Capítulo dos

Para cuando JiMin volvió a ver a TaeHyung, la clase de historia ya había terminado y estaban en el almuerzo.

—La maestra va a creer que tenías una intoxicación severa. —JiMin rió pero TaeHyung no tenía ni una pizca de gracia en su rostro.

—De verdad gracias. Al único que se le ocurre decir que me indigesté cuando sabía que probablemente me iba a tardar. —TaeHyung sonaba realmente molesto.

—Vale, lo lamento. Pero no es para que te enojes así —el de pelo rosa le dijo—. Deja de fruncir las cejas que te van a salir arrugas.

Kim rodó los ojos.

—No estoy de humor para tus comentarios.

—Eso veo —apoyó JiMin mientras le daba un sorbo a su botella de jugo. Hizo una mueca de disgusto ante el sabor, luego habló—. ¿Pasó algo?

—El maestro Kwon me asignará un tutor —TaeHyung suspiró—. Me dijo que tendré que tomar clases de tres a cuatro veces a la semana y esforzarme de verdad para que me deje nivelar mis notas.

—Vaya —JiMin comenzó a decir mientras veía como su amigo parecía querer estrellar su cabeza contra la mesa hasta morir—. Pero eso no es tan malo.

Automáticamente el rubio giró su rostro hacia él.

—¿Estás bien? —preguntó serio—. Voy a tener que gastar mis tardes en clases de matemáticas y aprender todo lo que no aprendí en este tiempo.

—Bah, tienes que dejar de ser tan pesimista —JiMin negó—, aprender a ver lo bueno de las cosas.

—¿Y lo bueno de que estoy a punto de reprobar matemáticas es...? —TaeHyung cuestionó aún no cogiendo la idea.

—A ver, dijiste que te van a asignar un tutor, ¿no es así? —el rubio asintió—. Fácil, para que alguien sea elegido como tutor debe ser inteligente, ¿y quién es el más inteligente de la clase?

—JungKook. —Kim dijo automáticamente al estar seguro de la respuesta.

—Bingo. —una sonrisa satisfecha se pintó en el rostro de JiMin.

—¿De verdad crees que eso pase? —TaeHyung cuestionó ahora sí meditando la idea—. Mi suerte suele ser una mierda.

—Esto no es suerte, es ciencia —el mayor palmeó suavemente su espalda, relajado—. Técnicamente no hay más opciones teniendo el cuenta que el resto apenas y aprobamos matemáticas.

—En eso tienes razón. —TaeHyung cedió.

—Te dije que no saberte la tabla del nueve era tu don. Ahora gracias a eso tendrás de tutor a Jeon JungKook.

—Sí me sé la tabla del nueve, tonto —el mayor bufó—. La que no me sé es la del siete. ¿Quién rayos se sabe la tabla del siete?

—No sé, y no me importa —Park se encogió de hombros—. La que ahora es esencial es la del veinticuatro.

—¿La del veinticuatro? —cuestionó de vuelta el rubio.

—Sí —JiMin asintió serio—. Él en dos y tú en cuatro.

Después de eso el pelirosado explotó en risas mientras que TaeHyung se volvió un adorable tomate.

—Hola, chicos —una dulce voz llegó a oídos de ambos—. ¿De qué hablaban?

JiSoo le sonrió a ambos mientras tomaba asiento en la mesa.

—De que Tae quiere jugar al UNO con JungKook —JiMin hizo una pausa y TaeHyung lo miró negando. De igual forma lo ignoró—. Uno encima del otro.

JiSoo levantó ambas cejas mientras que la risa del pelirosado llenaba sus oídos. Eso hasta que un golpe en la nuca por parte de TaeHyung lo hizo callar.

—¿Desayunaste payaso? Andas muy graciosito hoy. —TaeHyung le dijo con una sonrisa fingida. El mayor lo miró entrecerrando sus ojos mientras sobaba su nuca.

—¿JungKook? —JiSoo cuestionó ignorando la estupidez de sus amigos—. ¿Hablamos de ese JungKook?

—¿Cómo que ese JungKook? —le devolvió TaeHyung.

—Del que siempre anda hablando la gente. —respondió ella.

¿La gente hablaba de JungKook? ¿Del nerd de la clase?

—Bueno, debe ser porque es bastante guapo. Sólo hay que tener ojos para notarlo. —JiMin sugirió y el rubio estuvo de acuerdo, o por lo menos hasta que se dio cuenta de lo que su amigo había dicho.

—Espera, ¿dijiste que era...? —TaeHyung no pudo ni empezar su show de celos porque la pelinegra lo interrumpió.

—Sí, pero no solo por eso —comenzó a decir—. Todos aseguran que es un fuckboy en todo el sentido de la palabra.

—¿JungKook? —JiMin y TaeHyung dijeron al unísono.

—¿De verdad nunca habían escuchado los chismes? —ella preguntó sin poder creerlo. ¡Toda la escuela lo sabía!—. ¿En qué mundo viven?

—Según la maestra de ciencia se llama planeta tierra. —TaeHyung respondió levantando su mano en forma de like hacia su amiga, y el pelirosado asintió apoyándolo.

—Par de imbéciles —JiSoo rodó los ojos—. Como sea, la cosa es que deberías dejar la idea de JungKook.

Y ahí sí la expresión del rubio cambió totalmente a una indignada.

—Ah no, eso sí jamás. —respondió negando al instante.

—¿Tú crees que eso que dicen es real, Chu? —cuestionó JiMin y la chica asintió—. Pero si JungKook realmente se ve muy amigable, después de todo es el nerd.

—Que sea inteligente no lo hace nerd —contraatacó ella estirando su mano hasta tomar el jugo del pelirosado y llevarlo a sus labios para darle un sorbo—. Iugh, ¿qué es esto? —preguntó viendo con asco la botella del jugo que acababa de tomar.

—No lo sé, ese jugo ya estaba aquí cuando nos sentamos. —TaeHyung dijo.

La expresión de JiSoo fue como si su vida acabara de pasar frente a sus ojos.

—¡Qué asco! —gritó horrorizada—. No puede ser, no puede ser, no puede ser. No acabo de... —la pobre estaba histérica y ambos chicos explotaron en risas—. ¡¿De qué se ríen, malditos?!

—Chu, es broma. El jugo era de Minnie. —TaeHyung le dijo aún riendo un poco y la chica lo fulminó con la mirada.

—Un día de estos los voy a... —JiSoo comenzó a decir pero decidió respirar hondo antes de terminar la frase.

—Entonces, ¿decías que las apariencias qué...? —el rubio aprovechó el momento para intentar regresar al tema y evitar una amenaza de muerte que lo haría dormir con luz de noche del miedo.

La pelinegra rodó los ojos.

—Lo que yo he oído es que muchas personas han intentado algo con JungKook —empezó a decir y TaeHyung frunció un poco el ceño—, ya sea amistad o algo más. Pero que el chico es bastante arrogante y la definición de badboy.

—Bah, ¿me vas a decir entonces que también se droga en lugares clandestinos y se tatúa cosas estando borracho? —JiMin preguntó en broma pero al ver que JiSoo se encogió de hombros no lo pudo creer—. ¿Estamos seguros de que JungKook no tiene un gemelo malvado?

—Es enserio —la pelinegra insistió—, por eso te digo que deberías mejor dejar eso de JungKook. Además hay varios chicos lindos que andan detrás de ti, Tae.

Aquello era verdad. TaeHyung tampoco era un don nadie, era popular tanto entre los chicos como entres las chicas, no obstante, aquello no le importaba desde que le había puesto el ojo a JungKook.

—Si eso que dice Chu es verdad, deberías tener en cuenta a BoGum, sus padres tienen dinero —JiSoo y Tae lo miraron—. ¿Qué? —preguntó sin entender porqué lo miraron así, y sus amigos rodaron los ojos riendo al tiempo.

—No creo que sea tan malo como lo pintan —el rubio dijo encogiéndose de hombros—. Es decir, ¿no han visto a JungKook? No se ve capaz ni de matar a una mosca.

—Sí, además, es bastante probable que Tae tenga que relacionarse con él de una u otra forma porque será su tutor. —explicó JiMin y JiSoo levantó las cejas sorprendida por aquello.

—¿De verdad? —cuestionó ella sin creerlo.

—Aún no es seguro pero el maestro Kwon dijo que me asignaría un tutor, y teniendo en cuenta que es el mejor de la clase, es bastante probable que sea él.

—Ya veo —dijo ella, ésta vez luciendo más preocupada—. Sea lo que sea, por favor ten cuidado. Sé cómo eres cuando te gusta alguien y no quiero que salgas lastimado.

TaeHyung sonrió intentando relajar a su amiga.

—Igual, lo que dicen los rumores es que es arrogante y que va por malos caminos, ¿no? —preguntó y JiSoo hizo una expresión como dándole la razón—. Eso no significa que no tenga sentimientos.

—Bueno... —JiSoo comenzó dudosa—. Cuando dije que era la definición de fuckboy, me refiero a que lo es en su totalidad.

Tanto JiMin como Tae no dejaron de mirarla en espera que continuara explicándose más.

—Es fuckboy porque te fuck y me boi. —terminó de decir ella y la risa de JiMin llenó sus oídos y los de TaeHyung.

—Y yo que pensaba que el de las frases exitosas era yo. —dijo aún con rastros de risa.

—Esto es en serio, manitas de bebé —la pelinegra se quejó y JiMin frunció las cejas ante el apodo—. Me preocupo por Tae.

—No hay de qué preocuparse —dijo el aludido—, ya hiciste suficiente con decirme esto. Ahora  al menos ya estoy enterado de las posibilidades —asintió, aunque la única chica allí no estaba muy convencida—. Mejor acompáñenme por algo de comer antes de que tengamos que ir a clase.

—¿No quieres jugo? —JiMin le ofreció de su botella.

—No, paso. —dijo tan rápido que sus dos amigos rieron.

Ya luego los tres se levantaron de la mesa tomando rumbo a la cafetería para comprar algo de comida que no fuera una bebida de contenido dudoso.

holi, volví más rápido de lo esperado porque: 1.me gusta escribir esta historia; 2.ver que les gustó me hace muy feliz y me motiva más):

gracias por sus comentarios lindos, dvd los aprecio mucho al igual que a ustedes ♡

©gguktaebae

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