Capítulo once
—¿Me estabas buscando? —JiMin preguntó llegando a su lado y tomándolo por sorpresa.
—¿Dónde estabas? —dijo a cambio, girándose para encarar a su amigo.
—¿Pues en mi casa como todas las mañanas antes de la escuela?
—Me refiero a porqué tardaste tanto en llegar.
—Ah, lo lamento, el bus me dejó —JiMin se encogió de hombros—. ¿Me esperaste mucho tiempo?
—Sí —obvió enojado haciendo que su amigo elevara una ceja extrañado por su actitud —. Entremos rápido.
—¿Por qué tan esponjado? —indagó JiMin mientras que caminaban dirección a su salón de clases.
—Ni siquiera quería venir a la escuela hoy.
—Yo nunca quiero venir y aquí estoy, así que eso no es excusa para traernos tus malas vibras.
—Lo sé —aceptó TaeHyung—, pero en específico hoy no quería venir.
—¿Y eso por qué?
—Porque por mi bienestar necesito evitar a JungKook.
—¿Pasó algo de lo que no me he enterado? —curioseó interesado Park y TaeHyung quiso decirle que no, pero era inevitable así que mientras ambos entraban a su aula de clases y alistaban sus cosas, se dedicó a contarle sus desgracias.
<...>
—Amigo, ¿cómo es que JungKook logra sacarte ventaja siempre? Es que hasta en tu juego favorito —JiMin negó, sentado encima de su mesa—. Eso ya no es gracioso, es triste.
—Créeme que tampoco lo entiendo, y aunque me duele el orgullo, esa no es mi mayor preocupación ahora. —TaeHyung murmuró, refiriéndose a la penitencia que había obtenido por perder.
—¿Qué crees que te ponga a hacer JungKook?
TaeHyung ni quería imaginárselo. Si JungKook siempre encontraba la manera de humillarlo, ahora que lo tenía a su disposición por veinticuatro horas, eso sólo significaba peligro.
—Creo que los más sensato en este momento es que me encierre en los baños todo el día.
—Claro, con lo limpios que están esa es una maravillosa idea.
Aquello había sido sarcasmo y TaeHyung lo entendía, pero para situaciones desesperadas, medidas desesperadas. Y en este caso estaba dispuesto a correr el riesgo.
—¿Ves más opciones? —preguntó el rubios y su amigo pareció pensárselo por un instante antes de suspirar.
—Aceptar tu triste destino y sobrevivir a las veinticuatro cuatro horas.
—Bueno baños, ahí voy. —TaeHyung se levantó de su silla, sin embargo, no pudo hacer más antes de que su mayor lo detuviera.
—Vamos, no puede ser tan malo. —intentó animar pero Kim negó.
—Tú no conoces a JungKook —replicó—. Es maldad pura.
—Con todo lo que ha pasado y aún no me creo lo mucho que las apariencias pueden engañar. —JiMin concedió. Es que todavía no podía creerse el diablillo que terminó siendo el "nerd" de la clase.
Kim no pudo decir nada pues en ese momento la maestra ingresó al salón comenzando a dar indicaciones para que todos tomaran asiento debido a que la clase ya iba a iniciar.
Ambos chicos se acomodaron en sus respectivos asientos y cuando los llamaron a lista respondieron tal cual como todos los días. Sin embargo, hubo algo distinto, y es que cuando llamaron al nombre de Jeon JungKook no hubo respuesta alguna.
Con disimulo, TaeHyung giró su cabeza para poder mirar hacia atrás, donde estaba el puesto que el azabache ocupaba, y efectivamente, allí no había nadie. En realidad eso no le sorprendía, teniendo en cuenta que no lo había visto entrar, no obstante, que JungKook no estuviera en clase, eso sí era extraño.
Después de dos llamados, la maestra pareció anotar la falta para luego seguir con los demás nombres. Y cuando terminó, se levantó de su asiento dispuesta a dar inicio a la lección del día.
TaeHyung no pudo evitar pasar su mirada por la entrada del salón antes de que terminara recayendo en la mujer que ahora escribía en el tablero.
Sin embargo, eso no fue lo más extraño, ya que no fue a la única clase en la que el azabache se ausentó, sino que fue en todas las de ese día. Ya se encontraban en la última clase, faltando poco para que la última campana sonara indicando que podían irse a sus casas pues la jornada había terminado, y Jeon no había dado señal alguna en todo ese tiempo.
—Al parecer es tu día de suerte. —le dijo el pelirosa mientras comenzaba a guardar sus libros en la mochila.
—No lo sé, esto es muy raro. No recuerdo la última vez que JungKook haya faltado a clases. —musitó guardando sus cosas también.
—Tal vez es porque tienes mala memoria.
TaeHyung rio rodando los ojos.
—¿Nunca vas a superar que olvidé tu cumpleaños?
—Lo iba a hacer —formuló él—, pero luego al año siguiente lo volviste a olvidar. Al igual que al siguiente, y oh, al siguiente también.
Bueno, en términos de argumentos, JiMin tenía un buen argumento.
—Te juro que siento que me lo sé, pero lo olvido justo ese día —se excusó TaeHyung, aunque era la verdad—. Además, ya te he dicho lo siento muchas veces.
—Sólo acepto disculpas en forma de consignación bancaria.
Dicho eso, a favor de JiMin y su dramatismo, la campana sonó, permitiendo que todos los alumnos comenzaran a salir del aula, y dándole la oportunidad a él de girar exageradamente e irse de allí dejando a TaeHyung atrás, quien sólo rio sabiendo que su amigo lo esperaría en la puerta.
Colocó su mochila en sus hombros, y despidiéndose de la maestra, ya que era una de sus favoritas, salió también del lugar, tomándole unos pocos instantes llegar hasta donde Park se había quedado esperándolo, tal como había supuesto.
—Últimamente tú y JiSoo piensan mucho en dinero. —bromeó cuando ambos comenzaron a dirigirse a la salida de la escuela.
—Hay que pensar en el futuro, ya sabes, stonks.
—No creo que el futuro de Ji sean unos zapatos.
—Si los vieras te cuestionarías lo que acabas de decir.
—¿Qué tan geniales deben ser esos zapatos como para que ambos digan eso? —el rubio cuestionó y JiMin sólo se encogió de hombros a lo que ambos terminaron riendo.
Continuaron conversando un poco hasta que llegaron a su destino, donde se despidieron y cada uno tomó rumbo a su casa, que lastimosamente para ellos era por caminos contrarios.
TaeHyung suspiró viendo a JiMin alejarse antes de él también comenzar a dirigir sus pasos en dirección a su hogar. Apoyó ambas de sus manos en las tiras de su mochila y miraba al piso mientras caminaba.
El día había sido relativamente tranquilo, y normalmente así era, a excepción por un factor llamado Jeon JungKook, uno que precisamente ese día no había estado presente.
Por un lado, TaeHyung se sentía feliz y afortunado de que justo el día en el que tendría que cumplir su penitencia el azabache se había ausentado. Pero por otro lado, se sentía algo preocupado por el hecho de que JungKook nunca faltaba a clase. Es decir, hablando de la escuela, parecía que Jeon JungKook se preocupaba por que todo estuviera más que bien, y eso no sólo incluía sus notas sino su apariencia del estudiante perfecto, lo cual incluía una asistencia perfecta también.
¿Acaso el chico se había enfermado?
Si bien en medio de su ego dolido por lo del día anterior le había deseado uno que otro mal al chico, no esperaba que algo de eso realmente se hubiera cumplido, es decir, no le había hecho ninguna brujería.
O al menos no con intención.
TaeHyung negó. Debía dejarse de tonterías.
Así que pensando en otra opción, se asustó un poco al pensar que el sujeto con el que trataba era Jeon JungKook, al que nunca se le escapaba nada. Tragó saliva. ¿Y si todo estaba perfectamente calculado y su sufrimiento venía ahora?
En ese momento sintió su celular vibrar en su bolsillo.
Dirigió su mano hasta el aparato, sacándolo y luego observando la pantalla.
Tenía un mensaje de JungKook.
En ese momento ya no se sentiría tan mal si sus deseos de que JungKook hubiera enfermado se cumplieran. Una indigestión no le haría daño a nadie...
Se detuvo un momento para evitar tropezarse por poner su atención en el teléfono y decidió abrir el mensaje, dándole click a la notificación.
Jungkook 🙄
¿Estás?
Taehyung
No, por favor intente de nuevo más tarde
Jungkook 🙄
Pensé que el buzón de voz sólo funcionaba en las llamadas
Taehyung
No iPhone, no opinion
Jungkook 🙄
Dímelo cuando la batería te dure más de medio día
Y TaeHyung se vio en la necesidad de cambiar el tema cuando notó que su batería estaba en dieciocho por ciento, cuando al inicio de la mañana había estado en el tope.
Taehyung
Entonces, ¿qué necesitabas?
Jungkook 🙄
¿No vas a preguntarme si estoy bien? ¿O acaso no notaste que no fui a clases?
El rubio vio ese mensaje e iba a responder algo pero se retuvo. Al cabo de unos segundos vio como el "escribiendo" aparecía de parte de JungKook.
Jungkook 🙄
Quería decirte que vinieras a mi casa
Taehyung
¿A tu casa?
JungKook 🙄
Sí, ¿hay algo de malo?
Taehyung
Tal vez porque ni siquiera sé dónde vives, o que no sé qué haría yo allá
Jungkook 🙄
Lo primero se solucionada fácil, te enviaré la dirección
Lo segundo, no deberías preocuparte por eso, teníamos un trato por hoy, ¿recuerdas?
Y hasta ahí había llegado la buena suerte de TaeHyung.
Respiró hondo escribiendo algo, pero luego borrándolo y pensándolo mejor antes de escribir algo distinto, sin embargo, eso también terminó borrándolo al igual que sus demás mensajes por un rato hasta que un mensaje por parte de JungKook apareció en la pantalla.
Jungkook 🙄
¿Estás asustado?
Vamos, no soy tan mala persona
Taehyung
Me temo que no estoy de acuerdo con tus palabras
Jungkook 🙄
Relájate un poco y sólo ven, es lo justo por perder
No va a ser tan malo
Ese "tan" resonó en la cabeza de TaeHyung.
Taehyung
Está bien, pero quiero decirte que siempre llevo gas pimienta en mi bolso
Jungkook 🙄
Sí, que gracioso
Al ver que no hubo mensaje en broma de respuesta, JungKook volvió a escribir.
Jungkook 🙄
Ok, gracias por la advertencia
Te enviaré la dirección, no tardes
Y con ese mensaje, una última notificación llegó al teléfono de TaeHyung. La dirección de la casa de JungKook.
La miró y se sorprendió al ver el barrio donde quedaba, pues era uno de los mejores de por allí. En realidad no había ido mucho por esa zona, ya que solían vivir familias más o menos adineradas, y si bien a él y sus padres no les faltaba nada, tampoco les daba para vivir en un lugar como ese.
Pensó en tomar un taxi, pero teniendo en cuenta que no sabía exactamente qué era lo que le esperaba al llegar allí, tal vez si quemaba algo de tiempo no estaría mal, por lo que decidió buscar una forma de llegar caminando hasta allí, y gracias a los mapas del teléfono lo encontró.
Con eso en mente, retomó de nuevo sus pasos, esta vez en dirección a un lugar totalmente diferente de su casa. Y le tomó probablemente unos veinte minutos llegar hasta la zona que buscaba.
Miraba a su alrededor sorprendiéndose al ver los lindos edificios que se alzaban por esas calles, y también preciosas casas que no se quedaban atrás.
Sabía que el dinero no era algo que interesara, pero en realidad nunca esperó que JungKook viviera en una zona como esa.
¿Acaso venía de una familia adinerada?
Sus pensamientos se detuvieron cuando encontró la dirección que le había sido enviada, y se detuvo en frente del alto edificio.
Sacó su teléfono y lo primero que hizo fue verificar la dirección, y al ver que era la correcta su primer pensamiento fue mandarle un mensaje a Jeon.
Taehyung
Ya estoy aquí
Jungkook 🙄
¿Por qué tardaste tanto? ¿Acaso viniste caminado?
Taehyung
Sí, lo lamento, es que aún no aprendo a teletransportarme 🤩
Jungkook 🙄
Pero existen taxis 😍
Taehyung
Si me lo ibas a pagar tú me hubieras dicho 🥰
Jungkook 🙄
Suficientes emojis sarcásticos
Avisaré para que te dejen pasar, sólo debes entrar y decir que buscas a Jeon Jungkook
Apartamento 1404
Cuando terminó de leer ese mensaje, TaeHyung vio que JungKook se desconectó. Bloqueó la pantalla de su teléfono y lo puso de vuelta en su bolsillo, antes de mirar hacia arriba, notando lo alto que era el edificio.
¿Cómo alguien podía vivir tan arriba?
Tragó saliva volviendo su vista al frente, a las grandes entradas de vidrio del edificio. Se veía tan lujoso que de repente se sintió mal por ir vestido con el uniforme de la escuela, lo único que lo reconfortó es que JungKook debía tener el mismo y pasar por aquí con él todos los días, así que no debía ser tan malo.
Caminó y llegó a la puerta donde vio que había un pequeño intercomunicador. No estaba muy seguro de cómo se usaba, ya que siendo sincero nunca había ido a un edificio como ese, de por sí todos sus amigos vivían en casas. Sin embargo, tenía algo de sentido común, así que presionó el pequeño botón que había allí.
—Um, buenas tardes —comenzó a decir cuando vio que el micrófono estaba abierto—. Busco a Jeon JungKook, apartamento 1404.
—¿Kim TaeHyung? —preguntó la voz masculina al otro lado de la línea. Era el vigilante, eso se podía ver a través de las puertas de vidrio.
—Sí. —fue todo lo que respondió y luego escuchó un pequeño pitido antes de ver como las puertas de vidrio se abrían.
"Que tecnología."
Dejando de lado el pequeño parlante, se adentró y sintió como las puertas se volvieron a cerrar detrás de él. Observó al rededor y vio como todo se veía mucho más grande que desde afuera, pues ahora alcanzaba a distinguir lo que eran algunas salas donde la gente podía sentarse en la recepción.
—Al fondo y a la izquierda, por el ascensor. —aquella voz masculina volvió a hablar, sacándolo de su pequeño trance de admiración por su al rededor.
Automáticamente se giró agradeciéndole al hombre y luego dispuesto a dirigirse según las indicaciones. Mientras caminaba, se asombraba cada vez más ante lo lujoso del edificio. Estaba seguro de que vivir allí no era para nada barato.
Al final logró llegar al ascensor, que para su fortuna no tardó en llegar y abrirse para él, dejándolo subir. Buscó en la pantalla de los números el piso catorce y notó que este era el último.
Estaba agradecido de que las alturas no eran su mayor temor, por lo que sin pensar más picó el botón y se dispuso a esperar hasta que llegó al piso correcto.
Las puertas se volvieron a abrir dejando a la vista unos pasillos. ¿Cuál debía tomar?
Y estuvo a punto de elegir al azar, hasta que vio un cartel que indicaba que los apartamentos 1401 y 1402 estaban hacia su izquierda, y que el 1403 y 1404 estaban hacia su derecha. Por tanto, dirigió sus pasos hacia la derecha, yendo por el largo pasillo.
Pasó por la gran puerta de madera que decía "1403" y siguió caminando hasta que por fin aquella con el "1404" en ella estuvo en frente suyo.
¿Ya podía declararse como una persona fitness? Porque sentía que había caminado más que nunca.
Estiró su mano para tocar el timbre, y cuando lo escuchó comprobó que algo podía sonar costoso, y ese algo era ese timbre.
Pasó un rato hasta que por fin la puerta se abrió delante de él, la primera imagen que captó siendo JungKook con unos pantalones deportivos anchos negros y una camisa gris bastante grande también.
—Pasa. —fue todo lo que le dijo antes de hacerse un lado para que el rubio pudiera entrar.
Y TaeHyung tuvo que apretar su mandíbula para que ésta no cayera al suelo al ver el lugar.
Era increíblemente espacioso, todo en concepto abierto. La sala era gigante, con un gran mueble en L que parecía ser de cuero y un televisor que seguramente tenía más tecnología de la que podía comprender. Luego, perfectamente conectada a un lado quedaba la cocina que se veía pulcra con electrodomésticos lujosos.
No obstante, lo que más le robó el aliento fue el increíble ventanal que iba del suelo hasta el final del alto techo, y desde el que se conseguía una magnífica viste de la ciudad.
En su vida TaeHyung se había imaginado entrando a un departamento tan lujoso, uno que parecía sacado del catálogo de una costosa revista.
—No sabía que...
—¿Vivía en un lugar como este? —JungKook completó su idea. TaeHyung asintió.
Al ver que el azabache no dijo nada, lo buscó con la mirada y vio como el chico escudriñaba por algo en la cocina.
—¿Para qué me querías aquí? —decidió preguntar TaeHyung, desviando el tema.
—Para esto. —le respondió él antes de tomar algo de una de las alacenas y girarse hacia TaeHyung sacudiendo lo que tenía en mano.
¿Aquello era una botella de vodka?
—No entiendo. —musitó frunciendo el ceño, y ahora viendo como JungKook tomaba dos vasos en su mano libre y comenzaba a acercarse a él.
Terminó pasando por su lado hasta que llegó a la sala y en mesa de centro que había allí depositó la botella y los recipientes de cristal.
—Vas a tomar conmigo.
—¿Qué?
—Sí —JungKook se encogió de hombros, sentándose en el sofá—. Te dije que no sería tan malo.
—La veces que he tomado alcohol son contadas, JungKook —resaltó viendo cómo el chico comenzaba a servir en los vasos—. No me gusta como sabe.
—Te aseguro que este te va a gustar, no es una botella barata.
—Eso no interesa —aludió el rubio—. Además, es por la tarde, ¿no crees que es temprano para beber? ¿Y tu madre? Seguramente esa botella es de ella.
—Estás aquí para cumplir con tu parte de la apuesta, no para hacer preguntas —replicó JungKook mirándolo por primera vez directamente al rostro—. Sólo te estoy diciendo que tomes un poco conmigo, estoy seguro que eso es mucho más sencillo que otras cosas que podría ponerte a hacer.
TaeHyung lo miró y se lo pensó, al final terminando por caminar hasta el sofá y tomar asiento a regaña dientes. JungKook sonrió.
—Tomaré uno nada más. —indicó el mayor, quitándose la mochila.
—Ya veremos. —respondió a cambio JungKook mientras le extendía el vaso lleno con el líquido transparente.
después de tanto creo que por fin le encontré una trama a este fan fic. ya era hora porque todo andaba muy sin hilo conductor, y me disculpo por eso 😭
iba a poner lo que sigue aquí mismo pero ya quedaba muy largo. igual no se preocupen que ya tengo casi todo el otro cap. lo subiré entre mañana y pasado mañana.
gracias por su apoyo a la historia, lxs amo ♡♡♡
©gguktaebae
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