9. A walk to remember
Salí antes de clases, porque no me apetecía quedarme un segundo más. Fui a dejar mis cosas en el casillero. Luego me dirigí al estacionamiento. Mientras más rápido llegara a Volbee, más rápido me iría de aquí.
Antes de salir, me percaté de alguien apoyado en una pared, parecía estar mal. Me acerqué y me di cuenta que era el chico sexy. Es decir, Derek, el no amigo de Scott.
―Oye, ¿estás bien? ―le pregunté.
Él me miró confundido. ―Sí.
― ¿Necesitas ayuda?
―Es-toy buscando a Scott.
―Aun no sale de clase, pero el timbre está por sonar. ¿Quieres que te ayude a buscarlo?
Él lo pensó un segundo, estoy segura de que él jamás pide ayuda a nadie.
Asintió.
―Bien, él siempre se va en bicicleta, así que te llevaré hacia donde las dejan.
Volvió a asentir.
En ese momento el timbre sonó. Genial, esperaba irme antes de que todo el tumulto de estudiantes saliera.
Salimos al estacionamiento. Vi el Jeep de Stiles salir, si él se estaba yendo, eso significaba que Scott debía de haberse ido. Aunque puedo mandarle un mensaje... sería genial si tuviera el número de Scott, pero no lo tengo. Se lo tendría que mandar a Stiles. No tengo idea de porqué estoy siendo amable con Derek, tal vez porque él me hizo un favor el otro día. Si hoy lo ayudaba, quedábamos a mano.
―Ese es el Jeep de Stiles, tal vez Scott ya se fue ―dije, pero Derek ya se había adelantado. De hecho, se había puesto en frente del Jeep.
¿Es que quiere morir? ¿Qué le pasa?
― ¿Qué diablos haces? ―le pregunté cuando llegué a su lado. Pero justo en ese momento se desmayó.
Stiles y yo intercambiamos miradas y él se bajó del Jeep.
― ¿Qué haces con él? ―me preguntó.
―Solo le estaba ayudando a buscar a Scott, parece herido. ¿Me ayudas a levantarlo?
Scott se acercó corriendo. Bien, al menos había aparecido.
― ¿Qué estás haciendo aquí? ―le preguntó a Derek, este clavó su mirada en mí. Luego Scott también me vio.
Stiles me cogió del brazo y me alejó de ellos.
―Gracias por traerlo, ya puedes irte.
―Espera, quiero saber qué pasa. Ustedes dos se han vuelto más raros que de costumbre. Desde que empezaron las clases, para ser más específica.
―No está pasando nada. Anda a tu Volkswagen de la Barbie y anda a tu casa a leer tus libros ―me ofendió el tono con el que lo dijo, jamás me ofende nada de lo que él dice. Nunca me ha importado. ¿Por qué justo ahora me importa?
―Averiguaré lo que ocultan. Sabes que lo haré ―contesté, tratando de evitar que se notara mi molestia.
Me dirigí a mi lindo Volbee y me fui directamente a casa. Por suerte, el tumulto que se había formado por la aparición de Derek, ya se había disuelto.
💙
Pensé que Stiles me enviaría un mensaje disculpándose por su actitud, no tengo idea de porqué. Jamás nos hemos llevado bien, ninguno de los dos jamás se ha disculpado con el otro por nada. Así que... simplemente soy una idiota por pensar en que él me contactaría o algo. ¿Acaso quería que me contactase? No, claro que no. Preferiría que la muerte que se les apareció a los hermanos Peverell en Harry Potter me contactase.
Pensándolo bien... no, no quiero que me contacte.
―Hoosiers no sólo es la mejor película de baloncesto, es, también, la mejor película sobre deportes ―Lydia me había arrastrado a una noche de películas con ella y Jackson. Ambos habían prometido no toquetearse, al menos no mientras yo estuviera presente.
Una vez que me fuese a casa, podrían hacer lo que se les plazca
―No ―respondió Lydia.
―Es con Gene Hackman y Dennis Hooper.
―No.
―Lydia, te juro por dios que va a gustarte.
―No.
Era muy difícil hacer que Lydia cambiara de opinión una vez que ya había decidido algo. Hoy había decidido ver The Notebook por millonésima vez.
―Mia, ayúdame un poco, ¿por favor? ―que Jackson suplique es algo sin precedentes.
―Lydia, ¿al menos podríamos ver otra película basada en un libro de Nicholas Sparks?
―No.
―Lydia, me lo debes. Veremos A Walk To Remember porque es mi película favorita.
―Prefiero ver esa ―me apoyó Jackson―, he visto The Notebook tantas veces que creo que me sé los diálogos.
―No, ya he dicho que veremos The Notebook y punto.
―Lydia, el otro día me hiciste pasar un momento horrible en la cafetería. Así que si quieres que no me moleste contigo, veremos lo que yo digo.
Cinco minutos después estábamos Jackson y yo dentro de la tienda de películas.
―No puedo creer que le hayas ganado a Lydia ―me dijo.
―Ni yo.
Al final ella había aceptado ver lo que yo quería, era algo sin antecedentes. Aunque, también, era una película basada en un libro de Nicholas Sparks, no es como si hubiera hecho un gran sacrificio.
― ¿Alguien nos puede ayudar a buscar A Walk To Remember? ―preguntó Jackson―. ¿Hola?
No había absolutamente nadie en la tienda. ¿Acaso se habían ido al baño? Era una opción factible. Aunque no creo que dejen la tienda sola, es decir, alguien podría robarse el dinero de la caja registradora.
― ¿Hay alguien que trabaje aquí? ―preguntó él.
―Creo que están en el baño ―dije.
―Debes estar bromeando ―me dijo―. ¿Cómo se van a ir al baño?
―Con los pies. Tal vez han tomado mucha agua o algo.
Seguimos caminando por el local, buscando la película y también buscando algún empleado. Pero no había rastro de ninguno.
―Si no está en la sección de romance ―empecé a decir―, fíjate en la de películas basadas en libros.
―Bien ―respondió Jackson mientras caminaba hacia donde le había dicho.
Yo seguí buscando a algún trabajador, pero seguía sin tener suerte. ― ¿No hay nadie? ¿Cuánto se demoran en ir al maldi...?
Me tropecé con algo en el suelo. Estaba húmedo.
― ¿Qué diablos? ―dije, pero entonces, me di cuenta de lo que había provocado mi caída. Un hombre, no, un cadáver. Su cuello estaba partido. Había sangre por todas partes. Y yo lo había tocado, yo tenía sangre por todas partes.
Igual que cuando atacaron a mi mamá.
Solté un grito ensordecedor.
― ¡¿Mia?! ―gritó Jackson, dos segundos después estaba a mi lado―. ¡Mierda! Ven Mia ―me ayudó a levantarme, pero no podía, mis piernas no me respondían―. Mia, tenemos que salir de aquí, ¡ahora!
Jackson se tropezó con unas escaleras y en ese momento las luces se fueron. Quedamos en completa oscuridad.
Ambos nos pusimos de pie, al menos ahora podía hacerlo.
Escuché un ruido extraño, como respiraciones. Jackson y yo intercambiamos miradas, luego vimos al final del pasillo. Distinguí una silueta extraña, estaba encorvada, también vi dos ojos rojos.
Ojos rojos.
Los mismos que vi el día en que mataron a mi madre.
Jackson me jaló a un lado, nos ocultamos tras un estante de películas. Estaba a punto de tener un ataque de pánico, pero Jackson me tapó la boca y me hizo la señal de que no hiciera ruido. ¿Es que acaso piensa que yo quiero hacer ruido? ¡No! Claro que no quiero, es involuntario.
De pronto los estantes empezaron a caer, como si fueran piezas de dominó. Quería moverme, pero me había quedado completamente en shock. Esa cosa había venido por mí, no le bastó con arrebatarme a mi madre, ahora quiere matarme a mí.
Bien, que me mate, ya no tengo nada por lo que vivir. Mi padre no se preocupa por mí. Casi no tengo amigos. Ya nada me importaba. Solo Lobo, pero estoy segura de que Lydia, Jackson o Danny lo adoptarían... probablemente hasta Stiles.
Pero entonces, Jackson me empujó a un lado y antes de que él pudiera seguirme, los estantes cayeron sobre sus piernas dejándolo inmovilizado.
― ¡Jackson! ―grité.
―Corre Mia, anda con Lydia, tienen que salir de aquí.
Antes de poder responder, sentí que algo me empujó contra unos estantes. No quedé inconsciente, pero me dolía la cabeza.
Luego escuché vidrio romperse.
Este definitivamente no era un buen día. Últimamente, no tenía ningún buen día.
💙
Media hora después, el estacionamiento de la tienda de películas estaba repleto de personas. Había carros de policías y dos ambulancias.
Lydia estaba con Jackson en una. No sé por qué están tratando a Lydia, ella no fue a la que lanzaron varios metros hacia los estantes. Yo estaba en la otra ambulancia, varios policías habían tratado de hablar conmigo, pero no podía responderles.
Seguía en shock por lo que había visto. Esos ojos eran como los que había visto aquel fatídico día. Pero algo me decía que no era el mismo par de ojos. ¿Por qué?
―Señorita, necesitamos que nos diga lo que sucedió ahí dentro ―me dijo el mismo policía que había tratado de hablarme mil veces.
―No la presiones, ha pasado por mucho ―esa era la voz del alguacil Stilinski, escucharlo me tranquilizó―. No tienes que hablar si no quieres. Tenemos tiempo para ello, ¿sí?
Quería asentir, pero no podía. Me sentía una inútil.
― ¿Te duele algo? ―me preguntó.
Todo, me dolía todo, pero lo físico era lo de menos. Sentía que todo mi interior se había vuelto pedacitos.
―El chico de ahí ―habló uno de los policías― dijo que se había golpeado la cabeza. Los médicos quieren descartar que tenga una conmoción cerebral ―asumía que había señalado a Jackson.
Alcé la mirada solo un segundo y vi a Stiles al lado del carro de policía. Él tenía la vista fija en Lydia, para variar. ¿Por qué todos se preocupan por ella? Soy yo la que fui atacada, soy yo la que está bañada en sangre. Aunque no era mi sangre, aun así, estaba bañada en ella.
En ese momento los ojos de Stiles localizaron los míos.
Se acercó a mí rápidamente, aunque pienso que estaba acercándose a su padre y no a mí.
― ¿Mia? ¿Estás bien? ¿Esa es tu sangre? ―negué con la cabeza. Era la primera reacción que tenía después de que había salido de ese estúpido local.
Las personas a mí alrededor se sorprendieron por el cambio.
― ¿Ese es un no a las dos preguntas?
No sé por qué, pero ver a Stiles hizo que algo haga clic en mí y empecé a llorar. Jamás lloraba, nunca enfrente de nadie, nunca por algo verdaderamente importante, solo por libros. Y ahora, estaba aquí, llorando desconsoladamente frente a la última persona que querría que me viera llorar.
Sentí un par de brazos rodearme, sabía que era Stiles. Estaba agradecida de que él estuviera aquí, me hacía sentir segura, no sé por qué, así que no pregunten.
―Todo está bien, Mia, tranquila ―susurró mientras frotaba mi espalda. Mi cabeza estaba oculta en su pecho, aun lloraba, pero mis sollozos eran cada vez menores. Él me estaba tranquilizando. Y yo estaba mojando toda su camiseta.
―Vas a estar bien, ¿sí? ―aflojó su agarre y me miró a los ojos.
―Sí, gracias ―dije.
Él asintió y luego se alejó de mí. Ahora era mi turno de hablar con los policías sobre lo que había ocurrido. El único problema era que no tenía idea de qué había ocurrido.
Hace cinco años les había dicho sobre el par de ojos rojos que vi, nadie me creyó. Así que hablar sobre que vi unos iguales hoy estaba descartado.
✎❣
Le presté a Mia mi película favorita, la foto del multimedia es la portada. :)
Ustedes tienen alguna pelicula favorita?
Muchas gracias por leer, votar y comentar! trataré de subir pronto el siguiente capítulo!
xoxo,
Rose
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