UNA TARDE CUALQUIERA
Les dejo foto de Marie.
Esa soleada mañana Jared salió a correr como todos los días con la diferencia que ahora se sentía animado, lleno de energía y se notaba en su rostro, porque Henry y Susie le preguntaron si todo estaba bien, a lo que contestó: -De maravilla.
Eran como las 2:00 p.m. cuando se encontraba a pocas cuadras de la tienda de antigüedades, conforme se acercaba su corazón latía más aprisa y las piernas le flaqueaban. Se apoyo en una pared y comenzó a reírse de sí mismo, se sentía como un tonto. Emprendió su camino, y al llegar a la tienda abrió la puerta.
Marie vestía un llamativo pescador color turquesa, una blusa de tirantes de encaje blanco y por supuesto calzaba las tenis deportivas. Andaba el cabello suelto recogido con una diadema plateada, y varias pulseras de plata que sonaban con cada movimiento que ella hacía. El pescador permitió ver su delineado cuerpo y el escote de la blusa sus pequeños pero firmes senos.
Se ve tan linda, pensó Jared para sus adentros, al salir del trance, se dio cuenta que ella lo escudriñaba de la misma forma en que él lo hacía. Cuando sus miradas se encontraron su corazón dio un golpe tan fuerte que creyó se le saldría del pecho, ella a su vez se ruborizó, jamás había visto a nadie ruborizarse de aquella forma, sin darse cuenta ambos sonrieron y ella se apartó para luego traer algo en sus manos empacado y listo para entregar.
-Puede revisarlo si lo desea.
-No es necesario confío en usted, acá está el dinero.
-Aquí tiene la factura.
Jared no supo que más decir, estaba a punto de dar la vuelta e irse cuando ella tomando valor le preguntó: -¿Quieres ir a dar un paseo?
Jared quiso hablar pero las palabras se negaron a salir, la pregunta de la joven lo tomó desprevenido, no esperaba que tomara la iniciativa.
-¿Y el negocio? -Consultó él.
-No importa, soy la dueña puedo cerrar a la hora que quiera ¿No crees?
Jared sonrió y agregó: ¿Y a dónde vamos?
Marie tomó la cámara que colgaba detrás de un mostrador, salieron y empezaron a caminar.
-¿Te gusta la fotografía? -Improvisó, sabiendo ya la respuesta pero necesitaba tema de conversación.
-Me encanta, estudié en la Academia de Bellas Artes, ¿La conoces?
-Sí la he escuchado mencionar, es muy reconocida.
-Sí lo es, incluso me gradué con honores.
-¿Y porqué no te dedicas a eso, a la fotografía?
Marie guardo silencio unos segundos, se detuvo frente a unos niños que charlaban amigablemente y les tomó una foto, al mostrársela, Jared comprendió porqué Susie decía que captaba la esencia del ser humano, era una magnifica foto.
-Mamá murió primero, leucemia, luchó durante cinco años hasta que ya no pudo más, papá se deprimió mucho, debiste verlos juntos, eran la pareja perfecta, se amaban tanto. Se casaron ya en la madurez de su vida, él no resistió sin su Evangeline, mamá era francesa y papá italiano, hablo ambos idiomas de hecho. Un par de meses después papá........ (Su voz se entrecortó). Continuó hablando: -Mis padres adoraban la tienda, era de mi abuelo paterno, y a su vez fue de mi bisabuelo, han pasado siete generaciones por ella y yo tenía que continuar el legado.
-Eso lo entiendo pero igual puedes pagarle a alguien para que la asista y te dedicas a la fotografía.
Marie lo miró con los ojos cristalinos, y agregó: -Sé que puedo hacer eso, pero los extraño tanto, es el único lugar en el cual me siento cerca de ellos, pero las cosas van a cambiar pronto.
Esas palabras le rompieron el corazón, él nunca tuvo buena relación con sus padres. Se divorciaron siendo él muy joven, su madre se dedicó a viajar constantemente con su nuevo esposo quién era empresario y su padre se fue a vivir a Alemania por lo que lo veía muy poco. Ambos vivían aún pero para él era como si no existieran. Marie sollozaba y él la acerco a su pecho rodeándola con sus brazos. Jared nuevamente no podía explicar lo que sintió cuando ella a su vez correspondió a su abrazo, fue como un calor que recorrió todo el cuerpo, una sensación inexplicable.
Marie lo miró ya más tranquila y le pregunta -¿Te gustan los museos? -Y sin previo aviso le tomó una foto.
-Veo que ya estás mejor. -Le contesta él mientras le sonríe.
-Sí gracias, ¿Y? ¿Te gustan los museos, las bibliotecas?, ¿Qué sitios has visitado en tu estadía aquí?
-Bueno, no soy muy amante del arte o la historia, sin embargo he conocido el Palacio Degli Uffizi, el jardín de Rosas, la catedral, el Parco Delle Cascine y otros cuyo nombre no sé pronunciar.
-Exquisitos lugares de increíble belleza. -Agrega Marie dándole la espalda. -Pero aún te falta por conocer, ¿Quieres que te lleve?
-Te refieres como guía turística.
-Sí.
-Y ¿Cuál es el primer lugar al cual iremos? -Quiere saber él.
-A mi favorito, al Museo dell' Opera del Duomo.
-Así que también te gustan las esculturas. -Continua Jared.
-Me fascinan, todo lo referente al arte antiguo o actual, pinturas, esculturas, monumentos, historia, me identifico con ellos.
-Y agrega la fotografía. -Añade Jared. -Creo que ahora comprendo por qué conservas la tienda de antigüedades, es parte de ti.
-Sí es parte de mi y de mi familia, ven tenemos que visitar un museo.
Marie admiraba casi con devoción la obra de Donatello "María Magdalena Penitente", mientras Jared más bien pensaba lo desagradable que era, daba un poco de miedo. Después lo llevó a ver "La Piedad Florentina" de Miguel Ángel, esta fue más de su agrado y se sorprendió de toda la información que tenía Marie sobre las obras, parecía realmente una guía turística profesional. Recorrieron todo el lugar y al final de la tarde llegaron a una pequeña cafetería donde ordenaron capuchino y repostería.
-Gracias Marie, no había apreciado tanto el arte como hoy.
-Me alegro que la pasaras bien, yo también disfrute tu compañía.
Marie toma un trago de su capuchino y le queda un bigote de crema en la boca, Jared se acerca y con una servilleta le limpia los labios con suavidad, ambos se miraron y él sintió aquella descarga eléctrica que recorrió todo su cuerpo. Deseaba besarla, deseaba probar el sabor de aquellos labios, sabía que si hubiera estado con otra mujer de las que él acostumbraba frecuentar ya lo hubiera hecho y parecería normal, pero con ella era diferente, se contuvo. Marie lo observó de una manera que mostraba entre incertidumbre y curiosidad pero no dijo nada, retomaron la conversación y olvidaron el suceso.
Caminaban de regreso a la tienda, estando al frente ella abrió la puerta y lo invitó a pasar, encendió las luces pues casi anochecía y le hizo señas para que la siguiera. Atravesaron varios estantes hasta llegar a una puerta que daba a un sótano, al entrar bajaron los escalones y llegaron a otra puerta donde se detuvieron.
Marie le habló a Jared un poco nerviosa: -Te voy a mostrar algo que nadie ha visto, es el trabajo de mi vida, sabes dentro de dos semanas aproximadamente haré mi debut por decirlo así en una galería. Un amigo la va a inaugurar y ha visto mis fotos, le han gustado así que me ofreció mostrarlas al público e invitará a personajes de mucho prestigio que podrían ayudarme a surgir. Recuerdas cuando te dije que pronto las cosas cambiarían, me refería a esta inauguración, quiero que me des tu sincera opinión.
Cuando abrió la puerta las luces se fueron encendiendo una a una hasta el final del pasillo, en la pared estaban alrededor de 50 fotografías de tamaño familiar en blanco y negro y a color en un amplio salón, eran realmente buenas, se sorprendió del talento que tenía Marie, sin decir nada las admiró tomando su tiempo para observarlas detenidamente. Cuando terminó se volvió hacia Marie y le comentó: -Son bellísimas, cada una de ellas es perfecta, no tengo palabras para describirlas, te felicito serás un éxito en esa inauguración.
-¿De verdad lo crees?
-Claro.
-Gracias significa mucho para mí que me digas eso, tuve mis dudas, no sé temor y ansiedad conforme se acerca la fecha.
-Es normal sentirse así, todo saldrá bien.
Jared acaricia la mejilla de Marie, ella cierra los ojos y retiene su mano entre las suyas. El sólo tacto hizo que su corazón latiera de nuevo rápidamente, esas emociones lo estaban volviendo loco, nunca antes había experimentado algo así, deseó besarla otra vez, y fue entonces cuando Marie le soltó la mano y sus mejillas se vistieron del más intenso carmín.
-Será mejor que salgamos. -Expresó ella avergonzada por lo sucedido. -Es tarde y estoy cansada.
Jared comprendió la situación y sin contestar se limitó a seguirla fuera del salón hasta encontrarse frente a la puerta de la tienda.
Por unos minutos ninguno de los dos dijo nada, hasta que él rompió el incómodo silencio invitándola a ir al Jardín Giardono di Boboli, el cual aún no había visitado. Marie se quedo pensativa mirando al suelo, luego de un pronunciado suspiro, miró a Jared y con una tímida sonrisa respondió: ¿A qué hora pasas por mí?
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Bien, primeros tres capítulos subidos, por fa, me gustaría conocer ¿Qué tal les parecieron?
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