Capítulo dieciséis
Las acciones de JaeHyun quedaron estáticas por un instante, antes de que se girara para encarar al dueño de la voz que había interrumpido sus próximas acciones.
—Pero mira a quién tenemos aquí —dijo él al notar el familiar rostro—. Si es el mismísimo Jeon JungKook.
—Lárgate, JaeHyun.
JungKook se percibía molesto.
—¿Disculpa? —replicó él, levantando una ceja medianamente divertido.
—Deja de aparentar buenas intenciones que no tienes.
Bueno, ¿qué estaba sucediendo? TaeHyung se sintió ajeno a la situación de un momento a otro al ver cómo las miradas de ambos se lanzaban dagas mutuamente. Con la pequeña diferencia de que JaeHyun se percibía jocoso ante la situación.
¿Entonces esos dos se conocían?
—Oh vamos, ¿aún no lo superas? —cuestionó JaeHyun y el azabache ahuecó su mejilla con su lengua—. Necesitas aprender a soltar.
Con eso JungKook hizo el amago de lanzarse encima del chico, sin embargo, TaeHyung fue más ágil, deteniéndolo.
El pasmo se hizo presente en la expresión de JaeHyun por cortos instantes. Por su lado, el rubio frunció el ceño hacia JungKook, quien con seguridad sólo se mantenía en su lugar gracias a la mano ajena que se posaba en su pecho sin dejarlo hacer más.
—¿Ustedes se conocen? —JaeHyun volvió a hablar.
—Debería importarte más el irte de aquí mientras tengas tu nariz intacta.
Aquello había sonado como un gruñido de parte de JungKook y eso no hizo más que aumentar el interrogante encima de la rubia cabeza de TaeHyung sobre qué se traían esos dos.
JaeHyung aparentó pensar por un instante, terminando por girarse hacia TaeHyung.
—Será mejor que me vaya. Mi amigo aquí no parece estar muy feliz —le dijo como si ambos estuvieran solos, antes de acercarse a su oreja—. Nos vemos luego, TaeHyung.
Sin más, el chico pareció desaparecer entre el tumulto de personas. JungKook tomándose su tiempo para asegurarse de que no quedara rastro de él alrededor.
—¿Me puedes decir qué fue eso? —por fin TaeHyung pudo hablar, su mirada recayendo sin piedad en el menor.
—Te hice un favor.
—¿Desde cuándo espantar el ligue de alguien es un favor?
—Desde que te evité meterte con un estúpido. —JungKook respondió, su hablar pintado de seriedad.
—¿Argumentos?
—Sólo mantente alejado de JaeHyun.
En definitiva esa no era una respuesta que apagara la llama de dudas que TaeHyung tenía en su interior.
—No veo el por qué debería obedecerte. —vocalizó el rubio.
—Porque no te estoy obligando, te estoy aconsejando porque me preocupo por ti.
JungKook decidió cortar el contacto visual y, tal como JaeHyun había hecho momentos antes, se desvaneció entre el gran grupo de personas, dejando a un TaeHyung bastante confundido en medio de todo.
¿Qué había pasado entre esos dos para que se llevaran de esa manera?
¿Acaso JungKook había dicho que se preocupaba por él?
Dichas interrogantes retumbaban en su rubia cabeza, al igual que la música en sus oídos y el tiempo en el reloj. Así fue como llegó a la media noche, donde decidió que tal vez sería momento para volver a casa.
A penas encontró a su amiga, quien aún se mantenía con aquel chico de pelo color menta al lado. Intercambiaron algunas palabras, entre las cuales JiSoo proponía marcharse con él, pero TaeHyung optó por rechazar la idea. Ella parecía bastante cómoda con su acompañante y no quería arruinar el momento, quien sabe y diera para algo más.
Si le preguntaban a él, se consideraba un excelente amigo.
Caminó hasta por fin salir del lugar y no tardó en sentir la diferencia de ambiente, un atisbo del frío aire nocturno chocando contra su piel. Meditó sus opciones, terminando por sacar su teléfono en vista de que pedir un transporte a través del aparato era su mejor opción a esa hora.
Concentrado en la pantalla, dio algunos pasos con el objetivo de alejarse un poco más del ruido que lograba escapar de la casa. Las últimas horas con música a todo volumen habían sido más que suficientes para él.
—Ten cuidado por donde caminas, rubio.
Su vista se elevó y no se sorprendió al toparse con la oscura mirada de JungKook.
Aunque en cierto sentido el pasmo cosquilleó dentro suyo, pues no se esperaba que el chico aún anduviera por allí, después de todo no lo había visto desde su "extraño" encuentro más temprano.
—¿Me estás siguiendo?
—Si bien estoy seguro te encantaría escuchar un sí como respuesta, esa no es la realidad.
—¿Quieres decir que todas las veces que me topo contigo son coincidencia? —TaeHyung cuestionó—. Eso suena como un mal cliché.
—Tal vez es el destino.
—Ese peor.
—Como quieras entonces. —JungKook se encogió de hombros, metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta antes de comenzar a caminar.
El mayor lo observó, hasta que vio hacia donde se dirigía. Le fue inevitable no impresionarse por el auto en el que JungKook se subía.
No era el mejor con las marcas de autos o sus relacionados, pero no necesitaba ese conocimiento para ver lo costoso que el vehículo gritaba ser.
El chico terminó cerrando la puerta del conductor y TaeHyung suspiró dirigiendo la mirada a su teléfono de nuevo. Ningún auto aparecía aún por la aplicación. Probablemente la hora y el día no ayudaba a que hubieran muchos disponibles.
La idea de pedirle un aventón a JungKook fue desechada apenas pasó por su cabeza. No, no le iba a pedir algo a ese chico con actitudes que parecían girar más que una ruleta.
Unos momentos pasaron antes de que el rubio elevara su vista, confirmando sus sospechas de que el auto seguía allí. ¿Por qué JungKook no se había marchado ya?
Por primera vez en esa noche, el universo pareció ceder ante él y darle una oportunidad de una buena respuesta. La ventanilla del conductor fue bajando hasta dejar en completa exposición el rostro de JungKook.
—¿Piensas quedarte ahí toda la noche? —la voz del azabache no tardó en hacerse escuchar.
—Claro, siempre quise acampar en el patio de la casa de un desconocido.
—¿Por qué tienes que ser tan sarcástico?
—No lo sé, ¿por qué tienes tú que ser tan... —TaeHyung pensó en la palabra exacta, mas no logro encontrarla a tiempo, por lo que optó por una más resumida—, molesto?
—Mejor sube al auto antes de que hables más y me hagas arrepentir.
—¿Arrepentir? —¿Arrepentirse de qué?, o mejor dicho, ¿quién se creía para hablarle así?
—Hace un rato iba a ofrecer llevarte a casa, pero empezaste a quejarte de los clichés y a ser pesado como siempre, así que preferí no decirlo.
—El pesado aquí eres tú.
JungKook suspiró rodando los ojos. ¿Qué? TaeHyung no iba a desperdiciar ninguna oportunidad para defenderse, o atacar al pelinegro, con sus palabras, claro.
—¿Vas a subir o no?
Ambos se observaron por un instante. La mirada de JungKook no decía mucho, como siempre se mantenía indescifrable. Por otro lado, la del rubio brillaba con interrogantes por doquier.
Sus opciones eran repasadas a velocidad por su cabeza, pero la decisiva la tuvo la pantalla de su teléfono que indicaba ningún automóvil estaba disponible aún para su retorno a casa.
Soltó el aire acumulado en sus pulmones con resignación cuando sus pies comenzaron a caminar en dirección al auto de JungKook. Dejar de lado su ego y dignidad por el rato que durara el transcurso parecía ser mejor opción que dejar a la suerte el tiempo que tendría que esperar en el frío fuera de esa casa.
—Inteligente decisión. —musitó JungKook.
—Que quede en claro que lo hago por supervivencia. —se justificó, mientras se ponía el cinturón de seguridad.
El sonido de una risilla apenas audible llegó a oídos de TaeHyung, quien de reojo logró observar la efímera sonrisa en los labios del menor, antes de que el mismo encendiera el auto.
Volvió su vista hacia la ventana, cruzando los brazos y haciendo un patético intento de ignorar la presencia al lado suyo. Patético porque la leve sensación en su interior ante la imagen anterior, no parecía desaparecer, ni los latidos de su corazón dejar de retumbar con fuerza.
El camino fue tranquilo. Habían varios lugares encendidos, seguramente por ser un día de fin de semana en la noche, pero por su lado las calles como tal estaban algo vacías.
No hubo conversación, sólo el sonido de lo que seguramente sería la playlist de spotify de JungKook. Y aún así, en ningún momento fue incómodo.
La imagen de la casa de TaeHyung junto con el auto deteniéndose hasta hacerlo por completo, indicaron que habían llegado a su destino.
—Nos vemos el lunes. —JungKook dijo, haciendo que TaeHyung lo mirara antes de abrir la puerta del auto.
—¿Seguirás dándome tutorías?
—Claro, ¿por qué la pregunta?
—Tal vez porque a penas y me habías dirigido la palabra en los últimos días.
El menor se relamió los labios—Aún así, en ningún momento mencioné algo relacionado con terminarlas.
Eso era cierto, pero había algo que no encajaba, como siempre.
—Está bien, nos vemos el lunes entonces.
—Y...
JungKook parecía estar a la expectativa de algo más que TaeHyung no tardó en completar.
—Y espero tengas una linda noche.
Con eso dicho, le sonrió al tiempo que lo escuchó resoplar. Abrió la puerta del vehículo y salió, sin embargo, antes de cerrarla, asomó su cabeza hasta lograr hacer contacto visual con JungKook.
—Gracias por traerme.
No dio tiempo de observar una reacción, pues el rubio había tomado rumbo a la entrada de su casa con rapidez. De haber esperado un poco más, tal vez hubiera notado la sonrisa que se avistó en los labios del azabache.
es probable que las actualizaciones sean algo lentas, pero seguras. todo varía dependiendo del tiempo libre que me deje la universidad.
gracias por su paciencia y apoyo, nos leemos luego. ♡
©gguktaebae
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