprende encontrarse con Teru, ¿quién más que él lo buscaría?; de inmediato asiente porque a decir verdad, necesita de su mejor amigo.
—Deduzco que a ti te lo mandó primero, ¿desde la mañana? —Teru voltea a verlo, mordiéndose los labios al notar lo rojizo e inflamado que tiene los párpados. Light asiente— ¿Por qué no me escribiste? ¿Has estado aquí todo el día?
—No lo sé... —Murmura, sorbiendo por la nariz.
Teru lo nota calmado, dentro de lo que cabe, sin embargo se nota que ha llorado mucho y es algo que no comprende.
—Light... faltaste a clases, te has pasado el día aquí, llorando... ¿por Elle? —Enarca una ceja, mostrándose un poco ofendido.
—¡Es que no es por él! —se lleva las manos al rostro, sollozando de nuevo— ¿Tú crees que mis padres no saben? De seguro Sayu recibió el mismo vídeo y...
—Hey... —Le pasa el brazo sobre los hombros, pegándolo a él al escucharlo lloriquear.
—Ellos deben estar decepcionados de mí... ¿qué les voy a decir? ¿Qué dirán los demás?
—Mira, en cuanto a los del colegio, estoy seguro que a la mayoría no le va a importar por el simple hecho de tratarse de ti. Y por tus padres... creo que estás exagerando... —Le susurra mientras le frota el brazo en busca de calmarlo.
—¡Por Dios, no! ¡Mi familia tiene una reputación que yo acabo de manchar!
—¡Solo fue un beso! —Exclama, enmarcándole el rostro con las manos para que lo vea a los ojos.
—¡Con un chico! —Responde con el mismo tono de voz alto.
Teru suspira, pegándolo a su pecho al verlo romper en llanto de nuevo,
—Dudo que ellos reaccionen como sea que lo estés imaginando —le habla al oído, acariciandole la espalda—, pero pase lo que pase yo te voy a apoyar. Puedo acompañarte para que hables con ellos, y si las cosas salen mal, sabes que no te voy a dejar solo.
Light intenta calmarse, ya se pasó la mañana entera llorando por lo mismo. Tiene miedo, su papá es un hombre serio y aunque su mamá luzca más dulce, también es alguien demasiado íntegra. Sin embargo, la compañía y apoyo de su mejor amigo lo hacen sentir mejor, aunque sea por este momento.
—Gracias por haber venido... —Murmura, respirando profundo para tranquilizarse.
—Tú hubieras hecho lo mismo, ¿no?
El castaño asiente a la vez que se separa despacio.
—Perdón por desaparecer así... apague el teléfono porque... bueno, Elle me estuvo escribiendo y eso...
—¿Estás seguro que no estás así también un poco por él? —Pregunta en voz baja, cauteloso.
Light sonríe de lado. —En todo caso estoy más molesto conmigo mismo por creerle. Sé cuándo fue ese vídeo, idiota yo por no haber previsto que haría algo como eso, nos detestábamos, ¿no?
—Pero yo pensé que...
—Yo también —Interrumpe soltando una suave risa, irónica y llena de pesar—. De hecho hasta hace unos días tuvo el descaro de decirme que le gusto.
Los ojos de Teru se abren de par en par, si bien era algo que ya se notaba a leguas, no esperaba que fuera algo que hubieran conversado. —¿En serio?
—Sí, más bien... yo lo presioné a que lo hiciera —se encoge de hombros, suspirando— ¡pero fue porque me estaba volviendo loco! Un día estábamos... Uhm, cerca, ¿sabes? Y de repente me tira una frase al aire, ¿quién hace eso? Tal vez no lo sepas porque no te lo dije pero el del vídeo no fue el único beso que ocurrió entre nosotros ¿y que a esas alturas me saliera con algo así?
—Vaya, no sabía que lo de ustedes hubiera escalado tanto... —murmura viendo al horizonte, frotándose las manos sin saber qué decir exactamente.
—¿Y sabes lo peor? Que hasta donde lo recuerdo, yo fui el primero en decirle que me gusta... —se lleva las manos al rostro, avergonzado— Ni siquiera sé porque lo dije... es decir, ni siquiera sé lo que estaba sintiendo pero sé que algo había...
—Ustedes se pasaban cayendo a cada rato por la cadena, tengo la teoría que los golpes te afectaron, de otro modo no entiendo que le verías a ese cara de sapo.
Light ríe, una risa corta y sin fuerzas pero la primera del día.
—Quizá tengas razón, habían mejores prospectos si tantas ganas tenía de besar a alguien.
—Sí, no creo que hubieras tenido problemas para encontrar a alguien. —Voltea hacia él, el castaño repite el gesto y ambos se miran directo a los ojos.
—Pues hace años me enteré que yo te gustaba, y ahora eres mi mejor amigo...
Pese a que Teru es tímido y que el comentario es sugestivo, no se siente incómodo, en cambio sonríe con complicidad.
—Si me lo hubieras pedido no me habría negado. Todo sea para reforzar la amistad.
—¿Solo por amistad? —Se lleva una mano al pecho fingiendo indignación, siguiéndole el juego.
—Uhm... no te ofendas, estás guapo y todo pero aspiro a un novio menos exigente y más tranquilo. ¡Pero igual me ofrezco como tributo! —Agrega lo último riendo, porque hay que dejar la posibilidad abierta, ¿por qué no?
Light también ríe, meneando la cabeza.
—¿Algo más tranquilo? ¿Cómo Near? —Pregunta, dándole suave con el codo en las costillas.
A diferencia de antes, esta vez Teru se pone rojo y de pronto siente calor, teniendo que aflojarse la corbata.
—Uhm... no, bueno... no sé —balbucea, frotándose las manos—... no creo que me guste, es decir, me cae bien... y eso, ¿sabes?
—¿Y por qué estás tan rojo? —Comienza a molestarlo, provocando que se sonroje mucho más, cosa que le da más risa hasta que de pronto el júbilo desaparece y recuerda lo que debe enfrentar—. Teru... gracias por haber venido...
—Sabes que siempre estaré para ti. —Asegura, acomodandose los anteojos.
Light suspira de nuevo. —Como ves, Elle Lawliet es detestable pero... quienes me preocupan son mis padres...
Teru le pone las manos en los hombros al verlo agachar la cabeza temblando, teme que de nuevo vaya a quebrarse.
—Yo te voy a acompañar, ¿sí? —Se pone de pie despacio y le ofrece su mano para ayudarlo— Aunque tengas miedo, debes hacerle frente.
El castaño mira a su amigo desde abajo, luego la mano que le ofrece. Traga saliva, no obstante decide aceptar la ayuda y ponerse de pie.
—Gracias...
—No agradezca. Mejor vámonos que te digo, un día los inquilinos se darán cuenta que dos escuincles se suben a su azotea. —Duda mucho que eso ocurra, se ve que la puerta solo es para personal autorizado o de emergencia, sin embargo el comentario hace reír a su amigo y eso lo reconforta.
oOo
—¿¡Cómo que mi hijo no se presentó a estudiar!? —Sachiko camina de un lado a otro con el teléfono en la oreja, notablemente exaltada mientras Soichiro la sigue muy de cerca para escuchar la conversación. Light tendría que haber llegado a casa hace cuarenta y cinco minutos y por más que intentan contactarlo tiene el teléfono apagado— ¿¡Y por qué no nos avisaron!? ¡Para que la falta sea justificada tendrían que haber recibido una carta de nuestra parte, ¿verdad?! ¿¡Y que tiene que tenga dieciocho años!? ¡No es un adulto!
De pronto se detiene al ver al castaño debajo del umbral que da inicio a la sala, acompañado de Teru.
—Mamá... papá... —Murmura temblando, de nuevo siente que está a punto de largarse a llorar.
Sachiko desconecta sin despedirse o dar alguna explicación, no por ser maleducada sino más bien porque sus sentidos se enfocan en lo que importa: su hijo.
—¡Light, ¿dónde has estado?! —Se acerca a él, casi lanzándose para abrazarlo, permitiendo que toda la angustia que tenia salga en forma de llanto.
Soichiro se lleva una mano al pecho, respirando profundo. También tiene los ojos llenos de lágrimas y el corazón acelerado.
—Teru, ¿nos podrías permitir hablar a solas con nuestro hijo?
—Con todo respeto, señor Yagami pero...
—Teru... —Interrumpe Light, apretando la mano de su amigo y volteando a verlo— está bien...
—¿Seguro? —Murmura, el otro asiente— Bueno, pero estaré afuera por cualquier cosa, ok?
Pese a que trata de mantenerse calmado, una vez que el pelinegro sale, él comienza a sollozar, más parecido a un ataque de pánico porque le es difícil respirar.
—Mamá, papá... lo siento mucho... —balbucea temblando mientras su madre lo ayuda a llegar al sofá para que tome asiento al verlo tan alterado.
—Y deberías sentirlo —Soichiro se planta frente a él con el ceño fruncido y brazos cruzados—, mira que desaparecer así y no decirnos nada...
—Lo sé, pero... —se relame los labios, una pequeña esperanza lo hace creer que no saben, de lo contrario la reacción desde el inicio habría sido diferente, ¿verdad? La referencia que tiene viene de internet, donde ha leído relatos de chicos que dicen haber sido golpeados por sus padres o tachados como decepción por sus madres, ¿su papá le pondría una mano encima y lo correría de la casa?—... el vídeo...
Sachiko y Soichiro voltean a verse entre ellos al verlo encogerse en el sofá, temblando y sollozando de forma errática. Aunque sigan con los nervios de punta por lo ocurrido, deciden suspirar y tomar asiento con él, uno a cada lado.
—Light... —Soichiro le pone una mano en el hombro, dándole un leve apretón— vimos el vídeo y si te soy sincero, aún sigo procesándolo pero no has dejado de ser mi hijo por eso.
—Mi niño, si te gustan los chicos está bien —Sachiko va más allá y lo envuelve en un abrazo maternal, buscando calmarlo—. No vamos a convertir tu hogar en un infierno por ese motivo, el mundo allá afuera ya es lo suficientemente cruel como para que también lo sea tu familia.
—Sachiko y yo siempre hemos tenido la idea que cuando Sayu y tú dejen el nido, puedan volver si algún día lo necesitan, si algún día la cosas no están saliendo como quisieran o si solo están cansados y buscan refugio. Y eso sigue en pie, ¿entendido?
Light solloza más bajo, viéndolo a uno y luego al otro, sin saber cómo reaccionar.
—Eso no significa que no estemos molestos —agrega Sachiko, dándole un beso en la mejilla antes de solarlo—, nos hiciste pasar un mal momento, pensamos que te había pasado algo.
—Lo siento... es que... —se pasa las manos por las mejillas, balbuceando.
—Necesitamos que te calmes —suspira Soichiro, dándose un masaje en el puente de la nariz. Siguen teniendo una plática pendiente con su hijo pero cree que debe esperar a que no esté tan alterado—. ¿Puedes llamarle a Elle y decirle que venga?
—¿Qué? —Light traga saliva, poniéndose pálido.
—Necesito hablar con él. ¿Sabes quien difundió el vídeo?
—Uhm, su-supongo que Mihael pero...
—¿Supones? —Interrumpe, poniéndose de pie.
—Sí, bueno, no era desde su mail personal, no es tan idiota pero es obvio...
—Solo son suposiciones, por el momento el único responsable sigue siendo Elle, dile que venga.
El castaño se pone de pie de inmediato, nervioso. —Pe-Pero papá...
—Light, necesito que ese muchachito venga y dé la cara —indica con autoridad, viéndolo a los ojos— ¿quedó claro?
El aludido asiente, tragando saliva mientras con las manos temblorosas se busca el celular por todas partes.
oOo
Elle suspira al situarse frente a esa puerta, luego voltea hacia su abuelo, esperando alguna indicación de su parte, después de todo está castigado hasta nuevo aviso. Watari se acomoda la corbata a la vez que asiente, como dándole permiso de proseguir.
Soichiro abre al escuchar el timbre y Elle en ese momento se siente empequeñecido bajo la mirada acusatoria del imponente hombre.
—Gracias por venir. Pasen adelante.
Sachiko se muestra mucho más sonriente que su esposo y los invita a tomar asiento en la sala. Es entonces que Light cruza el umbral, con un aspecto más fresco después de haberse dado una ducha, portando una camisa de un rojo sólido y sobre todo con la frente en alto, sin rastros de la crisis que vivió durante el día.
—Señor Watari. —El joven le extiende la mano a la visita a manera de saludo antes de dirigirse a un sofá individual, justo frente a Elle.
—No era necesario que vinieras Quillsh —comenta Soichiro, pasándose los dedos por el bigote—, pero te agradecemos que lo hayas hecho.
—Hubiéramos venido aunque ustedes no lo hubieran pedido, no estoy nada contento con las acciones de mi nieto y creo que él tiene algo que decirles. —Voltea hacia el pelinegro.
—Sí... yo... —carraspea la garganta a la vez que se relame los labios—, siento mucho lo sucedido señores Yagami, y Light... —se detiene, pensando mejor sus siguientes palabras. No cree que el castaño merezca unas disculpas de esa forma, necesita hacerlo a solas y explicarle todo— me gustaría que tú y yo pudiéramos hablar...
—Será después si mi hijo así lo decide, Elle. —Interrumpe Soichiro—. Esta reunión será breve pero no quería que fuera mediante una llamada telefónica. Verán, ni mi esposa ni yo queríamos involucrarnos en un pleito de adolescentes —mira a uno y luego al otro—, sin embargo esto sobrepasa los límites, ¿estás consciente de tus acciones, Elle?
El aludido se encoge en el asiento por inercia, como si se tratara de un cachorrito asustado.
—Sí, señor Yagami... —Murmura, apenas viendo al hombre a los ojos.
Light en cambio no le aparta la mirada en ningún momento al pelinegro a la vez que mantiene el mentón elevado y los brazos cruzados.
—No solo tomaste un vídeo sin que la otra persona lo supiera, sino que también lo difundiste sin su consentimiento. ¿Sabes que esas acciones pueden tener consecuencias legales? —Lawliet abre los ojos de par en par al mismo tiempo que su mandíbula cae—. Y no quiero que suene como amenaza porque no es mi intención, mi intención es que ambos aprendan de todo esto.
—Créanme que me encargaré que Elle lo aprenda. —Opina Watari, poniendo una mano sobre el hombro de su nieto y dándole un leve apretón.
—Te tenemos aprecio, Elle, y aunque muchas personas se han metido en problemas por simples bromas, no nos gustaría que fueras uno de ellos.
—Esto no fue una broma —agrega de prisa porque aunque es a Light a quien necesita explicarle todo, no desea que los señores Yagami malinterpreten—, el vídeo se difundió por error...
—Entiendo... —Soichiro asiente despacio—, aún así causaste daño. Lo sabes, ¿verdad?
El adolescente asiente, frotándose las manos. —Y de verdad me arrepiento.
—Creo que el resto se lo dejamos a tu abuelo —Sachiko interviene, situándose al lado de su esposo y rodeándole la cintura con un brazo—. Y perdón por haberlos hecho venir hasta acá.
—Se los repito, de todas formas nosotros hubiéramos venido —explica Watari, poniéndose de pie—. A mí también me parecía importante que mi nieto diera la cara.
Los Yagami se despiden de Quillsh y de Elle sin ninguna mala vibra porque no tienen nada en contra del adolescente, el cómo procederán las cosas va a depender de la platica que aún tienen pendiente con su hijo.
—Los acompaño a la salida. —Interrumpe Light, mostrándose amable aunque muy por encima se logra percibir cierto desprecio.
Watari no es tonto así que despacio se adelanta algunos cuantos pasos para dejar a esos dos atrás. Dicha acción no pasa desapercibida por Elle, quien al llegar a la puerta se gira para quedar frente a frente.
—Light, necesitamos hablar. —Dice de prisa, como si no tuviera tiempo.
—Yo no tengo nada que hablar contigo. —Responde, poniendo la mano en el picaporte—. Ya me quedó bastante claro con el vídeo.
—Si me dejas explicarte... —Antes de poder decir algo más, la puerta se le cierra en la cara.
Por acto reflejo Elle levanta el puño dispuesto a tocar, sin embargo desiste al percibir los ojos húmedos. Se siente frustrado consigo mismo y a la vez impotente por no poder regresar el tiempo, porque de haber hecho las cosas diferente, en este momento de lo único que se estaría preocupando sería del lugar y la fecha de esa cita que dejaron pendiente.
—-
Perdón cualquier error, sí le di una leída pero por algún motivo siento que aún lleva errores, lol. Cada vez más cerca del final <3
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