UNA VISITA INESPERADA

Eran las 11:30 a.m. del viernes, Nathan Antón y los socios de Fresh Fruit salen de la Sala de Juntas después de haber firmado el contrato que les abriría las puertas al mercado europeo. Jared y Wally acompañan al señor Antón hasta el ascensor, se despiden con un apretón de manos y el señor Antón le dice a Jared que espera verlo pronto en Florencia para iniciar en firme con las negociaciones. La secretaria de Jared, Jessica lo llama al celular.

-Señor Hunter una señorita lo está buscando.

Jared temiendo que fuera alguna de sus aventuras pasadas le pregunta: ¿Y la señorita dio algún nombre?

-Dice que se llama Marie. La hice pasar a su oficina.

Cuando Jessica dijo esto sin más preámbulos Jared se dirigió a su oficina, al entrar Marie observaba la foto guindando en su pared, se exaltó cuando él ingresó. Sus miradas se encontraron, sin palabras ambos se abrazaron, Jared no podía creer que en verdad ella estuviera en sus brazos, no podía explicar todas las emociones que estaba experimentando en cuestión de segundos pero era embriagador, sin soltarla buscó sus labios y la besó, primero con ternura y después con firmeza, Marie se estremeció y Jared supo que era mejor darle espacio.

-!No puedo creer que estés aquí! ¿Por qué no me avisaste que venías? te hubiera ido a buscar al aeropuerto.

-Quería que fuera sorpresa, aunque no era tan mala idea la de avisarte, me perdí en el aeropuerto.

Jared sonríe y la observa, andaba un juego muy elegante de pantalón y saco negro con diminutas rayas grises, zapatos de tacón y cartera gris perlado y el cabello suelto, se lo había cortado en capas y le sentaba bien el nuevo corte.

-Vaya Marie te ves realmente hermosa.

-Sí, le pedí a Marcella que me ayudara a cambiar mi guardarropa, quería lucir bien para ti y que no te sintieras avergonzado de mostrarme ante tus amigos por mi estrafalaria forma de vestir.

-Jamás me avergonzaría de ti amor, nunca lo haría. -Le toca el rostro con delicadeza. -Me enamoré de la Marie que usaba enagua larga y tenis deportivas, pero no me quejo de la que tengo al frente. -Ambos sonríen.

-¿A qué hora llegaste?, te quedarás en mi apartamento sin contemplaciones, prometo ser un buen chico.

-Mi avión aterrizó hace dos horas, me tocó un taxista hindú que no hablaba nada inglés y duramos perdidos aproximadamente 20 minutos, estaba tan apenado que no me cobró la tarifa de más, no comprendo cómo personas que no dominan el idioma son taxistas.

-Bienvenida a Estados Unidos. Le indica Jared quien la abraza . -No te dijo Henry que yo iba dentro de dos semanas.

-No he hablado con Henry desde que te fuiste, lo que pasa es que me quedé en casa de Marcella unos días, no quería estar sola y ella me dijo que utilizara el tiquete que me diste, llamé a la aerolínea y cambié la fecha y aquí estoy.

-Sí aquí estás, sigo insistiendo que eres verdaderamente impredecible, ¿Y tu equipaje?

-Allá, señala junto al escritorio.

-Nos vamos, te voy a dejar acomodada en mi apartamento y me tomaré el resto del día.

-No tendrás problemas por eso.

-Sólo obsérvame. -Jared jala la maleta y toma la mano de Marie, al salir le dice a Jessica que no regresará y que por favor no lo llame a menos que sea una emergencia, cuando están esperando en el ascensor se topan con Freddy y Peter otro de los socios.

-Vaya Jared, no nos presentas a tu nueva amiguita.

Jared de muy mala gana hace las presentaciones.

-Acento italiano ¿No? -Agrega Freddy con malicia. -Ya veo porque el interés de regresar a Italia, ¿No es ella la de la foto sobre tu escritorio?

-Sí es ella. -Contesta Jared impaciente porque el ascensor no llegaba.

Peter iba a agregar algo más pero en ese momento la puerta del ascensor se abrió y Jared entró a toda prisa.

-Nos vemos caballeros. -Se despide mientras la puerta se cierra.

-"No nos presentas a tu amiguita"
-Repite Marie imitando a Peter.

-Lamento eso, mis compañeros son algo especiales.

-Me doy cuenta de eso, no me gustó cómo me miraban, parecía que me desnudaban con su pensamiento, fue embarazoso.

-Lo siento amor, no les hagas caso son unos trogloditas cuyas hormonas están aceleradas siempre al 100%, no los dejan pensar en nada más que no sea.....(no termina la frase).

-Entiendo. Añade ella carizbaja.
-Me gusta que me digas amor suena como si tuviéramos una relación o algo así.

-La tenemos. -Afirma Jared. -La tenemos no te lo he dicho oficialmente verdad. -Jared aprieta un botón y el ascensor se detiene.

-¿Qué haces? -Pregunta Marie asustada.

-¿Confías en mí? -Consulta él.

-Sí, claro.

-Escucha Marie nunca he hecho esto formalmente, es más tampoco informalmente, en realidad nunca lo he hecho antes ok, así que para que quede constancia, que hoy yo Jared Hunter te pido a ti Marie......(se queda pensativo) sabes que nunca pregunte cuál es tu apellido.

-Eso es cierto, es Davini.

-Lindo en serio me gusta, bueno continuando yo Jared Hunter te pido a ti Marie Davini, que oficialmente seas mi novia. -Le toma la mano y la coloca cerca de su corazón. -Este es el lugar que ocupas ahora.

Marie no puede contener las lágrimas y sólo lo abraza.

-Eso significa sí. -Inquiere él esperando una respuesta.

Ella mueve la cabeza afirmativamente.

-Y para cerrar esta declaración...
-Jared deja la frase en el aire y la besa.

En el parqueo llegan a un lujoso auto deportivo color negro.

-Señorita. -Le dice abre la puerta.

-Vaya un auto deportivo, me siento como cenicienta.

-No soy un príncipe pero te prometo que te haré feliz porque sí mereces un final de cuento de hadas, y ahora mi dulce doncella te mostraré la ciudad, no soy tan bueno como tú recordando las reseñas históricas pero trataré de ser convincente.

Jared le hace un recorrido por los lugares más visitados, Marie está extasiada observando aquellas enormes edificaciones y escuchando atentamente las palabras de él. Eran como las 6 p.m. cuando llegaron al edificio donde Jared vivía. El apartamento de Jared era enorme, de aspecto acogedor y con una increíble vista de la ciudad, quedaba en el onceavo piso y era una de las suites más caras.

-!Oh vaya! -Exclamó Marie maravillada. -Mi apartamento cabe tres veces en el tuyo, y la decoración wow, tienes muy buen gusto para ser hombre.

-Gracias pero no fui yo exactamente el que decoró, así que no puedo obtener todo el crédito, contraté a alguien para que lo hiciera, ya conoces mis gustos por las cosas antiguas, quería que fuera diferente rústico pero a la vez no tan pomposo, y eres la primera mujer que pone un pie aquí, claro a parte de la diseñadora.

Marie lo vuelve a ver con expresión de sorpresa

-No pongas esa cara me haces sentir como un Casanova, no las traía aquí, este es mi santuario, las llevaba a otros sitios, contigo es otra cosa Marie, te amo, eso te da ciertos privilegios como estar en este lugar.

-Gracias, me siento muy alagada ¿Y dónde voy a dormir?

-Oh por supuesto. -Dice él levantando su equipaje ven.
-Sígueme.

La habitación de Jared tenía una cama King estilo siglo XVIII, todo en la habitación recordaba la época neoclásica, era como abrir una página del pasado.

-¡Oh por Dios Jared! esto es irreal, creo que he retrocedido 200 años en el tiempo, estas cosas ¿Cómo las has conseguido?

-Te acuerdas que me fascina todo lo antiguo, soy coleccionista profesional, lo que ves lo he conseguido en subastas, comprado a otros coleccionistas e incluso en el mercado negro, de lo cual no me siento muy orgulloso por cierto. He aprovechado mis viajes con la compañía y adquirido ciertas novedades. -Le hace señas para que lo siga.

Llegan a una puerta de acero, Jared ingresa un código en una caja de seguridad electrónica colocada en la pared y la puerta se abre, toma la mano de Marie y la lleva adentro.

La habitación era de un color blanco hueso, la iluminación era tenue, las luces parecían pequeñas estrellas incrustadas en el cielo raso, y ahí ante sus ojos colocados en varios estantes de cristal, cientos de objetos que iban desde cuadros, hasta estatuas y otras reliquias.

Marie no puede ocultar su emoción al ver tantas antigüedades juntas. ¡Es increíble! -Expresa ella todavía sin poder creer lo que ve. -¿Cuánto tiempo te ha llevado hacer esta asombrosa colección?

-Creo que empecé a los diez años cuando mi abuelo paterno, me regaló una pipa que había pertenecido a su tatarabuelo, ven aquí está, le señala donde la pipa se encontraba colocada. Desde entonces he ido adquiriendo todo lo que ves, ah y hay una parte donde tengo solo cofres.

Marie sonríe al ver el cofre que ella le vendió dentro de la colección.

-Sorprendente Jared, simplemente sorprendente, ahora entiendo porqué cuidas con tanta cautela lo que hay en esta habitación, hay mucho dinero invertido en estas reliquias.

-Sí, son mi tesoro y formaban parte de lo más importante en mi vida, porque ahora eres tú la que ocupas el lugar de privilegio.

-Gracias Jared, nunca nadie me ha dicho algo así, tu también ocupas un lugar sumamente especial en mi corazón, tanto así que dejé Florencia, la tienda, por estar aquí contigo y no me arrepiento, cada minuto que pasa me alegra haber decidido venir.

-Y a mí me alegra que lo hayas hecho, estos días han sido muy difíciles de sobrellevar, estuve a punto en dos o tres ocasiones de tomar el teléfono y reservar un vuelo directo a Florencia y mandar todo por la borda, pero al saber que te vería dentro de 2 semanas me hizo reflexionar y saber esperar, y te aseguro Marie Davini que no te será tan fácil deshacerte de mí.

-Eso espero. -Responde ella acercándose a él buscando sus labios, al encontrarlos los encierra dentro de los suyos en un profundo beso que hace que sea Jared el que se estremezca.

Una vez fuera de la bóveda él se retira a un sofá cama que está en la sala preparado para irse a descansar.

-No tienes que dormir ahí, tienes tu cama y yo soy la invitada, déjame pasar la noche en el sofá.

-Nada de eso señorita, usted lo ha dicho, es la invitada y merece lo mejor y sin discusiones. -Se acerca a ella y la besa en la frente, ahora la quiero ver dirigirse a la cama y sin más reproches por favor.

-Está bien, tu ganas, ¿Te vas muy temprano mañana a trabajar?

-Sí, nos veremos en la noche.

Marie pone cara de desacuerdo.

-Lo siento amor. -Jared la lleva junto a su pecho. -Pero vengo llegando de vacaciones y lo que menos me conviene ahora es tener problemas con ellos, pero quiero que cuando llegue estés lista, te llevaré a cenar a un restaurante exquisito que conozco, te va a encantar ¿Ok?

-Ok. -Murmura ella con desánimo. -Buenas noches.

-Buenas noches. -Le sonríe él acomodándose en el sofá.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top