Deseo a primera vista.



Gojo Satoru, un alfa proveniente de una familia extranjera bastante poderosa, solía hacer viajes periódicos a Japón, teniendo un par de empresas a su cargo en aquel país, los viajes tenían asuntos de negocios, o eso es lo que decía él, a veces se la pasaba más en bares, fiestas o clubes nocturnos que firmando contratos. A pesar de eso, sabía bien cuando divertirse y cuando atender sus empresas. En una visita de esas a Japón fue cuando se encontró con un viejo amigo que conoció en su país natal, estaban reunidos en un bar, Satoru escuchaba los problemas de Toji mientras le daba consejos estúpidos, algo propio de él, luego intentaría desviarse del tema para hablar de el mismo y de sus aventuras por el país.


— Esta zona de la ciudad es increíble, ¿a qué no adivinas a cuantos chicos lindos me he follado? — pregunto el albino con una amplia sonrisa.

— Eres un asqueroso. — Soltó una risa seca mientras meneaba su vaso. — Esta bien, sabes que no soy bueno con las adivinanzas, dime ¿con cuántos, Gojo?

— No, pero tienes que adivinar, Toji. — le pega un codazo.

— Con cero porque eres muy insoportable.

— ¡Oye, no lo soy! — fingió indignación luego sonrió y se acercó al pelinegro susurrándole al oído. — En fin, supe de un nuevo club nocturno donde tienen a los mejores omegas, lo digo en serio, varios son vírgenes, y están dispuestos a cumplir todo lo que les pidas.

— ¿Y porque eso me interesaría a mí? — Toji cuestiono rodando los ojos.

— Bueno pensé que eso te pondría de mejor humor, además no quería ir yo solo.

— Paso, no me gustan esos lugares. — Bebió de su vaso viendo hacia otro lado.


Esa era la vida de Satoru, vivir con la máxima libertad posible, no creía en el amor, y odiaba las ataduras, sus relaciones se basaban en solo placer, era ese tipo de hombres que solo jugaba con los sentimientos de pobres incautos con el fin de conseguir solo una cosa de ellos, sexo y atención. Siendo un atractivo y destacado alfa, podía tener a todos los omegas que quisiera alrededor suyo, siendo un poco narcisista, creía que nadie era lo suficientemente bueno para él y que jamás podría a llegar a enamorarse de alguien, a su parecer eso era perder en el juego.

Pasaron los meses, y Gojo fue invitado a la boda de su amigo Toji. Compro un regalo para los novios, un bonito portarretratos, pensó que en el podían poner la foto de la boda. A pesar de que estuvo bastante aburrido en la parte ceremonial con el sacerdote y todo eso, se emocionó cuando llego la hora de la gran fiesta, eso era lo suyo. Bebió cocteles como si no hubiera mañana, milagrosamente aun podía coordinar sus movimientos para ir a la pista de baile. Bebía, bailaba con alguien, contaba historias graciosas a un par de invitados, y repetía el ciclo, hasta que sus ojos se encontraron con Yuuji, un chico lindo de llamativo cabello rosa, no dudo en acercársele para invitarlo a bailar, a pesar de que su hermano mayor Choso estuviera cuidándolo.

Ambos se la pasaron de maravilla, bailando, riendo y cantando las canciones que ponía el DJ, la peor parte se la llevo Choso que ahora tenía que cargar con dos ebrios en su automóvil. Yuuji apenas podía caminar, y Satoru estaba que se tambaleaba con cada paso, dejo a su hermano menor en el asiento del copiloto, y al albino lo paso a la parte trasera. A Choso no le quedo más opción que llevarse a Gojo con ellos al departamento, después de no encontrar a Toji en ninguna parte, para pedirle que se ocupe de su amigo borracho. No quería dejarlo por ahí a su suerte, le remordería la conciencia, ya que era muy noche y la mayoría de invitados se había retirado.

Una vez que llegaron al departamento, Yuuji se movió hacia su habitación, cayendo como una piedra sobre su cama, Satoru quería ir detrás de él, pero Choso lo detuvo y lo jalo hacia su habitación, el pelinegro compartiría su cama con el albino, solo para estar más seguro de que Gojo no intentaría nada con su hermano menor, hasta le puso candado a su puerta, quedándose encerrado con él. Siendo Choso un beta no había problema alguno.


— Mierda, que noche... — Gojo se acababa de despertar, asustándose segundos después porque Choso lo estaba abrazando con fuerza de la cintura. — ¡Ey, ¿Quién carajos eres?!

— ... — El pelinegro se despertó de golpe, notando que estaba abrazando sin querer al albino, también se asustó y se apartó de él, levantándose de la cama. — Estas en mi casa, te traje aquí mientras estabas ebrio, idiota.

— Pero yo ayer estaba con un hermoso chico de cabello rosado, él tenía un cuerpo que ufff...

— ¡Oye, estas hablando de mi hermano, maldito imbécil! — apuño sus manos, inclinándose hacia él.

— ¡Perdón, perdón, aun sigo borracho!

— ¡El desayuno ya está listo, salgan! — Hablo Yuuji con entusiasmo desde el otro lado de la puerta.


Choso y Gojo salieron de la habitación, sentándose en las sillas junto a la mesa, listos para comer. En los platos estaba servido pan francés con fruta, también unas tazas con café caliente, Yuuji se esmeró para preparar el desayuno cosa que nunca hizo antes, tal vez quería impresionar a alguien. Horas antes se la paso viendo videos en Youtube sobre cómo preparar un desayuno perfecto.


— Se ve muy delicioso. — Satoru olio la comida, y luego probo un bocado. — Uhmmm... si, sabe muy rico, eres un gran cocinero, me encanta esto, Yuuji. — Siguió comiendo con mucho gusto.

— Mmm... si, sabe muy bien, pero me parece curioso el hecho de que nunca te ha gustado cocinar y ahora pareces todo un chef profesional, hermanito. — Comento Choso mirando con molestia a Gojo.


Aunque la actitud del hermano mayor era bastante hostil, para Satoru solo suponía un reto más, un reto que disfrutaría ganar, cuando finalmente logre acostarse con Yuuji, ese era su objetivo y estaba eufórico por conseguirlo. No le importaba tener que fingir el ser un buen hombre por un tiempo, usaría sus mejores tanticas para hacerles creer que es el hombre perfecto para Yuuji. 





NOTA :  Esta historia es como un spin-off  de otro fan fic que escribí ya hace tiempo, era una historia de Toji x Naoya, y la ship de Itadori x Gojo era secundaria, había menciones y así. 

El punto es que me gusto tanto como se desarrollo esa ship que decidí escribirle una historia aparte, jaja. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top