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-Jajaja ¿estás bien, estúpido?-Me acerco a él con una sonrisa y le estiró la mano para que se levante, a lo que el accede y se levanta, pude notar que de la caída hizo que su pelo quedará tapando gran parte de su cara.- ¡Oh¡ espera.- Me pongo de puntitas para nivelarme a su altura y le acomode el pelo, entre más le descubría dejaba ver un parche en uno de sus ojos y el otro ojo, un ojo azul, y un rostro perfecto. Después me agache por su sombrero y se lo coloque mientras lo miraba fijamente.-Listo... Tenías alborotado el pelo-.

-Gra... Gracias.- Él se sonrojo y se aclaró la garganta.- tú eres ____ Peletier ¿no es así?- Me dijo de modo serio.

-Sí, soy yo, y ¿tú eres...?.-Le respondí mientras lo miraba, estaba fascinada con ese chico.

-Carl Grimes.-Me contesto, pero nuevamente de una manera muy seria.-acompáñenme, yo les enseñó la casa.- así que Laila y yo lo comenzamos a seguir, mientras caminaba lo iba alcanzando para preguntarte.- ¿Y cuánto tiempo llevas aquí? - Pregunte solo por curiosidad.

-Pues hace poco llegue con Laila, unos meses se podría decir.- El respondió de manera indiferente.

-¿Siempre eres tan serio?-Pregunte mientras miraba al piso.

-Si.- Respondió solo con un "Si" no me esperaba una respuesta tan seca, decidí ya no insistir y fui bajando mi velocidad para quedar a la altura de Laila, en fin todo el camino fue un silencio sepulcral hasta que llegamos a la casa. Estaba en buenas condiciones, dos pisos, pintada de color blanco, y el tejado verde fuerte, por adentro se veía bien, tenía iluminación y agua, Había regadera y comida, sin olvidar la ropa y las camas. Nunca imagine poder vivir en una casa así después de este apocalipsis.

Antes de entrar me dirigí hacia Laila. -Oye, ¿Siempre es tan serio? -Susurre.

-Sí, bueno solo con las personas que no conoce, es más expresivo si te conoce, si convive más con tigo te aseguro que será totalmente otra cosa.-Fue lo que Laila me respondió, de alguna forma me tranquilizaba ya no sería tan seco y serio en su forma de hablarme.

-¿Quieren quedarse un rato?- Pregunte mientras abría la puerta.

-¡Claro!-Me contesto Laila y se metió a la casa, Carl se dio media vuelta sin decir nada y empezó a caminar.- ¡Eh! ¡Carl! Quédate un rato, no seas aburrido.- Exclamó Laila mientras mordía una manzana, Carl da un suspiro y nuevamente da media vuelta para entrar a la casa.

-Si no quieres estar aquí está bien, no es obligatorio.- Le dije, sería incómodo estar con una persona que no quieres.

-No... No hay problema.- Me dijo él y me hice a un lado para que pudiera pasar, a lo que el accedió y entró.

-¿Realmente esté lugar es seguro?- Pregunto mientras doy un vistazo a la casa con la mirada.

-Si hablamos por los muros, municiones, estamos muy bien asegurados, pero la mayoría que vive aquí, no sabe lo que es vivir afuera, son débiles - Dice con la mirada baja y de manera muy seria.

-Débiles no es la palabra, más bien... ¡Inútiles! ¡Si, eso!-Dice Laila mientras le da un gran mordisco a su manzana, a lo cual solo doy una carcajada.

Definitivamente quisiera quedarme aquí, solo hay un problema.

Carol Peletier, ese es mi problema mi verdadero problema.

-¿No se les apetece salir de paseo? - Dice Laila con una sonrisa mientras gira unas llaves de algún auto.