Asimilacion
-¡kakashi-san!
Era evidente lo sorprendida que estaba, ya hacia muchos meses que no se habían vuelto a tratar, desde aquel incidente en la oficina de Obito. Hinata tomo un poco de distancia, estaba algo sonrojada, dudo por un momento en hablar, pero al ver su típica sonrisa con los ojos cerrados le devolvio el gesto.
-Es bueno volver a verte- agrego, sus palabras estaban cargadas de sinceridad. Estaba muy feliz de verla, aunque no estaba seguro si las circunstancias eran las mejores- Si deseas podemos tomar un ca..
-¡Muchas gracias!-se apresuró en responder, mientras empuñaba su mano en su pecho- justo ahora iba a ir a mi casa- se sonrojo y aparto su mirada. A pesar de que lucia tranquilo, aun no quitaba el hecho que se había involucrado a golpes con Obito, por ella.
-¿a tu casa?- le cuestiono, cuando la vio asentir y examino las bolsas que cargaba solo lo llevaron a dos hipotesis: vacaciones o había renunciado, en el peor de los casos despido. Aunque esta posibilidad era difícil- ¿Te puedo acompañar?
-no podría. Kakashi-san es un hombre importante y ocupado.
-¿Hacia donde queda?- Hinata señalo hacia una dirección y habido de saber mas tuvo que mentir- ¿Hacia allá? Yo también voy por allá, entonces ¿Vamos?
Kakashi le extendió su brazo, sus ojos brillaron ante el gesto de caballerosidad. Aunque dudo tomar su brazo, termino por hacerlo. La casa de Hinata quedaba a unas cuadras del centro comercial, caminando a velocidad media, tomaba cerca de 26 minutos, pero el ritmo en que kakashi la guiaba se prestaba para alargar la caminata.
La conversación fue amena, hablaron de lo habían hecho y de algunos negocios en los que había estado trabajando. También se enteró que kakashi se había ido a corea por un mes para visitar a parte de su familia que residía allí. Hinata fue la mas sorprendida que él, era pariente directo de uno de los idols más famosos en el mundo, tuvo que contenerse para no pedirle que los presentara, porque Ino era su fan numero uno. Quizá ahora tenía explicación su atractivo, mas que japones kakashi parecía coreano mezclado con alemán.
-Creo que ya llegamos- soltó él, algo triste quizá porque ya la dejaba en su casa. Tener esa charla de mas de media hora solo pudo confirmar lo que suponía, ella ya no estaba con Obito, lo supo cuando la sintió evadir temas laborales, sumado que estaba en un horario de trabajo y que Obito era estricto y celoso.
No la vas a tomar en serio
Voy en serio y no quiero que te le acerques
Pensar que esa chica que le gustaba, que incluso quería. Había sido objeto de una jugarreta la hacía arder la sangre, aun así, ella no dejaba de ser tan pura para él. En lo mas profundo de su ser Hinata, valía mas por su alma, que por otras virtudes. Amaba su alma, la amaba a ella.
-Muchas gracias por acompañarme - ella tímida dijo, mientras se soltaba de su brazo. Se sintió tan bien conversar con él, le robo la sonrisa después de haber estado semanas sin reír. Sus ojos picaron mucho, kakashi la tomaba del brazo y se atrevía a lucirla delante de todo el mundo, sin importar que los vieran. En cambio con Obito, todo era siempre a escondidas y con los únicos que podría decir que los únicos momentos donde se mostraban eran con Shisui y Konan
- Kakashi-san
-Si.
-Gracias- esta vez su tono fue diferente, mas triste la vio carraspear y querer llorar- gracias por no preguntar- entonces lo vio.
La mirada que ella le dedico le partió el alma a kakashi, odio a Obito, por primera vez lo odio. Ni siquiera cuando le dijo que estaba con ella lo había odiado. Sin embargo, verla tan rota y con esa lagrima por su mejilla, solo hicieron que encendiera las mecha para partirlo a golpes.
-lo siento- se disculpo mientras se limpiaba, quiso girarse pero un toque la devolvió a su lugar. Era kakashi quien le ofrecía un pañuelo. Ella lo tomo sin dudarlo y se limpio.
No me dices nada y solo te pones a llorar. recordó a Obito quejarse de sus lagrimas. Mientras que el hombre que tenia delante suyo le ofrecía un gesto amable.
-¿No funciono verdad?
-No. Se acabo- respondió con tristeza, algo avergonzada.
-¿Estas trabajando para él?
-Renuncie hace casi un mes.
-entiendo- se detuvo un momento a meditar, aunque no estaba seguro de lo que iba a preguntar lo dijo-¿Estás buscando trabajó?
¿Un mes? Tanto tiempo, pensó Kakashi.
Hinata era una profesional apta, no debería ser difícil para alguien como ella, para encontrar un empleo digno. Sumado que las empresa Uchiha eran el plus potente en cualquier currículum.
¿Por qué no había encontrado trabajo?
Su semblante era la respuesta a esa pregunta. Hinata había estado deprimida, por eso había ganado algo de peso porque seguro estaba comiendo, sumado que estaba llena de bolsas de compras, porque seguro quería distraerse para olvidarse de su dolor.
-Bueno aún no-se sinceró. Verlo allí parado delante de la puerta de su casa, la hizo sentir como una persona grosera- ¿Le ofrezco una taza con té? Podemos hablar adentro, bueno solo si kakashi-san lo desea. Si usted esta desocupado, podría pasar.
-me encantaría.
Hinata se apresuró en entrar, se puso a un lado para dejarlo pasar y se apresuró a la cocina.
-Solo dame 15 minutos.
Kakashi sonrió, ella era muy hogareña, examinó el lugar era una casa grande, pero muy cuidada. Habían pocos muebles y una pequeña mesa ratona en la sala, un pequeño gato dormía en el sillón, vio que el mueble tenía ciertos rasguños pero no le importo. Así son las mascotas, dijo. Luego algo llamo su atención, era un cuadro de tamaño medio. Sonrió al ver sus acuarelas a un lado, se acercó más y aunque la imagen que vio no le gustó, no dejo de apreciar la belleza del lienzo.
Un cuadro exquisito de una playa que conocía, a lo lejos se apreciaba una casa y como imagen central estaba un hombre, muy parecido a alguien que conocía soltando de entre sus manos un paloma. Hinata tenía talento, mucho. Es más podría catalogarlo que si quisiera podría vivir de eso.
Se dice que los grandes artistas retratan a los seres que aman y parecía cierto. Hinata amaba a Obito y su separación era reciente. Era un imbécil por dejar a una mujer que solo tenia ojos para él. Bueno kamisama tiene sus favoritos, eso dicen.
-espero que le gus..- sus palabras se ahogaron al verlo muy junto del cuadro que acaba de pintar .
Hinata dejo una bandeja con una pequeña tetera blanca, dos vasos finamente colocados y dos roles de canela. Kakashi volteo cuando ella apareció.
-¿Qué le parece?- le cuestionó ella algo tímida. Ese cuadro había ocupado horas y horas de su vida, nunca había pintado algo así. Parte de su alma estaba allí y plasmando su dolor por su abandono.
-Es estupendo. Tienes mucho talento. ¿esa es la casa de playa de Obito?
-Si. Esa playa es muy hermosa, sirvió mucho para inspirarme- contestó. Sus ojos se tornaron triste al ver la imagen de aquel hombre pintado.
-¿nos sentamos? El té se va enfriar- le dijo y ella acepto.
Ambos tomaron asiento uno frente al otro. Hinata sirvió el té de forma elegante y kakashi no dejo de apreciar como caía sus peliazulinos cabellos. Era hermosa y esa blusa que dejaba ver parte de su escote le daba mucho en que pensar.
-muchas gracias- soltó Kakashi mientras recibía la taza- está delicioso.
-muchas gracias.
-y cuéntame Hinata ¿Desde cuándo pintas?
Ella sonrió- desde muy pequeña, casi cuando cumplí 6 años. Mi padre insistió que mi educación sea muy estricta, por eso también tomaba a demás de mis clases académicas, también tomaba lecciones de arte y música. Aunque la primera nunca fue de su agrado.
-No entiendo porque, tienes mucho talento.
-Mi padre siempre instó a qué aprendiera a tocar el piano en lugar de pintar- comió un poco de un rol de canela y bebió té- cuándo una vez mis calificaciones descendieron decidió que dejara de tomar clases de pintura y me concentrará más en ciencias.
-puedo entenderlo. Tú, eras la heredera del gran conglomerado Hyuga. Era evidente que fuera muy estricto contigo.
Hinata respiro hondo, estricto era poco. Su padre siempre la insultaba diciéndole que era un estorbo y alguien indigno para su apellido. Por mas esfuerzos que ella hiciera, nunca fue suficiente para su padre.
-me gustaría mucho poder escucharte tocar el piano-sonrió.
-agradezco el halago, aunque no soy tan buena como Obito- la sonrisa que Kakashi tenía se desvaneció- él es muy bueno, me ha enseñado muchas técnicas para mejorar- agrego.
Kakashi noto que ella no se había dado cuenta de que había empezado hablar de él.
-¿Solían tocar mucho? Sé que obito tiene un piano Steinway en su casa.
-la verdad si- sonrió- tocábamos mucho o simplemente a veces solía escucharlo mientras que yo pintaba.
Las memorias de aquellos días llegaron, haciendo que su corazón se detuviera. Aunque su salida fue abrupta de ese lugar, no opacaba los bellos momentos que vivieron allí. Donde el Uchiha no solo le había aportado con alguno de sus conocimientos en pintura, también había tocado con su música parte de su alma. Sumado de esa primera entrega, esa maravillosa vez donde fue suya, cuando tocaron una triste melodía, donde lo hicieron en la alfombra donde la relajo lo suficiente, para recibirlo mojada. Fue maravilloso.
-¿Hinata?
-¿ehm? Disculpe que me estaba diciendo- sacudió su cabeza, se había perdido en sus cavilaciones. Se sintió muy observada, avergonzada como si kakashi le estuviera leyendo la mente.
-¿Esta todo bien?
-Si...es solo que ese lugar- volteo ligeramente hasta observar su cuadro y kakashi la imito- En ese lugar cree muchos recuerdos de los que quisiera olvidar- acepto tristemente- Aunque... aunque lo único que me queda es ese cuadro. Lo mejor que viví allí está plasmado en aquel lienzo.
-¿te tomo mucho tiempo?
-mucho, demasiado diría yo.
-Es evidente, los trazos y la gama de colores son dignas de un profesional.
-me halaga su opinión.
-Solo digo la verdad. Bueno, volviendo al tema del trabajo ¿estas buscando trabajo?
-Aun no, me apena decirlo. Bueno es que después de lo que paso, decidí tomarme un tiempo para mi y asimilarlo a mi manera. Aunque no ha servido de mucho, siempre que estoy sola recuerdo y bueno, no me da pena decir que he llorado mucho- kakashi escuchaba asombrado la forma en como se expresaba abiertamente de sus sentimientos, aunque era tímida y retraída era madura afectivamente- Hace unos meses un caballero: Tadashi-sama, lo conocí en un baile, conversamos un momento y me ofreció su tarjeta, me dijo que tendría una oportunidad con él si me presento.
-¿Tadashi? Estamos hablando del segundo hombre más importante de Japón.
-efectivamente- Hinata esculco su bolso que estaba aun lado- aquí esta su tarjeta.
Kakashi observó la fina tarjeta de presentación. Si Hinata entraba a esa empresa, Tadashi la devoraría definitivamente. Ese hombre no movía una ficha sin no obtener un resultado ganador. Esa noche debió haber visto algo en ella, y solo por eso le ofreció un empleo. Tadashi odiaba a óbito, seguro que si tenia a su asistente podría sacar ventaja de lo que ella sabia.
-Sabes que Tadashi-san no es del agrado de Obito.
-Si, me lo comento- recordó, quiso obviar lo que vino después de esa discusión donde ambos terminaron haciendolo en su auto mojados y calientes.
-Odio admitirlo, pero Obito no tiene la culpa. El odio de Tadashi es netamente unidireccional, porque siempre ha quedado en segundo lugar en todo. Siempre ha querido aventajarse en todos los aspectos a las empresa Uchihas, pero no ha podido. Mas aun con el ultimo trato que Obito está ejecutando en Londres, este acrecentara mas su rivalidad.
-entiendo
-Tener a alguien que haya estado muy cerca de Obito y sus manejos, le permitiría sacar ventajas. Por minúscula que sea, cualquier cosa de la que tenga para descreditarlo.
-ya veo. Me pregunto porque no ha contactado con Konan-san, ella ha trabajado mas tiempo con él.
-Ya lo ha intentado, pero ella no ha aceptado. Su lealtad con Obito es inquebrantable.
-Es una mujer increíble- acepto feliz, estaba muy orgullosa de tener una amiga como ella.
-muy bella además.
-lo es, aunque a veces suelo preguntarme porque nunca pudo dejar a su primer amor- recordar aquella noche donde prácticamente la sacaron magullada y violentada, hacia que se les revolviera las entrañas. La personalidad de Konan era avasalladora, pero esa noche lucia como una triste flor.
-Porque a veces solemos aferrarnos a cosas que nos hacen daño.. o que simplemente no importa. Hay que saber cuando soltar.
El rostro de ella se entristeció, aunque la estaba pasando bien, aún seguía pensando en Obito. ¿Acaso no había sido suficiente irse de la empresa y entregar todas sus cosas? ¿Acaso no lo había soltado?
-Bueno.. entonces creo que desecharé la idea de trabajar allí. No quisiera ser objeto de los planes malintencionados de un poderoso empresario.
-Es una sabia decisión. Hinata..- Kakashi se inclinó mas a ella.
-¿Si?- pregunto algo nerviosa. Kakashi no temia en ponerla asi.
-Te propongo algo
Cerca de las nueve de la mañana Hinata estaba pulcramente vestida, esperando en los mullidos sillones del piso trece, donde se encontraba la central de las empresa Hatake, una de las editoriales mas importantes de todo Japón. Acomodo su saco, trataba de contener el aire para que aquellos kilos demás no se vean reflejados en su estomago. Observo el reloj en la pared, Kakashi aun no llegaba. Era algo atípico para ella, siempre estaba acostumbrada al horario estricto de su antiguo jefe, pero se regañaba internamente por eso. Ya debía olvidarse de aquello.
La propuesta de kakashi era bastante buena, el sueldo era similar como su antiguo trabajo y tendría muchos beneficios. Observo el piso lleno de oficinistas, tenían mucho personal y lucían bastantes relajados, al ambiente que ya se había acostumbrado. Suspiro, necesitaba un poco de café. Al parecer aquella empresa no escatimaba en contratar personal para todo, en cambio en la empresas Uchiha el personal era seleccionado para muchas funciones, por eso que los sueldos eran exorbitantes. Lo que por lo general dos o tres podría hacerlo, se resumían a uno. Kakashi ya le había explicado que el contaba con una secretaria, pero necesitaba una asistente. En cambio en las empresas Uchihas, el personal era muy meticulosamente seleccionado, la información era lo que se cuidaba como el oro.
-¿ Eres Hyuga-san?
Una voz suave llamo su atención, una mujer castaña de tamaño promedio y tersa piel le hablo.
-Soy ten-ten, soy la secretaria de Kakashi. Me acaba de informar que se retrasara más de lo usual, discúlpalo él es así.
Hinata sonrió.
-¿Qué te parece si te doy un pequeño recorrido y luego te enseño tu escritorio?
-me encantaría, muchas gracias.
Ten-ten muy amable comenzó de explicarle a qué se dedicaban y hasta donde estaban sus alcances. Llevaba trabajando cerca de tres años allí y su estadía había sido grata, el ambiente laboral era muy sano y todos eran compañeros.
Muy diferente a su antiguo trabajo pensó, ya que solo podía catalogar a dos personas como sus amigos.
Le mostró un gran escritorio de vidrio, estaba a un lado de la entrada, tenía un computador bastante moderno y un gran archivador detrás suyo. Ten-ten comenzó a habilitar el computador de Hinata, mostrándole su nuevo ID de oficinista y la contraseña del lugar. Apenas tomo asiento sintió un gran alivio sobre sus hombros, miro hacia todos lados, estaban concentrados trabajando.
Empieza una nueva etapa para ti Hinata.
-¡Atención Equipo!- hablo ten-ten. Todos los presentes dejaron de realizar sus labores y prestaron atención. Hinata empuño la correa de su maletín, estaba nerviosa- les presento a Hyuga Hinata, ella trabajara aquí como la nueva asistente de Hatake-san.
-Es un placer- Dio una reverencia sintiéndose muy observada- espero llevarme muy bien con todos ustedes.
Luego de recibir diferentes saludos, el nerviosismo de Hinata comenzó a desvanecerse.
-Si necesitas ayudas, no dudes en decírmelo ¿De acuerdo?
-si- sonrió
Cuando el primer mes se cumplió Hinata no solo podía sentirse satisfecha con su nuevo trabajo, sino también aliviada. Ten-ten resulto ser una persona encantadora que le ayudo a adaptarse en todo y bueno kakashi, era Kakashi, encantador y caballero. Sumado que no le hacía sentir incómoda con nada relacionado a temas personales.
Ahora se encontraba almorzando en el comedor principal de la empresa. Tenía que admitir que la comida era muy deliciosa y no muy costosa. Así podría ahorrar un poco más, había visto una casa para gatos llenas de obstáculos y perfecta para sus garritas, era costosa y quería regalársela. El pequeño animal había llegado a iluminar sus días tristes, además que necesitaba comprarle arena ya que se le había acabado.
-Hola Hinata.
-¡kakashi-san!- se sorprendió puesto que tenía comida en la boca, tuvo que tomar una servilleta y limpiarse.
Kakashi aparecía con una charola llena de comida, Hinata se puso de pie.
-¿puedo acompañarte?- le cuestionó con una sonrisa.
-por supuesto, tome asiento por favor.
Este le obedeció tomo asiento delante suyo, se sorprendió la cantidad de comida que Hinata ingería. Al parecer su apetito era muy grande, sonrió. Ella era adorable.
-Parece que lo disfrutas- agrego y ella enrojeció.
-Esta delicioso.
-tenemos un gran personal aquí, eso es seguro. Cuéntame Hinata ¿Cómo te has sentido aquí? Ya tienes poco más de un mes trabajando en nuestras filas.
-Me siento muy a gusto. Todos me han ayudado a adaptarme, sumado que son una gran familia.
-siempre tratamos a nuestros empleados de la mejor manera, así rinden más. Es un buen trato creo yo. Me alegra escucharte decir eso.
-Solo digo la verdad.
Si empiezas por lo más difícil, entonces lo demás se tornará sencillo, eso dicen. Trabajar con Obito por casi tres años había dado sus frutos, controlar una agenda sobrecargada, sumado a pedidos, planificación, entre otros la había vuelto muy eficiente. Todo siempre estaba listo y solo necesitaba el permiso o la firma de su jefe.
-Hay una exposición muy cerca de aquí- comenzó a hablar Kakashi robándose la atención de ella- Mamoru-san es un viejo conocido ¿Habrás escuchado sobre él?
-¡por supuesto!- respondió feliz- su arte es muy conocido en todo el mundo, ha llevado el concepto de nuestra cultura al exigente público europeo y norteamericano. Además que su último cuadro que retrata la vida feudal de Japón fue vendido en más de 10 millones de dólares. Le tomo cerca de dos años terminarlo tengo entendido.
-eres una conocedora entonces- coqueteo- te comento que una parte de su exposición se dedicará a apoyar el talento nacional. Ahora se encuentran recibiendo pinturas y arte plástico de muchos amateur. Me gustaría poder convencerte de mostrarle tu pintura.
Hinata abrió los ojos enormemente ¿Su arte en una galería? ¿acaso estaba soñando?
-kakashi-san es muy amable conmigo, pero sinceramente dudo que mi arte este a la altura de una galería tan importante- dijo con humildad.
-Tu pintura es hermosa, créeme. Tengo una colección de más de diez cuadros en mi casa. Si un día decides visitarme te los mostraré- dijo con doble intención.
Kakashi le sonrió de forma sugerente, sin importarle si otros los mirase, grande fue su decepción al solo recibir una sonrisa sincera de su parte. Hinata no mostraba ni un ápice de nerviosismo, sus señales del poco interés que le tenía eran evidente. Ella parecía inmune a su galanteo.
-Me encantaría visitarlo, quizá pueda prepararlo algo digno.
-entonces ¿Me permites llevar tu cuadro para que lo evalúen?
Aunque estaba dudosa, Hinata termino por asentir. Se devolvieron la sonrisa y continuaron comiendo. No perdía nada si lo intentaba.
Al entrar el fin de semana kakashi le pidió a Hinata, que se reuniera con un nuevo escritor, ya que publicarían su libro dentro de poco. La reunión con el honorable señor fue bastante amena, ella se encargó de despejar todas sus dudas sobre la impresión de su libro. Este término invitándole un café y la reunión se extendió hasta la noche.
-Creo que llegaré muy tarde a mi casa- dijo mientras miraba su reloj.
La casa de aquel escritor quedaba muy lejos de la suya, mientras se dirigía a la estación de taxi un edificio muy iluminado llamo su atención. Se detuvo y leyó el cartel que daba la bienvenida a los invitados.
"Gran explosión de Mamoru"
Apretó la correa de su bolso, ya hacia tres días que Kakashi le había pedido su cuadro y ella se lo había entregado. Aun no le daba una respuesta concreta, solo acrecentando su nerviosismo.
¿Por qué no le había dicho nada acerca del resultado? ¿será que no quería dañar sus sentimientos?
-Soy un fracaso- se dijo.
Tuvo un espejismo de esperanza. Ella tuvo fe que quizá alguien más valoraría su pintura, pero al ver la nula respuesta de su jefe, hizo que las inseguridades volvieran. Quizá, guiada por la curiosidad se adentro al lugar.
Era espléndido, magnífico y muy sofisticado. Hinata sintió que su ropa no era adecuada para tal exposición, aunque la entrada era completamente gratis. Las personas se habían esforzado en ir pulcramente vestidas. Ella solo vestía una blusa y unos pantalones grises. Suspiro, observó el arte de uno de sus pintores favoritos. Era hermosa, exquisita, con fines trazos y matices muy bien ejecutados, la gama de colores y como se mezclaban para recrear la vida feudal japonesa. Se sentía tan orgullosa de serlo, de haber nacido en un país lleno de magia y misticismo, con una cultura basta e infinita.
Hinata estaba maravillada con tanto talento. Tenía el conocimiento pleno que cada artista imprime su propia firma en su arte, este arte era fuera de lo común, plasmando de manera implícita el alma y el sello de este pintor. Ella se sintió cohibida, considerando al suyo como muy común, algo que ya se ha visto. Se detuvo un momento a apreciar un cuadro de un lobo de ojos rojizos, feroz y letal abrazado por una dama delicada vestida de blanco. Aunque a muchos ese bello retrato pareciera que aquel animal era fiero, para Hinata apreciaba que había dolor dentro y la mujer de allí era la única que podría conectar con aquel animal, pareciera que solo podría tolerar su dócil contacto.
-es bellísimo-susurro, era de su gusto.
Por alguna extraña razón no pudo apartar su mirada de aquel cuadro. Después de un tiempo y con el corazón algo oprimido decidió continuar. Un amable dama la ayudo a encontrar la sección amateur del lugar, estaba nerviosa mucho.
¿Por qué kakashi no le había dicho nada?
Los cuadros de los demás artistas eran muy buenos, con finos acabados y fuera de lo tradicional. Sintió como si alguien le tocara el hombro, volteo y entonces lo vio. Sus ojos se llenaron de lagrimas, pero esta vez de orgullo. A pesar de que el cuadro estaba muy cerca, para ella estaba lejos. Sus pasos fueron torpes y lentos, entonces estuvo lo suficientemente cerca par apreciar la pintura que había tardado meses en terminar. Sonrió, lo había logrado, había triunfado y sin proponérselo. Nunca, nunca de los nunca pensó que una de sus pinturas fuera expuesta en un lugar tan importante. Estaba al lado de mucho talento y había sido considerado por uno de los mejores pintores del mundo.
Por un momento se adentró al cuadro, juro que podía escuchar el mar rompiendo, el olor de la brisa y el viento en su cara, lo pudo sentir, allí en ese preciso momento. Luego visualizo a Obito, lo vio vestido de blanco liberando aquella paloma entre sus manos, lo vio voltear a verla y sonreírle. Amaba como lo hacia, su sonrisa era hermosa con ese esmalte perfecto y más extraña porque casi nunca lo hacia. Luego una mujer paso por su lado y llego hasta él, ambos se encontraron y terminaron por besarse, esa mujer era ella. Allí, lejos de todo ella fue feliz con él en esa playa. Recordó la vez que ambos hicieron el amor en la orilla, donde la beso hasta mojarse y le hizo explotar de un fulminante orgasmo, cuando la beso allí abajo. Recordó que esa noche ella le había dicho que lo amaba, que siempre lo iba hacer. Se recordó montándolo por primera vez, haciéndolo que él se retorciera de placer bajo su cuerpo. Obito enloqueció por la sensual danza que los enormes senos de Hinata hizo y de su piel ardiente sobre sus manos. Esa noche, ella también hizo que gritara su nombre: Hinata.
-¿Señorita?
La ilusión se rompió, Hinata se asusto y su mirada se aproximo hacia donde había sentido el toque de una mano.
-¿Esta todo bien?- le cuestión una de las encargadas. Entonces noto que estaba llorando.
-lo siento- se apresuró a limpiarse- estoy bien.
La mujer supo que le mentía, el semblante pálido de la extraña la delataba.
-le informo que cerraremos en diez minutos- explico amablemente
-entiendo- la mujer se despidió y se apresuro a avisarle a los demás asistente.
Hinata visualizo una vez más su trabajo, sonrió. Ya no quería pensar en Obito, ya era parte de su pasado. Se agacho un poco para poder apreciar la pequeña placa debajo del lienzo.
Amarte a ti, Hyuga Hinata.
Recordó que kakashi le había preguntado por como se llamaba su pintura, ella solo atino a titularlo Amarte a ti. Era tan obvio que esa pintura era para Obito.
-gracias Kakashi-san- susurro. Sin su gentil ayuda quizá ese cuadro estaría arrimado en su casa, ahora se lucia como lo que era, una obra de arte- Sin su ayuda no hubiera podido llegar hasta aquí- termino por decir.
Miro a todas parte, suspiro y comenzó a devolver sus pasos. Hinata salió deprisa y la puerta se cerro, tomo un rumbo a la izquierda directo a su casa, escucho a una mujer insistir en entrar, pero el guardia le dijo que la exposición estaba cerrada. Vio de reojo que estaba a acompañada, pero no le presto atención, iría a su casa y se prepararía una rica cena.
Aunque su domicilio quedaba un poco lejos decidió caminar, necesitaba despejar su mente. Miro al cielo estrellado, sintió el frio y se afianzo a su abrigo. Pensó como su vida había cambiado en los últimos dos meses, pensó en Obito y se permitió llorar, pero esta vez de una forma diferente, era como una despedida. Lo amaba, eso era claro y estaba convencida que el también le guardaba cierto aprecio, pero no fue suficiente para que ambos se quedaran juntos. Aun le dolía, pero allí en la soledad e la noche supo que tenía la capacidad de olvidarlo, había sido feliz con él y se quedaría con lo mejor. Obito era un hombre excepcional en los negocios, aprendió mucho trabajando con él, además que era muy leal con sus amigos, amaba leer y tenia cierta alergias a los cerezos cuando florecían. Tantas cosas, dijo y sonrió. Su celular sonó, se asustó por la hora y contesto la llamada.
-Buenas noches Kakashi-san- contesto.
-Hinata lamento llamarte a esta hora, pero hay un asunto de suma importancia que tenemos que discutir- sonaba preocupado.
-claro, apenas llegue a mi casa yo..
-¿Qué te parece si vamos a cenar?- la interrumpió- ¿Conoces el restaurante Rugt?
-¿ehm? Si lo conozco, pero..
-¿Pasa algo?
Hinata no quería decir que no estaba vestida para la ocasión, sus ropas eran de una oficinista no para reunión en un restaurante tan elegante.
-Bueno, yo no estoy vestida para la ocasión.
-No hay problema. Solo seremos tu y yo. Ya hice la reservación te espero.
Hinata no pudo debatir, kakashi colgó y le dejo con muchas preguntas. Kakashi había hablado de tener una posible reunión, pero ¿Por qué ha esa hora? ¿Por qué estarían ellos dos?. Sacudió su mente retrocedió y comenzó a dirigirse allí sin mucho animo. Aunque estaba fuera de horario, era su trabajo. Si lo dejaba para mañana, estaba segura que se acumularía.
Llegar al lugar le tomo al menos media hora, antes de entrar tomo una toallita húmeda y se miro en pequeño espejo que tenía en su cartera. No deseaba tener un aspecto desaliñado.
-Buenas noches- se dirigió al recepcionista del elegante restaurante.
-buenas noches, ¿Tiene reservación?
-Si, a nombre de Hatake Kakashi.
El hombre examinó su portafolio y si efectivamente tenía ese nombre en la lista.
-Por favor sígame- Hinata asintió- ¿Puedo tomar su abrigo si lo desea?
Hinata se deshizo de su abrigo y se le entregó, se adentro al lugar tímidamente. Era uno de los lugares más costosos de todo Tokio, eso la intimidada. Ver a las damas finamente arregladas con sus vestidos de brillos, los hombres con su smoking, la hizo cohibirse aun mas.
Creo que debí arreglarme más, pensó.
Si bien estaba acostumbrada a ir a esos tipos de lugares, siempre se esforzaba por vestirse lo mejor posible. Con Obito siempre tenía que estar preparada para asistir a cualquier evento, cena o almuerzo y su atuendo siempre debía ser el correcto. Por eso se esmeraba en preparar su atuendo y el maquillaje, era un mundo de apariencia es cierto, quizá no encajaba, pero era su trabajo y era parte de. Cuando empezó a trabajar con Kakashi ese tipo de cosas no se presentaban de improviso, siempre el se los informaba.
Avanzó lentamente, esperaba no ser juzgada solo por portar una camisa blanca y un pantalón gris. Contuvo un poco el aire, había subido mucho de peso su pantalón no le quedaba y eso la hacía sentir insegura. Debía renovar su guardarropa.
-Hinata
Una conocida voz la llamo, lo vio sonreír y ella tímidamente dio una reverencia. Estaba nerviosa.
-Toma asiento por favor- la guío hasta la mesa mientras colocaba una de sus manos en la parte baja- llegaste antes de lo que esperaba- agrego mientras ella tomaba asiento.
Hinata miro el pulcro atuendo de kakashi, era un smoking muy elegante. Debía calmarse, pero se sintió algo observada.
-¿Está todo bien?- de manera disimulada puso una de sus manos sobre las de ella, quizá calmándola, pero termino por incomodarla.
-Bueno.. es solo.. que si usted me hubiera avisado con anticipación yo hubiera podido vestirme de manera apropiada.
Kakashi negó y le sonrió
-Luces muy hermosa, incluso mucho más que todas las damas bien vestidas aquí- fue un coqueteo, pero ella no lo entendió y solo pensó que era su forma de hacerla sentir cómoda.
-Muchas gracias- trato de sonreír.
Si Hinata supiera que lucia muy adorable delante de sus ojos. Su rostro redondo con ese innato sonrojo, sus labios rosas y su cabello lacio. Ella era bella, mucho y aunque no quería verse como un pervertido no quiso concentrarse en su escote pronunciado.
¡maldición!
Tener a Hinata así de cerca y su inocencia lo hacía pensar muchas cosas. Esos montes blancos la hacían tener pensamientos libidinosos, quizá debería dejar sus libros de erotismo por un tiempo. Todo cambio en un instante, la había visto sonreír y compartir su cumplido, pero en un instante la vio palidecer y sus ojos vidriarse, volvió a posar una de sus manos sobre una de ella. Quería llorar, desvío ligeramente su mirada, ahora entendía porque se había puesto así.
A Hinata le afectaba aun, no había olvidado para su decepción. Aunque se había esforzado bastante para no hacerlo notar que hasta él le creyó.
-¿estás bien?- le pregunto
Ella volteo hacia él y no pudo derramar una lágrima. Kakashi poso uno de sus dedos sobre su mejilla limpiandola.
-lo siento, creo que estoy arruinando la cena- contestó.
Allí estaba obito Uchiha con la que seguro era su nueva pareja. Aun la imagen de ella con una de sus camisas la atormentaba. Solo pensar que los besos, caricias y miradas que le dedicó a ella, también se los hizo a otra le hacía que le revolvía el estómago.
-Si deseas podemos irnos- propuso él, quizá era lo más sensato. Ella está a incómoda y él tampoco estaba bien. Deseaba tomar a Obito del cuello y golpearlo- Yo..
-No importa- lo interrumpió- supongo que debo acostumbrarme, ya que es el hombre más importante de este país.
- Hinata
- No importa kakashi-san estoy bien- mintió y trato de sonreír
Ella le devolvió el apretón de mano, se sintió familiar casi como cuando Neji la tomaba de la mano. kakashi se dedicó a ver su dolor reflejados en sus ojos. Volteo a ver a Obito quien le restó importancia a su escrutinio, solo la miro a ella.
Las conclusiones llegaron rápido. Nunca hablo con Hinata del porque había roto con Obito, no era su asunto tampoco. Ahora todo tenía sentido, ver su estado de ánimo, sumado a que ella parecía no estar tan sorprendida de verlo con otra mujer y que sea Rin, hacia que el panorama sea aún peor.
Obito había vuelto con Rin y no había tenido contemplaciones en dejar a Hinata. Apretó uno de sus puños debajo de la mesa, la indignación era mucha. Por alguna razón siempre supo que Obito la dañaría, no se equivocó y al parecer le había roto el corazón.
-Obito es uno de los hombres más importantes en este medio.. creo que debo hacerme la idea que podré verlo.
-entiendo, sé que no es de mi incumbencia, pero la causa de su ruptura fue..
-esta sentada a su lado- interrumpió con un nudo en la garganta. Ya hasta la invitaba a cenar ¿ Que vendría después? Seguro se mudaría a su casa y dormirían en la misma cama donde la compartió por meses- No quiero pensar mucho en eso- sonrió y trato animarse- ¿Por qué me cito aquí kakashi-san?
-Hinata- musitó al ver su falsa sonrisa y como apretaba los ojos seguro conteniendo las lágrimas que posiblemente caerían.
-Los meseros demoran mucho en traernos la cena ¿No lo crees? - agrego Rin sin mucho interés.
Ya habían pasado cerca de veinte minutos. Siguio hablando de lo hermosas que eran las pinturas, del asunto de sus padres y otras cosas más, pero Obito pareciera no oírla, ni siquiera la miraba. Entonces volteo a dónde miraba.
-¿Qué tanto miras?- ella lo imito- y una enorme sonrisa se poso en su rostro- ¡Es kakashi! – dijo alegremente sorprendida.
-eso parece- soltó sin mucho ánimo, pero ella no lo noto, volvió a beber del vino que le habían ofrecido y el malhumor que tenía se acrecentó más cuando el imbécil le volvió a acomodar un mechón a Hinata. Su mirada se torno más oscura.
-Parece que tiene una cita. ¿será su novia?
-no lo sé. Hace mucho que no nos tratamos- su poco ánimo fue percibido por Rin, quien negó en un instante, ella sabia que la amistad de Obito y kakashi era muy fuerte.
- Me parece que tu trabajo te ha alejado mucho de tus seres queridos- su inocencia hizo que Obito esbozara una sonrisa- Kakashi ha sido tu mejor amigo durante mucho tiempo. Eso no tiene precio Obito. Míralo- ambos volvieron a verlo- Ahora luce muy enamorado de aquella chica es muy hermosa ¿no lo crees?
Por supuesto que lo era, ante sus ojos y ante todos los demás. La ignorancia sumado con ingenuidad de Rin no tenia fin. Si supiera que aquella extraña había compartido su cama durante casi dos años y que por aquella extraña estaba a punto de romperse el fino hilo que lo mantenía junto a ella.
-¿No te molesta?- le cuestiono él, Rin se sintió ofendida ante su broma o afirmación.
-mis sentimientos son claros, es molesto que pongas a tu juicio, si lo que siento yo, es real.
La mueca que Obito hizo no le gusto, lucia molesto y fastidiado. Estaba aseguro que tenía ganas de irse, pero no lo haría. Ya en el pasado había visto aquella gestualidad, obito estaba celoso y estaba seguro de eso. Sonrió muy adentro, si estaba celoso entonces seguro estaba a nada d recuperarlo.
-por que tengo la ligera sensación que la he visto antes- esa caballera azul y esos finos rasgos le eran familiares- ¿ porque no vamos a saludarlos?
-Si, vamos a saludarlos- fue el quien tomo la iniciativa de ponerse de pie, se acomodo el sastre y ambos fueron hacia donde estaban.
Rin estaba sorprendida del repentino cambio de él, hace unos instantes estaba seguro que no se movería de su lugar por la forma tan déspota y altanera en que se dirigía a kakashi, pero ahora parecía querer interrumpir su cita.
Verlos acercarse hizo que Hinata se pusiera más nerviosa de lo normal, quería que la tierra se la tragara, huir, cualquier cosa pero desaparecer y a poco metros ya casi teniéndolos cerca, Hinata apartó su mano del agarre de Kakashi y la puso en su regazo, todo fue visto por Obito quien frunció el ceño. Si bien se había distanciado con kakashi por la relación que tuvo con Hinata, nunca dejo de catalogarlo como su amigo. Le pareció poco ético que este estuviera cortejando a la que fue su mujer, un buen amigo no haría tal cosa, pero, no podía juzgarlo ya que este se involucró con ella, sabiendo los sentimientos de él. Aun así, le molestaba que estuvieran juntos. Kakashi no tenía códigos.
-¡kakashi!- saludo Rin efusivamente.
Kakashi fingió sorpresa y recibió el sorpresivo abrazo de Rin. Hinata se puso de pie e hizo acopio de toda la valentía que tenía.
-Es un gusto verte de nuevo Rin.
-lo mismo digo. Buenas noches- esta vez se dirigió a Hinata, quien no supo como interpretar la cálida sonrisa que le dedico- lamento interrumpir- bromeó y le dio un ligero golpe a Kakashi.
El interés de su amigo por aquella extraña era palpable, su mirada y la gestualidad de su cuerpo lo ponían en evidencia.
-Soy Nohara Rin- se presentó con su voz suave.
Su amabilidad confundió mucho a Hinata ¿Cómo alguien como ella podría involucrarse con un hombre con pareja? ¿Obito le había mencionado que había estado saliendo con alguien? El aspecto de Rin era pulcro, educado en todos los aspectos y su amabilidad la hacían brillar aún más. No parecía una mala persona, en absoluto. Ni siquiera se la imaginaba abandonando a Obito en el altar.
¿Esta era la persona que hizo tanto daño a Obito? ¿De verdad era ella? Mas parecía un ángel.
-Hyuga Hinata, es un placer-saludo con formalidad.
-Soy amiga de la infancia de Kakashi. Si no lo conoces él es..
-No te molestes Rin- interrumpió Obito. El tono de su voz hacia sentir su molestia que iba en aumento- Ya nos conocemos.
-¿Se conocen?- le cuestiono sorprendida
-y muy bien.
Su broma en doble sentido y la mueca exacerbada que hizo, fue un puñal tanto para ella como para kakashi. ¿Por qué la necesidad de hacerlo? ¿Por qué justo ahora? No era de caballeros.
-Ha pasado tiempo Kakashi- esta vez se dirigió a su exmejor amigo, lo fulmino con su mirada, pero este no se intimido ni un poco.
-Creo que nos encontramos ahora en mejores circunstancias ¿no crees?- esta vez fue el dardo directo hacia el Uchiha. Kakashi sonrió internamente al ver que lo había molestado. La ultima vez se agarraron a puñetazos, pero ahora Hinata estaba cenando con él y aceptando sus halagos.
-¿le parece si los acompañamos?- le pregunto Rin
-por supuesto- solo acepto por educación. No quería tenerlos en su mesa, más aún saberlo cerca de ella.
La mesa se prestó perfecto, tenían cuatro sillas. Rin se sentó delante de kakashi y obito delante de Hinata, ella desvío la mirada hacia sus manos, no quería verlo ni mucho menos tenerlo cerca. Kakashi llamo a un mesero para que organizará la mesa, en menos de cinco minutos ya estaba listo y les ofreció una botella de vino.
Rin estaba tan feliz de volver a ver a kakashi, que no presto atención que su pareja no apartaba la mirada de la acompañante de su amigo. Obito no dejo de examinar a Hinata, ese escote le pareció muy revelador y estaba demasiado cerca a kakashi.
¿Por qué motivo se habían citado?
Hinata había dicho que lo amaba, pero ¿Tan rápido lo olvido? Sacudió esas absurdas ideas. Despues de todo, él no era nadie para juzgar sus decisiones. Bebió el vino que el mesero le ofreció, no dejo de ver sus labios carnosos, aquellos lunares en su escote que conocía muy bien y cuando ella se atrevió a mirarlo noto que estaba triste, incómoda y molesta.
-siento ser inoportuna ¿Ustedes son pareja?
El inocente comentario hizo que Kakashi se atragantara con el vino, Hinata se respingo sonrojándose ¿Acaso parecían? Obito solo frunció el ceño.
-Aun no- bromeó Hinata se sonrojo aún mas- es una broma, Hinata es mi asistente- aclaró.
- Ya veo, espero que mi amigo Kakashi no te haya estado molestando. Suele ser bastante sugerente querida- la voz de Rin, la hizo esbozar una sonrisa.
-Kakashi ha sido el mejor jefe que he tenido-añadió- trato de estar a la altura del trabajo.
Su comentario fue inocente, pero no fue tomado muy bien por cierto Uchiha en la mesa. Rin río y la conversación fue amena, trajeron el primer platillo mientras hablaban del pasado. Sin quererlo Hinta se enteró como ella había llegado a la vida de Obito nuevamente. El destino los había vuelto a reunir.
No tienes nada que decirme
Recordó aquella llamada furtiva que obito le hizo ¿Algo habrá tenido que ver? Ya no importaba, la había engañado. Tristemente también se entero que ambos estaban viviendo juntos, ver cómo rin tomaba de forma sugerente el brazo de obito y como solía acariciarle la cara la hizo sentir celosa.
-tengo otra inquietud-hablo Rin- ¿Eres la misma Hinata Hyuga que pinto aquel cuadro en la exposición de Mamoru?
-¿ehm?
-Hay un lienzo muy hermoso que esta expuesto en la zona amateur de la galería.
Kakashi cerró los ojos. Rin había arruinado la sorpresa, kakashi había citado a Hinata para decirle que su pintura había sido elegida entre decenas para la exposición. También que un jurado encabezado por el propio Mamoru, otorgaría un jugoso premio monetario y uno especial, que implicaba una de sus pinturas. Además que su pintura estaría a la venta y si ella lo disponía, algún conocedor podría ofrecer un cifra interesante.
-Si- respondió con humildad- Kakashi-san ha sido el gestor para que yo pudiese considerar la exposición. Ha sido un gran apoyo para mi- lo miro, su mirada estaba cargada de una sinceridad innata. Kakashi había sido muy gentil con ella, en los momentos más duros. Haciéndola reír y olvidar ciertos temas que la agobiaban cambiándola el tema.
Rin sonrió, definitivamente había mucha complicidad en sus miradas. En la persona que debió fijarse fue en su pareja, quien escuchaba cada palabra salida de la inocente peliazul, eran como puñales y menosprecio esa complicidad en sus miradas. Kakashi no perdió el tiempo seguro en buscarla luego de su ruptura.
¡patético! Pensó.
-Tienes mucho talento- resalto ella.
-gracias.
-A óbito le encanto tu pintura- Hinata se entristeció. Si Rin supiera que óbito le había ayudado a empezar aquel lienzo, que incluso que algunas de sus pinceladas eran suyas- Es curioso sabes, esa playa me recuerda mucha a una que conozco.
-No es la única virtud de Hinata- interrumpió kakashi. Lo último que quería era que Rin se enterara de la relación que tuvo su pareja- Es muy eficiente en su trabajo, puede tomar decisiones rápidas, además de ser muy
-bondadosa -termino por decir Obito, interrumpiéndolo. Su mirada se centro en ella, por un instante ambos se sintieron solos entre todos.
Rin volteo despacio sorprendida por sus palabras, apretó disimuladamente sus manos ¿Por qué lo había dicho? Obito no se había ni inmutado, su mirada llego a una sorprendida de Hinata. Por alguna extraña razón Rin sintió un pinchazo en el pecho, al ver como la miraba y sintiéndose excluida ante su escrutinio.
-Cuéntame Rin- esta vez hablo kakshi. Fulmino con una mirada a Obito por sus desatinados comentario. No se estaba comportando como un caballero en absoluto.- ¿Qué te trajo a Japón?
Ella trato de sonreír- como ya te había contado. Obito y yo nos encontramos en Londres hace unos meses- explico. Hinata trataba de respirar con normalidad, pero estaba muy nerviosa- Coincidí con Obito en su viaje alla y bueno.. henos aquí.
-¿Qué bueno que hayan retomado su relación?- la pregunta de kakashi estaba cargada de un recordatorio de compromiso para él- Se ven muy felices.
-muchas gracias- dijo ella evidentemente feliz.- Bueno yo..
Así trascurrió la velada. Obito participo muy poco en la conversación, Hinata solo asentía y sonreía. Solo podía catalogar a Rin como una mujer bastante agradable y muy bella, incluso mas que ella con mucha clase.
-me disculpan- Rin noto que la llamaban- Son mis padres, debo contestar- dijo antes de ponerse de pie y alejarse con el celular en su oído.
En la mesa solo quedaron Kakashi, Obito y Hinata. El pelinegro de la mesa no apartaba descaradamente la mirada de ella, haciéndola sentir horrible como si en realidad hubiera sido la amante y no Rin.
-Con permiso- soltó Hinata, iría al baño o quizá afuera necesitaba aire, calma quizá.
Kakashi bebió su vino y no dejo de verla alejarse, el plan de una cena romántica improvisada había sido arruinada. Trataba de no empuñar sus manos, estaba tan indignado por la actitud de Obito. Mientras que este no dejo de ver como él la miraba, juro que la estaba viendo de forma inadecuada. Solo pensar que la desnudaba hacía que su mente se nublara.
-Parece que arruinamos tu cita- escupió Obito con tanto veneno haciendo sentir su molestia.
-¿Por qué debería solo considerar la mía? ¿Cuando ustedes también estaban aquí? - esta vez no se iba quedar callado, le diría un par de cosas. Hablaba de ellos, pero también ellos estaban allí, pero esto parecía importarle poco a Obito.
-vaya codigos los tuyos.- ironizo, refiriéndose a su cercanía con Hinata después de haber terminado con ella.
-Desaparecieron cuando te involucraste con ella, sabiendo abiertamente de mi interés hacia su persona.
Obito sonrió- Ella no es para ti.
-lo dice el hombre que jugo con sus sentimientos y se comportó como un cobarde.
-No lo entenderías Kakashi- esta vez lo miro, estaba furioso- Es asunto privado que no deseo tratar contigo.
-Tampoco es de mi interés. Si haz vuelto con Rin es un asunto aislado, no es de mi incumbencia. Sin embargo, hablas de Hinata como si fuera un asunto tuyo y no es así. Ella es libre, pero, aun así te dedicas a recordarle lo que alguna vez tuvieron. Eso no es de caballeros Obito.
-Un hombre como tú no es para alguien como ella.
-Eso lo decidirá ella
-kakashi- advirtió conteniéndose a no hacer una escena delante de todos.
-Estas con la mujer que has amado toda tu vida, pero prácticamente estas celando a otra completamente ajena a la relación que defiendes.
-Hinata.. ella es especial para mi. Solo trato de protegerla.
-Tu cinismo no tiene fin Obito. Le hiciste mucho daño, ahora solo vienes y me dices que me aparte de ella.
-Tu pasado te condena- hablo Obito.
Era un golpe bajo. Si, kakashi en su pasado fue un conquistador de mujeres y a veces un cabrán por no querer nada serio con mujeres que lo amaban, pero ¿eso definía la persona que era ahora? Si obito pensaba utilizar ese sucio argumento estaba equivocado.
-Hinata es una mujer intachable para mi. ¿realmente crees que me importa lo que paso contigo?- su pregunta fue hacia su yugular- Mujeres como ella son valiosas por lo que son, son maravillosa en todos los aspectos. Puedo hacerla feliz y no necesito tu permiso, solo el consentimiento de ella.
Kakashi iba en serio, obito lo supo cuando se enfrentaron en ese duelo de mirada.
-Ademas..
-Tócala- interrumpió y hablando entre dientes- sin su consentimiento.. y te juro que te partiré la cara.
-¿Me estas amenazando?
-Tómalo como quieras.
- Tus amenazas me tienen sin cuidado. Si Hinata acepta mi cortejo entonces no me detendré hasta hacerla mi mujer.
Sin pensarlo el Uchiha tomo disimuladamente del cuello a Kakashi, su mesa estaba apartada, así que ningún presente noto el cambio. Algunos platos y cubiertos se movieron ante el abrupto movimiento.
-te lo advierto kakashi.
-Cuida la relación que tienes ahora y deja de pensar en una mujer que ya no te pertenece.
Rin comenzó a acercarse, obito cedió en su agarre y cuando estuvo lo suficientemente cerca fingió que acomodaba su corbatín en su cuello.
-¿Dónde está Hinata-san?- preguntó al no verla en la mesa.
-Esta en los sanitarios.
-¡oh! Ojala se apresure, allí viene el postre.
La conversación se tornó más larga de lo que esperaba los presentes. Rin fue el centro de atención, para la tristeza de Hinata escuchar en la forma en como ella lo trataba y se dejaba tratar fue muy difícil. Rin conocía a Obito mas que ella, no podía competir contra eso. Solo allí supo que hasta se conocieron de niños ¿Tanto tiempo?
-¿Están seguro que no quieren que los llevemos?-cuestiono Rin al tomar asiento de copiloto.
-Traje mi auto, dejare a Hinata en su casa.
-Bueno- soltó decepcionada ella- Espero volverlos a ver, adiós- dijo antes de que Obito pisara el acelerador y ambos se fueran. Él nunca se despidió.
Hinata sonrió, un vacío se poso en su pecho, seguro ellos iban ha..
-¿Estas bien?
-Si- mintió- como le dije, tengo que hacerme la idea que tratare con él. Así que solo necesito tiempo.
-Te llevo a tu..
-No es necesario- lo interrumpió- mi casa no esta muy lejos, necesito caminar- aclaro
-es muy tarde, temo que debo insistir.
-Yo..
-Sinceramente no quería que hoy pasaras. Un momento incómodo. Te cité está noche para poder celebrar sobre la exposición de tu pintura.
-¡oh! No lo sabía.
-Yo no sabía que Obito había regresado a Japón y mucho con menos con Rin.
-Yo tampoco, pero no importa.
Miro su reloj, eran casi once y media, quizá tenía razón. Sin embargo, no quería estar a solas con él, quería llorar y no quería que la viera.
-kakashi-san es muy amable. Además quería agradecerle por todo lo que hecho por mi, sin usted mi pintura no hubiera pasado de mi sala, hasta un gran salón de exposición. Usted es un buen amigo.
¿amigo?, pensó decepcionado
Verla allí en medio de la noche, la hizo sentir lejos. Hinata podría estar mas lejos de su alcance y eso le dolía. Los dos meses compartiendo a su lado habían maravillado, verla trabajar, apreciar su amabilidad y a veces verla sonreír, iluminaban su día. No le avergonzaba decir que estaba enamorado, pero el dolor de no ser correspondido era infinito.
.
-¿Dónde están mis cosas?- le cuestiono Rin.
Habían entrado a la habitación de Obito, su ilusión se fue rompiendo cuando noto que estaba mas callado que lo costumbre ¿Por qué no le alegraba ver a su mejor amigo? ¿acaso ya no lo eran? Ahora llegaban a su casa y no encontró sus cosas puestas donde supuso que estarían.
-pensé que dormiría contigo.
-puedes hacer lo que quieras- espeto, se quitó el saco y desnudándose se fue bañar.
Necesitaba un baño muy frio, estaba furioso e indignado. Era un cínico definitivamente ¿Por qué tendría algún reclamo? Hinata era libre de elegir a quien amar, a quien entregarse con quien estar. ¿Por qué internamente le reclamaba su olvido? ¿tan rápido lo olvido? Y ¿Por qué con Kakashi? Sin embargo, no era que ella estuviera con él. No toleraría que estuviera con cualquier hombre, que la tocara sin amor o la besaran sin su consentimiento.
Era un egoísta, no la podía dejar ir.
-¿Te acompaño?
Obito volteo, cerro la llave de la ducha. Rin aparecía vestida con un albornoz trasparente, que lo dejo caer quedando completamente desnuda. Tenia un cuerpo hermoso, pero el poco interés que mostro hacia ella hizo que se sintiera insegura.
-ya termine- soltó, tomo su toalla y se fue del baño.
Las ganas que tenia que la tocara se desvanecería, mas aun verlo pasar y rozar su brazo desnudo. Aunque sea quería una mirada suya, que la volviera a ver como antes, pero ese no fue caso. Sus lagrimas terminaron por caer, volteo a verlo. Estaba alli muy cerca, pero estaba lejos de su alcance. La sombra de aquel obito lleno de pasión llego hasta ella, recordó las veces que obito no se mesuro en hacerle el amor incluso en su auto, cuando la tocaba debajo de mesa en los almuerzos y cuando la tocaba sugerente en el trasero cuando nadie los veía.
¿Qué nos paso? Pensó
Ya no quedaba nada de aquel hombre lleno de pasión hacia ella, ahora solo estaba un completo desconocido que ni siquiera la tocaba.
.
Hinata revisaba los papeles que tenia en la mano, ya había revisado las decenas de correos y estaba ataviada de trabajo. Se tomo la frente en señal de estrés, tomo un poco de café. Estaba preparando una fiesta para la presentación del libro del autor con el que estaban trabajando. Suspiro, no sabía que realizar un evento era tan complicado. Tenia una lista de pomposos invitados a los cuales ya había extendido las invitaciones, contrato de catering y el bufet, el espectáculo nocturno, los músicos, la decoración, tanta cosas. Sin embargo, el detalle más importante sobre el salón del evento aún estaba pendiente a realizarlo. Una de las opciones era hacerlo en uno de los hoteles Uchiha, única en la zona céntrica de Tokio, seria perfecto. Era amplio y muy hermoso, pero faltaba la confirmación de obito.
Entre las negociaciones, las empresas Uchiha se encargaron de la distribución masiva del libro, mientras que la editorial Hatake no solo se encargaría de estética, también de todo mercadeo y de la impresión.
-necesitamos la confirmación- susurro.
No deseaba hablar con Obito, supuestamente aquellas funciones eran de ten-ten, pero ella se encontraba sobrecargada de trabajo.
-Creo que tendré que hacerlo yo- dijo resignada.
Se aproximó al teléfono que estaba a su lado, dígito el número que ya sabía. Internamente rogaba que le contestará konan.
-¿konan-san?
-¡Hinata es bueno escucharte!- estaba feliz- me informaron que estabas trabajando con Kakashi.
-Si, acabo de cumplir dos meses. Lamento no haberte dicho nada al respecto- hablo con sinceridad. Ella consideraba a una amiga muy cercana a Konan, pero había cortado con cualquier lazo que podría si quiera ver con Obito. Era algo radical quizá, pero aseguraba su bienestar.
-me alegra escuchar eso- sonrió. Hinata poco a poco salía adelante- ¿En qué puedo ayudarte?
-Bueno, yo... la empresa Hatake harán un gran evento para la presentación de un libro.
-Algo había escuchado, tengo entendido que las empresa Uchiha será participe en ese negocio.
-Si, bueno es que kakashi-san aún no tiene una respuesta formal de parte de obito, con respecto al lugar del evento. Se realizara en uno de los salones de sus hoteles en Tokio.
-Si, ahora recuerdo que deje ese documento en su escritorio hace unos días. Al parecer no lo ha revisado, tiene más trabajo desde que no tiene una asistente.
-entiendo. Puedo enviarte el documento por favor y si puedes asegúrate que lo firme para hoy. Porque tenemos que enviar a los decoradores para tener todo listo en unos días.
-Hinata, lo lamento mucho pero no puedo ayudarte ahora, con ese asunto. Tengo que reunirme con unos socios de Obito que acaban de venir de Londres, como sabrás no quiere tener ni un trato con ellos así que tengo que ocuparme de eso.
-¡Oh! Entiendo. No te preocupes yo lo resolveré.
-lo más factible sería que vinieras personalmente a conseguir su firma.
-eso supuse.
-lo dejo a tu criterio. Recuerda que Obito no recibe a nadie a menos que sea de su interés- No tendría más remedio que ir- Bueno, Nos vemos Hinata.
-adiós Konan-san
Colgó el teléfono despacio, miro a todos lados buscando con la mirada a Ten-ten. Ella quizá podría reunirse con Obito, pero ¿La recibiría? Necesitaba su firma pero no solo para el salón, había algunos puntos vacíos que necesitaba aclarar. Kakashi no estaba, Ten-ten le había dicho que la ayudara en ese asunto.
-Tengo que ir- susurro dudosa- No pasará nada- trato de convencerse- después de todo él ya está con alguien más.
El reloj marcaba 3 de la tarde, necesitaba darse prisa si quería que los decoradores fueran al lugar enseguida. Con muchas dudas tomo su bolso, y se dirigió a lo que era su antiguo trabajo.
Un taxi la llevo hasta allá, Hinata no dejo de ver a través de la ventana. Sus manos sudaban, quería el tramo se volviera lo más largo posible. Se convencía a si misma que todo saldría bien, pero no estaba segura. Aún tenía sentimientos por Obito y unos muy fuertes al punto de sentir celos de verlo con otra. Se sintió patética, él seguro estaba muy feliz en cambio ella seguía pensando en él.
En menos de treinta minutos Hinata llegaba a las empresa Uchiha. El portero del lugar sonrió al verla y sin pedirle muchas explicaciones le permitió entrar. Siempre fue un señor amable, también sabía de su romance con aquel magnate, todos lo sabías. Si llegaban y se iban juntos, cuando Obito solía prestarle su abrigo y otras gestos más.
La puerta del ascensor se abrió, lleno sus pulmones de mucho aire y se propuso a continuar. A pesar de haber trabajado allí durante muchos años, ahora le parecía un lugar extraño, ajeno a ella como si fuera su primera vez allí. Se miro a si misma, cuando llegó hace tanto tiempo, humildemente vestida y muy nerviosa. Era su primer trabajo de la carrera y aunque el cargo la intimidada, tenía esperanza que todo saldría bien. Por ella y su hermana.
El timbre del ascensor sonó las puertas se abrieron, sus ojos no dejaron de temblar a apreciar el piso lleno de oficinistas. Pudo sentir algunas miradas sobre ella, sobre todo de mujeres. No sería débil, está vez se comportaría como una profesional.
-¡Hinata!
Ella sonrió al ver a Shisui quien se acercaba evidentemente feliz de verla.
-¿cómo estás? Es un gusto volver a verte.
-a mi también me alegra volver a verlo.
-¿en que te puedo ayudar? Tengo entendido que estás trabajando con Kakashi.
-lamento cuestionarte de cómo te enteraste.
-Kakashi me lo dijo, estaba muy feliz de que trabajarás para él. Hubieras visto la cara que tenia
-Kakashi-san es una buena persona. Volviendo a mi razón aquí. Tendremos un evento y necesito algunos permisos que solo Uchiha-san podría otorgárnoslo.
-Entiendo. Obito está en su oficina. Estoy muy seguro que te recibirá.
-Eso espero.
Shisui la guío hasta la puerta principal de Obito, Hinata sentía que todo a su alrededor se volvía más lento. Los golpes que shisui le dio a la puerta le pareció muy fuertes, tanto que retumbaron sus oídos.
El heredero de una de las empresas más prolíficas de todo el mundo, miraba sin mucho interés unos papeles en su mano. Escucho la puerta llamar, por los toques dedujo que era shisui.
-adelante- hablo sin mucho interés.
La puerta le pareció que se abría lentamente, a pesar de que Shisui había entrado primero solo pudo verla a ella. Estaba sorprendido, mucho. Su corazón se detuvo cuando ella se inclinó a saludarlo, no había escuchado su voz. Su mirada estaba concentrada en su rostro y en sus ojos, esos bellos e incomparables.
-Bueno, me retiro- Shisui sin decir más dejo a Hinata en medio de la oficina, estaba nerviosa lo sabia.
-¿no vas ha tomar asiento?
Ella pestañeo varias veces, trataba de controlar el temblor en sus manos, mas aun al sentirse observada por él. El ambiente entre ellos era abrumador, triste y nostálgico ambos compartieron una mirada que les pareció muy larga. Allí en esa misma habitación habían compartido tanto, habían trabajado, almorzado, obito se había permitido sonreír y habían hecho el amor. Aun podían verse desnuda y él entre sus piernas volviéndose uno.
-Bueno, Necesitamos algunos de sus permisos para realizar el evento de la presentación del libro del que usted ya debería estar enterado- hablo ella primero, mostrando una seguridad que poco la había visto.
Obito sonrió, Hinata había entrado muy nerviosa y ahora se expresaba con una seguridad que poco se la había visto. No mostraba ni una pizca de incomodidad a su persona. Ella coloco algunos documentos sobre la mesa y el no dudo en revisar, firmo sin titubear y luego se los entrego para que los revisara. Sintió una sensación nostálgica, así como en el pasado estaban trabajando juntos.
-Tengo entendido que hemos tenido problemas con los paneles de publicidad.
-Se ha exigido un fuerte suma dinero, mucho más que la acordada al inicio. Por eso el inconveniente, aún así se está negociando. Esos puntos de publicidad son importantes.
-¿Cómo lo solucionaste?
-una alternativa. Kakashi-san me autorizado una publicidad móvil en buses que se desplazan en las principales zonas de Tokio. Para traer a público joven como en escuelas y universidades. Sumado que una empresa de taxis también ha firmado un convenio con nosotros.
Obito sonrió, no esperaba menos de ella. Hinata como profesional era eficiente, había aprendido en hacerlo. Siempre fue exigente con ella, al parecer había sido fructífero. Ahora tomaba decisión rápidas y funcionales. Estaba orgullosa de ella, aprovechó que puso atención en algunos de los documentos que tenía en sus manos para verla.
Ni siquiera tenía derecho a eso, lo sabía, pero aún no dejo de ver lo hermosa que era. Sus enormes pestañas, delgadas cejas y ese nutrido escote, sus senos enormes rebalsaban de ese inocente escote redondo. No podría imaginarse a kakashi viéndola y con pervertido que era seguro ya está la había desnudado.
-entiendo. Supongo que tienes todo listo.
-¿contamos con su presencia en el evento?- le cuestionó ella. Trataba de controlar en lo más mínimo la lista de invitado.
-Tengo que ir.
-Separe una mesa exclusiva para usted. Tiene la invitación extendida a una acompañante, supongo que ira con su pareja.- le dolía preguntar, debía de ser profesional.
-invitare a Rin- termino por responder tan seco y cortante como fuera posible.
Hinata no mostro ni un atisbo de celos, en cambio óbito de imaginársela del brazo de kakashi ya estaba encendiéndolo.
-Supongo que no quiere mucha atención de parte de los asistentes ya que la estrella de esa noche es el escritor y la editorial. Su mesa estará reservada para usted, su pareja y familiares.
-No pienso en opacar a nadie.
-Nadie hablo de eso. Su presencia es importante.- admitió, tener a Obito en la presentación de un libro ponía en la palestra la publicación, el heredero del gran conglomerado Uchiha era muy influyente y aunque no lo admitiría, muchos pequeños empresarios querían ser como el, porque inicio desde abajo y pudo sacar a flote una empresa que prácticamente era del montón.
-¿Fue un cumplido?
-Solo son negocios- respondió con suma frialdad, decepcionándolo en el acto.
-¿Todo bien?
-Todo está listo, además ya..
-No hablo del evento. Hablo sobre tu nuevo trabajo ¿Todo bien con kakashi?
Hinata lo miro molesta, muy incómoda. Lo vio alzar una de sus cejas, urgiendo su respuesta. Lo conocía demasiado bien para saber perfectamente a lo que se refería.
-kakashi-san es un buen jefe. No tengo nada más que añadir nada al respecto- Le contesto, limitando su pregunta.
-no le eres indiferente ¿lo sabes? Cómo lo sobre llevas si siempre tiene su mirada puesta en ti.
-No lo entiendo.
¿Por qué le hacía ese tipo de preguntas?
-kakashi siempre ha sido así, muy expresivo con las mujeres que le gusta, las desnuda con solo verla.
¿Por qué le están diciendo eso?
-ademas..
-ese es un problema personal-lo interrumpió- nunca me he sentido expuesta ante su mirada en la forma que describe.
-No me gustaría que te viera o te hiciera sentir incomoda con su cortejo.
-incomoda me encuentro ahora- lo fulimno- por tratar un tema personal que es muy ajeno a los negocios que usted tiene con mi jefe.
Obito frunció el ceño, solo la estaba protegiendo y ella estaba molesta.
-No hablaré de mi vida personal y menos con usted. Si no tiene nada más que agregar entonces me retiro. Buenas tardes- hablo sin añadir más, se apresuró en acomodar los papeles en su maletín.
-No he terminado aun- ordenó creyendo que con levantar la voz la amedrentaría. Pensando tontamente que se detendría como en el pasado.
-Yo si-no quería estar allí, estaba confundiéndola por su extraña actitud, no lo entendía. Había sido muy difícil tratar con el como si fueran unos meros conocidos. Después de haber compartido tanto como una pareja normal, y aun quererlo. Le había sido difícil no quebrarse en el proceso, sentir su frialdad a su presencia.
-Te dije que no he acabado- la sostuvo tomando su brazo, evitando que se marchara provocando su asombro. Su cabello se meció cuando lo miro, sentir su toque sobre su piel hizo que se erizara. Hace mucho que no sentía esas manos ásperas sobre su piel. Se sintió débil ante su tacto.
-¿Qué esta haciendo?
-Solo trato de protegerte. Kakashi no es hombre para ti.
La molestia de Hinata aumento, forcejeo para liberarse de su agarre pero no pudo. Obito lucia agitado, molesto y también preocupado ¿Qué pretendía?
-¿Protegerme?- sonrió con ironía-¿De quien?¿de él o de usted? No soy una niña para que usted me diga de que o con quien deba de preocuparme.
Obito la tenía tan cerca, casi podía sentir su aliento golpeándole su rostro. No dejo de apreciar ese rostro angelical, sus ojos grandes y lo sonrojado sus mejillas. Era tan hermosa, pero también noto su molestia ante su toque ¿tan rápido lo había olvidado? En cambio a kakashi le permitía hasta tomarle la mano ¿se podría cambiar tanto en tan poco tiempo? Su vacío interior aumento.
-¿A que se debe todo está pantomima? ¿Por qué lo hace? ¡Suélteme por favor!- exigio
-Hinata yo
-¿Por qué hace esto? Usted esta..
-Yo no he dejado de pensar en ti Hinata
Sus palabras fueron dichas muy rápidas y certeras que llegaron al corazón de ella. todas las barreras autoimpuestas de Hinata se derrumbaron. Mas aun por la expresión en el rostro de Obito, busco alguna mentira en sus ojos y no lo hallo. Debía ser mentira, se dijo, pero no lo era. El rostro de óbito cambio en un segundo, tornándose triste e inseguro, sus palabras retumbaron hasta lo mas profundo de su ser haciendo que sus ojos picaran y el aliento le falte. Suavemente la soltó, Hinata comenzó a tratar de mantener el aliento, pero sentía que la sofocaba. Su mirada confundida llego a él, le rompió la forma casi suplicante en como la miraba. Así ya lo había visto, antes, en el mismo ambiente.
No te vayas con shisui, quédate.. quédate conmigo
-Obito..- susurro despacio volviendo a la habituada familiaridad- no te entiendo
-No he dejado de pensar en ti.. Desde aquel día en que todo se termino. Has estado en mis pensamientos atormentándome con nuestros recuerdos, tu sonrisa, tus manías y tu piel- quiso tocarla, pero ella palmeo la mano al querer acariciarle su mejilla.
No pudo evitarlo mas, dos lagrimas muy amargas, tanto que le quemaron se deslizaron por sus mejillas y terminaron en el piso de aquella oficina. Obito le dedico un gesto compungido al notarla llorar, nunca le gusto sus lagrimas. Siempre le gustaba verla sonreír.
Hinata susurro algo que no pudo oirlo, no dijo nada mas, se dio media vuelta pretendiendo irse.
-¿Te vas?- se detuvo al borde de la puerta- ¿No me vas ha decir nada?
Solo bastaba una respuesta de su parte, solo una para que Obito moviera las fichas. Después de verla con kakashi, de saber que estaba trabajando con él supo que no la quería lejos, pero para su decepción Hinata termino diciendo algo que le partió el corazón.
-No... no te creo- le respondió y en un momento dado sintió que ella se alejaba de su alcance. Se imaginaba corriendo tras ella mientras soltaba su mano- ¿Cómo puedes decirme algo tan egoísta?
-Si, tienes razón soy un egoísta, pero no miento cuando digo que te he extrañado. En mi cabeza no hay ninguna mujer que no seas tu- hablo abiertamente, quizá con la esperanza que le creyera, pero ella negó, confundida y algo aterrada.- Sé que no tengo ningún derecho en decírtelo. Las circunstancias cambiaron, yo las hice cambiar, pero si tu..
-no puedes estar hablando enserio. ¿Qué clase broma es esta?- le cuestionó
-¿Broma? ¿Qué demonios estas diciendo?- estaba apunto de explotar. Hinata estaba infravalorando lo que le había costado tanto aceptar.
-lo siento, pero no puedo creerte- le repitió- tus palabras han perdido validez para mi.
-Hinata
-lo que yo vi ese día- la sombra de Rin con su camisa llego a ella- me destrozo Obito.. como no tienes idea. Tus palabras son solo eso.. son palabras. ¿Cómo creerte? si tu tienes a alguien a tu lado- suspiro resistiendo las lagrimas en sus ojos- Si ella esta aquí.. si hasta comparten la misma cama. Por favor.. ya no me confundas mas.. Se termino.. se acabo..- le aclaro- Tu volviste con ella y yo..
-¡Si, volví con ella!- la interrumpió- ¿y tú? ¿Tan rápido me olvidaste que permites que kakashi te corteje de una forma tan cínica y descarada?
-Escucha lo que estás diciendo. No tienes derecho a reclamarme nada. Kakashi-san solo ha sido muy amable conmigo.
-él no es alguien para ti. La forma tan lasciva en como te mira. No lo hace alguien digno de tu amor.
-¿Digno? ¿Y quien si? ¿usted? Su cinismo no tiene fin. Además.. si así lo fuera, si yo correspondiera sus sentimientos ese no es asunto de nadie y menos de usted.
-Hinata..
-¡basta de fingir que le importa! ¡por favor, basta! Si yo quisiera rehacer mi vida con él o quien sea no es un asunto que deba discutirlo con usted. Yo tengo derecho restaurar mi vida sentimental como me plazca. Tenia una vida.. Teníamos una, pero tu te encargaste de destruir.
-Solo trato de protegerte. Eres especial para mi.. importante. Yo..
-Tu me abandonaste- lo interrumpió. Ya no quería escucharlo más, no entendía el porque de su comportamiento- elegiste volver con ella.. con Rin. No te importo mi sufrimiento, mucho menos mis sentimientos que yo he venido teniendo desde hace mucho tiempo hacia a ti. No pensaste en mi, cuando estuviste con ella-sus palabras, cada una de ellas eran pronunciadas con el mas profundo pesar. Hinata tuvo que detenerse mas de una vez para continuar y no quebrarse en el proceso.
-Si, tienes razón. Quizá no pensé en ti entonces- acepto sintiéndose un miserable- Sin embargo, la persona que ha ocupado mis días y noches ha sido tu. No tengo derecho lo sé, pero no me quita la sensación de vacío desde entonces. No puedo olvidarte. Te volviste una constante en mi vida.. una que no quisiera cambiar.
Hinata termino por hipear, termino romperse y no queriendo escuchar mas volvió a intentar irse. Obito la detuvo, ella volteo y unos mechones se posaron en su rostro triste. La sintió temblar y cuando quiso apartar uno de sus peliazulinos cabellos la puerta se abrió.
Ninguno escuchó cuando lo hizo y la escena era muy comprometedora. Hinata llorosa, con un óbito fuera de sí, desesperado por un poco de ella. Sin embargo, eso no era lo peor. Lo peor es que los habían escuchado. Ella los había oído, la triste verdad de esa relación llena de mentiras que ella se había empeñado en empezar.
La verdad de la persona que amaba estaba delante de sus ojos y solo ella podría ver la cruda realidad. Una que se había empeñado tanto en maquillar, en aferrarse al pasado. Aunque el amor no hace ciegos, eso dicen.
-¿Qué esta pasando aquí?- pregunto Rin.
Su enfado fue notorio para ambos. Óbito termino por soltar a Hinata, quien no dudo en irse inmediatamente de aquella embarazosa escena. Ambas sintieron la tensión cuando se rozaron los brazos. Konan quien había entrado junto con Rin supo que su lugar no era allí. La puerta se cerro y un nuevo capítulo de una relación que nunca debió retomarse se escribió.
Continuara....
Actualizare pronto esta historia. El sábado a mas tardar, luego tomare un descanso para actualizar mi otro fic. Gracias por sus votos, loe leo y no olviden compartir.
sky
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