LA INAUGURACIÓN

Jared llegó a las 8:00 p.m. al apartamento de Marie, toca el timbre algo nervioso, nuevamente se sentía como un adolescente que llevaba a su novia al baile de graduación. La puerta se abrió pero no fue Marie la que lo recibió sino su amiga que no hablaba nada inglés. -"Sissignore" -Le dice ella.

Jared le contesta en italiano: -é-Marie?

Marcella que era el nombre de la chica lo mira con detenimiento.

Jared andaba un smokin negro que lo hacía verse aún más apuesto, le daba un aire de sobriedad, conservador pero a la vez elegante. Pero la mirada de la joven no era de malicia sino de curiosidad, una mirada pícara que ya él había visto en los ojos de Marie.

Ella le dice: -Aspetta un momento per favore. -Y se retira, a los 5 minutos regresaba con una mujer que le tomó tiempo reconocer. Marie se veía exquisita, lucía un vestido azul perlado largo al cuerpo con un escote por detrás, los tirantes del vestido se cruzaban en su espalda desnuda. Traía su cabello suelto pero completamente lacio peinado con las puntas hacia adentro, el maquillaje era discreto pero seductor; unos aretes y gargantilla de piedras de swarovsky, terminaban de dar los últimos detalles a la transformación.

-Te ves.....!Guau¡,-Exclamó Jared.
-¡increíble¡, ¡bellísima¡, yo...... me he quedado sin aliento, casi no te reconocí y no es que no seas hermosa pero esta noche Marie, simplemente estás radiante.

Las mejillas de Marie se sonrojan y contesta: -Gracias, tu también luces muy atractivo, más que de costumbre, y bueno, no sé me siento un poco incómoda con este vestido, creo que estoy enseñando más de la cuenta ¿Verdad?

-Para nada. -Responde Jared como hipnotizado, se acerca a ella.
-Madame, déjeme repetirle que se ve bellísima, hoy es una princesa y que nadie diga lo contrario. Esta noche empieza el principio de una nueva vida para ti, simplemente estás para la ocasión.

Marie abraza a Jared, reacción que él no esperaba. -Hacemos la pareja perfecta ¿No crees? -Pronuncia ella con lágrimas casi desbordándose por sus mejillas.

-Sí, estoy de acuerdo contigo. -Le susurra Jared al oído. -Pero no llores, no arruines el maquillaje que a tu amiga le costó tanto colocarte.

-¡Oh por Dios! -Expresa Marie exaltada.- Se me olvido por completo presentarte a mi mejor amiga, ella es Marcella, lamentablemente no habla inglés pero puedes practicar tu italiano con ella.

Marcella trae la cámara profesional de Marie y les hace señas para que se acerquen más y toma una foto. Jared rodea con sus brazos a Marie quién lo abraza también, unen sus cabezas y sonríen.

-Debemos irnos. -Agrega ella preocupada. No quiero llegar tarde, es una pena que Henry y su esposa no pudieran ir, me hubiera gustado verlos de nuevo.

-Sí. Añade Jared. P-ero Nicolás no se siente bien, nada grave sólo un leve resfriado. Vamos la noche nos aguarda no se vaya a convertir mi coche en calabaza a la media noche.

Marie sonríe y se despide de su amiga quién le hace una señal de aprobación por Jared. En el camino Jared notó a Marie nerviosa, constantemente veía la hora y se mordía las uñas.

- ¿Sucede algo? -Le pregunta él, casi anticipando la respuesta.

Ella pensativa responde: -¿Y si mi trabajo no les gusta? sabes que va a ver periodistas ahí, críticos de arte, no sé que voy a hacer si la exhibición resulta un fracaso.

-Marie. -Contesta Jared.- Tus fotos son magníficas y lo digo en serio, no para hacerte sentir mejor sino porque así es. Cuando las vi me perdí en estas, tienen un carisma propio, es como si miraras a través de la ventana del alma de esas personas, me refiero a que parecen tener vida, no sé mucho de fotografía pero es mi humilde opinión.

-Gracias Jared, en serio, necesitaba escuchar eso.

-Cuando quieras.- Le sonríe él tomando su mano.

Al entrar a la galería un hombre muy alto y delgado con cabello largo y rostro pálido los recibe; era Stefano el dueño de la galería quién se veía sumamente alegre. Traía una copa de vino blanco en su mano.

-Ciao tesoro. -Saluda Stefano besando a Marie en ambas mejillas.-Si guarda come una musa stanotte !Divina¡ !Divina¡

-Gracias Stefano eres un caballero, él es Jared Hunter de quién te hablé.

Stefano observa de arriba a abajo a Jared. -Exquis, egli-é anche divino le dice a Marie. -Otro hombre un poco más joven se acerca a ellos.

-Un gusto señor Hunter. -Habla Stefano en inglés. Él es mi novio Giovanni. -Se dirige al joven recién llegado. -Giovanni él es el señor Hunter de quién il nostro tesiri nos habló, claro que se quedó corta en detalles. -Le echa otra mirada a Jared haciéndolo sentir sumamente incómodo ante las profundas miradas de ambos hombres.

-Stefano e Giovanni comportasi. Los regaña Marie algo molesta.

Stefano reacciona muy apenado.
-Sí, sí, mi scuso, ci scusiamo. -Añade Stefano. -Por favor díganme desean beber algo, tenemos vino tinto, blanco y champagne.

Giovanni llama a un mesero que se acerca a ellos ofreciéndoles la bandeja con las tres bebidas, Jared toma una copa de champagne, Marie la de vino tinto que se bebe a toda prisa tomando otra en el acto.

-Mio caro si quieres terminar en una pieza esta inauguración y no dejar en mal a tu amigo, no tomes de esa forma quieres. -Le advierte Stefano.

El salón se encontraba lleno y Marie reconoció muchas personalidades importantes incluso vio a dos de sus profesores de la universidad, para ese entonces eran casi las 9:00 p.m.

-Lo siento estoy nerviosa.

-No, ni se nota cariño, relájate.
-Agrega Stefano. -Todos están fascinados con las fotos incluso ya he encontrado unos cuantos compradores muy interesados en adquirir tus obras. -Además. -Continua Stefano. -Estoy sumamente resentido no me has dicho nada de mi galería; recuerda que no sólo es tu lanzamiento como fotógrafa sino también la inauguración de mi humilde establecimiento.

La galería tenía un estilo neoclásico, las paredes de un amarillo paja, la iluminación con enormes candelabros de cristal, con música contemporánea de fondo, el lugar era acogedor.

-Y bien escucho críticas constructivas por favor.

-Me encanta. -Declaró Marie. -El siglo XVIII es mi predilecto en cuanto a decoración y arquitectura, te felicito Stefano te luciste.

Stefano vuelve a ver a Jared esperando algún comentario a lo que él sólo agrega: -Es un éxito.

Stefano y Giovanni se miran sin comprender la frase pero no dicen nada al respecto.

-Bien mio caro te voy a robar un rato del lado de tu romeo porque necesito que socialices, me han estado preguntando sobre la persona que captó tan prestigiosas fotografías, ¿No le importa verdad señor Hunter?

-No, no vayan. -Contesta Jared.
-Observaré el lugar y la exhibición.

-¿Estás de acuerdo? -Le pregunta Marie.

-Tranquila. -Le responde él. -Esta es tu noche recuerdas, estaré por aquí.

-Gracias. -Le dice ella alejándose.

Jared tomaba su segunda copa de champagne cuando oyó mencionar su nombre, al dar la vuelta quedó petrificado al ver a una preciosa rubia que reconoció al instante.

-¡Andrea! -La saludó -¡Que sorpresa!

Andrea era modelo y había conocido a Jared en una fiesta en New York después de un desfile de modas de Armani, la recordaba muy bien porque ella permaneció en New York un fin de semana en el cual apenas y habían salido de la habitación del hotel.

-Jared Hunter. -Lo nombra ella escudriñándolo con la mirada. -El destino nos vuelve a unir.

-Ehhh y ¿Cómo has estado?, ¿Estás de trabajo aquí en Florencia o de placer? -Le inquiere Jared algo nervioso.

-De placer. -Responde ella comiendo la aceituna de su Martini a las rocas.

-¿Es ese un Martini? -Pregunta él sin saber que más decir.

-Sí, hay un mini bar por allá. -Le señala el lugar donde está ubicado. -¿Estás bien Jared?, si no te conociera diría que estás algo... nervioso. Ahhhh ya entiendo estas con alguien más ¿No es así? no te preocupes te respetaré esta noche, ten. -Le da una tarjeta y anota algo en ella. -Estoy hospedada en este hotel, ahí está el número de mi habitación, me iré pasado mañana espero que puedas ir a visitarme y recordar el fin de semana en New York.

Jared tomó la tarjeta por cortesía y le sonrío, ella dio medio vuelta y se alejó no sin antes guiñarle. La situación fue realmente embarazosa, Andrea era muy hermosa y el vestido rojo al cuerpo le hacía resaltar sus atributos, pero por primera vez Jared no sintió ningún interés por ella. Si hubiera sido el Jared de antes esa misma noche la buscaría en el hotel, pero las cosas eran diferentes, él era diferente y disimuladamente tiró la tarjeta en un basurero.

Se oyó un aviso desde el podio, Stefano hablaba en italiano dando las gracias a los invitados por haber ido y brindando una breve reseña sobre la galería y cómo nació la inspiración de su apertura. Luego le dio el pase a Marie, quien estaba relajada después haber bebido tres copas de vino seguidas, se acercó al micrófono, buscó a Jared entre la multitud, lo ubico y la saludo. Ella le sonrió y empezó su discurso: -Buenas noches a todos, seré breve, sé lo tedioso que es escuchar discursos largos y aburridos (se escuchan risas entre las personas presentes). Lo que ven es el trabajo de mi vida. Empecé a tomar fotografías desde niña, incluso mis padres me regalaron cuando cumplí 16 años mi primera cámara profesional que aún conservo. El amor a la fotografía me hizo estudiar en la mejor academia de Florencia, la Academia de Bellas Artes donde me gradué con honores, pero no fue hasta ahora que Stefano me impulsó a mostrar mis fotos al público y darme a conocer, gracias a él hoy estoy aquí frente a ustedes y espero que les guste lo que ven. Las fotografías están a la venta y lo que se recaude será donado para obras de caridad. Sigan disfrutando de la velada y nuevamente les agradezco estar aquí y compartir este momento con Stefano y conmigo.

Fuertes aplausos resonaron por el salón Giovanni, la ayuda a bajar, muchas personas se aglomeraron alrededor de ella, felicitándola, algunos periodistas haciéndole preguntas y otros comentando el estilo de su fotos, como a los veinte minutos logró escaparse tomando a Jared de la mano y llevándoselo con ella.

En la parte de atrás de la galería había un pequeño jardín, Marie camina hacia una fuente que estaba cerca de la entrada.

-Te dije que todo iría bien. -Le sonríe Jared.

-Te vi con esa rubia. Le contesta ella con voz seca. ¿Es alguna de tus novias?

Jared queda paralizado, Marie siempre le preguntaba cosas que no esperaba, ella era realmente impredecible.

-No le puedo llamar novia con quién no he estado más de tres días, fue un affaire y nada más, ella no significa nada para mi Marie y no entiendo porqué me preguntas sobre eso.

-La vi dándote algo, me pareció una tarjeta, ¿Que era?, ¿Su número de teléfono para que la llames y verse luego?

Jared se molestó por la desconfianza que denotaban las palabras de Marie, pero a la vez reaccionó y se dio cuenta que era el primer arranque de celos y le fascinó.

-Andrea que es el nombre de la mujer con la cual me viste, fue asunto de un par de noches y del Jared que ya no existe, la tarjeta que me dio, me gustaría aclarar a mi favor que si vas y ves en el basurero que está ubicado junto a los baños la tiré ahí, no pensaba verla ni hoy, ni mañana ni nunca y si lo que te digo no es suficiente para que me creas no sé que más esperas escuchar.

Marie lo miró a los ojos y supo que no mentía.

-Lo siento. Lo abrazó. -Lo siento ha sido un berrinche de niña, te creo.

Jared la rodeó con sus brazos y sólo agrego: -Todo bien.

El resto de la celebración pasó tranquila, las fotos se vendieron incluso Jared compró una, aquella de los niños conversando que fue tomada la tarde cualquiera que compartió con ella, la colgaría en su oficina como un recuerdo para la eternidad.

Eran las dos de la mañana cuando la dejaba frente a su apartamento, ya casi entraba en el auto cuando escuchó que Marie lo llamaba.

-¿Qué sucede? -Se devolvió algo extrañado.

Ella lucía nerviosa, muy nerviosa, y con la voz entrecortada le dijo:
-Quédate esta noche.

La sangre se le heló a Jared, no creía que Marie le hiciera tal propuesta, su expresión de contradicción lo delató pues ella se apresuro a agregar: -Jamás he estado con un hombre, y las pocas relaciones que tuve no han terminado bien, pero siento que tu eres el indicado y quiero entregarte lo que tan celosamente he guardado, te vas y no sé si te vuelva a ver y me arrepentiré si esta noche no estoy contigo, quiero que te lleves algo más de mí.

Jared en otro momento ahí mismo la hubiera besado apasionadamente y llevado a la cama pero le sonrió dulcemente y le aclaró: Te deseo Marie, y quiero que te quedé claro eso, me encantaría estar contigo esta noche, Dios sabe que sí, pero vales mucho para que yo tome algo tan hermoso como lo que me ofreces, porque las razones por las cuáles quieres que estemos juntos no son las correctas, y aunque ahora te parece bien cuando yo no esté te dolerá y te arrepentirás lo sé y no te voy a hacer daño de esa forma.

Ahora era Marie la que lo miraba con contradicción pero dejó que él se fuera, algo le decía que dejara las cosas así.

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