Expedición
La legión de reconocimiento ya tenía casi una hora cabalgando en el extenso territorio de lo que una vez fue la máxima fuente de recursos naturales de la humanidad, el flanco delantero no tuvo problema alguno para dirigir y mantener organizar a la mayor parte de escuadrones, pero no todo iba bien en la formación del flanco derecho, a kilómetros de distancia se lograba ver humo de color rojo que se esparcía por el cielo, lo que significaba que cosas malas sucedían en esa dirección, justamente en ese lugar en donde Petra tenia puestos sus ámbares ojos y no dejaba de preguntarse ¿Qué tan mala era la situación ahí? ¿Debía preocuparse o no? Se suponía que en esa dirección, el flanco derecho era dirigido por el capitán Mike, lo que indicaba que Irinna se encontraba justamente en el lugar de donde las bengalas de humo rojo no dejaban de ser disparadas al aire.
La oji ámbar tomo con fuerza las correas de su caballo y cabalgó aún más rápido para alcanzar a su capitana, necesitaba despejar las dudas, pues a pesar de que había memorizado por mucho tiempo lo que cada bengala significaba, tenía la esperanza de que aquello solo fuese un simulacro o algo de rutina. Era su primera expedición y el miedo comenzaba a inundarla desmedidamente.
-Ral, tranquilízate... solo están pidiendo apoyo, es normal que disparen tantas bengalas, solo están avisando al flanco central y a nosotros, que los titanes aparecieron en esa dirección, preocúpate cuando una bengala negra sea lanzada... ahora concéntrate novata.- La capitana Nanaba estaba sumamente seria y ordeno a uno de sus subordinados que se aproximara al centro para pedir información, algo que a Petra le sorprendió, pues ella era la encargada de ese puesto y de inmediato le dieron la orden a alguien más, lo que significaba que estaba flaqueando en la misión y en definitiva... su capitana no confiaba en que ella estuviese completamente bajo control.
La peli naranja sacudió muchas veces su cabeza y decidió que toda la valentía y el autocontrol que juró mantener durante esa expedición, debía regresar a ella.
Levi cabalgaba junto a su escuadrón y se mantenía en constante vigilancia del flanco izquierdo, sabía que algo ocurría con los escuadrones del extremo derecho, pero necesitaba órdenes de su comandante para asistir a los soldados que seguramente luchaban contra una horda de titanes... Él sabía que aquello era una matanza y estaba desesperado por desviar su ruta y ayudar a sus camaradas.
El comandante Smith por fin dio la orden para que el azabache abandonara su posición junto a su escuadrón y se encargaran del desastre en el flanco derecho, Hanji lanzó dos bengalas de color verde para informar a los escuadrones del flanco izquierdo, que se agruparan y llegaran a la ruta establecida durante la planeación de aquella expedición. Petra fue enviada a la retaguardia de las formaciones para dar aviso y verificar que todo estuviera bien en la parte posterior de y en los extremos del flanco izquierdo.
Su corazón latía a gran velocidad mientras cumplía su misión, debía hacerlo lo más rápido posible y regresar con su capitana de inmediato, pero cuando a sus ojos llego el destello de una bengala de color negro frente a ella, se dio cuenta de que no lograría llegar a donde debía.
-¡Retrocede ahora! Un titán excéntrico viene hacia acá.- Petra palideció de inmediato al ver un escuadrón completo abandonar su ruta y cabalgar hacia el centro, dio vuelta de inmediato y exclamó con todo su interior, un fuerte sonido para que su yegua cabalgara a toda velocidad y se alejaran de inmediato de esa zona.
La respiración de Petra era agitada, mucho más cuando comenzó a escuchar estruendos espantosos detrás de ella, eran pisadas y lo que viniese tras de ella, lo hacía a una velocidad espeluznante. Cerrar los ojos y recordar por que se encontraba en ese lugar, siendo perseguida por un titán, a punto de ser aplastada, desmembrada o ingerida por esa cosa, le hizo voltear su rostro de inmediato y enfrentar valerosamente a la monstruosa criatura que traía entre sus dientes el cuerpo de una de sus camaradas, mientras se aproximaba a ella completamente fuera de sí... Era un titán anormal que corría en cuatro patas como si fuese un animal, ladeaba su cabeza descontroladamente, era abominable y era la primera vez que sentía tanto miedo, o al menos eso creía ella. Pues los ambarinos orbes de Petra, lograron ver como el cadáver de aquella chica volaba por los aires para luego estrellarse contra el firmamento. La peli naranja se dio cuenta de su realidad, ellos eran insignificantemente pequeños frente a un titán, los humanos no valían nada... solo eran carne que ellos ni siquiera necesitaban para sobrevivir.
-¡Soldado Ral, concéntrese!- El capitán a cargo gritó aquello para la oji miel, logrando que esta saliera del trance escalofriante en que estaba y al hacerlo, decidió que no se dejaría atrapar por aquella bestia infernal y llenando sus pulmones de aire y manteniéndose aferrada a su caballo, de alguna manera logró tomar la pistola de bengalas que llevaba en su pierna derecha y la cargo con un perdigón de color negro. Disparó sin pensarlo mucho y siguió cabalgando, no fallaría, no se rediría en esta misión.
Levi cortaba el cuello de un titán de quince metros mientras sus subordinados rescataban los heridos que la horda de titanes dejó en el flanco derecho, alrededor de seis titanes se evaporaban en aquel lugar, todos asesinados por la filosa espada del hombre más fuerte de la humanidad. Luego de acabar con cada uno, se acercó a sus camaradas y reconoció que alrededor de ocho cadáveres estaban esparcidos por el lugar, debían actuar con rapidez y subirlos en una carreta antes de que hubiese otro ataque.
Mientras Erd y Gunther cargaban tanto heridos como cadáveres, Mike y Levi revisaban el perímetro asegurándose de que no se quedara nadie en ese lugar, ni vivo, ni muerto. Levi parpadeo un par de veces al encontrar frente a él... el cuerpo de una soldado de cabello rojo inconsciente y empapada de sangre, no podía decir si se encontraba desmayada o muerta, pero no dudó en ayudarla de inmediato al darse cuenta de que era la mujer gritona que siempre estaba detrás del trasero de su chiquilla, no había nada que él pudiese hacer si la pelirroja estaba muerta, pero sabía que de ser así, la razón de Petra se destruiría por completo al darse cuenta de que Irinna estaba muerta.
El interior de la oji miel comenzó a colapsar en el momento en que el capitán junto a ella, fue aplastado por las inmensas manos de aquel titán anormal, ver como la muerte arrebataba tan cruelmente la vida de ese hombre, le hizo revivir el recuerdo de algo que ella no sabía que existía en sus memorias.
''Maldita idiota, te dije que avanzaras a la muralla. No sé porque demonios vine por ti, mira lo que hice... yo, mate a un titán''
La sangre bañando su rostro y la viva imagen de como devoraban a alguien frente a ella, atravesó su mente y le trajo nuevamente el cruel recuerdo de como un titán devoró la mitad del cuerpo de... su padre.
Sintió impotencia mientras aquella destellante y atroz escena la aturdía mientras el olor a sangre inundaba sus fosas nasales, el maldito titán había capturado a otra de sus compañeras de habitación entre sus manos y la oji miel vio como instantáneamente le arrancaba la cabeza con aquellos gigantes y asquerosos dientes, la sangre de aquella chica la empapó por competo y al verse a ella misma en esa situación, comenzó a gritar con furia.
Fue demasiado para ella... fue suficiente para que entrara en razón, no permitiría que aquella cosa matara a más personas y gracias al rencor y odio que la inundó cuando recordó como perdió a su padre y a aquel soldado que la jaloneaba del cabello para que ella reaccionara, le hizo actuar con rapidez y de inmediato llevo las manos hacia sus costados y de las fundas que mantenía cerca de sus pechos, tomó el dispositivo de control para luego encajarlo a las hojas que llevaba en las cajas metálicas sobre sus piernas ajustadas por el arnés de su equipo de maniobras, ese que no dudo en utilizar cuando sintió demasiado cerca el fétido aliento de aquel maldito ser.
Con ligereza disparó uno de los cables metálicos en un inesperado pero conveniente árbol frente a ella, sintió su cuerpo balancearse demasiado a causa del imprudente movimiento, pero eso sirvió para al menos aferrase a una de las ramas del árbol frente a ella, ese que sirvió para que ella volviera a lanzarse, pero esta vez directamente al gigantesco y abominable titán que corría hacia ella con la intención de destrozarla de una vez.
Usando el gas necesario a balanceándose con su cuerpo a casi veinte metros de altura, Petra volvió a enganchar los cables metálicos de su equipo, pero esta vez en la nuca del titán, ante el acelerado acto, su cuerpo dio unas cuantas volteretas antes de estar cerca del punto débil de aquel titán y sin problema alguno y con la precisión en sus venas, las cuchillas atravesaron aquella gruesa piel de una vez.
Asquerosa e hirviente sangre de titán mancho su rostro y nuevamente recordó como aquel extraño soldado asesinó al titán que mato a su padre, mientras ella gritaba y repetía que aquello no podía ser cierto, tan desprotegida... en medio de la verde pradera con la mitad del cuerpo de su padre frente a ella y con la muerte asegurándole que era la siguiente.
Petra se dejó caer nuevamente sobre el suelo un tanto abatida y recuperando la cordura, comenzó a chiflar para que su caballo regresase, vio como el titán se evaporaba y la sangre sobre su cuerpo también, sintió incomodidad ente sus piernas y muslos... había cedido ante sus temores y su pasado, sus recuerdos y tragedias, por lo tanto no pudo evitar orinarse encima. Sintió vergüenza de ella misma, pero al instante reconoció que ahora tenía un poco claro que paso el día en que lo perdió todo, pues pequeños y borrosos recuerdos se hicieron presentes y mientras subía a su caballo, sintió la inmensa necesidad de llegar hacia Levi y nunca separarse de él.
Una antigua aldea vecina a Follstone, servía como base de reunión en aquel abandonado lugar. Erwin armaba una improvisada tienda para reunirse con los líderes y capitanes, mientras Hanji y su subordinado Mobblit, recaudaban la información obtenida por cada escuadra y verificaban cuantas personas hacían falta y si acaso... ya habían perdido a más de la cuarta parte de soldados.
Levi no tardo en reunirse con ellos, bajaron de los caballos y lo primero que él hizo fue buscar a Petra, el azabache se dirigió hacia el techo de una de las casas en donde se encontraba la capitana encargada de cuidar a su mocosa, pero para su desgracia, Nanaba le informó que perdió de vista a Petra cuando la envió por información a otra de las escuadras.
Levi no podía creerlo, otra vez, mierda... la había perdido otra vez. Pero antes de siquiera subir al caballo para ir en busca de ella, a lo lejos vio como un caballo se aproximaba a toda velocidad, mientras un titán venía detrás de este... Era ella, Petra cabalgaba hacia ellos y traía compañía, un titán de diez metros la perseguía, esa molesta y aberrante criatura intentaba capturar a la oji miel y Levi no le tendría piedad alguna por intentar matar a su muer.
Petra sujetaba con fuerza a un moribundo soldado entre sus brazos, mientras cabalgaba a toda velocidad, jamás imaginó que a tan solo unos metros después de cargarse al excéntrico, se encontraría con la atroz escena de tres titanes destrozando a todo un escuadrón.
Fue fácil para ella acabar con dos de ellos, los más pequeños, pero al quedarse sin cuchillas y fuerza, subió al caballo rescatando a un jovencito que tenía destrozada una pierna y rogaba por ayuda, el único sobreviviente de aquel escuadrón.
Pero el jodido titán terminó de jugar con los cadáveres y decidió seguirla, así que ella no tuvo más opción que seguir cabalgando hasta encontrase por fin con algún escuadrón y para su suerte, dio con la base.
La felicidad inundó su interior cuando a pocos metros de distancia se encontró con la figura de un jinete que cabalgaba hacia su dirección... él la ayudaría, la salvaría del titán que le pisaba los talones y cuando el sonido del gas de su equipo tridimensional llego a su aturdida audición, levantó la mirada hacia el cielo, solo para ver como ese soldado de cabellos azabaches se dirigía al titán que la perseguía y lo siguiente que escuchó, fue como aquel inmenso cuerpo caía al suelo de una puñetera vez.
Petra siguió cabalgando sin detenerse siquiera a mirar, al sentirse segura y sin rastro alguno de titanes a los alrededores, soltó un gran suspiro al mismo tiempo en que lagrimas descendían por sus mejillas, había sido demasiado para ella... su primera vez en el campo de batalla le trajo algunas memorias y al darse cuenta que su nariz sangraba descontroladamente, se detuvo en medio de la aldea y decidió bajar del caballo antes de caer desmayada.
El chico entre sus brazos, era apenas un niño según ella, quizá tendría quince o dieciséis años... era un mocoso y no merecía terminar de aquella manera tan cruel. Por lo tanto, sacó las últimas energías y la fuerza que ya no poseía, de su cansada alma y puso a ambos sobre el suelo, dio unos cuantos pasos con él en sus brazos y sintió la necesidad de gritar por ayuda, minutos después... por fin se desmayó.
Levi encontró a su hermosa mocosa desmayada junto al cuerpo de un chico, uno que pertenecía al escuadrón del capitán Carsten, ambos respiraban, pero el chico en verdad se veía mal herido, mientras que su mocosa tenía una gran cantidad de heridas en las piernas y estaba bañada en sangre, sangre que no era de ella.
Varios soldados se aproximaron hacia ellos y se percataron de que quizá... ellos eran los únicos sobrevivientes de lo que sea que ocurriese en el flanco izquierdo, al sur de la formación. Levi tomó a la inconsciente oji ámbar entre sus brazos y la llevo de inmediato al lugar en donde se encontraban los heridos, Gunther hizo lo mismo con el chico y lo sostuvo entre sus brazos, todos estaban expectantes y deseos de saber que ocurrió y en donde ese encontraban los demás, pero eso lo sabrían hasta que aquellos dos soldados despertasen.
-Tranquilo, solo esta desmayada y las heridas en sus piernas son superficiales, seguramente se las hizo con las cuchillas... aunque me gustaría saber ¿Cómo? La sangre en su nariz... creo que es igual a aquella vez que se desmayó en el campo de batalla, seguro estaba bajo mucha presión y... debo informarte que su ropa está hecha un desastre, no pudo contener sus fluidos, sabes a lo que me refiero y seguramente fue por el miedo, pero estará bien.- Nanaba se encargaba de la oji miel mientras intentaba sacar a Levi de la improvisada enfermería en la que atendían a las mujeres. El azabache no entendía de razones y quería permanecer junto a ella importándole poco si había más mocosas ahí que seguramente, se encontraban desnudas ya que estaban siendo vendadas y recibiendo curación en sus cuerpos.
Pero tenía que reunirse con Erwin, por lo tanto quisiera o no, debía dejar a Petra en aquel lugar y regresar por ella cuando dictaran la orden de retirada. El azabache se preguntaba seriamente, que fue lo que sucedió y como es que Petra logró escapar de lo que en definitiva fue una masacre, pero sentía cierto alivio en su interior al imaginarla luchando por su vida y demostrando que no era nada débil y los detalles de eso, se los contaría ella misma en otro momento.
Hacían falta alrededor de seis kilómetros para llegar al lugar acordado, pero dadas las circunstancias y la gran cantidad de heridos y bajas, Erwin decidió que solo algunos escuadrones retomarían la misión y otros cuantos cuidarían de los heridos, si hacía falta, dormirían en aquella base y esperarían al amanecer para regresar a las murallas, era importante que eta misión en particular fuera un éxito, ya que la corona y los monarcas estaban dificultando las cosas para la legión de reconocimiento y Erwin como comandante, debía demostrar que salir fuera de los muros no solo se trataba de sacrificar a sus hombres por mera satisfacción personal.
Levi chasqueó la lengua con fastidio al verse involucrado en los escuadrones que seguirían la misión, pero no había nada que pudiese hacer, eran las ordenes y su deber eran cumplirlas, aunque él no quisiera, debía dejar a la mocosa en aquel lugar, consciente de que buenos soldados protegerían la base mientras los más capacitados se adentraban nuevamente al bosque.
Pasado el mediodía, Petra por fin abrió los ojos, su mente daba vueltas y sentía la inmensa necesidad de tomar un poco de agua y... asearse. La oji miel se sintió tan incómoda como apenada de sentir el fuerte olor a orina y el nauseabundo hedor a sangre sobre ella. Se incorporó de inmediato y se dio cuenta de que estaba en lo que parecía ser una tienda de mujeres heridas y eso logro aliviarla, pues no deseaba sumergirse nuevamente en la realidad... no necesitaba al menos por ese día, ver más cadáveres junto a ella. Sin que la capitana al mando de los heridos y algunas soldados que servían de enfermeras atendieran a otras chicas, Petra se puso de pie y salió de aquella improvisada enfermería y se dirigió con dificultad hacia los caballos y para su suerte, el suyo estaba ahí, ver que su yegua aun tenia encima el morral con sus pertenencias, se alivió de inmediato, pues ella con anticipación colocó dentro un uniforme limpio y una cantimplora con el preciado líquido cristalino que necesitaba para calmar su sed.
Grande fue su alegría, al ver detrás de los caballos un pozo que seguramente tendría agua y eso le garantizaría lavar aquella molesta suciedad sobre ella, pero al arrimarse sobre este para verificar si había agua, se llevó la inmensa desilusión de encontrar nada más que un pozo seco.
-Espera a que estemos en las murallas para darte un jodido baño, por ahora prepárate para retornar, cabalgaras con mi escuadrón esta vez.- Levi apareció frente a ella y la observó de pie a cabeza, entendía la necesidad de aquella mujer por asearse, pero ellos acababan de regresar de la misión y era la hora oportuna para retirarse, poco importaba el estado de Petra o si estaba hecha un asco, pues al llegar al cuartel él mismo la bañaría de ser necesario y la decisión de unirla a su escuadrón, fue por la mera curiosidad de ver como actuaba esta vez si veía más titanes frente a ella.
-¿Donde esta Irinna?- Con rapidez cabalgaba junto a Gunther y Erd, mientras observaba todo a su alrededor, aquella duda le estaba carcomiendo el interior desde el comienzo de la expedición y debido a la pronta retirada, no tuvo tiempo de buscarla o preguntar por ella.
La oji ámbar indagó por el paradero de su fiel amiga un par de veces más, pero no recibió respuesta de ninguno de los cuatro hombres junto a ella, maldición, comenzaba a cabrearse y eso no era nada bueno.
-Concéntrate Ral, no es el momento para hacer preguntas estúpidas.- Petra se encontró con la afilada y fría mirada de Levi, quien que la observaba por encima del hombro sin ápice alguno de empatía o deseos de hablar sobre el tema.
Agotada y con su mente hecha un desastre, la oji miel bajo la mirada y suprimió las ganas de llorar. Estaba segura de que algo sucedía con Irinna y comenzaba a mentalizarse de que quizá ya no la vería nunca más, después de todo, estaba acostumbrada a perder cada coa que era importante para ella. Como a su madre, su padre, sus memorias... el amor que sintió por ese hombre que cabalgaba frente a ella, la vida que tuvo con él, a su bebé... y ahora a la única persona que cuidó de ella y le dio cariño de verdad, cuando su vida no tenía sentido alguno.
Pero, ¿Quién era el culpable de sus desgracias? ¿Quién le arrebató la dicha de la que alguna vez gozó? ¿A quién debía señalar como el principal causante de sus desgracias? Petra se formulaba esas preguntas para ella misma cuando de un momento a otro, levanto la mirada y se encontró con otro de esos malditos monstros frente a ella... Entonces lo supo, los titanes, ellos tenían la culpa, esos seres abominables le destruyeron la vida y ahora, sin nada que perder, decidió que no temería mas a su cruel realidad. Unirse a la milicia fue su sueño, entrar a la legión su elección y para su entera desgracia... No podía arrepentirse de sus decisiones y desde ahora, aprendería a vivir con el resultado de haberlas tomado.
-Señor Gin, no tengo hojas en mi equipo... necesito hojas, estoy desarmada.- El rubio se quedó viendo a Petra mientras decidía que hacer, pero basto un gruñido de Levi para darse cuenta de que no era momento para intercambiar armas y con la mirada le dio a entender a Petra, que no era necesario que ella tuviese aquellas cuchillas en mano, pues sería el propio capitán quien se encargaría del titán.
Los ambarinos orbes de la joven, se quedaron hipnotizados en la figura del capitán, aquel hombre que con una agilidad impresionante se puso de pie sobre la montura del caballo mientras este aun galopaba, lo vio disparar el cable metálico directamente hacia el titán y con movimientos precisos y algunas volteretas que a ella le parecieron impresionantes, llego sin dificultad al cuello del gigante, para hacer un corte tan limpio sobre su nuca, que Petra sumergida en inmensa admiración, apenas se dio cuenta de que en pocos segundos, el capitán Levi ya había regresado a su caballo sin gramo alguno de dificultad... aquel hombre ni siquiera tenía sudor en su frente y se veía tan relajado, que ella logró sonreír como una tonta, olvidando por completo los malos presentimientos que le carcomían el pecho. Pues a la peli naranja le encantaba la idea de tener frente a ella al más fuerte de la humanidad e inconscientemente afirmó, que ese soldado tan fuerte, era su hombre.
Levi noto la extraña sonrisa que tenía su mocosa y se preguntó con molestia ¿Qué tanto le veía? Solo le corto el cuello a un inmundo titán, nada del otro mundo y algo natural entre los legionarios ¿Por qué tan sorprendida? Sea lo que fuese que su chiquilla pensara en ese momento, él debía preocuparse por mantener la formación y que las bajas fueran mínimas, pues ya estaban frente a la muralla y la prioridad serían los heridos apenas llegaran al cuartel.
Petra dejo su caballo en el establo y se apresuró en llegar a la carreta de heridos o a la de los cadáveres, no importaba a cual, solo debía encontrar a Irinna de una vez y ante la conmoción de las personas en el cuartel, le hizo revivir lo que horas antes había presenciado con tanta angustia.
-Capitana Nanaba... mi hermana, ella ¿Dónde está?- La peli naranja se acercó a la carreta de cadáveres y con sus ojos intentó reconocer entre tantos soldados caídos... a Irinna, pero no había señales de ella ahí. Nanaba la tomó de los hombros e intentó relajarla, pues la temblorosa soldado comenzaba a desesperarse y nadie le daba respuestas.
-¡Basta ya Ral! Ve hacia la enfermería y encuentra a la líder de escuadrón Zoe, ve directamente a la última habitación y se de ayuda ¿Cálmate si?- Petra asintió muchas y veces y luego de suprimir nuevamente sus emociones, corrió hacia la enfermería tal y como se lo ordenaron. Respiró profundamente cuando llego a la puerta de la última habitación y sintió su corazón latir desbocado cuando un grito desgarrador golpeó sus tímpanos sin piedad alguna, pues supo de inmediato que era de su adorada Irinna.
-¡Mierda! S-solo, solo córtela de una vez maldición.- La pelirroja jadeaba sobre la camilla mientras varias mujeres la sostenían de los brazos. Petra abrió la puerta y la imagen frente a ella le provocó un fuerte dolor sobre su pecho, pues ahí estaba su Irinna, siendo cosida sin piedad, una gran y profunda herida que recorría todo el largo de su pierna, estaba siendo suturada por las habilidosas manos de Hanji Zoe. La sangre ya tenía completamente empapadas las sabanas y las quejas de aquella mujer aumentaban cada vez que la aguja se incrustaba en pálida piel.
-¿Quieres que te corte la pierna? Hahaha, estas más loca que yo mujer, resiste unas veinte puntadas más y quedaras como nueva... la mordida de ese titán casi te arranca la pierna, pero no hay huesos rotos y dentro de unos meses caminaras como si nada.- La mujer de lentes parecía hablar sola, puesto que ni las mujeres que sostenían a la adolorida mujer, ni Petra o la enfermera que limpiaba con alcohol cada centímetro de Irinna, le prestaban atención a sus palabras.
-Por las jodidas diosas de estas murallas... como quisiera estar cogiendo en este momento y no aquí, siendo perforada por la loca que tuvo un orgasmo cuando vio a un titán anormal de mierda frente a ella, deberían llamarla, la loca de los titanes.- Sonriendo mientras respiraba entrecortadamente y se ahogaba con su propio dolor, logro pronunciar aquello entre jadeos y suspiros. La hermosa Irinna demostró que su negro y vulgar sentido del humor seguía intacto, Hanji sonrió desquiciadamente al darse cuenta de que un nuevo apodo para ella y sus obsesiones había nacido, pero al levantar la mirada y encontrarse con Irinna desmayada y Petra en el marco de la puerta balbuceando mientras lloraba desconsoladamente, se dio cuenta de que para estas valientes y novatas soldados, su primera expedición había sido todo un éxito, ya que estaban vivas y seguramente una de ellas aún estaba cuerda.
Luego de desinfectar las heridas en sus piernas y convencerla de que Irinna seguía con vida, Hanji logró enviar a la oji ámbar directamente a las duchas. Petra limpiaba sus mejillas mientras caminaba desconsolada por los pasillos de aquella cabaña, no tuvo que pensarlo tanto, se deshizo de su mugriento uniforme y dejo que el agua fría que salía de aquellas tuberías, lavara todo rastro de muerte y crueldad que dejo su primera expedición.
Llegar a su habitación con toda la tranquilidad que recobró bajo la regadera, pero aferrada a la toalla que cubría su cuerpo, intentó no soltar otra lagrima, pero la oji miel se dio cuenta de que el sol ya no alumbraba las murallas y que unas cuantas estrellas comenzaban a adornar el hermoso manto azul, ya era de noche y ella ni siquiera lo había notado, pues su traumática estadía en la enfermería y luego la larga reflexión y organización de ideas y recuerdos en el baño, le hizo olvidar por completo que aquel día estaba lleno de labores y esperaba que sus superiores no la castigaran por su desaparición.
Con lentitud tomó de uno de los cajones de su armario, unas bragas algodonadas y una bata blanca de dormir, dejo caer la toalla al suelo y sin ánimos de nada, comenzó a sujetar sus pechos con una venda limpia. No tenía sostenes y no era nada apropiado permanecer así aunque ya no tuviese la necesidad de salir de su habitación, pero aún conservaba la vanidad que la madame Brzenska se esmeró en pulir en ella y siendo un soldado, lo menos que podía hacer por su figura, era mantenerla ceñida todo el tiempo, aunque fuese con vendas.
Sin deseo alguno subió las bragas con lentitud por sus tersas y heridas piernas y luego se vistió con la suave bata de algodón, no había luz alguna en su habitación y tampoco se encontraban las chicas que compartían espacio con ella. Recordaba con horror como una de ellas fue masticada por aquel excéntrico y luego arrojada sobre el suelo, sintió un vacío profundo en su interior ante la imagen y sin pensarlo dos veces se lanzó a la cama y se cubrió de pie cabeza con la sabana, pero el tormento apenas comenzaba, pues en su cabeza escuchaba los gritos de sus camaradas pidiéndole ayuda y cuando ya no lo pudo soportar más, la imagen de su padre siendo devorado le apuñaló su frágil razón.
Petra no dormiría en esa fría y oscura habitación, con ligereza abrió la puerta y corriendo sin importarle nada, se dirigió hacia la cabaña de aquella persona que seguramente le traería la paz que necesitaba.
Agotado y fastidiado por tener que llenar con su puño y letra, varias actas de defunción de sus camaradas, el azabache apretó el puente de su nariz y luego restregó sus ojos con cansancio, el día fue una mierda, la misión también... con éxito para algunos, pero una verdadera mierda para él. Sabía que no necesitaba dormir, pero al diablo, estaba tan cansado que intentaría cerrar los ojos por más de cinco minutos y luego seguiría con el maldito papeleo.
Levi comenzaba a dormitar sobre el escritorio cuando suaves golpes en su puerta se hicieron escuchar por su aguda y perfecta audición, molesto y sin ganas de atender a quién demonios fuera, decidió hacer caso omiso al molesto bastardo que osaba joderlo a esas horas y cerro nuevamente sus ojos.
-C-capitán... soy yo, Petra ¿Esta aquí?- Aquella melodiosa voz logró ponerlo de pie de inmediato y no se dio cuenta en que momento tomo el pomo de la puerta y la abrió con rapidez para recibir a la chiquilla de ojos amelados que lo observaba con melancolía tatuada en su mirada.
-Perdone que lo moleste pero, yo quería saber si... ¿Puedo dormir esta noche con usted?- El jodido sueño en él, se esfumó de inmediato al ver aquellos rojizos labios moverse con suavidad mientras pronunciaban aquellas palabras tan hermosas, Levi sintió su pecho arder y todo rastro de cansancio se fue al carajo ¿Negar algo a su mocosa? Jamás.
Preciosuras del rivetra!!! Se supone que este capítulo seria publicado ayer... pero me enferme MALDICION!!! Miren esta chica amaneció súper bien y luego de tomar una malteada como desayuno a las 8 am... un dolor tan agudo y espantoso la atacó de inmediato... estuve así hasta las 6 pm CREANLO y fue horrible porque vomite TODO y hasta lo que no tenía.... Según mi padre quien sirvió de enfermero... convulsione y me desmaye muchasssss veces ¿wtf? Yo no lo recuerdo pero... ¿Mi consejo? No tomen leche nunca ni nada lácteo... ok no... la verdad es que puede ser gastritis o apendicitis... ¿Por qué no voy al médico? Me mamé... tengo un trauma desde la última vez que estuve en uno y desgraciadamente...... no puedo superarlo!!!!
Ahora bien.... Dejare el capítulo hasta aquí porque... de no ser por esa jodida ''indigestión infección lactosa'' Yo ya estaría publicando la continuación de esto..... quiero morirme !!!
Gracias por leerme bellas rivetrianas y espero comentarios sensualesssss y opiniones de como estuvo la primera expedición y si les gusto lo que escribí pues... yo no soy sanguinaria nenas ajajjajajaja pero esto apenas comienza muajajajajajajajjaja
¿Petra y Levi van a dormir? Jah si como no..... ok tal vez si duerman!!!
MILLONES DE GRACIAS POR LEERME Y LLENENME DE SU AMORSSSSSSSSSSSSSSSSSS en comentarios porque no tengo planeado morir hasta que no termine toda mis historias que con tanto amor hago para ustedes .... Son mis musas y las adoro
Mmmuuuaakkkkkkkkk ....
-Alaiaak-
PD: Justo ayer que estaba muriéndome compraron pizza y alitas barbacoa en mi casa..... Esta gente no me ama!!!
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