¿Me Dejas Besarte?
Ambos chicos entraron a la casa, hasta que Damián hablo.
— ¿No deberíamos mover a los animales? —
— Oh, cierto... ¿Deberíamos esperar a Clark? Supongo que-
— No te preocupes mamá, podemos hacerlo nosotros. — sonrió abrazando por los hombros al árabe.
— Hmmm... Tengan mucho cuidado con la nieve chicos, ¿Está bien? Haré la cena, si no pueden con algo... —
— Sí, sí mamá, ¡Vamos Dami! — lo tomo del brazo y salieron de nuevo al patio, la tormenta empeoraba, tenían que ser rápidos.
— ¡Anda, es el último! — gritó el de ojos azules mirando a su amigo, de la nada, más nieve comenzó a caer.
— ¡Damián! ¡Ya es hora de irnos! — no lo veía por ningún lado, así que uso su visión térmica, encontrándolo agachado tomando aparentemente algo.
— ¡Ya voy! — voló hacia el, sin embargo, se desvió un poco y de no ser por sus reflejos, pudo chocar con el contrario, en cambio, golpeó un árbol.
Causando que una cantidad muy grande de nieve cayera sobre el mayor.
— ¡Oh no! ¡Dami! — gritó preocupado sacándolo del lugar.
[...]
—
¡Atchis! — estornudo el de ojos Jade, siendo cubierto por una manta.
— ¿Como te sientes? — pregunto Jonathan sentándose a su lado.
— Estoy bien, tengo que ir a casa... — rasco su nariz roja por la irritación, intentando levantarse siendo detenido por Lois
— Creo que tendrás que quedarte... La tormenta no parece bajar y en tu estado es muy probable que quedes a la mitad de la nieve. — explicó cubriéndolo completamente con la manta, notando sus gruñidos.
— Yo hablaré con Bruce. —
— Pero-
— Ya está decidido, Jon, ¿Por qué no haces que tu amigo se ponga cómodo? Creo que su ropa está mojada. — cuestionó la mujer levantándose del lugar, mirando a su hijo, quien tenía una enorme sonrisa.
— Espera aquí Dami, iré por algo de ropa... —
— ¡Atchis! —
— Haré chocolate caliente. — aviso, después tomo su teléfono, soltando un suspiro, entre todos sus contactos encontró el de Bruce, no espero más y lo llamo.
— ¿Quien es? — una mueca apareció en el rostro de la mujer, ¿Tan grosero era?
— Hola Bruce, soy Lois, este... Yo quería preguntarte si Damián tiene algo importante que hacer contigo... Está noche... —
— No, no hay nada importante, ¿Sucede algo? — por llamadas así, procuraban no decir nada sobre sus otras identidades, alguien más podría estar escuchando.
— Bueno, en Metrópolis está nevando, no sé si en Gotham también, pero la tormenta es muy fuerte y Damián parece tener un ligero resfriado, ¿Tú crees que pueda quedarse? Además... La nieve está muy alta para ir en auto... — la verdad es que si podía, pero no quería que estos dos se separaran tan rápido, tal vez una pijamada los haga más cercanos.
— Hmmm... — por ese tono, probablemente no estaba del todo... Seguro.
— Bien, pero mañana-
— Gracias Bruce. — colgó.
No quería escuchar sus excusas baratas, sonrío suavemente y saco las cosas para hacer el chocolate.
Por otro lado, Damián estaba sufriendo por mirar cómo le quedaba la ropa del contrario.
Le había prestado una camisa de manga larga y unos pantalones algo holgados que comenzaba a odiar.
Pero se sentía cómodo, no porque la ropa fuera para eso, se sentía... ¿Seguro?
— Agh. — se quejó, doblo la parte inferior del pantalón para dejarlo hasta sus rodillas, pues si no lo hacía, podría caer.
— ¿Quieres jugar un videojuego? —
— ¡Atchis! — volvió a estornudar y el mitad kriptoniano parecía aún más preocupado.
— Lo siento, no debí haber usado el vuelo... — lo cubrió con la manta, justo en ese momento, Lois llego con dos humeantes tazas de chocolate.
— Muy bien chicos, Bruce dejo que Damián se quedara, por mientras... — miró al patio, la nieve seguía cayendo y se suponía que iba a salir por algo de despensa.
— Iré al supermercado. — se quejó.
— Pero mamá, la tormenta parece no querer parar y-
— Les haré hamburguesas de cenar. — no hubo objeción, con una sonrisa triunfante, tomo una gabardina y salió del lugar, dejando a ambos solos.
— Oye Dami... — susurro Jonathan, abrazando la cintura del moreno, sintiendo su claro enojo.
— ¿Y ahora que quieres? — se separó de él, mirándolo mientras tallaba su nariz.
— ¿Por qué me besaste? — volvió a preguntar, causando un ambiente incómodo.
— ¿Seguirás preguntándome eso? No te voy a responder, ¿Por qué no preguntas otra cosa? —
— Bien. —
— Espera, era bro-
— ¿Por qué te incomodaba que te dijera Dami? — el mencionado soltó un gruñido mientras se dejaba caer en el sofá, sintiendo la intensa mirada del contrario.
— Tampoco contestare eso. —
— ¿Me dejas besarte? — ¿¡Pero que mierda con ese mocoso!? Negó eufóricamente a su petición mientras su rostro se pintaba de rosa y su corazón latía cada vez más rápido por la emoción.
Cosa que noto el mitad kriptoniano.
— Solo será uno pequeño, por faaaaa... — parecía un niño pidiendo que le dieran un juguete, se cruzó de brazos y miró a otro lado.
— No. —
— Dami... —
— ¡No! —
— Por favooooor. —
— ¡He dicho no! —
— Damián. —
— Jon. —
— ¡Por favor Damián! ¡Solo uno! —
— ¡Agh! ¡Que no! —
— ... — el menor se cruzó de brazos con un mohín en sus labios, mirando fijamente al chico árabe con clara frustración en su rostro.
Se había enojado.
— No es justo, tú ya me besaste-
— No recuerdo haber hecho eso. —
— Dami... — sus mejillas estaban rojas y sus ojos cristalinos, denotando que probablemente iba a a llorar.
Ese era el punto débil del mayor.
No podía ver a Jon llorar por mucho que lo negara, cada que lo veía así, intentaba calmarlo y hablar —aunque comúnmente con su faceta seria— sobre el asunto.
— ¡Agh! ¡Bien! — el mayor se cruzó de brazos mirando al contrario alzar su vista con una sonrisa maliciosa.
¡No estaba llorando!
— Eres un idiota... — susurro antes de ser acorralado, quedando debajo del super, ambos todavía en el sofá.
— Tu aceptase. —
— De verdad te od- — antes de terminar su frase, Jonathan unió sus labios de manera suave, con cariño, ambos cerrando sus ojos disfrutando de la cercanía.
Hasta que, de nuevo, Damián rompió el momento.
— No te emociones, mierda. — lo empujó, rompiendo el beso mientras volvía a ponerse la manta encima.
— Pon una película o algo, estoy aburrido. — Jon sonrió.
Por lo menos no había dicho "Esto nunca paso".
¿Dudas?
¿Sugerencias?
No soy muy buena con las historias de amor, lo siento unu
Haré lo posible para que pueda ser legible.
¡Lxs amo!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top