CHARLANDO ENTRE AMIGOS

-¿Qué tal tu día? -Averigua Henry mientras ayudaba a su esposa a poner la mesa para la cena.

-Bien, pero me sucedió algo poco peculiar.

-Déjame adivinar, conociste a una bella italiana que se prendó locamente de ti.

Dejó ir en tono sarcástico.

-Se agradece tu sarcasmo, pero dije poco peculiar.

-Oh disculpa se me olvida que habló con el Adonis de nuestros tiempos modernos.

-Si ya terminaste de burlarte, me gustaría comentarte lo que me paso o más bien a quien conocí.

-Ahhh es decir que sí hay una dama involucrada.

-Sí Henry y sí es italiana y no, no quedó locamente prendida de mí y su belleza es diferente.

Su amigo lo miró con curiosidad y se acomodó en el sillón al tiempo que lo invitaba a sentarse junto a él.

-Te escucho. -Agregó Henry cruzando la pierna.

Jared le contó todo, cada pequeño detalle, él mismo se sorprendió de recordar con tanta claridad porque comúnmente cuando conocía a una chica al llegar a su apartamento no se acordaba del nombre y menos de lo que habían conversado.

-¿Qué opinas? -Consultó esperanzado que su amigo de la infancia tuviera la respuesta que estaba esperando.

-Bueno, al parecer esta joven te cautivo, he leído que en ocasiones hay cierta atracción entre las personas que incluso cuando están cerca sienten un choque eléctrico al tocarse, por explicarlo de alguna manera.

Luego de una pausa, Henry comenzó a reírse y sin previo aviso se levantó, expresando: -Amigo al fin tienes una mínima idea de lo que es el amor, el verdadero amor, no esas aventuras de papel que tienes a diario. Ella no es el tipo de mujer con la cual estás acostumbrado a salir, ya ves que no la ayudaba ni la forma de vestir pero de alguna manera llamó tu atención desde el momento en que la viste. Cada quien tiene su media naranja, no todos la encuentran así que están con la persona equivocada y mi pensamiento es que por eso después vienen las separaciones, pero tu Jared, acabas de experimentar algo mítico que pocos tienen la oportunidad de vivir, yo la conocería mejor y quién sabe, pueda que ella sea tu alma gemela.

Jared trató de asimilar las palabras de Henry, por alguna razón encerraban mucha lógica, era una sensación nueva y excitante. Obviamente Marie no era para nada la clase de mujer con la que él saldría, incluso se imaginaba a sus amigos burlándose de él por estar con ella. Cerró los ojos y la visualizó, con su tersa piel blanca que asemejaba las muñecas de porcelana, sus cabellos castaños que brillaban con la luz del sol, sus vivaces ojos que expresaban curiosidad y algo más que no pudo definir, aquella forma de vestir tan fuera de lugar pero que de alguna manera lo cautivó.

-¡Tierra a Jared!, ¡Tierra a Jared! -Henry lo llamaba y al abrir los ojos estaba al frente de él mirándolo.

-¿Te hace gracia mi situación? ¿Cierto?

-En realidad sí me estoy divirtiendo contigo.

-No seas cruel. -Lo regañó Susie desde atrás. Se acercó frotándose su abultado vientre. -No te burles de Jared, es bueno que conozca otro tipo de mujeres, sin ofender Jared.

-No te preocupes Su, continua quiero escuchar tu opinión.

Susie se sentó en el brazo del sillón y comenzó a hablar: -Como mujer te puedo decir que esta chica Marie es una buena persona. La conozco, no tengo amistad con ella pero la gente la estima. Es un poco aparte, tímida, siempre la ves caris baja, camina con los brazos sujetos hacia atrás y con una sonrisa traviesa en sus labios, sabrá Dios que hay en su mente. Heredó de sus padres la tienda de antigüedades, ellos murieron hace unos años. Cuando nos mudamos a esta parte de Florencia ya estaba sola. Creo que tiene alrededor de 28 años y estudió fotografía en la Academia de Bellas Artes, acostumbra pasearse con una cámara profesional tomando fotos y son realmente buenas; las he visto porque cuando llevé a revelar las fotos del cumpleaños de Nicolás, estaban alistando las suyas, le pedí al dependiente que me dejara verlas, eran hermosas, capturaban la esencia del ser humano, la esencia de las cosas, hay pasión en sus fotos.

-Amor. -Expresó Henry algo intrigado al confirmar la base de datos que su esposa manejaba sobre Marie. - ¿De dónde sabes todo eso?

-Que te diré, es lo bueno de tener amigas con quien tomar el café y tertuliar por las tardes.

-Ahhh ¿Con qué eso es lo que hacen las mujeres cuando se reúnen? -Sonrió Henry. -Sumamente peligroso si me preguntan.

Nicolás llegó corriendo disfrazado de pirata, Henry lo atrapó entre sus brazos.

-¿A dónde vas marinero?

-A buscar un tesoro capitán. -El pequeño le entregó un mapa.

-Está bien marinero lo buscaremos después de la cena.

Henry lo sentó en una de las sillas preparándolo para comer.

-No tengo hambre papá, digo capitán.

-Lo siento marinero necesitamos alimentarnos bien para emprender esta nueva aventura.

-Ok. -Responde Nicolás un poco resignado mientras Susie le sirve la cena.

Como todas las noches Jared ayuda a lavar los platos, Nicolás los seca y Henry los guarda. Luego tuvieron que jugar a los piratas durante casi 2 horas y buscar un tesoro que al final se encontraba escondido en un armario. Un cofre lleno de chocolates que fue celosamente guardado por Susie para que piratas enemigos no se los comieran. Henry acostó a Nicolás, y se fue a la terraza a conversar con su amigo.

-¿Qué has pensado?

Le pregunta a Jared quien miraba hacia la iluminada ciudad.

-¿Te refieres a Marie?

-Sí, me refiero a Marie.

-Bueno, mañana iré a comprar el cofre.

-Sabes que no hablo de eso Jared.

-No sé Henry, quieres que te sea sincero, no sé, todo esto es completamente nuevo para mí, no tengo la menor idea de cómo debo actuar con ella, porque como tú mismo dijiste no es como las demás, si quieres la verdad estoy asustado.

Henry observó a su amigo, en verdad ve el miedo y la inseguridad reflejados en sus ojos. Ver a su amigo confundido sin la habitual confianza que lo representaba era simplemente increíble, pero también comprendió que Jared era un ser humano, con debilidades, vulnerable igual a todos y sonrió.

-Jared jamás he interferido en tus relaciones sentimentales, nos conocemos desde hace mucho tiempo y sabes que te aprecio, pero no estoy de acuerdo con el ritmo de vida que estás llevando, debes poner los pies sobre la tierra. Creí que al irte tan bien en Fresh Fruit y asumir una vicepresidencia madurarías, pero se convirtió en todo lo contrario, una rampa para más fiestas y mujeres. Debes parar o ese ambiente te va a destruir, ya no eres un adolescente y los años pasan y no siempre serás el azote de las nenas como te describen tus compañeros, hay cosas más importantes, nunca te has puesto a pensar en tener tu propia familia, formar un hogar. Hizo una pausa y luego agregó: -no te agobio más, consúltalo con la almohada, sin presiones, que descanses.

Jared quedó solo en la terraza, Henry dio exactamente en el clavo, en lo que él ya había pensado pero jamás expresado. El vacio en su pecho se sintió más profundo y por un instante creyó que no podía respirar. Tomo aire y miró nuevamente la ciudad, se veía hermosa de noche, luego dirigió su vista al cielo, no recordaba la última vez que leyera un buen libro o viera una película tranquilamente en la comodidad de su apartamento. Durante más de 20 años había desperdiciado su vida en superficialidades. Y entonces tomó la decisión, se prometió así mismo que cambiaría, conocería a Marie y en el tiempo que le quedaba en Florencia trataría de establecer una relación transparente con ella, si realmente eran almas gemelas al final su destino sería estar juntos. Levantó nuevamente la vista a la ciudad y entró a la casa cerrando a su paso.



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