Tatiana Palmer, es una gran abogada, divertida, alegre, simpática... ¡Wow, espera, espera, alto ahí! ¡Stop! ¡Paren el espectáculo por un momento! ¿En serio vamos a empezar con esa presentación tan trillada? ¡Ay, por favor, eso es muy cliché! Mejor empecemos otra vez. Pero primero déjenme lanzar un hechizo para borrar de su mente lo anterior "zas" Perfecto, ahora que ya no tienen recuerdos empecemos. De cariño, prefiero que me llamen Tati. Para hacer las cosas más claras. Solo les contaré unas cuantas cositas para conocernos ¿ok?

Si estás aquí, es porque quieres sumergirte en mi magnífica historia, navegar, nadar en ella, ¿y quién no querría hacerlo? Soy un amor, encantadora, sensual, hermosa, ok no, quizás exagero un poco, bueno, estoy exagerando demasiado, aunque ¿quién no lo haría? Pero es solo para que me quieran. Aunque quizás no tengan muchas ganas de conocerme, y eso me pone muy triste, ¡pero no importa! De todas formas, lo harán, ¡es una orden!

—Déjenme pensar por dónde empiezo, sí, aquí va... A mis gloriosos veinticuatro años, mis ojos azules no esta en nada ni nadie, solo para pasar el rato, ósea coger duro. Pero ¡Bam!, apareció este idiota que se cree encantador y le gusta hacerse el chistoso, aunque no le queda. Pero no puedo negar que está para comérselo, todo un bombón, un adonis, un dios griego, un Henry Cavill, pero rubio, como ustedes quieran llamarlo. Y pienso, ¿por qué no probarlo un poco? "Probar no cuesta nada", o algo así, ya no recuerdo bien cómo era la frase, pero da igual, lo digo como quiera. Probar no cuesta, y a él lo voy a aprobar completito. «¡Oh si! ¡claro que sí!, devorare cada parte de ese rico cuerpo, en especial esa vergota que se carga. Mierda, de solo pensarlo ya me humedezco»

Y no crean mucho en ese título tonto y aburrido, no estoy tentada a enamorarme ni nada por el estilo... ¿o sí? ¡Ay, no! Solo de pensarlo me da pereza, ya verán que el tonto de Cupido no va a lograr flecharme. Enamorarme no está en mis planes, no me interesa. Se preguntarán por qué, pues... porque no y punto. Solo les pediré una cosita, no se pierdan la mejor historia del mundo, o sea, la mía.

—¡Espera un segundo! ¿Tienes algún problema mental? ¿Por qué terminas las cosas así? ¡Aún falta lo mejor! Yo, el personaje más importante aquí.

—Ese es el que se cree "encantador" y es un idiota mujeriego...

—Te estoy leyendo querida. Además, tú no te quedas atrás, eres una hombreriega..

—Esa palabra no existe, tonto...

—Eso a ti no te incumbe, lo que importa es que te queda perfecta, pero no importa. También quiero presentarme. Soy Oscar Addams, un hombre encantador, alegre, todo un caballero ardiente. Uno de los ingenieros más codiciados por las féminas. Con apenas veintiséis años, todas caen rendidas a mis pies y Tatiana no será la excepción. Esa sensual y ardiente rubia caerá rendida ante mi verga, y cuando lo haga, no querrá sacársela nunca. «Uff, de solo pensarlo ya me pongo duro, me imagino mi verga sumergida en ese coño ardiente, y su boquita devorándome y... perdón, lo siento, me emocioné, pero volviendo a lo que estaba». Solo les recomiendo que no crean ni una palabra de lo que esa loca les diga, al menos que diga que estoy más bueno que ese tal Henry Cavill, y que quiere comerme; eso sí pueden creerle.

—¿Loca yo? ¡Loco eres tú! aparte ni tan bueno estas. Henry está mucho más comestible que tú.

—No me hagas reír, recuerda que dijiste que estoy como ese tipo. ¡Y detente, deja de interrumpirme! Como les decía, no crean nada de lo que esa loca les cuente. Yo soy el original y el verdadero encanto de esta historia. Ustedes quedarán enamoradas, fascinadas conmigo.

—¡Tienes el ego más grande que una montaña rusa, querido!

—Dios, qué fastidiosa eres. No creo poder presentarme bien con esa loca interrumpiendo en cada momento. Solo les diré que estoy de acuerdo con ella en algo, tampoco estoy tentando a eso cosa aburrida del romance. En fin, no se pierdan mi historia.

—No es tu historia, tarado...

—Ya no fastidies, loca.