Demasiado fácil
Light no lo entiende. Ha pasado exactamente una semana desde el incidente en las duchas y... y desde entonces no ha ocurrido nada fuera de lo normal. Se siente idiota por estar dándole vueltas al asunto pero no entiende cómo ese ojeroso puede un día casi acorralarlo contra la pared y después actuar como si nada. Quizá no se lo haya dicho nunca a nadie pero sus gustos se inclinan hacia el mismo sexo y si no supiera que su familia es tan conservadora tal vez ya se hubiera atrevido a tener un novio antes, no sería difícil para él, es consciente de su belleza, algunos chicos envalentonados ya le han confesado su amor y él ha tenido que fingir desinterés, sin embargo ninguno había sido tan... vulgar. Se convence de que es justo eso lo que lo tiene sacado de onda, no entiende cómo alguien puede ser tan corriente.
—¿Joven Yagami?
El aludido da un respingo al escuchar la voz del docente, no se dio cuenta en qué momento se quedó perdido viendo a la ventana mientras se sostenía el mentón con la palma de la mano. Al voltear, no puede evitar sonrojarse por sentir los ojos de todos puestos en él.
—Pe-Perdón...
—Ha estado muy distraído durante toda la clase, joven Yagami. Por favor ponga atención o tendré que mandarlo a la dirección. —Dictamina antes de dar media vuelta y continuar escribiendo algunos datos con la tiza en la pizarra.
—Pórtate bien, Yagami —le susurra Elle, quien sentado en el pupitre de al lado se inclina hacia él—, recuerda que seguimos atados —levanta la muñeca, mostrando la cadena—, y no quisiera ir a parar a la dirección por un muchachito problemático.
El castaño pone los ojos en blanco y tomando un libro abierto lo pone como muro entre sus rostros, lo menos que necesita es escuchar a ese cara de panda que le pone los nervios de punta.
Elle se acomoda en el pupitre y vuelve la vista al pizarrón mientras sonríe de lado. Esto está siendo demasiado fácil. ¿Ya ha dicho que es muy observador? Detectar que a Light no le van las chicas fue sencillo y tras conocer a los padres entendió el por qué sigue en el closet, parecen la típica familia conservadora y con padres posiblemente estrictos, o a los que al menos les tiene mucho respeto, de otra forma Light no hubiese sido el primero en pedir perdón luego de que Soichiro se lo pidiera. Otra cosa que ha notado de los pocos chicos que se han atrevido a confesarle su amor es que todos lo han hecho con cartitas y chocolates, y aunque Light suele sonrojarse un poco, más bien parece una reacción normal del cuerpo y no porque le guste. Entonces lo que tiene entre manos es un muchachito de familia respetable, reprimido en cuanto a sexualidad y que está acostumbrado a los halagos cursis. No es que Elle sea un experto a sus diecisiete años pero le gusta husmear entre los libros que guarda su abuelo y si algo ha aprendido de algunos es que los más correctitos son los que más desean hacer lo incorrecto, lo cual agradece porque él no es de flores ni palabras dulces.
Su plan dio inicio hace una semana cuando fue directo y quizá demasiado en las duchas, y por la reacción de Light está seguro que nunca nadie se había atrevido a tanto. Sin embargo tampoco desea que piense que babea por él, por eso estos días ha actuado como si lo de las duchas nunca hubiera pasado, lo cual para alguien tan narcisista debe ser un shock, y Elle lo sabe, puede verlo en su rostro.
—¿Light?
Mikami truena los dedos frente al castaño, quien parpadea y voltea despacio hacia todos lados, encontrando que algunos pupitres ya están vacíos y que muchos caminan hacia la puerta del salón.
—¿Te pasa algo? Pareces en la luna. —Comenta Misa, enrollando los brazos en uno de los brazos de Teru, apoyando el rostro en su hombro, gesto que hace rechinar los dientes a cierto chico de ojos verdes.
—¿A quién le importa lo que le pase? Vámonos de una vez. —Dice Mello frunciendo el ceño mientras sostiene una de las asas de la mochila por sobre el hombro. Aunque se muestre fastidiado por estar en el mini círculo que se ha formado, una parte de él disfruta que todo este castigo los lleve a compartir tiempo con los populares.
—De seguro Yagami tiene una razón bastante grande para estar distraído. —Elle se pone de pie tras terminar de guardar sus útiles y al hacerlo se lleva una mano al tiro del pantalón, acomodándose la zona de la entrepierna de forma sutil.
Afortunadamente el gesto pasa desapercibido para todos, menos para Light, quien de inmediato aparta la mirada.
—O quizá solo estoy cansado porque dormir con alguien que ronca como camión es imposible. —Espeta el castaño, poniéndose de pie con fastidio.
—¿Qué esperabas? Me dejas durmiendo en el suelo, invítame a dormir en tu cama y ya verás cómo las cosas cambian —se encoge de hombros, sin embargo el comentario es demasiado directo y deja mudo a todos—. Lo bueno es que esta semana toca en mi casa —agrega como si nada—, supongo que será tu turno de dormir en el suelo.
—¿Saben? Todo esto... —Mikami señala con el índice a ambos grupos: "los populares y los rechazados"—... Todo esto ni siquiera me molesta tanto, lo que me saca de quicio son sus constantes peleas.
—Pues nadie te tiene aquí a fuerza, cuatro ojos. —Responde Mello, poniendo los ojos en blanco.
—¿A quién crees que le hablas así, pelos de paja? —Light no duda en situarse frente al rubio, viéndolo hacia abajo debido a la diferencia de altura. Él y Teru son amigos desde hace años y siempre se han defendido mutuamente—. No te confundas, Kheel, que tengamos que convivir no te hace parte de nosotros.
—¿Y si te metes con alguien de tu tamaño? —Interviene Elle, haciendo a un lado a su amigo para ponerse frente al castaño.
—¿Todo bien, jóvenes? —Interrumpe el docente tras acercarse al único grupo de alumnos que queda en el aula.
—¡Sí, profesor! ¡Todo bien! —Responde Teru de inmediato, temeroso ante la idea de meterse en problemas por culpa de ese par.
—Bien, les recuerdo que es prohibido quedarse en el salón luego de que las clases han terminado, así que les pido que por favor se retiren.
Asienten sin dudarlo y toman sus cosas. Una vez en el pasillo, Teru retoma lo que intentó decir minutos otros, porque si van a estar juntos al menos por tres semanas más, no tiene sentido que se la pasen como perros y gatos.
—Estaba pensando... ya que estamos en verano, ¿por qué no vamos a Mundo Glacial? Ellos tienen la pista de hielo más grande de la ciudad.
Elle palidece pero antes que pueda decir algo, Misa interrumpe.
—Lo siento, yo tengo práctica con las porristas.
—¡Y yo...! —Matt alza la voz de la nada, acto seguido se muerde los labios mientras mira hacia todos lados, como si así fuera a encontrar las palabras que necesita— Yo... Yo tengo que ir a limpiar mi PSP.
Todos fruncen el ceño confundido y Misa pone en blanco los ojos antes de dar media vuelta para dirigirse hacia el lado opuesto del pasillo.
—Bueno... —Mail carraspea la garganta, balanceándose nervioso— Supongo que nos vemos mañana. —También gira y logra alejarse unos cuantos pasos hasta que la voz de Light lo hace detenerse.
—¿También vas para el gimnasio? —Pregunta, cruzandose de brazos.
—¡Ah! ¿Para allá queda el gimnasio? ¡Qué tonto! —Se rasca la nuca, riendo de forma extraña— Bueno ahora sí, bye. —Sale corriendo hacia el lado contrario, casi chocando con los pocos alumnos que aún transitan en el pasillo.
Aunque fue algo extraño, los demás prefieren restarle importancia, o al menos Teru así lo prefiere.
—Supongo que iremos solo nosotros cuatro, ¿no? —Cuenta con el índice a cada uno pero al voltear se lleva el susto de su vida al casi chocar con un enano de mirada perdida— ¿¡Desde cuándo estás aquí!?
—Desde siempre. —Responde Near como si nada mientras se enrolla un mechón de cabello con el índice.
—Para la próxima di algo y no solo te quedes parado ahí. —Teru se lleva una mano al pecho, intentando regular los latidos de su corazón.
—Estaba escuchando los planes y no quería interrumpir.
El pelinegro pone los ojos en blanco, ya que más da, lo único que quiere es ir a patinar.
—¿Nos vamos, entonces?
Todos asienten, algunos con más emoción que otros, como es el caso de Elle que no luce nada contento.
—¿Sabían que la piel humana es tan elástica que tendrías que girar tres veces la cabeza de una persona para decapitarla?
Lawliet y Mello ni se inmutan por el comentario, sin embargo Light se lleva las manos al cuello nervioso mientras que Mikami se ajusta los anteojos, pareciendo interesado.
—¿Realmente tenemos que llevar al raro? —Murmura el castaño, alejándose un poco.
—¿De dónde sacas todo eso? —Pregunta Teru, quien a diferencia de su amigo se acerca a Near, algo que no hace mucha gracia a Mello.
—Internet. —Responde con una sutil sonrisa extraña, nadie nunca suele prestarle atención a lo que dice— ¿Sabían que a lo largo de tu vida caminarás a la par de catorce asesinos sin saberlo? —Continúa, esta vez su voz sonando menos monótona.
Durante el trayecto Near va dando más datos que de costumbre, no le desagrada para nada la atención aunque sea de una sola persona. Sin embargo a Mihael si le desagrada que Teru y Nate vayan tan inmersos en su plática. Matt ha andado más perdido de lo normal, y no es muy difícil adivinar lo que está ocultando, lo cual sinceramente no le molesta, pero Elle sigue atado a Light ¿y ahora también pretenden quitarle al enano?
oOo
Mundo Glacial es un parque de diversiones bajo techo cuya ambientación se mantiene en invierno sin importar la época del año que haga afuera, por lo que con solo cruzar la puerta el clima veraniego desaparece. Se dirigen a las casetas donde se puede alquilar abrigos y al principio deciden distraerse en las diferentes tiendas de souvenirs y comida, todas con temática de diferentes países donde suele haber un clima frío la mayor parte del año.
—Tenía mucho de no venir aquí. —Comenta Mello mientras sostiene con las manos un vaso de chocolate caliente con menta que compró en la última tienda.
—Yo igual. —Secunda Mikami, quien fue el de la idea y quien intenta que el resto deje de distraerse con los diferentes locales y se dirijan al verdadero objetivo: la pista de hielo.
No hablan mucho, es un grupo conformado por dos opuestos que solo procuran convivir para hacer todo esto menos tedioso. Sin embargo, Light nota a Elle más callado de lo normal, ¿cómo no hacerlo cuando está atado a él? Debería dar gracias que al menos han podido hacer el recorrido sin estar escuchando sus tontos insultos, pero puede ver que el pelinegro no luce cómodo y eso le intriga.
—¿Alguien sabe cuánto cuesta la entrada? —Pregunta Mihael una vez que se colocan en la fila para pasar por una puerta giratoria— Ya solo me queda un dólar.
—Quizá no debiste comprar tantas barras de chocolate. —Murmura Near con voz monótona mientras se revisa los bolsillos para ver si puede hacer algo por su amigo con las pocas monedas que anda.
—Seis dólares. No te preocupes, yo te lo pago. —Dice Teru, sacando su billetera cuando llegan a la ventanilla— Me da cinco entradas, por favor.
Todos voltean a verlo sorprendido, hasta Nate quien a simple vista continúa con el rostro inexpresivo, tiene el entrecejo levemente fruncido en señal de compartir el sentimiento, el único que no se inmuta es Light. Saben que Teru viene de una familia acomodada, y no encontrarían raro que hubiera pagado la entrada de Light, ellos son amigos y en ocasiones han comparado a Mikami con un perrito pegado a las faldas del castaño, pero no esperaban que pagara también por ellos.
No obstante, Mello no piensa darle vueltas al asunto, no tuvo que pagar nada y eso es lo que importa, así que tan pronto les entregan los patines es el primero en salir corriendo a las bancas que rodean la pista para tomar asiento y cambiarse. Los demás lo siguen, pero a diferencia del resto Elle se toma más tiempo del necesario para hacerlo.
—Ya que a estos dos les tocará patinar en pareja, propongo que nosotros hagamos lo mismo. —Dice el rubio al ponerse de pie.
—Que ellos estén encadenados no significa que nosotros... —Intenta explicar Mikami, sin embargo es interrumpido.
—Yo escojo a Near. —Sin pedirle permiso, Mello lo sujeta de la mano y lo jala, las piernas del más pequeño reaccionan solo por inercia. No sabe qué tan divertido vaya a ser patinar con alguien que se la pasa hablando de sesos y muertes pero es un hecho que Misa ya les quitó a Matt, Elle debe estar 24/7 pegado a Light y Teru lucía demasiado cómodo hablando con Nate hace un rato. No va a permitir que ese trío de niñatos "populares" lo dejen sin amigos.
Mikami suspira y menea la cabeza al ver a ese par ya en la pista discutiendo, se ve que Nate está en un nivel más principiante y le cuesta seguirle el ritmo, cosa que exaspera al rubio.
—Ni siquiera tienen que ir en pareja... —Murmura Teru para sí mismo. El rubio se está complicando porque quiere pero no piensa meterse, después de todo él vino a patinar y no a resolver los problemas temperamentales de Mihael Kheel.
Light observa de reojo a su amigo, quien aún continúa acomodando algunos detalles. Se da cuenta que hay un espacio considerable entre ellos, el cual es donde estaban sentados Mello y Near hasta hace un momento. Creyendo que ese espacio le da cierta privacidad se atreve a hablar.
—No luces nada emocionado con esto —dice en voz baja, volteando hacia Elle—, de hecho te pusiste más pálido desde que Teru lo mencionó. Mi lógica dice que no sabes patinar y te da vergüenza admitirlo. —Concluye cruzándose de brazos.
Lawliet también voltea a verlo, frunciendo el ceño. Abre los labios con intenciones de refutar pero algo más cruza por su cabeza en ese momento.
—¿Y te esperaste a que ellos se fueran para decirlo?
—¿Qué? ¿Te sorprende?
—Un poco, sí... podrías haber usado esto para burlarte de mí, ¿quién eres y qué has hecho con el Light Yagami detestable que todos conocemos?
El castaño entrecierra los ojos y aprieta los labios. —Podré ser lo que quieras pero no estoy a favor del bullying.
—Tampoco es para que te ofendas. —Ríe en un intento de minimizar el tema y no aceptar que efectivamente no sabe patinar y que le da vergüenza admitirlo— Y no sé qué definición tengas de bullying pero a mí me parece que si estás muy a favor cuando se trata de mí.
—Como sea... —murmura poniendo los ojos en blanco antes de levantarse—. Dijiste que esta semana nos tocaba dormir en tu casa así que te propongo algo, yo te enseño a patinar un poco pero por esta semana seguiremos durmiendo en mi casa, ¿te parece? —Pregunta extendiéndole una mano para que el otro la tome si está de acuerdo.
Sin embargo Elle lo mira con desconfianza. —¿Desde cuando tan amable?
—No es amabilidad, solo es un trato que me conviene. Prefiero que seas tú el que siga durmiendo en el suelo y además no deseo pasarme la tarde sentado en una banca porque estoy encadenado a un niñito que finge tomarse más tiempo del necesario en ponerse unos patines solo para que sus amigos no se den cuenta que no sabe usarlos.
Elle pone los ojos en blanco en señal de fastidio a pesar de que sus mejillas se tornan rojizas debido a la vergüenza. Decide estrechar esa mano con molestia mal fingida porque después de todo, quedarse ahí sentados no suena para nada divertido.
Mikami vuelve a menear la cabeza al ver al siguiente par alejarse. Alcanzó a escuchar todo pero no quiso meterse porque sabía que la plática no era con él, no obstante de haber podido le habría asegurado a Elle que Light no mentía con respecto al bullying, quizá porque ellos se conocieron así hace años, Light defendiéndolo de sus acosadores. Es posible que el castaño sea un quisquilloso insufrible pero si alguien no le interesa, no se relaciona con esa persona y ya, no va por la vida atormentandolos hasta que llegó Elle. Sigue sin entender cómo cayó en ese juego pero a pesar de todo lo que pueda aparentar por fuera, Light es mucho más que solo un muchacho orgulloso y narcisista, y a decir verdad una parte de él se pregunta qué pasará ahora que ya no son solo ellos tres, ¿será dejado de lado? Es un miedo que se va volviendo más palpable día con día, sobre todo al ver como Light y Elle se alejan el uno al lado del otro.
—Solo tienes que deslizar un pie y luego el otro. —Dice el castaño tensando la mandíbula.
—¿¡Qué no ves que eso intento!? —Responde temblando mientras se aferra al pasamanos que rodea la pista.
Light pone los ojos en blanco antes de voltear hacia donde empezaron, dándose cuenta que no han avanzado mucho.
—Dame tu mano.
Elle voltea a verlo parpadeando y luego dirige la mirada hacia la mano extendida que el otro le ofrece.
—¿Qué...?
—Si continúas sujetando el barandal con ambas manos nunca tendrás estabilidad. Toma el barandal con una mano y dame la otra. —Explica mostrándose impaciente.
Lawliet no tiene muchas opciones, su mente está más ocupada buscando maneras de sobrevivir como para recordar que odia a ese castaño.
—Bien... —Murmura soltándose despacio, y al hacerlo enreda los dedos de inmediato entre los de Light en un acto reflejo para no caer.
—¿Ves que no era tan difícil? Ahora intenta deslizar un pie seguido del otro.
Aunque Elle sigue temblando igual que una gelatina, al menos comienzan a avanzar y eso lo hace sonreír. Están tan concentrados que olvidan o minimizan el hecho que van agarrados de las manos.
—¿Te atreverías a soltar el barandal? —Pregunta Light, intentando animarlo a que se alejen de la orilla.
El pelinegro traga saliva y visualiza la pista completa, es demasiado amplia como para regresar a la seguridad del pasamanos tan fácilmente. Sin embargo se niega a quedar como un cobarde, menos frente a su enemigo, a quien lo sujeta con más fuerzas para soltar el frío barandal.
Light se relaja, se olvida de los otros y se concentra solo en los pies de Lawliet, indicándole cómo y cuándo moverlos. Elle también se calma y el darse cuenta que le está costando cada vez menos lo hace sentir confiado. El problema es que Light se deja llevar y lo jala, provocando que el pelinegro pierda el equilibrio y caiga de sentón en el frío y duro hielo.
—¡Auch! —Aprieta los ojos en un gesto de dolor, su colita no está recubierta de tanta carne como para haber amortiguado el golpe.
—¿¡Está bien!? —De inmediato se acuclilla para ayudarlo a ponerse de pie, pero Elle menea la cabeza mientras se lleva las manos a la espalda baja, indicándole que no cree ser capaz de levantarse.
—¡Lo hiciste a propósito! —Acusa Mello, apareciendo de la nada y deteniéndose a un lado— ¡Yo te vi! ¡Tú lo botaste!
—¡Por supuesto que no! —Interviene Mikami, tras acercarse— Fue un accidente. —Agrega, defendiendo a su amigo.
—¿Se va a quedar inválido? —Pregunta Nate jugando con un mechón de su cabello.
—¿¡Se pueden callar!? —Farfulla el castaño, levantando la cabeza para verlos a todos de forma furiosa— ¡Solo ayúdenme a levantarlo!
Tanto Teru como Mihael asienten y cargan al pelinegro entre ambos, quien no deja de quejarse en ningún momento.
oOo
Elle cierra los ojos relajado, la cama de Light es demasiado cómoda. Así boca abajo y sin camisa como se encuentra lleva los brazos hacia abajo de la almohada y hunde el rostro en ella, tenía más de una semana durmiendo en el suelo que había olvidado lo suave de un colchón. Los Yagami fueron por ellos a Mundo Glacial y de inmediato lo llevaron al hospital, el doctor dijo que no parecían haber lesiones y solo le dejó algunas pastillas para el dolor, tal vez los fármacos están ayudando a que disfrute más este momento.
La puerta se abre y está tan cómodo que apenas entreabre un ojo para ver de quién se trata. Light empuja la puerta con el pie y con el mismo la cierra mientras abraza una bolsa de goma. Las muñecas de ambos están libres de la cadena, Sachiko decidió quitarlas al menos por lo que resta del día para que Elle descanse como es debido.
—Mi mamá me dio esto para que te lo pongas. —Dice el castaño, sin rastros de arrogancia, más bien luciendo apenado mientras toma asiento a la orilla del colchón—. Ellos piensan que lo hice a propósito... —murmura mientras envuelve la bolsa en una toalla para colocarla en la espalda baja del otro— Tus amigos también lo piensan...
—Ya conoces a Mello —encoge los hombros, suspirando—, ignóralo. En cuanto a tus padres, yo les explicaré cómo sucedieron las cosas.
Light asiente despacio, aún pensativo. No le importa lo que Mihael opine pero sí lo que sus padres piensen, ¿cómo pueden creer que él intencionalmente lo hizo caer? Una cosa es hacerlo caminar desnudo por el pasillo o llenarle de brillantina el uniforme pero otra muy diferente es provocar un daño físico. Sin embargo reconoce que sí fue su culpa, no debió jalarlo, el golpe podría haber sido grave y él hubiera sido el único culpable.
—¡Hey! —Elle sujeta la mano que el otro tiene sobre el colchón, intentando traerlo de vuelta a la realidad al notarlo tan distraído— Solo fue un accidente. —Podría haberle dicho cualquier otra cosa en son de broma sobre lo sucedido pero no parece que Light vaya a tomarlo de la mejor manera y no desea hacerlo sentir peor.
—Yo... —traga saliva, su orgullo se hace presente pero el sentimiento de culpa es más fuerte— no debí haberte jalado... —murmura agachando la cabeza.
—En eso tienes razón —responde, provocando que el contrario voltee a verlo al instante. ¿Acaso no debía insistirle que todo había sido un accidente para hacerlo sentir mejor? Sin embargo Lawliet no quiere que la conversación se torne cursi, por lo que decide aligerar el ambiente—. Creo que la mejor manera de compensarme es haciéndome un masaje. —Vuelve a hundir los brazos debajo de la almohada y a acomodar el rostro de lado sobre ella, esperando.
Por acto reflejo los ojos de Light se pasean por esa angosta y delgada espalda blanca que se muestra desnuda y a su alcance. Traga saliva y desvía la mirada.
—Ni creas que te haré masaje, ¿por quién me has tomado? —Se cruza de brazos y voltea hacia el lado contrario.
—No importa, con las pastillas y los cuidados de tu mamá ya me siento mejor —en un movimiento se endereza un poco y con la misma agilidad jala a Light, cayendo el castaño sobre él—. Puedes compensarme con un beso. —Hace otro movimiento para invertir las posiciones, quedando él arriba esta vez.
—¿Qué... Qué haces...? —Murmura pálido, sin embargo no hace ningún intento para quitar al otro de encima como la primera noche. Quizá está demasiado confundido como para actuar.
—¿Acaso no es obvio? —Elle acorta la distancia peligrosamente y Light cierra los ojos por acto reflejo.
«Esto será demasiado fácil.» piensa el pelinegro con una sonrisa ladina mientras aprovecha el momento para tomar su celular que está sobre la mesita de noche.
—¿Por qué cierras los ojos, Yagami? —Pregunta en tono burlón.
El aludido abre los ojos de golpe y su rostro completo se vuelve del color de un tomate, sobre todo al ver la estúpida sonrisa en los labios del contrario. ¿Se está burlando de él? ¿Y él es tan tonto como para caer en su juego? No, lo de las duchas no se va a repetir, si Elle quiere jugar con fuego tendrá que quemarse.
Quizá no sea su mejor idea pero la situación no le permite pensar claramente, así que en un impulso rodea el cuello de Lawliet con los brazos y lo jala hacia él, eliminando la distancia entre ellos y juntando sus labios de una vez por todas. No obstante, contrario a lo que esperaba su cercanía no es rechazada y el beso se prolonga.
Elle puede percibir cierta torpeza y timidez en los movimientos que hacen la lengua y los labios de Light pero no le molesta para nada estar besando al castaño, de hecho admite que lo está disfrutando. Eso no le impide que uno de sus brazos se mantenga extendido mientras filma de forma sutil todo lo que sucede. Seguramente Mihael estará muy feliz cuando reciba el vídeo esa misma noche.
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