Altercado

           

En el preciso momento en que la taza caía al suelo y se hacía pedazos, el líquido hirviente que contenía, salpicó por todos lados incluyendo los delicados pies de la oji miel, ésta dejo de ver al hombre frente a ella y se concentró en el ardor de su piel, su cuerpo dolía demasiado, pero logro moverse con rapidez lejos de los vidrios y el té derramado, que comenzaba a bajar de temperatura sobre el frio suelo y mientras se agachaba para palpar sus lastimados pies, sus costados le provocaron dolor y comenzó a sollozar, ya no le importaba el mal educado que estaba a unos metros de ella, en ese momento le preocupaba el desastre provocado en la cocina y lo mal que su cuerpo se sentía por la interrupción de aquel que para ella era un bruto sin modales.

-¿No te enseñaron a respetar tu cuartel? En la academia nos instruyen con buenos  modales y una regla básica es respetar los inmuebles del establecimiento en el que vivimos, rajaste la puerta con tremenda patada y deberás pagarla, mañana se lo notificaré al comandante Smith. Leelu vociferaba con suma molestia mientras arrancaba un pedazo de su bata de dormir, para luego humedecerla con agua fría, estaba muy enfadada con el soldado que no hacía más que permanecer quieto en el marco de la puerta con una expresión de asombro, ella nada más lo veía de reojo, pues le dio algo de miedo su extraño actuar, tal vez era un demente o algo peor.

-¿Estas sordo? Como sea, ayúdame a limpiar este desastre, la capitana Nanaba me advirtió sobre la limpieza en este lugar y por el momento yo... no puedo agacharme ¡hazlo tú! Sera tu castigo por romper las normas de disciplina. La oji miel desarrollo un fuerte carácter durante sus años de cadete y para ella era normal actuar con tanta autoridad, pues sus ideales de orden y disciplina, eran quizá aún más altos que los del propio Levi.

El azabache parpadeo muchas veces al escuchar aquellas palabras y aquel tono de voz, su subconsciente comenzaba a despertar y después de varios minutos visualizado la silueta de la chica que se parecía a su mujer, se dio cuenta de lo imbécil que era, su Petra jamás le hablaría de esa manera tan altiva, no le daría órdenes y seguramente, la soldado que tenía frente a él, recibiría un castigo por dirigirse a un superior de manera tan irrespetuosa.

Levi se acercó a ella quien se encontraba de espaldas y con rapidez la tomo del brazo para darle la vuelta, su sorpresa fue inmensa cuando sus ojos se prendaron del orbe ambarino de la chica, solo de uno,  pues el otro evidentemente estaba lastimado e hinchado, amoratado y al parecer fue a causa de un golpe a puño limpio.

Sus gélidos ojos se deslizaron por el rostro de Leelu, aquellas finas facciones se parecían tanto a las de su mocosa, pero tenían un toque más maduro a su parecer, su fino rostro ahora más hermoso le hizo estremecerse y  sin siquiera controlarlo, la boca se le hizo agua cuando se prendo de sus labios, aquellos perfectos y carnosos labios color coral que estaban adornados por una herida,  su cabello tan sedoso y con el tono naranja que a él, tanto le gustaba y que solía rizar por las mañanas mientras la veía dormir, esa mujer era Petra, estaba seguro de ello, tenía que serlo, pues no podía parecerse tanto a su esposa, incluso tenía intenciones de olfatear su aroma y ver si acaso era el mismo que Petra poseía, vainilla dulzón y flores, quizá solo creció unos centímetros más, pero aún seguía siendo más pequeña que él. Con tanta coincidencia, Levi estaba perdiendo el control otra vez ¿acaso estaba loco? De alguna manera se sentía como todo un demente frente a ella, ella que nada más lo veía con desconfianza mientras intentaba zafarse de su agarre. Él no le dio importancia a los inútiles movimientos de la chica e intentó acariciar aquellas tersas mejillas, pues se veían hermosas siendo iluminadas por la luz de la luna que se colaba por la ventana de aquella cocina en penumbras y antes de siquiera lograrlo, una fuerte patada en su entrepierna lo hizo caer al suelo. Petra uso la última reserva d energía que tenía y decidió atacar al hombre que intentaba tocarla, si algo aprendió todos esos años, era que los hombres no son de fiar y este estaba actuando tan extraño que no le daría la oportunidad de aprovecharse de ella si es que así lo tenía planeado.

-¡No me vuelvas tocar! Mientras Levi se retorcía en el suelo y maldecía a cada ser vivo de las murallas, Petra se escapaba a paso lento y se disponía a llegar a donde fuese, a cualquier lugar donde el no pudiese encontrarla.

Sintió un gran alivio cuando frente a ella se encontraba la cabaña que compartiría con Irinna, sin pensarlo entro en ella y busco la habitación de ambas, toco muchas veces y en cuestión de minutos, Irinna ya estaba frente a ella con una expresión somnolienta y llena sorpresa por la inesperada persona frente a ella.

-¿Leelu? Que estás haciendo aquí niña, se supone que deberías estar profundamente dormida,  tu cuerpo está hecho un asco ¿y aun así sales a pasear en la madrugada? Entra de una vez antes de que también se te ocurra resfriarte. La peli naranja decidió no decir nada sobre lo ocurrido en la cocina o mucho menos del el sujeto rompe puertas, si Irinna se enteraba de aquel extraño suceso, sería capaz de ir y partirle la cara al soldado, por lo cual alego con simpleza que no podía dormir sin ella y que el olor de aquel lugar era horrible. Mientras se acomodaba en la cama e intentaba dormir, la imagen de aquel hombre en las penumbras, seguía provocándole escalofríos por todo el cuerpo y ni siquiera entendía el porqué, no era miedo, mucho menos se sintió así cuando lo sintió acercarse, al contrario de eso, la oji miel sintió como su cuerpo se erizaba ante el contacto de aquella fría mano sobre su piel y tampoco  podría explicar que era aquel sentimiento extraño que se formó en su interior cuando él la veía fijamente. Por un momento sintió calidez por parte de aquel extraño hombre, pero lo mejor sería olvidarse de ello e intentar dormir, su cuerpo estaba tan adolorido que en cuestión de segundos se quedo dormida mientras se abrazaba fuertemente a Irinna.

El azabache recuperaba el aliento y mientras se encontraba de rodillas sobre el suelo mojado, sus manos apretaban su entrepierna de manera compasiva, la única mujer que una vez logro golpear esa zona, fue su mocosa y ella era la única privilegiada en hacer eso sin salir lastimada, y ahora que  un fantasma con el ojo morado lograba repetir aquello, le importaba una mierda si se parecía a Petra, aquella incivilizada mujer tendría su castigo. No solo por el golpe, las ordenes, el desastre en la cocina o el hurto de su preciado té negro, no, claro que no. La copia barata de Petra pagaría por tocar el orgullo del capitán y sobre todo, por hacerle perder el control y por parecerse tanto a aquella mujer que tanto le lastimaba.

Luego de dejar la cocina impecable, Levi se dio cuenta que en su tetera favorita, aun había té. Lo observo un par de segundos y luego decidió beber de él, su aroma era exquisito pues estaba bien preparado y el sabor, ni hablar, estaba perfecto de esa manera y tal vez no sería tan cruel con la ojos morados de mierda, nombre que le dio a Petra, o a su fantasma o solamente a la mujer que se parecía demasiado a su pequeña niña de ojos miel, a esa escandalosa y mandona peli naranja que deseaba volver a ver, pues le hizo sentir cosas que no sentía desde hace años, desde aquel maldito día en que la perdió.

Sin apuro alguno terminó su bebida y luego regreso al viejo cuartel, justamente antes del amanecer como lo había planeado, sus subordinados aun dormían y el intentaría hacerlo por lo menos una media hora, ya que apenas la luz del sol iluminara su rostro cansado, el volvería a la rutina y entrenaría a aquellos soldados por una semana más, luego regresaría al cuartel y con suerte vería a la maldita mocosa del té.

Con ayuda de Irinna, la oji miel recibió un reconfortante baño. Decidió usar el uniforme a pesar de que no podría entrenar ese día, según Nanaba y Mike, la chica tuvo suficiente el día anterior y por ahora debía recuperarse, pues según ambos capitanes, ya tendría tiempo de sobra para entrenar cuando el capitán regresara.

La semana paso lentamente y las hermanas Delaney, eran muy bien conocidas, los soldados se aglomeraban para ver los entrenamientos de ambas y todos suspiraban cuando el turno de Irinna llegaba, aquella mujer era tan hermosa como peligrosa, no había hombre que no cayera a sus pies, literalmente. Pues a todos los derribaba con aquellas patadas únicas que perfeccionó por años.

Petra se encargaba de algunos deberes en el cuartel, mantener todo en orden era uno de sus pasatiempos y cuando no había nada que hacer, preparaba algunas bebidas con lo que fuese para sus camaradas. Gracias a su simpatía, logró llevarse bien con los demás soldados, ya era parte de la legión y el titulo de novata, solo duraría hasta su primera expedición, por lo tanto, nada le impediría tener un trato cordial con sus compañeros. La peli naranja, era conocida como la más dulce y amable de ambas hermanas, muchos la veían como una hermanita menor  y la hacían rabiar algunas veces, pues se burlaban de aquella estatura, esa que para ella era normal, no era su culpa que todos fueran fenómenos gigantes.

Leelu ya conocía a cada miembro de la legión, desde los altos mandos, capitanes, soldados y a los recién llegados como ellas. Pero vivía con la curiosidad de saber quién era la líder del segundo escuadrón, que según todos... estaba loca. Pero ella estaba en Sina resolviendo asuntos confidenciales de la legión. También quería conocer al capitán Ackerman, como lo llamaban los demás, aunque a veces solían mencionarlo como  ''el hombre más fuerte de la humanidad'' u otros adjetivos que denominaban grandeza y orgullo para los demás, cosa que a ella le fascinó, si aquel hombre era tan admirado como temido por todos, ella también debía darle el mismo valor al igual que los demás. Aunque a veces se reía de él por algún cuento raro sobre sus gustos, ella no quería hacerlo, pero era tan divertida la manera en que hablaban sobre sus obsesiones con la limpieza, pero casi nunca le decían nada sobre su vida personal, cosa que le pareció extraña, pues sin conocerlo en persona, ya tenía demasiada información sobre él como soldado, pero nadie mencionaba cosas de su vida fuera del cuartel y al parecer todos tienen una.

Era una mañana agradable en el comedor, todos desayunaban tranquilamente y se respiraba un ambiente ameno, pero cuando un fuerte golpe en la puerta se escuchó, todos se alarmaron y  solo uno de los soldados tuvo el valor de ver quien interrumpía de aquella manera.

-¿Líder de escuadrón, otra vez volvió a azotar la puerta con su cabeza? ¿Se encuentra bien o tendremos que llevarla a la enfermaría como la vez anterior? Algunos soldado sostenían las carcajadas y otros simplemente se daban una palmada en la frente, ya todos conocían el comportamiento hiperactivo de aquella mujer de cabello castaño, que ese encontraba sobre el suelo sobándose la cabeza.

-Descuida Moblit, esta vez mi cráneo está intacto, pero es su culpa por cerrar las puertas... Estoy buscando a Erwin, tengo que verlo de inmediato antes de que el enano regrese ¿porque aún no regresa cierto? El llamado Moblit, un hombre de cabellos rubios y fiel protector de aquella mujer, le ayudaba a ponerse de pie al mismo tiempo en que respondía las preguntas de Hanji Zoe.

-Él no ha regresado, pero tenemos informado que su día de retorno es hoy, el comandante Erwin está en su oficina, perdone la pregunta ¿pero acaso usted  hizo algo que moleste al capitán? Moblit se veía nervioso ante la posible respuesta de la castaña, pero ella solo se dignó a sonreír mientras se sacudía la ropa y daba media vuelta, tenía mucho de qué hablar con Erwin y sin la presencia de Levi, todo sería posible en ese momento.

Mientras Hanji corría velozmente por los pasillos, una distraída Petra caminaba con algunos documentos en sus brazos, papeles importantes para la capitana Nanaba que debía manipular con mucho cuidado, pero sin siquiera darse cuenta, una pesada figura tropezaba bruscamente haciéndola caer al suelo, mientras el cuerpo de la otra persona colisionaba sobre ella. Tan inesperado fue el impacto, que la oji miel apenas procesaba lo ocurrido, mientras que la mujer sobre ella, estaba totalmente boquiabierta, ella quien estaba con sus manos sobre el suelo a pocos centímetros del rostro de la peli naranja, tomo un efímero instante para examinar a Leelu y su sorpresa fue inmensa cuando ella sin necesidad de suposiciones, la reconoció a la perfección.  Hanji estaba más que segura que esa era Petra, pero su cerebro no formulaba todo con precisión ¿cómo era posible aquello? De qué manera se explicaba que alguien a quien creía muerto, estaba frente a ella. No había una  explicación lógica, o al menos no para Hanji.

-Podría por favor apartarse, está muy pesada ¿aquí nadie sabe de modales? Petra incomoda por la intensa mirada de Hanji, comenzó a empujarla hacia un lado, la anonada castaña ni siquiera parpadeaba y se concentraba en cada movimiento de la oji miel, ella quien solo recogía aquellos papeles intentando que ninguno se arrugara, por un instante le dedico una mirada a Hanji, al verla tan sumida en sus pensamientos y con aquella expresión pintada en su rostro y que le daba pavor, decidió iniciar una conversación, tal vez la castaña estaba arrepentida por su imprudente acción y no sabía cómo disculparse con ella.

-No se preocupe, estoy bien... es la primera vez que la veo por aquí ¿cómo se llama? Petra le sonrió dulcemente y Hanji comenzó a sudar frio, aquella sonrisa la recibió tantas veces en el pasado y ahora se sentía demasiado extraño, porque seguía siendo tan cálido como lo recordaba.

-¿Y-yo soy, Hanji... soy yo, no me recuerdas enana? Luego de las tartamudas palabras de Hanji, la oji miel quedo estupefacta ¿acababa de regalarle una disculpa y ella la llamaba enana sin motivo alguno? Fue suficiente para la oji miel y mientras se ponía de pie y mordía sus labios para evitar decir algo indebido, simplemente comenzó a caminar directo a la oficina de Nanaba, dejando a la castaña completamente  confundida.

Levi y su escuadrón cabalgaban a gran velocidad hacia el cuartel, llegarían en poco tiempo y para alivio del azabache, tomaría una ducha lo antes posible, usar el agua del rio como baño diario, no era muy satisfactorio y necesitaba de su bañera cuanto antes.

Erwin encontró a la castaña de lentes aun sobre el suelo, se alarmo demasiado al verla tirada como un costal de papas, con los ojos húmedos y una expresión nostálgica.  Erwin la tomo entre sus brazos y la hizo reaccionar con una ''delicada'' palmada en la mejilla.

-¿Hanji te encuentras bien? Responde, ¿alguien te hizo daño o acaso Levi te dio la paliza del día? Aunque lo dudo, el todavía no regresa, dime que sucede ¿acaso estas llorando? El rubio no solía mostrar afecto hacia nadie, pero era casi imposible conservar sus sentimientos en frío cada vez que Hanji estaba cerca, sobre todo porque desde hace mucho que compartían algo más que solo unas cuantas noches clandestinas.

-Era ella, la enana está aquí y me sonrió, debiste verla Erwin, se ve preciosa y ya no es una niña, ¿dime acaso Levi ya la vio? Él debe de estar muy feliz ¿verdad? Seguramente ya no tiene esa cara de estreñido, como podría si ella está aquí... ¡Petra está viva! Las palabras de Hanji cada vez consternaban más a Erwin, él supo que algo raro sucedía con ella desde que la vio, pero cuando el nombre de Petra se formuló en sus labios, se dio cuenta de que tal vez Hanji ya estaba loca de verdad y seguramente los golpes de Levi provocaron cada uno de esos desequilibrados pensamientos.

El comandante nada más la puso de pie y la dirigió a su oficina, Hanji no dejaba de ver en dirección a donde Petra se había marchado y sonreía de alegría al recordar ese momento tan especial, ahora solo faltaba ver al pequeño hijo de ambos y ella sentirá que el dolor de años anteriores se esfumaría por completo.

La energía de Hanji era elevada, cosa que el comándate aprovecho y en un movimiento rápido la sentó sobre su escritorio para proceder a besarla con mucha pasión, hace dos semanas la envió a Sina con la tarea de conseguir un permiso para capturar titanes vivos y poder estudiarlos, él esperaba a que le dijesen que no, ya que para la monarquía, aquello significaba gastos económicos muy elevados y para Levi y él... se trataba de un dolor en el trasero con el cual no querían lidiar. Pero por el momento no preguntaría nada sobre el viaje y se enfocaría en sacar aquellas ideas de la cabeza de Hanji, no era bueno que ella hablara sobre un fantasma, eso podría traer de nuevo la melancolía a Levi y en esos momentos lo necesitaba más frio que nunca, así debía ser siempre.

-Oye, déjame un momento ¿sí? no has parado de besarme y aun es de día, necesito hablar contigo sobre el viaje y también necesito ver a Levi, quiero que me diga como encontró a la enana y quiero hablar con ella de muchas cosas. Erwin ignoraba cada palabra y se concentraba en lamer el cuello de la castaña con mucha precisión, ella jadeaba y apretaba las caderas del comandante con sus piernas y justo cuando sucumbía ante la lujuria, un serio azabache abría la puerta de aquella oficina y los encontraba en plena sesión erótica. Hace muchos años que sabía sobre su ''secreta relación'' y sin inmutarse, el oji azul solo tomo asiento frente a ellos, quienes se apresuraban en acomodar unos cuantos botones y cierres.

-Levi, que bueno verte ¿pero me explicas porque carajos no tocas la puerta antes de entrar? Erwin mantenía el tono de su voz con mucha serenidad, pero por dentro quería darle una buena paliza al arrogante capitán.

-Créeme que no ha sido mi intensión encontrarlos en pleno acto tan repugnante, pero si me quedaba esperando, probablemente tendría que escuchar a la cerda esa gemir y no tengo deseos de regresar lo que eh desayunado. Ahora si no te molesta a ti, quiero infórmate que mis escuadrón ya está listo y si no me necesitas para otra de tus idioteces, me retiro por lo que resta del día. Levi se puso de pie y antes de siquiera tomar el picaporte, el comandante tomaba de su escritorio un carpeta con muchos documentos con los cuales, el azabache se desvelaría en esa noche hasta terminarlos.

-Son los expedientes de un par de reclutas nuevas, necesito que los examines y que te hagas cargo de entrenarlas, también se encuentran algunas actas de defunción de los que fallecieron en la expedición anterior, verifica que no falte nadie y luego tráemelos. Hanji sonreía disimuladamente ante la evidente venganza de Erwin, mientras que este solo alzaba su brazo para que él malhumorado capitán tomara aquellos documentos.

-Es una jodida mierda, dile a la cuatro ojos que haga el maldito papeleo, no soy tu jodida secretaria cejotas. Levi murmuraba con fastidio aquellas palabras mientras salía de aquella oficina azotando la puerta tras él. Hanji se dio cuenta de la tensa y divertida situación y aprovecho para escapar de Erwin, a una gran velocidad rodeo la oficina y salió justo antes de que el pudiese atraparla.

-Enano espera ¡hay algo que necesito saber! La castaña corría tras Levi y cuando apenas lo alcanzo, noto que él ni siquiera prestaba atención a lo que ella le decía, más sin embargo, al mencionar el nombre de Petra, lo vio tensarse al mismo tiempo en que detenía su andar en medio del pasillo.

-Yo no sabía que ella estaba aquí  ¿cuándo la encontraste? Quise hablar con ella pero al parecer tenía prisa y no quise molestarla, además la tire al suelo por accidente, fue divertido pero no te preocupes, no la lastime en los absoluto, aunque me pareció raro verla con el uniforme militar, ¿dime ella ya te explico que fue lo que sucedió? Hanji hacia lo que para Levi era parlotear de cosas sin sentido, el solo decidió ignorarla y siguió caminando, pero ella confusa ante su actitud, lo siguió con más preguntas, aunque jamás recibió respuesta por parte del mudo capitán.

-Oye enano, sé que no te gustaba que me acercara a ella, pero Petra era mi amiga y paciente especial, ahora que está de regreso me gustaría ser más unida a ella, además tu hijo ya debe ser todo un pequeño hombrecito y quisiera ver si se parece a ti, aunque espero que no, pobre Petra tener que lidiar con un minia tú, ha de ser muy desgas... Hanji no terminó de decir aquella frase pues de un momento a otro, el azabache la tomaba del cuello y la aventaba bruscamente sobre la pared, su mirada estaba compuesta por cólera, furia, indignación e irritación, la castaña logró desesperarlo a tal grado que deseaba matarla de una vez. Como se atrevía a bromear de esa manera, después de saber perfectamente cómo se sentía, ella jugaba con aquel tema que el tanto evitaba.

-Maldita, no digas ni una sola palabra más, me importa una mierda si me ejecutan a cambio de tu miserable vida, no vuelvas jugar de esa manera con la memoria de mi mujer o te juro que alimentare a cada jodido con tus asquerosas entrañas. Levi ahorcaba cada vez más a Hanji y sus intenciones eran dejarla inconsciente hasta que sintió un fuerte manotazo en su cabeza, procesando lo que acaba de ocurrir, el azabache se dio la vuelta para encarar a aquel que había osado tocarlo, al parecer ese día no solo sería el entierro de quien en vida fuera Hanji Zoe, ahora alguien más acababa de convertirse en cadáver, cosa que el azabache vio como premio doble.

-Eres un maldito animal, como te atreves a golpear a una mujer de esta manera ¡el comandante Smith se enterara de esto! Le diré también que fuiste tú quien destruyó la puerta de la cocina. ¡Todos los hombres son una escoria! Levi se quedó mudo al ver y escuchar a aquella fiera jovencita frente a él, la claridad del día iluminaba cada detalle de aquella mujer a la cual noches atrás había confundido con Petra, pero esta vez, él estaba seguro de que era ella. No podía evitarlo más, tenía que aclarar sus dudas de una vez.

-¿Quién mierdas eres tú? Responde de una puta vez ¿dime quien eres mocosa? El azabache tomó a Leelu de su chaqueta y la acerco a él, la intimidaba con la mirada pero ella no se quedaba atrás, ambos sostenían una lucha llena de ira y por sus orbes se escapaba aquel sentimiento que denominarían como, odio.

-¡Que te importa y suéltame de una vez! No te tengo miedo y no voy a seguir las órdenes de un patán. Petra intentaba sonar ruda, pero en su interior, algo se quebraba en mil pedazos, amargura se sentía en su pecho y aquella niña en su interior le gritaba que se detuviese de una vez, pero ella simplemente la ignoraba y seguía con su mirada retadora hacia Levi.

Fue en cuestión de segundos cuando el filo de una espada se encontraba puesta en la nuca del azabache, Irinna había presenciado el momento en el que él tomaba a su preciada niña de aquella manera tan peligrosa, sin dudarlo e ignorando las consecuencias de sus actos, la pelirroja se atrevió a desafiar al mismísimo infierno con tal de proteger a Leelu.

-¿Se puede saber qué demonios ocurre aquí? Soldado Delaney baje la espada ahora mismo y Levi, ¡suéltala de una vez! Erwin se acerba con prisa y se encargaba de detener lo que fuese que estuviese ocurriendo. Hanji aún no entendía que sucedía y porque Petra trataba a Levi como a un extraño y viceversa. De un momento a otro, las hermanas Delaney caminaban hacia la oficina de Erwin seguidas por la anonadada Hanji y el azabache, quien veía con aborrecimiento ambas mujeres.

-Podrían explicarme de manera civilizada ¿qué fue lo que ocurrió? Por qué el capitán Levi sostenía a una de ustedes con brusquedad, mientras la otra amenazaba con hacerle un corte al estilo titán sobre su cuello. Erwin tomaba asiento frente a ambas mujeres y Levi quien permanecía de brazos cruzados con una expresión variante entre molestia y arrogancia. Petra abrió la boca al escuchar la palabra ''capitán'' Jamás se imaginó que aquel hombrecillo mal educado y patán, tuviese un cargo tal alto en la legión. Mientras que Irinna solo reprimía sus impulsos de querer golpearlo, fuese quien fuese aquel hombre.

-Ha sido mi culpa comandante Smith, yo me entrometí cuando el... yo golpee la cabeza del, ca-capitán. Y eso provoco el actuar de mi hermana, lo lamento. No hay excusa para nuestro deshonroso comportamiento. Petra miraba justamente al suelo mientras se disculpaba, Irinna maldecía en su interior por aquella actitud de su chiquilla y se lamentaba de saber la falta de carácter que tenía, pero la entendía pues ella siempre seguía al pie de la letra las normas y faltarle el respeto a un superior, era algo que Leelu jamás se perdonaría.

-Yo solo quiero decir, que nadie toca a Leelu, sea quien sea. Y el capitán aquí presente, la estaba lastimando, tenga el cargo que tenga, su deber es respetar a los soldados y me parece muy bajo de su parte intimidar a una mujer solo por creerse más fuerte. El azabache sentía como una vena se sobresaltaba en su frente y estaba a punto de explotar, cada arteria de su cuerpo hervía ante las palabras de la pelirroja y si pudiese matar con la mirada, ella ya sería cosa del pasado.

-No puedo creerlo, apenas tienen una semana aquí y ya tienen problemas con un capitán, pueden ser buenas soldados, pero la indisciplina no es algo bien visto aquí en la legión y aún están a tiempo de cambiarse de rama militar. Leelu comenzó a sudar frio, jamás imagino que se metería en un problema tan grave y las palabras de Irinna no ayudaban en nada. Lo mejor sería disculparse de una vez e intentar ser cortes con aquel hombre que no cooperaba en nada. La peli naranja se giró hacia Levi y se mordió los labios antes de iniciar con su pequeño monologo de disculpas, pero justo a tiempo, la voz de aquella mujer la hizo detenerse, llamando la atención de todos los presentes y aún más la de Levi.

-¡Tu! la chica de cabellos naranjas, dime tu nombre, edad y distrito al que perteneces. Leelu solo suspiró con alivio, creyó que le diría algo desagradable, aunque ella hizo lo que hizo, para ayudarla.

-Mi nombre es... Leelu Delaney, cumpliré dieciocho en dos meses y pertenezco al distrito de Trost. La joven hizo el saludo militar cuando respondía a la pregunta de la castaña, mientras que ésta nada más bajaba la cabeza totalmente decepcionada de ella misma, como pudo creer que aquella chica era Petra, eran idénticas, pero ella debía de superar de una vez la muerte de la que una vez considero como a una hermanita menor.

Levi solo confirmo aquello que sospechaba, el también creía que ella era Petra, pero muy acostumbrado a las decepciones, solamente lo acepto tal y como era, además esa mujer jamás se parecería a su tierna y dulce Petra, ella era mandona y bastante entrometida, se atrevió a insultarlo y por si fuera poco, lo llamó patán.

Luego de discutir por varios minutos sobre quien tenía la culpa de aquel innecesario y bochornoso altercado, Erwin le pidió a las chicas que se retiraran, ambas tenían entrenamiento en una hora y debían prepararse. Levi solo se acomodó en uno de los amplios sillones de aquella oficina y suspiro disimuladamente, no tenía ni la más mínima intención de hablar del tema, aunque ahora entendía porque Hanji se comportó de aquella manera y porque saco aquel triste tema a flote, ella confundió a Petra con Leelu, algo que el también hizo. Mientras Erwin y Hanji murmuraban cosas que él no entendía y a las cuales no prestaba atención, por pensar profundamente en el rostro de la peli naranja y en aquellos largos cabellos trenzados y sus grandes ojos color miel, le pareció tan bonita que ahora estaba impregnada dentro de él y comenzaba a odiarse al sentir que traicionaba a su niña, a su Petra.

Luego de una larga en la cual Irinna y Leelu discutieron por lo ocurrido, un poco más relajadas salieron al campo de entrenamiento, ambas llevaban puesta la ropa con la que solían entrenar y cuando se preparaban para comenzar, Mike les advirtió sobre el cambio de planes a último momento, por órdenes del comandante y que de ahora en adelante, todos los soldados serian entrenados por el capitán Levi y la peli naranja comenzaba desesperarse, ahora que sabía quién era él, no podría mostrarse tan altanera ni mucho menos reprochar la actitud de su superior, aunque quisiera.

Levi se acercaba al campo de entrenamiento seguido por sus tres subordinados, aquellos a los cuales comenzaba a tratar diferente y con más confianza y que claramente usaría para que le ayudasen con el entrenamiento de aquella bola de comida para  titán, apodo rutinario con el cual se refería a ellos.

Varios equipos se formaron, cada uno al mando de los subordinados de Levi y mientras la peli naranja hacia un calentamiento previo, una pesada mirada se encontraba puesta en ella, a veces la ignoraba pero al sentirla constantemente, se incomodaba y le respondía de igual manera para que aquel extraño capitán dejase de verla de una vez.

Sintió seca su garganta y decidió acercarse a las bancas en donde se encontraba su cantimplora y antes de poder llegar, un soldado se tropezaba con ella y nuevamente regresaba al suelo como si no fuese más que una delicada pluma, pero esta vez fue diferente, aquel joven le ayudo a ponerse de pie en el momento en se vieron frente a frente, ella sintió como la apresaba con fuerza y casi la dejaba sin aire, le escuchaba decir tantas cosas que lo único que pudo rescatar de aquella ráfaga de palabras, fue un nombre, uno que solo escuchaba en sus sueños.

-¡Oh Petra! Estas aquí, creí que nunca te volvería a ver, no puedo creerlo, eres tu Petra, mírate pequeña, no has crecido nada, bueno eres más hermosa ahora, pero, sigues siendo la misma Petra Ral de siempre.

El interior de la peli naranja era una mezcla de emociones extrañas, aquel nombre le estaba volviendo loca y de un momento a otro, un dolor en su cabeza comenzó a aparecer, Levi quien había escuchado todo, se sintió furioso al ver a uno de sus subordinados abrazar a aquella chica mientras la llamaba Petra y sin decir nada, comenzó a caminar hacia ellos, justo en el momento en que Irinna se aproximaba también, la expresión en el rostro de la oji miel no era la mejor  y ella más que nadie sabía lo que podría llegar a ocurrir si no se acercaba a tiempo.











HI HI. 💕❤️💕❤️💕
Espero que les guste el CAP y que me comenten lo que creen necesario !!!

Tengo a Angelicakuinaza desesperada ..... cualquier error ortográfico es culpa de ella ❤️❤️💕❤️💕❤️💕💕💕💕❤️💕💕💕 pero la adoro... el poder manipulador que tiene sobre mí me encanta ❤️

No olviden comentar !

Esperaban esto???????

ok muaakkk besos

-Alaiaack-

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