Narra Flash:

Tener en frente a un tipo exactamente igual a mi me estaba estresando demasiado, él me observaba fijamente, casi sin parpadear. No parecía nervioso ni sorprendido por verme, a diferencia de mi. Entonces recordé lo que Sunset y Twilight me habían contado sobre mi otro yo.

Él era un guardia en Equestria, estaba entrenado para mantener el temple ante cualquier situación, mientras que yo... Ni siquiera tengo una carrera y aún me sorprendo por este tipo de cosas.

"Así que... Eres el hermano de Twilight. Un gusto, me llamo Flash Sentry." Ofrecí mi mano para un apretón, pero el hombre sólo me miró como si fuera un patético insecto. "Okay... Comprendo la indirecta."

"A-Ah... Shining, él es Flash Sentry, el humano." Twilight se aseguró de especificar. "Él y yo tenemos una relación de casi un año. Por favor sé bueno con él." Su hermano pareció analizar sus palabras, y finalmente me extendió la mano torpemente.

Yo la tomé y nos dimos un apretón, aunque parecía que él no sabía dar uno, por obvias razones.

"Bien, este lugar es interesante, pero es hora de que nos vayamos." Él le hizo una seña al otro yo y él asintió sin decir una sola palabra. Yo no pude evitar poner una mueca de preocupación ante esto. "A decir verdad, no sé si pueda irme..." Twilight estaba vacilante, sorprendiendo negativamente a su hermano. "¿¡Qué quieres decir?! ¿¡Sabes cuánto tiempo buscamos una manera de llevarte de vuelta a Equestria?! ¡Equestria! ¡Tu único hogar!" Tuve que acercarme a ella ante la reacción hostil de Shining, sin embargo, sabía que Twilight no se dejaría intimidar tan fácil. "¡No puedes pedirme que abandone la vida que he construido aquí como si nada! ¡Tengo a mis amigas aquí, tengo a Flash!" Él bufó, mostrándose testarudo. "Tienes ambas cosas allá en Equestria también."

Ella claramente se había ofendido por esas palabras.

Después de estar en silencio unos segundos, Twilight tomó mi mano abruptamente y me arrastró de vuelta a la casa, dejando a su hermano y a mi otro yo detrás sin decir nada. A decir verdad me sorprendió que no nos siguieran. Para cuando llegamos, todos estaban de pie y desayunando. Sunset se acercó a nosotros cuando nos vió entrar por la puerta.

"¿Qué es lo que hacían allá afuera solitos?" Le hice un gesto para que detuviera sus bromas, y ella no tardó en captar que algo serio había ocurrido. "Oye Twi, ¿Por qué no vas por unos panqueques con Pinkie?" Twilight tenía una expresión decaída, pero asintió y fue con Pinkie Pie sin más protestas.

Sunset y yo fuimos a la terraza para hablar a solas. "¿Qué es lo que ocurre?" Yo suspiré, observando a Shining Armor y mi otro yo desde el balcón. "Eso es lo que ocurre." Apunté hacia ellos, haciendo que mi ex novia abriera la boca ampliamente. "¿E-Ese es...?"

"Es mi otro yo, y el hermano de Twilight. Aparentemente encontraron otro portal y vinieron por ella." Sunset parecía tener emociones conflictuadas, entre felicidad y preocupación. "¿Y ella cómo...?"

"¿Que cómo lo tomó?" Tomé mi nuca, intentando buscar una respuesta clara. "Bueno... Primero parecía feliz por ver a su hermano después de tanto tiempo, luego se pelearon porque no sabe si debería volver a Equestria o no."

"Ya veo..." Sunset se cruzó de brazos, pensando en la situación claramente. "¿Tú volverás a Equestria?" Le pregunté, sacándola de sus pensamientos. "Incluso para mi es una decisión compleja. Si volviera a Equestria tendría que afrontar mis crímenes ante la princesa Celestia, retomar mis estudios y buscar una forma de sustentarme. Probablemente tendría que volver a la casa de mis padres..." Ella también parecía abrumada por la idea de retomar su antigua vida. Siendo honesto nunca pensé demasiado en que Sunset también había dejado toda su vida atrás cuando llegó aquí, probablemente tendría amigos y familia quiénes la extrañen, así como Twilight.

Cuando me volteé, me di cuenta de que Shining y el Flash poni ya no estaban en donde los habíamos dejado, ahora caminaban dificultosamente hacia nuestra casa.

"Será mejor estar preparados para cualquier cosa, esos dos vienen para acá." Sunset me miró con una expresión consternada. "Según lo que Twilight me ha contado, su hermano es el capitán de la guardia real en su mundo, y si mi otro yo también es un guardia, la cosa podría ponerse violenta." Ella negó, algo dudosa. "Los guardias reales rara vez atacan físicamente."

"Aún así. Mantente cerca de Twilight en caso de cualquier inconveniente."

Corrí hacia la cocina, buscando a mi padre. Lo encontré conversando con Applejack mientras lavaba los trastes. "¡Papá!" Le grité desde el marco de la puerta, llamando su atención. "No queda mantequilla, ¿Podrías traer?" Él asintió sin cuestionarme. "Pero tendrás que ir hasta la ciudad, Rainbow Dash es intolerante a la lactosa, sabes lo díficil que es encontrar mantequilla sin lactosa." Me reí nervioso, esperando que se creyera todo eso. "Claro hijo, no te preocupes." Se quitó el delantal y tomó las llaves del auto para salir.

"¿Por qué no sales por la puerta trasera? Es más... ¿Rápido?" Él levantó una ceja, pero se encogió de hombros y salió por la puerta trasera hacia la camioneta. Finalmente pude respirar cuando lo vi salir por la carretera, definitivamente no sabría cómo explicarle el por qué habían dos como yo de la nada.

Narrador normal:

Mientras Flash se aseguraba de que su padre se alejara de la casa, el otro Flash y Shining llegaban a la entrada. El hermano de Twilight intentó tocar la puerta con la palma de su mano, fallando.

"Estas cosas son una molestia." Se quejó, refiriéndose a sus nuevas manos.

"Como pegaso, me parecen bastante útiles, sólo hay que ser ingenioso y buscar la mejor forma de emplearlas." Flash hizo un puño torpemente y golpeó la puerta, no tocando exactamente, pero había funcionado lo suficiente para emitir un sonido que se escuchara dentro de la casa. "Bueno, como alguien con magia, no puedo entender por qué estas serían mejores que un cuerno funcional."

Dentro de la casa, todos observaban la puerta desde el comedor, preguntándose quién podría ser tan temprano.

"Oh no..." Pensó Twilight mientras intentaba disimular y fingir que no sabía nada al respecto.

Sunset y Flash se encontraban en la cocina terminando de limpiar los trastes que había dejado Blaze, así que una de las chicas acabó abriendo la puerta, más especificamente, Pinkie Pie.

"¡Oh! ¡Sólo es Shining Armor y Flash Sentry desde Equestria!" Exclamó ella para que todos pudieran oirla, haciendo que todos se pusieran de pie de la mesa para ver si finalmente Pinkie se había vuelto loca.

"¿Cómo sabes quién soy yo?" Preguntó Shining genuinamente confundido. "Es un secreto." Ella guiñó un ojo riendo y se retiró de vuelta a la mesa a acabar su desayuno. "Buscamos a la princesa Twilight Sparkle." El grupo de amigos observaba en shock al otro Flash mientras hablaba. Ambos llevaban ropa de invierno, botas, camiseta y pantalones gruesos, esto debido a que se encontraban en la nieve antes de cruzar el portal. Se habían deshecho de las chaquetas, bufandas y guantes al llegar a la playa.

"¿Ustedes vienen de Equestria?" Preguntó Rarity, aún sorprendida. "Así es. Como dijo Pinkie, yo soy el hermano de Twilight, Shining. Queremos llevarla de vuelta a su mundo, así que agradeceríamos que fueran a buscarla rápidamente." Todos parecían preocupados, pues apreciaban a su amiga tanto como ella los apreciaba. Aún así, Applejack, en nombre de la honestidad, se dirigió hacia el comedor en busca de su amiga.

"¿Manzani-? Quiero decir, ¿Twilight?" La mencionada levantó la mirada al escuchar la voz amigable de Applejack. "Alguien te busca."

"Ya sé que me buscan."

La rubia se acercó al oír esto, preocupada por el mal semblante de su amiga. "¿Por qué no nos mencionaste sobre tu hermano?" Twilight apartó la mirada, profundamente angustiada. "¡Porque no sé qué hacer en esta situación!" La desesperación había resurgido ante el interrogatorio de Applejack. "No quiero irme y alejarme de todos ustedes... Equestria es mi hogar, pero es mi hogar porque ahí están las personas que amo. ¡Ahora vivo aquí y los amo a todos ustedes de igual manera! Y Flash..."

Applejack contuvo a Twilight mientras sollozaba en sus brazos, intentando procesar la magnitud de los sentimientos de su amiga, y al mismo tiempo, intentando contener sus propias preocupaciones sobre el desenlace de aquel angustioso dilema.