Capítulo doce
—¿Por qué no fuiste a la escuela? —preguntó TaeHyung, al ver que JungKook había terminado de tomar su primer "shot" de la bebida.
—No tenía ganas de ir. —respondió él sencillo, encogiéndose de hombros.
—No creo que eso cuente como una excusa.
—Bueno, pues es la única que tengo.
El rubio vio como JungKook tomó la botella de vodka volviendo a verter un poco en su vaso antes de luego dirigir su mirada hacia él, notando que si quiera había probado su trago.
—No te va a pasar nada por tomar un poco. —le dijo.
TaeHyung observó el contenido de su propio vaso acercándolo por primera vez a su rostro. Automáticamente el fuerte olor a alcohol llenó su nariz, haciéndolo fruncir con levedad el ceño, reacción de la que JungKook se rio negando levemente con la cabeza, antes de beber de una sola el poco líquido que tenía él en mano.
Bueno, si JungKook podía, él también, ¿no? Tal vez tomárselo rápido haría que fuera menos terrible.
Maldiciendo el momento en el que JungKook le ganó en el Overwatch, decidió evitar pensarlo más y chocando el frío vidrio del vaso contra sus labios dejó que el transparente líquido fluyera a su boca, tragándolo todo de una sola vez.
No obstante, haber hecho eso no había funcionado como él había creído, pues automáticamente sintió como el vodka dejaba un rastro como si quemara todo el camino a su estómago.
Tosió levemente haciendo una mueca con su rostro.
—Sabe horrible. —se quejó, disgustado ante la sensación.
—Que niñito eres. —JungKook rodó los ojos antes de dejar su vaso en la pequeña mesa en frente y levantarse del sofá.
El rubio lo hubiera seguido con la mirada si no se sintiera ardiendo por dentro por ese trago que había tomado. En definitiva el alcohol no era su fuerte. Ya para cuando se dio cuenta de que JungKook había regresado fue cuando lo tuvo a su lado, estirando su brazo para tomar su vaso.
No pudo distinguir qué le echó JungKook a su vaso, pues lo tenía en frente suyo y su espalda le bloqueaba la vista, sin embargo, cuando el chico se volvió al lugar donde había estado sentado antes, vio lo que ahora contenía su bebida.
—Intenta de nuevo. —JungKook habló, mirándolo expectante.
TaeHyung lo pensó, esta vez su vaso con más de líquido y eso se debía seguramente al poco de Sprite que el azabache había vertido en ella, mezclándolo con un poco de vodka. Tomó el recipiente de vidrio entre sus manos y no pudo evitar olisquear levemente y debía admitir que no olía tan mal como la anterior. Entre eso y la presión de que JungKook esperaba ver su reacción por lo que no dejaba de observarlo, terminó bebiendo del líquido, aunque esta vez prefirió no tomarlo todo de una sola.
Y en definitiva el cambio era inmenso, esta vez no había sentido como todo su interior ardía, sólo un poco, y el sabor era mucho menos amargo, rozando más línea de lo dulce.
—Así no sabe tan mal. —cedió, antes de darle un pequeño sorbo de nuevo a su vaso.
—Porque es más refresco que vodka —JungKook rio, y TaeHyung no se sintió tan mal de que se hubiera reído de él, ya que no había sonado burlesco—. No sé cómo no te puede gustar el alcohol.
—No sé cómo te puede gustar el alcohol. —contraatacó.
—¿No fuiste tú quien me dijo que soy un fuckboy? —acusó haciendo que el rubio no supiera hacia donde iba eso—. Fumo, tomo y tengo mierda en la cabeza, qué quieres que te diga.
Y TaeHyung no pudo evitar reírse.
—Creo que acabas de confirmar todos los rumores de la escuela en un segundo. —le dijo no sabiendo si era sólo una broma o que el alcohol comenzaba a hacer efecto en el azabache.
—Entonces también has oído los rumores —musitó él, antes de estirarse para tomar la botella de alcohol y verter su tercer trago en su vaso—. Es agradable saber que tengo reputación en la escuela.
¿Eso había sido sarcasmo?
TaeHyung vio como JungKook volvía a tomar el transparente líquido de una sola vez, haciéndolo consiente de su propio vaso en su mano, por lo que también terminó de beber lo poco que tenía allí.
JungKook llevaba tres shots y TaeHyung dos, pero eso apenas era el comienzo.
<...>
O bueno, el comienzo para JungKook, pues por cada shot que TaeHyung tomaba —que de por sí era más refresco que alcohol— él parecía tomar dos.
Y por eso es que estaban donde estaban, un TaeHyung un poco borracho, pero aún consciente, caso muy distinto al de JungKook que parecía...
—Sabes, TaeHyung —comenzó a decir el azabache, sus ojos medio cerrados pero con una sonrisa de lado a lado—. Empiezo a creer que soy un pirata, porque quiero tu tesoro.
Y el rubio se hubiera dado el tiempo de dejar caer su vaso ante lo que acababa de escuchar, de no ser porque tuvo que levantarse con rapidez para evitar que JungKook tirara el suyo.
—No sé de qué hablas, pero creo que ya estás muy borracho, JungKook. —musitó sentándose a su lado y quitándole el vaso de la mano a pesar de que el chico luchara torpemente para evitarlo.
—Vamos, debes saber. —respondió JungKook girando su cara hacia él y moviendo las cejas de arriba a abajo sugerentemente.
TaeHyung no sabía si reírse, preocuparse, o sonrojarse, pero como él era multiusos hizo las tres.
—No, no lo sé —aludió, sintiendo sus mejillas calientes, pero evitando descentrarse de su objetivo—. Ahora mejor levántate y te ayudo a ir a tu habitación antes de que el alcohol te haga decir más tonterías.
Siguiendo sus palabras, se levantó y se paró frente a JungKook tomándolo de los brazos y jalándolo para intentar levantarlo, sin embargo, no logró mucho antes de volver a escuchar la voz ajena.
—¿Cuáles tonterías? Yo sí me cambiaría a Movistar si fueras tú el que me ofreciera el plan.
Dicho eso, el azabache pareció tomar impulso para levantarse e intentó robarle un beso a TaeHyung, no obstante, el alcohol en su sistema hizo que su puntería fallara totalmente y terminara casi pasando derecho, de no ser porque el rubio logró detenerlo.
Joder, a ese chico sí que le pesaba el cuerpo.
—Vamos, JungKook, ayúdame un poco —forcejeó TaeHyung pasándose uno de los brazos de Jeon por encima de los hombros—. ¿Dónde está tu cuarto?
—Uhhhh, ¿hoy la pongo?
Bueno, ya estaba más que confirmado que JungKook era el tipo de borracho que se le soltaba la lengua al beber, y tenía una creatividad muy particular para ligar.
—En tus sueños —acotó y el azabache pareció poner una mueca triste en su rostro—. Mejor responde mi pregunta.
El chico suspiró con un puchero en labios antes de rendirse y señalar hacia el fondo del departamento donde se veía una puerta, seguramente detrás de ella estaba su recámara.
TaeHyung respiró hondo, y con todas sus fuerzas comenzó a moverse en la dirección apuntada. Y le costó alcanzar el lugar, ya que JungKook no había ayudado en nada, siendo un pesado peso muerto nada más, pero entendió la razón de eso cuando lo dejó caer en la cama, pues el chico impactó contra el colchón y ya tenía los ojos cerrados, pareciendo que había decidido que era buen momento para dormir.
Al ver la posición en la que había quedado, el rubio decidió acomodarlo mejor en la cama, terminando por acostarlo bien y ponerle una manta encima. Lo observó por un instante y se preguntó cómo es que se podía ver tan inocente cuando en realidad el chico había sido algo así como un tormento para él.
Aunque últimamente debía admitir que no era tan malo. JungKook aún lo atormentaba, pero parecía que de alguna manera era más amigable.
O tal vez sólo eran ideas de su cabeza.
Dándole una última mirada, decidió que lo mejor sería marcharse ahora que JungKook estaba dormido. Esta vez tomaría un taxi para regresar a casa, ya que aunque no había tomado nada en comparación del pelinegro, el alcohol aún así se sentía en su sistema y prefería evitar cualquier inconveniente, después de todo su tolerancia al alcohol tampoco era la mejor.
Con eso en mente, giró sobre sus pies en dirección a la puerta y caminó hasta allí, sin embargo, algo que llamó su atención lo hizo detenerse antes de salir.
En un escritorio allí al lado había un portarretrato puesto boca abajo.
Por instinto con el rabillo del ojo miró hacia JungKook confirmando que seguía completamente profundo, así que se permitió con cuidado extender su mano y tomar el marco en manos. No creyó que fuera algo malo, simplemente miraría lo que había allí y lo dejaría de nuevo en su lugar.
Con suerte sería una foto vergonzosa del azabache de pequeño, y esa era una increíble herramienta que podría usar más tarde.
No obstante, lo que encontró estuvo un poco lejos de ser aquello. Allí aparecían tres personas, una mujer, un hombre y un pequeño niño que el hombre mantenía en brazos. Todos parecían felices sonriendo hacia la cámara, y detrás suyo resaltaba una bonita casa color azul.
Todo encajaba perfectamente para ser una foto familiar de hacía varios años si se guiaba por que JungKook parecía tener tal vez seis años.
Detalló un poco más, esta vez a los dos adultos. La mujer se veía linda y joven, unos lindos cabellos largos y negros, y unos ojos que le recordaban a los de JungKook. Por su lado, el hombre se veía joven también, tenía pelo castaño y unas gafas cuadradas, sin embargo, lo que más le llamó la atención fue su sonrisa, que era idéntica a la del chico que dormía profundo en la cama a su lado, y cuando decía sonrisa se refería a esa que sólo había visto una vez en el chico, esa de dientes de conejo que parecía sincera.
No supo cuánto tiempo pasó, pero escuchó cómo atrás suyo el pelinegro se removía y murmuraba algo que no logró entender, por lo que con cuidado volvió a dejar la foto enmarcada en su lugar boca abajo, tal cual como la había encontrado.
Miró al chico quien se había movido un poco de su posición, pero seguía con los ojos totalmente cerrados, cosa que TaeHyung agradeció y aprovechó para esta vez sí salir de la habitación.
Caminó a través del grande y lujoso pasillo, realmente le sorprendía cómo podía haber tanto espacio en un departamento, aunque bueno, todos decían que los departamentos en aquellas zonas eran más grandes que varias casas, y ahora comprobaba el porqué.
Al final terminó llegando a la sala donde se encontró con la botella de vodka a casi terminar y lo vasos encima de la pequeña mesa de centro. Suspiró cuando se vio a sí mismo acercándose y recogiendo aquello antes de dirigirse a la cocina para lavar los dos recipientes de vidrio.
Perfectamente pudo haberlos puesto en el lavaplatos automático pero no sabía porqué sentía que los padres de JungKook no estaban enterados de que su hijo no había ido a la escuela como normalmente y esa botella costosa —como el azabache le había dejado en claro—, no la había comprado él mismo.
¿De dónde venía esa sospecha? De que momentos atrás mientras Jeon comenzaba a dejarse llevar por el alcohol en su sistema, TaeHyung observando el lugar a su alrededor había dado con un mueble de varias repisas y vitrina de vidrio que exhibía botellas de alcohol que lucían costar más que su próxima carrera universitaria, sin embargo, uno de los lugares abajo estaba vacío.
Se mordió el labio y aunque no estaba muy seguro de si sería lo mejor, tomó la botella de vodka y se acercó con cuidado a dicho mueble, abriendo una de las puertas y dejando en el espacio vacío la botella de vidrio. Volvió a cerrarlo y se alejó un poco observándolo. La botella estaba casi vacía, pero viéndolo de lejos, eso era mucho mejor a dejar el espacio vacío.
Le dio una última mirada y cuando creyó que no tenía nada más que hacer allí, algo llamó su atención nuevamente, tal como instantes atrás en la habitación de JungKook, literalmente, porque ese algo fue un portarretrato con otra foto. La diferencia de la anterior es que ésta no estaba boca abajo.
Aquello lo intrigó un poco, por lo que se acercó a la pequeña repisa observando lo que se enmarcaba allí.
Esta vez también aparecían tres personas, una mujer, un hombre, pero en vez de un niño, estaba un chico. Con claridad pudo saber que era JungKook, ya que se veía tal como ahora, probablemente sólo uno o dos años más joven.
La mujer y el hombre sonreían como en la otra foto, pero si la detallaba mejor, aunque la mujer era la viva imagen de la otra foto sólo que años después y con ahora un tono de rojizo en sus cabellos, el hombre parecía más mayor, pero no lucía como el de la foto anterior.
Frunció el ceño mirando a detalle, su rostro era distinto, su nariz, su sonrisa. Ya no se asemejaba a la de JungKook.
Además en esta foto aparecían sentados en un sofá, sofá idéntico al que había estado sentado con JungKook al inicio de la tarde. La fotografía la habían tomado allí.
Uniendo los puntos, un bombillo se encendió encima de la cabeza de TaeHyung al recordar lo que había hablado dias atrás con el pelinegro.
"Fue hace dos años."
"Un conductor no lo vio pasando la calle."
Miró el retrato de nuevo y por alguna razón hasta ahora no había caído en cuenta de que ésta vez JungKook no sonreía en la fotografía.
Su hilo de pensamientos comenzó a volar, pero no alcanzó a ir muy alto cuando el sonido de su teléfono sonando llegó a sus oídos. Se movió rápido sacándolo de su mochila para evitar que que su ringtone resonara por toda la casa.
—Mamá. —dijo al contestar y poner el aparato pegado a su oído.
—Tae —respondió ella al otro lado de la línea—. Cariño, lamento molestarte, ¿estás muy ocupado ahora?
—No, ¿por qué?
—Necesito que me hagas un favor. ¿Podrías comprar una pizza camino a casa? La del lugar que queda a unas cuadras de aquí. Puede ser del sabor que quieras o la que ordenamos siempre.
—Está bien. —respondió rápido, esperando que eso fuera todo para poder cortar la llamada.
—Gracias, bebé —ella dijo sonando aliviada—. Nos acabas de salvar de comer los intentos de cena de tu padre.
Y ahí estaba la respuesta a el alivio de la mujer.
—No tardes, tu papá ya está en la cocina y no demora en hacerme probar su "comida Gourmet" —continuó ella—. ¡Ah! Y no digas que te pedí que la trajeras, di que justamente hoy se te dio por traer comida a casa. Una desafortunada coincidencia.
—Está bien, mamá —aceptó riendo levemente—. Hablamos luego, te quiero.
—Yo también, mi vida. ¡Ten cuidado al salir!
Y dicho eso la mujer cortó la llamada. El rubio respiró hondo antes de ver la hora en su teléfono sorprendiéndose al ver que era más tarde de lo que creía, por lo que guardó su teléfono de nuevo en su bolso y dándole una última mirada a la foto que allí se exhibía, giró sobre sus pies en dirección a la puerta saliendo del lujoso departamento con muchos pensamientos rondando en su cabeza, unos que no sabía si debía intentar ordenar.
tenía planeado subirlo en la tarde, pero se me presentaron unos pequeños inconvenientes y hasta ahora pude subirlo):
de todas formas, quería agradecerles mucho porque Enamorando al Nerd ya llegó a los 37k ojitos, lo cual es mucho para mí. realmente no creí que ésta historia en particular fuera a ser tan apoyada, así que gracias, lxs quiero muuuucho ♡♡♡
pd: en el cap anterior puse que el vodka era un "líquido marrón", pero alguien me hizo caer en cuenta que es transparente, así que aquí lo cambié.
©gguktaebae
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