Epílogo

Elle sale de la ducha demasiado sonriente. Nada podría arruinar su día, o casi nada. Al entrar a la habitación su dedo chiquito del pie impacta contra la parte inferior del buró; lleva semanas diciendo que lo moverá de lugar porque no es la primera vez que le pasa. Lo único bueno de tan desastroso acontecimiento es que sus ojos encuentran el cuadro que sobresale al medio del mueble, el cual toma entre manos una vez superado el dolor casi por completo. Es una fotografía de la graduación de su último año, decidió enmarcarla porque para bien o para mal ese año lo marcó de una gran manera y a pesar de todo recuerda lo vivido con mucho cariño.

No puede evitar sentir nostalgia; en la fotografía están todos y cada uno de sus ex compañeros, incluido Mello, con quien rompió cualquier tipo de relación desde mucho antes que el año llegara a su fin. A Matt y a Near los sigue en redes pero éste último no es muy activo en ellas, aún así se escriben muy de vez en cuando. Matt por el contrario es bastante activo porque le gusta hacer streamings, tiene una audiencia bastante sólida pero eso lo mantiene alejado de los mensajes privados, por lo que el último mensaje que le mandó para su cumpleaños ni siquiera fue visto. De quien está al tanto de hasta lo que desayuna es de Misa; las cosas entre ella y Matt terminaron a los pocos meses de finalizar el bachillerato, tiempo después la carrera de ella como modelo fue en ascenso y ahora es imposible no ver su rostro en cada esquina.

Regresa la fotografía a su puesto con una sonrisa y continúa con su ritual; cremas para el cabello y cuerpo, peines, una camisa blanca mangas largas perfectamente planchada y pulcra con una corbata negra, zapatos bien lustrados y perfume. Usualmente no suele invertir tanto en su imagen, de hecho es todo lo contrario, pero hoy es un día especial. Hace un año terminó la universidad y hoy es su primer día en un trabajo relacionado para lo que se preparó. Empezará apoyando a la policía nacional con algunos casos mientras se sigue capacitando, sin embargo su sueño es convertirse algún día en uno de los mejores detectives del mundo.

Lo han citado a las diez de la mañana, apenas son las seis y media. No pudo dormir de los nervios, además prefiere estar listo desde temprano para evitar contratiempos.

Durante todo el camino va practicando mentalmente cómo presentarse para causar una buena impresión, quiere que su carrera como el próximo mejor detective sea impecable desde sus inicios.

Entra al edificio y aunque se esforzó con su atuendo, todos los demás lucen más presentables y los policías se ven imponentes con sus uniformes. Parece que todo el empeño que puso no le quitan su cara de novato y por eso no impresiona a nadie. No importa, aún tiene los ánimos por el cielo y tras pedir algunas indicaciones, se sitúa frente a la puerta que le indicaron y da un par de golpes.

—Adelante.

—Buenos días, mi nombre es Elle Lawliet y —empieza con su presentación tal y como lo practicó, sin embargo de pronto se queda helado— y... y...

—¿Elle Lawliet? —El joven castaño apoya los codos sobre el escritorio y luego el mentón sobre los nudillos, sonriendo de lado— ¿En serio eres el nuevo?

—E-Eso parece.... —Se relame los labios mientras se lleva un dedo al cuello de la camisa para desajustarlo un poco.

—Recuerdo haber alabado tus capacidades deductivas y dije que deberías convertirte en detective, ¿me hiciste caso?

—Más que alabar lo recuerdo como burla —suelta una corta risa nerviosa, intentando deshacerse de la tensión . Nunca pensó volver a Light, menos que éste le sacara charla tan casual—, pero sí, terminó siendo todo una graciosa ironía.

—Yo diría que más bien te eché la suerte. —Se encoge de hombros, luciendo tan imponente con su saco y corbata.

—¿Tú eres jefe aquí? No me sorprendería si me dijeras que sí. —Comenta a fin de mantener a flote la conversación, le da un gusto genuino volverlo a ver. Alguna vez encontró su perfil pero no se atrevió a enviarle solicitud de amistad.

—¿Yo, jefe? ¿A mi edad? —alza una ceja, soltando una risa— No, ¿cómo crees? Lo que pasa es que les he ayudado con algunos casos desde que estaba en bachillerato, no sé si lo recuerdas, entonces la confianza y el hecho de que sea el hijo de quien sí es el jefe me permite tomar el puesto de mi padre los días que él se ausenta. Sin embargo, hay decisiones que no me corresponden, así que no creas que he sido un maleducado que no ha querido ofrecerte asiento, es solo que yo no te puedo atender, debes de ir a la puerta de al lado.

—Oh... entiendo. Te agradezco mucho y me dio gusto haberte visto. —Da media vuelta, sintiéndose más relajado. No obstante, el castaño dice algo que lo hace devolverse.

—¿Tienes novio, Elle?

—¿Perdón?

—Si trabajarás aquí, nos veremos más seguido. Es una pregunta de rutina.

—¿Le preguntas lo mismo a todos lo que vienen?

—Hasta el momento eres el primero. —Apoya el mentón en el dorso de la mano una vez más, sonriendo coqueto y sin apartarle la mirada de encima. Si es honesto a él también le da gusto volver a verlo y debe admitir que Elle está mucho más guapo de lo que recuerda.

—Cómo han cambiado las cosas, ¿no eras más cohibido? Viniendo de ti hubiera esperado "¿cuál es tu comida favorita?"

—¿Por qué preguntaría algo que ya sé? Además no puedes esperar que siga siendo como cuando tenía dieciocho años.

Elle lo escanea hasta donde el escritorio le permite. Light ya era un sueño de adolescente pero ahora con facciones más varoniles y esa coquetería que ya tenía desde antes pero que ahora ha sofisticado lo vuelven demasiado apetecible para cualquiera.

—Tuve novio pero cortamos hace meses, ¿por qué el interés? —Cuestiona mirándolo a los ojos, casi retándolo con la mirada.

El castaño se encoge de hombros y se apoya contra el respaldar de la butaca. —Tenía curiosidad por saber si ambos estamos solteros.

—¿Tú, soltero? —La duda sale por sí sola, arrugando la nariz de forma inconsciente. Lo mínimo que esperaba para alguien como Light a esta edad es que tuviera todos los aspectos de su vida resueltos.

—Sí, un patán al que no le voy a llorar y ni quiero hablar de él —se vuelve a encoger de hombros. Fue una relación corta y lo único que agradece es haberse dado cuenta a tiempo de que no valía la pena—. Pero siguiendo con lo nuestro, ¿gustarías dejarme tu número anotado? —Arrastra con dos dedos unos post-it y lapicero, dejándolos al otro lado del escritorio.

Elle suelta un jadeo involuntario. Hasta donde recuerda, el lanzado era él y Light el tímido o inexperto. Sigue siendo un coqueto y atrevido cuando alguien le interesa, pero no estaba preparado para esta versión de Light. Además, que Light Yagami te pida tu número telefónico le mueve el mundo a cualquiera.

—Adelante. —Dice el castaño alzando la voz luego de que alguien llamara a la puerta.

—Oye, Light, me estaban preguntando... ¿¡Elle!? —Teru se acomoda los anteojos y agudiza la mirada para cerciorarse que no está viendo mal.

—Ah, Teru, ¡qué bueno verte! ¿ustedes siguen siendo amigos? —señala a uno y al otro, sonriendo— La verdad no me sorprende y me alegra que así sea. Vi en las historias de Near que ustedes ya viven juntos y toda la cosa, ¡felicidades, hombre! —Agrega, dándole un par de palmadas en la espalda.

—Gra-Gracias... —Murmura apartando la mirada, sonrojado.

—Solo dile a ese enano que deje de clavarme el visto, porfa.

—Si, claro. Yo le digo. —Asiente incómodo, dirigiéndose a una de las butacas para tomar asiento porque tiene algo que hablar con Light.

—Bueno, yo los dejo solos. Debo de ir a la puerta de al lado para lo de mi puesto...

—¿Trabajarás aquí? —interrumpe Teru, frunciendo el ceño.

—Sí, ¿no te alegra? —Le pone las manos en los hombros, sacudiéndolo un poco. El de anteojos no hace más que acomodarse el saco cuando el otro lo suelta, cosa que no puede importarle menos a Elle. La verdad es que está emocionado, podría volver a entablar una amistad con Light, y a través de Teru podría volverse más cercano de nuevo a Near, es un poco cómo regresar en el tiempo.

—¿No olvidas algo, Elle? —Dice Light al verlo dirigirse a la puerta.

—¡Ah, sí! Que tonto... —el pelinegro regresa sus pasos y se inclina sobre el escritorio para anotar su número en el papel— Más te vale llamarme. —Le dice, guiñándole el ojo antes de dar media vuelta.

Una vez solos, Teru no puede evitar lanzarle una mirada acusatoria a su amigo. —¿¡Le pediste su número telefónico!? ¿¡En serio!?

—Él está soltero y yo con el corazón roto —dice lo último con sorna mientras arranca el papel para doblarlo y guardarlo en su saco—, ¿qué tiene de malo? Además, ¿no viste lo guapo que se ha puesto?

—Para mí sigue teniendo cara de sapo. —Refunfuña, poniendo los ojos en blanco.

oOo

Elle se sitúa frente a la puerta que le corresponde, pero antes de tocar voltea a verse la muñeca con una sonrisa. Por algún motivo extraño siente como si la cadena que los unió hace años estuviera presente de nuevo, como si de alguna forma ellos siguieron conectados todo este tiempo y estaban destinados a encontrarse. Quizá ahora que son adultos y que al menos él aprendió de sus tropiezos, la historia de ellos pueda tener un final diferente, y tal vez aquella cita que nunca se llevó a cabo hace años, ha seguido ahí esperando pacientemente. 

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