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Hace bastante tiempo, en la era de la mitología griega existían caballeros, hombres que protegían la paz del mundo y con eso a una diosa, Athena, para ser específica. Habían rangos de poder, los más bajos eran los caballeros de Acero, sus armaduras estaban basadas en alguna constelación de poca fama y aparte, eran tecnológicas, los usuarios de éstas no manejaban el poder del cosmos, sino de la electricidad que brindaban su tecnología. Arriba estaban los caballeros de bronce, leales a su diosa, sus armaduras eran fuertes pero con poca resistencia, un poco más arriba estaban los santos de plata, que estaban casi a la cima, sus armaduras eran más resistentes y brillantes que las de bronce, aparte que los usuarios de estos también tenían más fuerza,y por eso se ganaban el rango de caballeros de plata. En la cima de todos ellos, los más poderosos y más leales a la joven diosa de caballera morada, eran los caballeros dorados, usaban armaduras de oro y se basaban en las constelaciones más famosas, las doce del zodiaco. Ellos tenían el deber de proteger el santuario dónde también se encontraba protegida la diosa con el patriarca, quien debía tener más edad y sabiduría, no solo eso, podía ser más poderoso que los mismos santos dorados, ya que también fue uno de ellos.
Entre los doce actuales caballeros dorados, había un hombre de cabello verde aqua oscuro, ojos azules como el mar de noche alumbrado por la luz de la luna, su semblante siempre fue serio y neutro, con una personalidad calmada y frialdad en sus palabras, muy dentro, pero muy dentro, había cariño y preocupación pero solo alguien que lo conociera mucho, conocía ese lado de este caballero el cual era conocido como Camus de Acuario.
En una misión en que este caballero tan recto junto con uno de sus compañeros el cual tenía cabellos rubios tuvieron que ir a las gélidas tierras de Assgard dónde sé respetaba la mitología nórdica con Odín como su más grande dios, el caballero conoció a una joven de cabellos plateados que siempre iba acompañada de una menor de rizos dorados, la joven vivía en el palacio Valhalla preparandose para ser la sacerdotisa de Odín, aparte de eso, era una princesa junto a su hermana menor y la reina, una mujer rubia característica que hacía parecido con la hija menor, junto con ojos celestes como los que la hija mayor tenía, recibió a esos dos caballeros dorados dándoles hospedaje para que descansarán y pudiesen seguir con la misión encomendada por el patriarca.
Aunque el joven francés que en aquel tiempo era un adolescente de 14 años de edad, no tenía muy bien entendido aún la misión, solo le dijeron que debía hacer algo con su compañero, solo estaba seguro de que era parte del entrenamiento que el patriarca les dejaba, a ver si ambos podían con esa tarea tan jóvenes, es verdad que a temprana edad obtuvieron armaduras de oro, pero el mayor debía asegurarse de dejarles misiones un tanto difíciles, así ellos aprenderían y el día de mañana tengan más conocimientos, eso era, una misión de conocimiento, recorriendo y obteniendo información del norte.
La joven princesa aveces se topaba con el, tenían la misma edad y un carácter poco parecido, eran tranquilos e inteligentes, de vez en cuando el joven caballero la acompañaba al templo de Odín, hasta que finalmente en uno de esos días, fue nombrada sacerdotisa de Assgard, estaba llena de felicidad, para entonces la jovencita sentía algo extraño por el caballero que ya debía retirarse con su compañero, y le hizo prometer que volvería por ella. Así fue, el chico creció, prácticamente ya tenia varios conocimientos, todos menos del amor, el estaba entrenando a un jovencito que entrenaba para conseguir la armadura de Corona Borealis. Camus ya estaba cerca de la adultez,pero era muy maduro, desde temprana edad que lo era. Aprovecho sus días de vacaciones que fue como regalo para el, fue a Assgard después de tres años, el ya tenía 17 de edad, y se reencontró con la joven de hebras plateadas, no podía negar que le parecía hermosa, pero nunca lo diría en voz alta. Ni a nadie.
El cabello de ella ya era largo, se veía madura y tan bella que muchos hombres del norte querían estar con ella, pero desde luego, la muchacha no quería a nadie, solo a ese joven. Tristemente para entonces, Fue nombrada Reina de Assgard después del fallecimiento de su madre por un ataque al corazón, pues ya padecía de problemas cardíacos y de la presión. Ella debía cargar con el peso de todo un pueblo y de su pequeña hermana que por suerte tenía a su mejor amigo para hacerla reír todo el tiempo.
Al ser ambos casi adultos, les fue inevitable el sentir atracción por el otro, pasaban tiempo juntos, intercambiando ideas, risas, cosa que solo ella logró sacar en el, así fue como Camus se dio cuenta que no solo se sentía atraído por ella como hombre, también se estaba enamorando, y de no ser porque ella lo escucho cuando el estaba solo, jamás se lo habría dicho el mismo, ella se acercó confesandole su más sincero amor hacia el.
A cabo de un mes, llegó la noticia que la joven reina iba a traer un rey a Assgard, ya que el caballero de Acuario le pidió matrimonio, cuando intercambiaron alianzas, en la noche de bodas, al consumar matrimonio, tiempo después nació un joven niño en Finlandia, dónde festejaban su luna de miel, ya que querían salir un poco de lo común. El pequeño tenía el cabello verde claro y sus ojos del mismo pero más oscuros, heredando los ojos de su tía Fler, y el tono de piel era clara como la de su madre. Lo llamaron Isaac, que en momento de tener conciencia fue entrenado porque quería servir a la diosa Athena, como su padre también lo hacía. Su devoción era admirable, por ello, conoció a un joven niño de su misma edad a los cuatro años, se volvieron mejores amigos con el joven de nacionalidad rusa. Poco después de que el hijo mayor entrará a sus entrenamientos con el discípulo de su padre, Cristal.
Camus e Hilda tuvieron un segundo hijo no planeado, fue una niña, que tenía cabello rojo característica de algunos familiares de Camus y tenia unos hermosos ojos celestes como su madre pero con aquella misma intensidad de brillo como los de su padre. La nombraron Helena, pues les parecía una niña muy linda, era la consentida del frívolo Camus de Acuario, que el joven Hyoga, mejor amigo de Isack, se puso celoso que el caballero tan frío y despiadado a su punto de vista, fuera como un ángel para la niña. Isaac no le tomaba importancia, ya que también quería mucho a su hermanita que la protegía todo el tiempo, varias veces se quedó con ella dejando de lado al niño rubio, quien se daba media vuelta y se iba para seguir entrenando con Cristal o rara vez con Camus.
Los años pasaron hasta que Helena creció dentro del palacio Valhalla, así como su madre, llamaba la atención de muchos niños y al ir creciendo, los hombres rodeaban a la pelirroja para que ella saliera con ellos, pero ella no estaba interesada en ninguno de ellos, su padre decía constantemente que su tan amada hija, le recordaba a su esposa.
-tu siempre dices eso, todo el tiempo ¿No te cansas de repetirlo papá? -dijo la joven sentada en un sofá con piel de oso polar, su mirada estaba concentrada en un libro de historia -
-no, porque así como eres tu así era tu madre hasta que nos casamos, de seguro te pasará lo mismo
-¿Acaso quieres que ya me case? Soy muy joven para un matrimonio papá, ¿Eso quieres?
-No, nunca dije que quiero eso, al menos no aún, simplemente.... Dije que te pareces a tu madre -dijo, imaginar el hecho de ver a su hija casándose con alguien, le hacía temblar de la bronca, solo alguien digno iba a merecer a su hija que con tanto esfuerzo ha protegido desde el día en que estuvo en el vientre de su amada reina- por cierto hija, el día de San Valentín es mañana y en cuatro días es el cumpleaños de tu hermano ¿Tienes algo ya preparado?
-lo había olvidado ... -seguía leyendo su libro con entretenimiento, en ningún momento dirigió su mirada a su padre- pero ya pensaré en algo, como dijiste, solo faltan cuatro días, en eso ya conseguiré su regalo
-bueno, ¿Y para San Valentín que tienes pensado?
-nada en especial, a menos que me quieras llevar a Grecia y vea a Centauro..... O sinó, no..
-¿Te refieres a .... Babel de Centauro? ¿El caballero de plata? ¿Ese mismo?
-no si no quieres
-definitivamente no, no volveré a llevarte al santuario nunca más
-que hombre tan celoso, por mí dios, deja a tu hija que sea feliz con quién se le de la gana - interfiere la esposa del Caballero, acercándose a su hija para acariciar su cabello- hay que dejarla ser feliz, si a ella le gusta el caballero , pues bien, mientras no sea con una persona que solo haga el mal, ahí estaré de acuerdo contigo, pero solo si es en ese caso
-...... Solo quiero protegerla
-¿Del amor? Ya te dije, dejala tranquila, que ella ame a quien sea y listo, punto final a esta ridícula conversación
El caballero dorado solo desvió la mirada avergonzado por qué su esposa lo dejó callado, la pelirroja se ríe un poco y sigue con su lectura. Mientras tanto, el hermano mayor de la joven, estaba en sus entrenamientos en Siberia con su amigo Hyoga y su maestro Cristal. El mayor observaba a los joven entrenar arduamente, era el día en que practicaban congelar a un oso polar que ya de por si, odiaba a esos dos chicos que los quería matar por una buena vez.
-¿Que pasa amigo? ¿Le tienes miedo a esa bola de pelos? -pregunto Isaac en su tono de burla al rubio mientras escapaban del oso que los seguía para comerlos, al parecer el intento no funcionó ese día -
-que gracioso, te recuerdo que ese oso no me comerá solo a mí, sino que también a ti
-bueno si pero seré el segundo al menos jeje -dijo ya que iba más adelantado- Con lo lento que eres mí hermana ya se habrá casado jajaja
-tonterías, sabes que por mí se puede casar hasta con un escarabajo, prefiero que el oso me devore antes de verla a tu hermana
-Oye!! -en un momento rápido el peliverde reaccionó congelando los pies del ruso y luego de eso al ver qué el oso estaba cerca lo alejó de un solo golpe poniéndolo inconsciente, y vuelve con el chico- ten cuidado cuando hablas de mí hermana
-perdón , la princesa no puede ser ofendida, lo había olvidado por un momento y por eso dije eso...-desvia la mirada y rompió el hielo que estaba en sus pies-
-lo dijiste como si mí hermana estuviese fea
-no dije que lo fuera, simplemente no me cae, por ser la consentida se cree mucho , es eso
-te arrepentirás de hablar así de ella, no la has visto desde hace mucho tiempo, la última vez ella era una niñita y los niños siempre son así, pero ella cambió así como nosotros
-es verdad que no la volví a ver nunca más, por eso prefiero... Seguir así, solo no me menciones a tu hermana, no es de mí importancia en lo más mínimo
El chico de hebras verdes soltó un suspiro pesado, ¿Porque su amigo odiaba tanto a su hermana menor si la última vez que la vio fue hace años cuando ella era aún muy pequeñita? No lo entendía, y el simple hecho de nombrarla el rubio se enojaba, y más se confundía. Cristal les preguntó si estaban bien, y respondieron que sí.
- me temo que hoy no pasaron la prueba de congelar al oso, talvez aprendieron a congelar los pies del otro pero de nada sirve, por eso está el oso, tiene mayor fuerza que un humano, serán aprobados cuando logren congelar sus pies hasta el punto que ni el mismo pueda romper el hielo, cuando lo hagan yo me encargaré y también los aprobaré en esta prueba, sin más, vayan a descansar que mañana iremos a Assgard, tu padre -mira a Isaac- me dijo que los llevara así se queden allí solo un par de días para descansar del entrenamiento y por San Valentín, se adorará a la diosa Freya durante el banquete y la reina Hilda los invita a ambos
-no es necesario que yo vaya... -dijo Hyoga, dentro de todo seguía siendo un chico algo tímido y más con la familia de su amigo-
-si lo es, y mí madre no te ve desde hace tiempo así que si irás -trataba de subirle el ánimo al chico, sin duda, era algo bipolar el peliverde-
-solo si no me queda de otra...(no quiero encontrarme con esa niña...) -pensaba el rubio y suspira pesadamente-
Las horas pasaron y se hizo de noche, ambos ya habían descansado y el maestro Cristal los llevaba a las también frías tierras de Assgard, Isaac estaba feliz porque volvería a su hogar con su familia mientras que Hyoga se sentía incómodo al volver después de varios años, era un niño la última vez que pisó Assgard.
Camus que además de ser caballero dorado, también era el rey de esas tierras tan frías después de que se casó con Hilda fue nombrado con el título "Rey de Hielo" en referencia no solo por su frío cosmos y que practicaba con el hielo, también por qué Assgard era helada. El estaba a cargo de la preparación, habría un banquete por la llegada de su hijo mayor y por el joven ruso al que también apreciaba como otro hijo solo que no lo decía ni demostraba, lo normal de el. Las chicas amaban a Isaac, y eran atraídas también por su amigo, cuando llegan junto a Cristal, Camus fue quien los recibió de buena gana saludándolos muy bien, éstos fueron al comedor del palacio donde vieron también a Hilda.
-bienvenidos chicos, que gustó tenerlos aquí de nuevo, Cristal te ves muy bien - halago al primer alumno de su esposo- Hyoga pero mira lo que has crecido y... Isaac, hijo, te extrañaba
-gracias -respondieron Cristal y el joven rubio-
-yo también te extrañé mamá.. ¿Y mí hermana? ¿Acaso no está o se fue a dormir temprano que se perdió ésto?
-estas en lo correcto -respondio Camus en lugar de la mujer- antes de irse a dormir dijo que se sentía mal y que se disculpaba por no poder acompañarnos esta noche
-oh, ya veo .. -bajo la mirada el chico, pero ya el día siguiente podría verse con su joven hermana, así que se le pasó rápido la tristeza-
Mientras Hyoga pensaba que bueno que la chica fue a dormir más temprano, no tenía ganas de verla aún.
El banquete de bienvenida estuvo delicioso y estuvieron en la mesa por dos horas hablando, Hyoga se cansó y pido permiso para retirarse y Camus le indicó una habitación que estaba cerca a la de Isaac para que se sintiera más cómodo y una doncella lo guió. En el transcurso pasó por la habitación que se suponía que estaba la joven princesa, la cual supuestamente dormía pero se la escuchaba vomitar, le preocupó y le dijo a la doncella.
-descuide, es normal en ella, desde hace unos días que se la pasa vomitando y no cura, los exámenes muestran que está seca de vientre y solo vomita , del sofá al baño, del baño a la cama y así se la pasa -dijo la doncella, pero no quitaba la preocupación del chico ¿Enserio vomitaba desde hace días y ellas no la iban a ver?-
-(que extraño que vomite tanto, aún si está seca de vientre y lo único que puede es vomitar, las doncellas deberían ir rápido para ayudarla y tratarla, pero no sé la ve ni preocupada....¿Que estará pasando para que sea así de descuidada?) -se preguntaba a si mismo viendo a la doncella delante de él y con reojo mira la puerta de aquella habitación-
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¿Que pasará luego de ésto?
¿Que está pasando en el palacio Valhalla?
¿Conocerá Hyoga a Helena en el palacio?
¿Porque Helena estará así? ¿Será verdad?
Suspenso ✨
¿Quieren que esta historia siga para contarles la versión real del Rol que ya conocen?
Nos vemos y perdón por demorar, trato de seguir escribiendo pero aveces se bloquea mí imaginación o cuando escribo ya no sé qué escribir y lo dejó pendiente.
Sin más... Gracias por leer 🙂
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