Capítulo uno

—¿Puedes dejarle esto en el casillero? —TaeHyung sacó un papelito de su bolsillo luego de cerrar su propia casilla—. Es que debo ir a hablar con el pesado de Kwon ahora o seguro me reprobará.

El rubio le sonrió como diciendo "por favor" y JiMin rodó los ojos tomando el pequeño trozo de papel que su amigo le extendía.

—Ah no. Me niego rotundamente. —el de cabellos rosas negó rápido con la cabeza después de leer lo que decía el papel.

—JiMin-ssi. —TaeHyung puchereó pero el contrario no dio su brazo a torcer.

—No.

—¿Por qué no? No te cuesta nada dejarlo allí. —atacó el menor.

—Cuesta tu dignidad, es decir, ¿es en serio? —JiMin se aclaró la garganta desdoblando el trozo de papel preparándose para leer lo que decía en él—. Imagina que soy tu tarea. Tírame a la mesa y hazme lo que sabes.

TaeHyung bajó la mirada ruborizado

—Cállate. Si lo dices en voz alta no suena bien. —dijo bajito y su amigo negó.

—Y en voz baja tampoco —replicó el de pelo rosa—. ¡En general no suena bien de ninguna forma!

—En internet decía que funcionaba.

—Tu mami es una tonta. —JiMin dijo y notó como TaeHyung frunció el ceño—. Digo, internet es tonto —se retractó dándose cuenta de su error sacudiendo un poco su cabeza ante eso—. Debo dejar de ver tantos memes, me consumen el cerebro.

El mayor comenzó a caminar dirigiendo sus pasos hacia la cafetería y el rubio lo siguió.

—Da igual, no pierdo nada con intentar —TaeHyung se encogió de hombros—. El que le tema a morir que no nazca.

—Excelente analogía —alagó JiMin—, pero mi manual de mejor amigo no me permite dejar que la dignidad que te queda sea desperdiciada de esa manera.

—Ajá, un manual. —TaeHyung rodó los ojos y JiMin asintió.

—Sí, y da la casualidad que también dice que los piropos de camionero nunca son la solución.

El rubio suspiró.

—Estoy harto de este sufrimiento llamado "JungKook no me quiere". —se quejó y sintió cómo su mejor amigo le palmeó levemente la espalda.

—Qué feo tu caso. —le dijo con lástima y el menor lo miró con ceño fruncido.

—Se supone que aquí es cuando me dices que me vas a ayudar. —mencionó TaeHyung en tono de obviedad.

—Esto no es una historia de Wattpad. Así no es como funciona. —el más bajo estiró sus labios haciéndolos una línea encogiéndose de hombros.

—Pero eres mi mejor amigo —comenzó a decir el menor—. ¡Deberías ayudarme a hacer que el que me gusta me quiera!

—Pero qué exigente eres —replicó JiMin—. ¿Qué se supone que haga? ¿Un amarre? ¿Vender mi alma para que JungKook te ame? ¿Volverme el mejor matemático para que él se haga mi fan y le pueda pedir que sea tu novio?

—No —TaeHyung negó haciendo parecer en su expresión que su amigo era un exagerado—. Sólo debes hacer que acepte salir conmigo.

En ese momento JiMin se dio un agradable y reconfortante face palm.

—Claro, cómo no se me ocurrió eso. —sonrió sarcástico hacia TaeHyung.

—Justo me tocaba vivir en la realidad en la que no soy el amor de la vida de JungKook. —TaeHyung suspiró tomando asiento en una de las mesas vacías de la cafetería.

—Bueno, eso no lo sabes. —dijo el de pelo rosado levantando sus cejas.

—Claro que lo sé. ¿Acaso lo ves aquí diciéndome "te quiero" y llenándome de besos?

—Menos mal que no porque qué asco. —JiMin cerró los ojos negando con una expresión de asco en el rostro.

El menor casualmente estiró su pierna debajo de la mesa que por razones de la vida hizo que su pie terminara pateando la canilla de su amigo.

—¡Auch! —se quejó Park dirigiendo automáticamente sus manos a su canilla sobando el lugar—. Por eso JungKook no te quiere, por agresivo.

TaeHyung escuchó eso y le sacó la lengua a su amigo antes de cruzarse de brazos y mirar hacia otro lado.

Y ahí estaba él, su amor. Jeon JungKook.

Estaba sentado en una mesa solo. Llevaba unos audífonos puestos y parecía muy cómodo mientras leía algún libro y comía de su manzana.

¿Cómo era posible que fuera tan perfecto, alto, musculoso, inteligente, y mucho muchísimo más?

Podía ser que nunca hubiera intercambiado palabra con él, tal vez el chico ni sabría de su existencia pues lo único que hacía era observarlo de lejos, pero eso no le impedía creer fielmente que era el amor de su vida.

—Eh, toma —la voz de JiMin lo sacó de sus pensamientos haciendo que dirigiera su mirada hacia él. Park le extendía una servilleta—. Para que te limpies las babas.

—Muy gracioso. —respondió rodando los ojos con la intención de devolver su atención a su amor inalcanzable.

—Ya, ya. Te voy a ayudar. —dijo el de pelo rosado y eso sí captó la atención del menor.

—¿Hablas en serio? —le preguntó abriendo sus ojos expectante.

—Sí, pero debes dejar de mirar al chico así. Es perturbador.

—Tal vez —admitió—, pero nadie lo nota así que no es problema.

—Bueno, yo no estaría tan seguro de eso —JiMin rió un poco y TaeHyung hizo una expresión con su rostro pidiéndole que se explicara—. Alguien sí lo vio.

Y con eso TaeHyung dirigió la mirada hacia la salida de la cafetería que había su amigo acababa de señalar. Allí vio cómo JungKook salía del lugar con su libro en una mano y su manzana mordida en la otra.

—Mierda. —chilló el rubio tapándose el rostro avergonzado haciendo a JiMin reír.

—Ah pero cuando le ibas a decir que te resolviera como a su tarea...

El pequeño gritito que se escabulló entre las manos de TaeHyung hizo que el de pelo rosado terminara de reventar en risas.

—Vale, vale. Ya basta. Es hora de poner el plan en acción —dijo sonando más serio por lo que el rubio sin quitar las manos de su rostro, abrió un pequeño espacio entre sus dedos para poder ver a a su amigo—. Lo llamaremos "Enamorando al nerd".

JiMin asintió orgulloso de su idea.

—Pero cómo...

—Shhh —Park lo calló—. Arruinas mi inspiración.

TaeHyung respiró hondo mientras veía como su amigo miraba hacia arriba con una sonrisa orgullosa sin dejar de asentir.

Esa imagen era la última que haría que tuvieras confianza en alguien para algo, pero se quedaba sin opciones y también sin tiempo pues faltaba poco para las vacaciones, así que resignándose se encogió de hombros mentalmente y decidió dejarse llevar.

—Lo lamento, Minnie. —se disculpó por "arruinar su inspiración".

—Está bien —JiMin aceptó—. Pero mejor llámame maestro.

TaeHyung abrió su boca para refutar pero el sonido del timbre lo interrumpió.

—¡Coño! ¡No hablé con el maestro Kwon! —gritó el rubio exaltando a su amigo—. Debo irme.

TaeHyung se levantó afanado y cuando iba a comenzar a correr hacia el salón de su maestro la voz de JiMin llegó a sus oídos.

—Pero tenemos clase de historia. —le recordó.

—No sé, inventa una excusa o algo —respondió el menor y cuando vio de su amigo iba a decir algo comenzó a correr—. ¡No voy a reprobar matemáticas!

Indignado por ser abandonado y tras de todo con una obligación de "excusarlo", Park se levantó de la mesa y comenzó a dirigirse a su clase.

—Le diré a la maestra que tenías indigestión. —susurró maliciosamente para él mismo.

¡hola! ¿cómo están?

este ff es medianamente cliché, pero intentaré darle su toque especial. espero poderles sacar más de una sonrisa durante su desarrollo u.u

muchas gracias por leerme ♡

©gguktaebae

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