Capítulo 23
Narra Twilight:
Acompañé a Flash a una peluquería de la ciudad, lejano a Canterlot High siendo aproximadamente las 6pm.
Allí me senté a ver cómo Flash se sentaba asustado por su cabello, y le decía un montón de cosas al peluquero sobre cómo exacta y precisamente quería su cabello.
Me reí para mi misma al verlo tan nervioso, y le saludé para que me viera a través del espejo enfrente de ambos.
Al volver mi mirada vi a dos pequeñas niñas de no más de 12 años mirándome a unos cuantos asientos más allá, las saludé sonriendo y se acercaron rápidamente.
- ¿Tú eres la princesa Twilight Sparkle? - me preguntó una de ellas.
- ¿Eres una princesa de verdad? - me preguntó la otra.
- Si, y si... - respondí tomando mi nuca.
- Genial... - dijeron ambas a la vez.
Flash me dedicó una risa observándome, y lo miré desde el espejo molesta, haciendo que riera otra vez.
- Bueno, eso supongo.
Me preguntaba como rayos es que me conocían estas niñas, a penas llevaba un mes en todo este asunto...
- ¡Niñas! ¡Dejen a esa chica en paz! - gritó una señora desde lejos, probablemente su madre.
- Será mejor que vayan - les dije sonriendo.
Asintieron con la cabeza y se fueron corriendo.
...
- Así que te reconocieron unas niñas - dijo Flash bajándose de la silla mientras le quitaban la capa que evitaba que le cayera cabello, había un montón de cabello azul en el suelo.
- Fue... Un poco extraño - dije riendo.
- Estará bien - dijo pagándole al peluquero - ¿Y? ¿Cómo luzco?
Al parecer se había recortado un poco de arriba y le habían cortado completamente corto por detras, cosa extraña porque siempre lo habia tenido largo justamente ahí.
- Te ves muy guapo, pero ¿Porqué tan corto de repente?
- Umm... Supongo que estaba algo cansado del pelo en mi nuca, tú no puedes decir lo mismo.
- ¿Yo?
Claro, mi cabello llegaba hasta mi cintura, estaba largo.
- Supongo que estoy acostumbrada - dije mientras lo seguía a la salida.
- ¿Quieres ir a algún otro lado? Estoy a tu servicio - me preguntó Flash haciendo una reverencia, yo reí.
- No lo creo... Sería lindo ir a casa a... Dormir en el piso - me reí de nuevo.
- Bueno, piensa que ya pronto no tendrás que hacer eso - puso una mano en mi hombro y yo lo miré.
- ¿Sabes? Creo que de hecho... Si podría ir a tu casa.
- ¿A mi casa?
- ¡Podríamos pasar el rato! Como la última vez que me hiciste una fiesta y estuvimos en la terraza.
- Ummm... Eso depende - dijo cruzandose de brazos.
- ¿De qué?
- Necesitamos snacks.
...
20 minutos más tarde estabamos en la terraza del apartamento de Flash, ya era de noche así que podíamos ver las estrellas y las luces de la ciudad.
Habiamos comprado una variedad de dulces (los cuales no debería comer) y comida chatarra, desde papas fritas hasta gomitas de osito. Pusimos una manta en el piso y nos sentamos a comer y hablar.
- Qué gran cena - dije riendo mientras tomaba unos palitos de queso.
- Me avergüenza pensar que quizás pudimos ir a comer a un restaurant en vez de llenarnos la boca de comida chatarra - respondió con comida en la boca.
- Deberías avergonzarte de hablar con la boca llena - volví a reir dándole un empujón en el hombro.
Flash rió mientras ponía su mano del otro lado para no caer a unas macetas cercanas.
- Es lindo reunirse entre amigos así... - dije abrazando mis piernas melancólicamente.
- Es agradable en especial cuando tú eres la amiga con la que me reuno.
Miré a Flash y aparté la mirada de vuelta, sonrojada.
- ¿Puedo preguntarte algo Flash? - él asintió mientras comía papas - ¿Aún gustas de mi?
Asintió nuevamente, puesto que tenía la boca llena de frituras. Sonreí ante su adorable respuesta, me alegraba no poder caer en el nerviosismo al verlo siendo tan bobo.
- Yo aún tengo el anillo que me diste, no suelo quitarmelo... Excepto para dormir - dije mostrándole el mismo.
- Me alegra que te haya gustado... Y que no creyeras que estaba siendo un rarito.
- Nunca lo he creído - le respondí poniendo mi cabeza en su hombro.
- Ha pasado casi un año... Desde que te quedaste aquí - dijo sin mirarme.
- Eso creo.
No sabía como decirle a Flash que estaba lista para una relación entre ambos... Llevaba un tiempo pensando en cómo se supone que debo decirle algo así ¿Acaso es algo atrevido darle "permiso"? ¿Qué tal si él ya no quiere tener nada conmigo de esa forma? Es decir... Aún le gusto, pero no sé si eso es suficiente...
- Yo... - murmuré tragando saliva, sin separarme del hombro de Flash - Desde hace un tiempo...
Sentí la mirada de Flash y evité el contacto visual rápidamente, ya estaba lo suficientemente nerviosa.
- Quisiera... Comenzar de nuevo.
- ¿Qué?
- ¡NADA! ¡Olvídalo...! - le di la espalda mientras tomaba mis brazos, sin embargo él se aproximó rápidamente para poner una mano en mi hombro, haciéndome mirarlo a los ojos, sus bellos ojos...
- ¿Qué ocurre Twilight?
Inhalé y exhalé profundamente, tenía que ser valiente... Aún cuando nunca he hecho este tipo de cosas... Excepto con Flash.
Me volteé mordiendo mi labio inferior y tomé un mechón de mi cabello para empezar a recorrerlo constantemente.
- No te pongas nerviosa...
¿Tan evidente soy?
Ignore los latidos de mi corazón para mirar nuevamente a Flash, como si estuviera haciendo la cosa más difícil que he tenido que hacer (sabiendo que no lo era), y hablé.
- Desde hace un tiempo... He buscado las palabras para decirte que... Me siento lista, lista para una relación... Contigo - comencé a hiperventilarme mientras tomaba mi frente - Esto es exagerado...
- ¿Qué es lo que te pone tan nerviosa para decirme algo así?
- ... Que me rechaces... Que me digas que ya no te interesa... A veces... Era insegura y estaba triste porque no sabía si aún me querías y... Miraba este anillo y... Me daba cuenta de que estaba siendo una tonta obsesiva.
Miré a Flash abriendo sus brazos y sin pensarlo lo abracé rodeandolo con mis brazos, tenía cabello cortado en la nuca y los hombros de su chaqueta, y eso comenzó a darme comezón.
Me separé de él divertida por la tontería del cabello, y me miró confundido por haber hecho eso.
- Tienes cabello.
- ¡Oh...! - tocó su nuca y se quitó la chaqueta - Esto es vergonzoso - rió - Yo... Tenía la esperanza de que fuera un momento romántico.
- Es romántico - sonreí evitando su mirada.
- Pues - se arrastró rápidamente para agarrarme otra vez en un abrazo, comencé a gritar riendo - Yo quiero que siga siéndolo.
- ¡Déjame! Estás todo lleno de cabello.
Los músculos de mi boca comenzaban a doler por la risa, Flash no soltaba su amarre y él también reía entusiastamente.
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