37/ pasado 7 "Silencio"

-Narra Rayden-

Pensamos que todo estaba perdido al no encontrar más señales de vida después de partir de la "zona limpia", pero estábamos equivocados, totalmente equivocados al ver un pequeño campamento, era la viva imagen de la alegría, habían algunos niños más pequeños que yo, podrían ser de unos ¿seis años? corriendo y riendo, los padres estaban sentados en troncos conviviendo entre sí. Un lugar casi irreal para la situación de este mundo.

Nos fuimos acercando poco a poco y algunas personas, que eran pocas por cierto, nos apuntaron con sus armas y para mostrar que éramos indefensos tiramos nuestras armas y levantamos las manos.

-No... No queremos hacerles daño, y tampoco buscamos que nos lo hagan a nosotros-. Explicó mi hermano con una pequeña voz insegura.

Pero eran personas con niños, ¿Cuál podría ser el peligro?

-Esta bien, no les haremos daño si no intentan nada raro. ¿cuáles son sus nombres?-. Preguntó una mujer adulta con cabellera rubia.

-Mateo, Rayden, Laila y ____- Señaló a cada uno de nosotros mi hermano.

-Adelante, pasen-. Dijo un hombre con ojos color miel residiendonos con una calidad sonrisa.

Decidimos entrar sin activar ninguna de sus trampas para caminantes.
Ya ahí dentro pude percatar dos mujeres, tres hombres, tres niños pequeños, y una chica la cual se veía más grande por una pequeña diferencia de edad.

-Bien deja presentarnos ahora nosotros-. Dijo la mujer que en un principio nos hablo.- Mi nombre es Clarisa Milts Mi esposo Adán-. Dijo señalando al antes mencionado.- y ella es Alisa, Diego y Mariano-. Dijo entusiasmada presentando a cada uno de ellos.- y los tres pequeños niños de ahí son mis hijos, al igual que Lydia , ella es un poco más grande que ustedes pequeños, pero aún así podrían ser amigos.

Clarisa hablaba entusiasmada, mientras abrazaba a su hija más grande y esta se dejaba sin problema alguno.

-Nos alegra que hayan más personas vivas, cuénteme ¿Saben utilizar esas armas?-. Dijo Adán con cierta curiosidad al ver que contábamos con armas.

-Si, bueno, sólo un poco, nos falta la puntería-. Explicó ____ tratando de sonreír.

-Relajate un poco-. Le susurro Laila a ____.

-Bien pues, bienvenidos, esperemos y estén cómodos dentro de lo que cabe, si estamos unidos les aseguro que todo ira de la mejor manera-. Dijo Adán con una sonrisa.

Después de esos días nos instalamos en aquel pequeño campamento, fuimos conociendo a los demás.
Aveces solíamos cuidar a los hijos de Clarisa y Adán, me era difícil memorizar los nombres de cada uno de ellos, y al parecer a ellos les daba gracia, esos tres pequeños contenían la inocencia con tan sólo verlos a los ojos, ya que sólo eran dos niños de seis o siete años y una niña de cinco, ellos no sabían lo que realmente pasaba, no sabían la situación en la que estaba el mundo, pero sólo eran niños ¿Por qué tendrían que saberlo a esa edad?

Los días fueron pasando, Alisa, Diego y Mariano salieron de expedición hoy en la mañana. Con ellos casi mo convivimos ya que eran muy propensos a ser solitarios.
En cambio los Milts eran muy alegres, carismáticos. Y si hablamos de sus hijos es más la inocencia que te encuentras y apesar de que Lydia fuera mayor que yo, ella siempre era positiva, incluso un poco infantil.

Mi amistad como _____ fue creciendo demasiado, nos llevábamos muy bien, me gustaba pasar tiempo a su lado, siempre era una satisfacción hacerla reír. Simplemente me encanta.Me importa, y con el paso del tiempo más. Es una sensación extraña.

Pero yo se, que en el fondo ella no esta bien, a ella le ocurre algo, aveces despierta agitada, asustada, otras veces esta distraída, y es propensa a tener pesadillas.
Me asusta, y me preocupa.

Pero estoy decidido a protegerla.

-Narra ____-

Después de unirnos al pequeño campamento que hayamos muchas cosas habían cambiado, Clarisa nos enseñó a practicar la puntería entre otras cosas. Aprendamos.
Hace unos días tres personas salieron de expedición, en busca de provisiones. Pasaron ya días y todo a estado tranquilo.

Logre entablar una relación amistosa con los Milts, aunque casi siempre estuviera con Rayden, Mateo o Laila.

-Buenos días-. Saludo Rayden sentándose en el suelo justo a un lado mio.- ¿Admirando el paisaje?

-Si, me encanta mirar el mismo paisaje de todos los días -. Dije con tono divertido.

Cuando fue interrumpida por una explosión que se escuchó cerca del lugar de donde estábamos.

-¡Caminantes!-. Grito Clarisa aterrada.

-Rápido-. Mateo con el rostro pálido nos junto a Rayden, Laila y ami en una tienda de campaña.- Quedense aquí y por ningún motivo salgan, no podemos perder este lugar, ya que es lo único que nos queda, si no regreso salgan cuando sea seguro y corran...

Después de eso Adán llego con sus cuatro hijos y los metió dentro de donde estábamos nosotros. Cerraron la tienda y se empezaron a oír disparos.
Y lo que derramó el vaso fue un grito desgarrador de Clarisa.

-Tenemos que salir, ellos no podrán solos-. Dijo Lydia asustada.- No... No podemos dejarlos morir.

-No, de ninguna manera, no nos podemos arriesgar-. Le bloquee la salida de la tienda de campaña.

-Quizá tenga razón... Son pocos los que están afuera, podemos ayudar -. Agregó Laila mirando a Rayden el cual sólo suspiro y abrió la tienda, dejando salir a Lydia, Laila, y justo cuando yo iba a salir me regresa.

-No, nesesito que los cuides, no te apartes de ellos-. Me dijo mientras me miraba a los ojos.

-¿Qué? Puedo ayudar, ellos estarán bien-. Reproche pero fue en vano.

-Lo siento, pero no puedo dejar que nada te pase-. Y después de eso cerro la tienda atorando la cremallera de esta misma.

No me quedo más remedio que mirar por una pequeña ventana, todos estaban tratando de no ser mordidos por caminantes, hasta que llegan más personas, eran dos hombres los cuales tenían a las tres personas que salieron de expedición, y sin pensarlo dos veces negaron con la cabeza y les dispararon justo en la sien y luego se retiraron, haciendo que los caminantes se acercaran cada vez más al lugar en donde estábamos.

Los que estaban afuera se veían cansados ya apunto de rendirse. Rápidamente las sangre salpico el único lugar por donde los podía observar, desesperadamente intente abrir pero no podía y los pequeños sólo me miraban asustados.

Volví a observar por la ventana y lo que vi me dejo petrificada e inmediatamente comencé a llorar con una sonrisa de tristeza en mi rostro.

-No...- Negué.

Varios caminantes rodearon a Mateo y el... Él ya... Ya no vive.

Sentí un vacío, y empezó a dolerme la cabeza.
Un ruido de varios disparos, gritos y pasos hizo que los pequeños comenzarán a llorar de miedo y terror, al igual que yo me angustira más.

Escuche con cuidado, ya no había ningún otro ruido afuera más que los de los caminantes, tenía miedo, pánico.
Los niños no paraban de llorar y los caminantes empezaban a rodear la tienda de campaña.

-Callense, callense-. Les grite con desesperación, pero no lo hacían. No paraban de llorar.

Era nuestro fin si seguían llorando. No podía morir. No hoy. Aún no, no debía morir.

-Callense-. Les grite desesperada, con lágrimas en los ojos y con las manos en la cabeza.

No hicieron caso, no había otra opción, ya no.

Saque mi cuchillo.

-No... No tengo porque hacer esto-. Dije levantando mi cuchillo, así que sólo se los pedire una vez más-. Dije con una sonrisa delicada y con mi mano temblando.- Silencio.

Pero ellos no pararon seguían llorando no... No lo soportaba más. Eran ellos o yo.

Clave el cuchillo con coraje y lágrimas. La cabeza me daba vueltas, y la mano me temblaba. No sabía que hacía.

Cuando menos me di cuenta, tenía mis manos llenas de sangre, tenía tres cadáveres a un lado mio, y un cuchillo en la mano.

-Perdón-. Después de eso cerré los ojos de los tres niños y me quede mirando al vacío, por horas.

Salí de la tienda de campaña, aún con la mente pérdida. No vi a mis alrededores, sólo seguí caminado.

Nuevamente estaba sola. Pero después de todo ¿Quién ere estar con un monstruo?

Seguí caminado son rumbo fijo hacia la nada, seguía temblando, y seguía teniendo miedo.
No me fijaba en las cosas que pasaban a mi alrededor, sólo tenía un vacío inexplicable.

Era de día, caminaba, cuando voltee a ver a mis costados.

Sonreí ligeramente y me coloque detrás de un contenedor de basura.

Miraba a aquel chico que e visto tantas veces, se encontraba arriba de un tejado, comiendo chocolate, el miedo se fue y una sonrisa lo sustituyó.

Solamente me recargue en el contenedor y me límite a observarlo, sin ningún pensamiento más que la imagen de el.

Lo observaba, el ami no, pero yo estaba ahí, el quizá y no lo sabía, pero no puede ser sólo casualidad el echo en que nos hayamos reencontrado. Debe de haber algo más, siempre hay algo más.


¿Preguntas, dudas, comentarios sobre el capítulo? (contestare 7u7)

Hola u.u ♡
Bueno, este es el ultimo capítulo de su pasado.
Puede llegar a ser un poco confuso...

Cof cof En la segunda temporada se aclarara un poco

Y para el capítulo final 7w7r sólo faltan uno o dos más 7u7 ♡

Comenten que les pareció el capítulo, y bueno, enrealidad este capítulo es el que más me a gustado...

Comenten voten
Gracias ⁿ-ⁿ

Atte-FanchanEM





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