Consecuencias y un adiós
«Light, por favor, contesta mis llamadas. Necesitamos hablar».
Elle ni siquiera sabe por qué lo hace si sabe que ese mensaje jamás será recibido, es obvio que el castaño lo tiene bloqueado de todas partes pero quizá mantiene la esperanza de que por algún error Light lo lea.
Lanza el celular hacia la cama al convencerse que eso no ocurrirá hoy, como no ha ocurrido los días anteriores.
Termina de ponerse el uniforme y se sitúa frente al espejo para practicar su mejor sonrisa. No quiere que su abuelo se entere que los últimos días han sido un infierno para no preocuparlo.
oOo
Light abre con cuidado su casillero, porque como lo suponía está repleto de cartas. Extiende una bolsa y las echa ahí para luego amarrar la bolsa y ponerla sobre los casilleros. Si alguien pregunta siempre dice que es porque prefiere leerlas con calma en su casa cuando la realidad es que se deshace de la mayoría, no tiene tiempo para tanto y necesita el espacio para guardar sus libros. Sin embargo hay una que siempre deja, no es en páginas de colores, bordes recortados ni mucho menos perfumada como casi todas, esa es una simple página de cuaderno doblada, con lo rasgado que deja el espiral a un costado, sin letras prolijas y de colores, todo escrito con un simple lapicero negro.
"Light... sé que aunque no quieres saber de mí, sigues leyendo todas y cada una de las cartas que te dejo...
—¿Y qué pretendes lograr diciéndome eso...? —Murmura el castaño, poniendo los ojos en blanco con fastidio.
... lo único que te pido es que escuches mi versión de las cosas. Sé que nada justifica lo que pasó pero al menos dame la oportunidad de explicar lo que hice...
Elle Lawliet".
—¿Te dejó otra carta?
Light da un respingo al escuchar de repente la voz de Teru a su lado, pero sabe mantener la compostura.
—Sí, me pregunto cuándo se aburrirá de escribirlas. —Se encoge de hombros mientras dobla el papel despacio antes de dejarlo hasta el fondo del casillero.
Teru suspira al mismo tiempo que se acomoda los anteojos. Si es sincero él ya se estaba sintiendo cómodo con el grupo que se había formado y ahora han vuelto a ser sólo los tres, la mayoría de veces solo los dos porque Misa pasa muy ocupada con sus cosas.
De pronto algunos alumnos pasan casi corriendo detrás de ellos, y a esos se les unen otros más con rumbo al patio principal entre cuchicheos. Tanto Light como Teru voltean a verse confundidos.
—No han ni empezado las clases y ya ocurre algo... —Murmura el castaño, tomando sus libros.
—¿Qué crees que haya pasado?
Caminan juntos en el mismo sentido que lo hicieron los otros, encontrándose en el patio con un círculo formado por alumnos, al cual se acercan. Estiran el cuello intentando ver por sobre los hombros de los demás lo que ocurre en el centro, y al lograrlo los ojos de Light se abren de par en par. Son tres chicos empujando a Elle entre ellos como si se tratara de una pelota. Si es sincero, la situación no le agrada, pero no tiene ganas de intervenir en nada relacionado al pelinegro. Sin embargo, de pronto uno alza el puño y Light reacciona por instinto.
—¡Hey! —se abre paso sin importarle a quien empuja— ¿¡Qué creen que hacen!? —Se sitúa frente a Elle por mero acto reflejo.
—Tranquilo, Light, lo hacemos para que no tengas que ensuciarte las manos —responde uno de los chicos con una sonrisa de lado—. Si Lawliet fuera inteligente hace ratos hubiera desistido de seguir viniendo.
—No digan que hacen por mí algo que yo nunca haría —lo mira directo a los ojos y luego al puño que si bien ya no lo tiene alzado, aún parece listo a continuar—. Si tanto quieren todos apoyarme, simplemente ignoren su existencia como yo lo hago. —Dice con desdén, viendo por sobre su hombro al pelinegro.
Debido al escándalo, un par de profesores aparecen para poner orden, desintegrando el círculo y asegurándose que no haya ocurrido un accidente. Light intenta retomar su camino, sin embargo una mano sujetandolo de la muñeca se lo impide.
—Espera... —el castaño voltea de nuevo sobre su hombro, ese no es el Elle insolente que recuerda— ¿Podemos hablar?
—No hay nada...
—¡Light, por favor! —Interrumpe, haciendo más presión con sus dedos.
El aludido voltea a verse la muñeca y luego el rostro del otro. Se siente contrariado porque una parte de él no quisiera saber nada del pelinegro pero por otra parte quisiera escucharlo.
Sin perder su porte mira su reloj de muñeca antes de contestar.
—Todavía falta un poco para que empiecen las clases. Tienes cinco minutos. En la azotea. No tardes. —Y sin más da media vuelta.
oOo
Elle se frota las manos, incapaz de poder apartar los ojos de la puerta. Quizá solo han pasado un par de minutos pero para su ansiedad es como si llevara horas.
No sabe si lo que le está ocurriendo es parte del karma o la culpa pero no ha podido dejar de pensar en Light durante todos estos días. De pronto la puerta se abre, apareciendo por ella el causante de sus desvelos.
—Habla que no tenemos mucho tiempo. —Dice el castaño para ir directo al grano, manteniendo una distancia considerable entre ellos.
Elle suspira y se relame los labios. Light le parece mucho más imponente de lo que recordaba.
—Lo del vídeo... Sé que nada justifica lo que pasó pero te juro que yo le pedí a Mello que no lo hiciera.
El contrario pone los ojos en blanco, como si solo lo estuvieran haciendo perder su tiempo.
—¿Quieres un consejo? Deja de cubrir a ese idiota y deja de soportar todo lo que te hacen los demás, ¿por qué no les respondes como lo hacías conmigo?
—Porque no me interesa.
—Pues no creas que vas a llamar mi atención jugando el papel de víctima, solo te ves patético. —Suelta con asco, acercándose un par de pasos mientras lo mira a los ojos.
Lawliet se encoge de hombros. —No estoy jugando ningún papel. Quizá no he tenido cabeza para hacerles frente y... en cuanto a Mello, no pienso decirle a nadie que él viralizó el vídeo pero ya no es mi amigo, por si te interesa saber.
El castaño suelta una corta risa, alzando una ceja.
—Me parece perfecto que aprendas a seleccionar a tus amigos. Y si tanto quieres hablar del video, hablemos del video —comienza a caminar de un lado a otro, gesticulando con las manos—. Entiendo que Mello ignoró tu petición, ¿que se podía esperar de alguien que no le importó exponerte a ti, que eras su amigo? Pero entonces, ¿por qué no me lo dijiste? Sabías que ese vídeo estuvo ahí todas esas semanas y aún el último día tuviste la audacia de seguir mintiendo...
—Yo no mentí —interrumpe, logrando que el otro se quede sin palabras por unos segundos—. Dije que me gustas y eso lo mantengo. —Afirma muy seguro.
Light entrecierra los ojos al verlo con el entrecejo levemente fruncido, dándole firmeza a sus palabras, muy contrario al aspecto de derrota que ha tenido los últimos días.
—¿Y qué esperas lograr diciéndome eso? —alza una ceja mientras camina despacio hacia él— ¿Que te diga que a mí también me gustas? —se detiene a escasos centímetros, viéndolo a los ojos— me gustabas, Elle. Ya no.
—Y eso es lo de menos —mantiene la cabeza en alto—. Si he insistido tanto es porque en esas semanas conocí a una persona que quiero en mi vida.
—Pues esa persona no te quiere en la suya. ¿Sabes cual es el problema? Que yo te compartí el miedo que yo tenía si mi familia se enteraba y no te importó. Tengo los mejores padres del mundo y me han apoyado, pero veo cómo a mi papá le cuesta abordar el tema, no sabe qué decir —aprieta la mandíbula, alejándose despacio—. Mi mamá por el contrario quiere hablar de ello todo el tiempo, quizá para hacerme sentir en confianza pero yo no quiero hablar al respecto, ¿qué te hizo creer que tú tenías el derecho de ponerme en esta situación?
Elle traga saliva al sentir el peso de las palabras de Light junto a un leve temblor de esos iris color miel.
—No medí las consecuencias...
—Tuviste casi tres semanas para pensar en algo —interrumpe—. Si tu "amigo" no quiso escucharte, al menos podrías haberme avisado, limpiar tu conciencia a tiempo pero no tuviste el valor de hacerlo.
—Sé que no puedo cambiar lo que hice... o no hice —da un paso nervioso, el mismo que el contrario retrocede para mantener la distancia—, pero al menos permíteme intentar compensarlo.
El castaño suspira, meneando la cabeza.
—Lo único que te puedo pedir es un favor: vuelve a ser el Elle de antes y no dejes que cualquier idiota te pisotee. No creas que me causa algún tipo de satisfacción verte así.
El pelinegro sonríe, casi esperanzado. —Eso dice mucho.
—No creas que lo hago por ti, más bien es todo lo contrario. Ellos dicen que lo hacen por mí y honestamente solo manchan mi imagen. —Se cruza de brazos, encogiendo los hombros.
—De todas formas dice mucho...
Light chasquea la lengua con fastidio. —Como sea, supongo que ahora que has conseguido lo que querías, cesarás de dejarme notas en el casillero, ¿verdad? Agradecería mucho si ya no lo hicieras.
—Aún no logro lo que quiero —responde, atreviéndose a acercarse despacio—. Lo que más quisiera es recuperarte como amigo.
El castaño no retrocede, lo mira directo a los ojos con el mismo semblante estoico, sin embargo por dentro su estómago está temblando. Si es sincero consigo mismo hay cosas que extraña de Elle, es una persona divertida y llena de ingenio, que si todo esto no hubiera ocurrido quién sabe qué tipo de relación tendrían para este punto. No obstante, su orgullo siempre ha podido más y luego de unos segundos en silencio, da media vuelta sin decir nada más.
Una vez solo, Lawliet deja salir el aire. Pese a que la conversación no salió como hubiera querido, siente como si se hubiera quitado un gran peso de encima, eso no significa que se sienta del todo aliviado, aún le queda un largo camino por delante.
En un principio continúa dejando una carta sin falta en el casillero del castaño, primero insistiendo con sus disculpas, luego contándole sobre su día y pasado el tiempo comienza a agregar detalles como lo haría cualquier otro admirador. Quizá la rutina hace que poco a poco el sentimiento se intensifique, el problema es que ninguna de sus cartas reciben respuestas y las semanas comienzan a convertirse en meses.
Para fin de año puede contar con los dedos de una mano las ocasiones en las que ha coincidido con Light, la mayoría por trabajos escolares y en todas fue un mero trato cordial.
La última vez que lo ve es en la celebración de graduación. Todos con sus togas y birretes. Se acerca a él para charlar un poco y Light muy amable le dedica unos minutos como lo haría con cualquier otro compañero. Se siente la tremenda distancia que existe entre ellos y si es sincero eso a Elle ya no le afecta. Hace mucho se convenció que era muy poco probable recuperar la bonita amistad que alguna vez estuvieron formando.
Una vez terminada la ceremonia, coinciden una última vez cerca de la salida. Ambos se desean suerte en sus proyectos y al salir por la puerta, la vida los lleva por caminos separados.
¿Fin?
——
N/A:
Creo que algunos me van a odiar hahah porque sí, aquí termina. ¿Por qué? Porque desde un principio no quería que fuera una historia larga y de hecho terminó más larga de lo que hubiera querido. De todas formas por lo mismo decidí hacerles un epílogo. Así que nos vemos en la siguiente página.
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