Capitulo XV Entre tu y yo...


"...Son nuestros sentimientos...son los que mueven nuestro mundo...volviéndonos en uno solo..."

Mientras tanto, Mina se encontraba en su casa mirando distraídamente la televisión, cambiándola con el control remoto, desde aquella fiesta no había hablado con Seiya, según lo que le había dicho era porque estaría muy ocupado en sus asuntos de artista, sin embargo, en uno de los canales apareció el grupo musical del momento, se sobresalto de inmediato poniendo atención, allí estaba el líder del grupo, Seiya

-invitamos a todas nuestras admiradoras a una audición para que nos acompañe con su voz en el próximo disco que lanzaremos-decía el joven desde la televisión mientras el programa exponía los requisitos y el lugar donde se realizarían las audiciones

-¿Por qué no me dijo nada?-se pregunto así misma con algo de decepción- quizás cree que no soy buena cantante...-hasta que fue distraída por el sonido de su móvil-diga...

-¿viste la televisión?-le grito Rei desde el otro lado de la línea-es tu oportunidad para salir al estrellato!

-¿tu crees?

-no lo creo, lo afirmo, se que ganaras y con una gran ventaja

-gracias...-suspiro con algo de melancolía

-¿eh? ¿Qué sucede? te escucho muy extraña ¿sucedió algo?

-no...nada..., iré-sonrió –gracias por animarme

-esta bien...nos vemos...-se despido la morena

-adiós...-colgó la llamada, apagando el televisor, poniéndose de pie decidida-bien! tal como lo dijo Rei me presentare y ganare y Seiya estará orgulloso de mi...

Por otro lado, Diamante besaba sutilmente el cuello de su esposa, bajando lentamente hasta sus hombros, descubriendo una parte de ellos

-Diam...-suspiro cerrando los ojos, dándole espacio libre de su cuello exhibiéndolo casi completamente-tengo que...

-¿Qué?...¿que tienes?...-le pregunto, acariciando sus brazos de arriba hacia abajo, adelantándose apagando la cocina-ya no aguanto...

-estoy sucia...-se excuso, alejándose en un movimiento rápido-quiero ducharme-enrojeció bajando la mirada avergonzada, separándose lentamente de él, corriendo hacia el baño cerrando la puerta con fuerza-¿que me sucede?...-se pregunto con la voz agitada acompañada con sus mejillas teñidas por el carmín-jamás había sentido esto...¿Qué debo hacer?...-se miro en el espejo posando dos de sus dedos sobre sus labios, cerrando sus ojos, sonriendo avergonzada-mejor dejo de pensar en esas cosas...-se desvistió, abriendo la llave de el agua para bañarse, ingresando a las aguas, pasando jabón a través de su cuerpo-el agua esta deliciosa...

-¿y no quieres compartirla conmigo?...-un par de brazos rodearon su cintura, haciéndola girar rápidamente, encontrándose cara a cara con el joven peli plateado, quien estaba frente a ella desnudo, y mojado por el agua que caía a través de el grifo

-Diam...-no alcanzo a pronunciar otra palabra, cuando sus labios fueron silenciados por un beso cargado de deseo y lujuria, acorralándola a una de las esquinas, mientras que ella se adentraba en la ancha espalda de su amante realizando trazos indestructibles que profundizaban el enorme deseo entre ambos

-te amo tanto...-le susurraba en el odio, para besar su oreja y morderla, liberando un pequeño gemido de sus labios-mi princesa...

-Diam...yo...-trataba de mantener un poco la distancia, además se sentía un tanto asustada al sentir el bulto presionando en su vientre-yo...nunca...

-lo se-la interrumpió, mirándola a los ojos, acariciando su mejilla con delicadeza-¿estas segura de seguir?...-le pregunto mientras el agua caía sobre ellos como si el tiempo se había detenido, recibiendo un beso en la comisura de sus labios, abrazándolo con fuerza

-si...

-entonces...-eso sus labios de manera lenta y pausada, mordiéndolos como un si se tratara de una fruta prohibida-déjame llevarte a las nubes...-cerro la llave de el agua, para sacarla de allí alzándola en sus brazos, cargándola en ellos, pasando a través de la habitación

-dejaremos todo mojado...-le dijo con una risita la joven rubia

-¿Quién hablo de cama?-le contesto, para sacarla a las aguas termales, adentrándose allí dejándola semi sentada, posicionándose sobre ella aun manteniéndola entre sus piernas –te veías divina anoche...-le susurro con perversión, siguiendo con la danda de besos descontrolados, separándose sutilmente de ella para bajar hasta su cuello, entre lambidas y mordidas que de seguro le dejarían marcas a la mañana siguiente, mas a Serena no le importaba, sumergida en un trance de pasión y deseo que nunca se lo había imaginado, Diam por otra parte, llego hasta sus senos, apoderándose de uno de ellos con su boca para succionarlos, bebiendo de el como si fuese un manantial, mientras atendía el otro con su mano, erizándose al simple contacto con la yema de sus dedos

Serena perdida en el placer, acariciaba la cabeza de el peli plateado, indicándole con mayores palabras que continuara con su tarea, solo liberando gemidos aun mas sonoros

-princesa ¿quieres que nos escuchen todos?-aquel comentario la obligo a presionar sus labios con fuerza, para evitarlo-aunque son música para mis oídos...-le comento, bajando hasta su ombligo llegando al limite de el agua, depositando variados besos en aquella zona, bajando una de sus manos lentamente haciéndola tensar llegando hasta su intimidad, comenzando a mover su mano de manera suave

Un sonoro gemido se libero de sus labios, no pudiéndolo evitar, , sus mejillas estaban enrojecidas, y sentía que pronto su vientre estallaría, entrelazando sus piernas alrededor de sus cadenas, rozando sus sexos ante la anticipación, mientras que él se acomodaba, tomando sus caderas para penetrarla lentamente, Serena mordía sus labios apoyando su cabeza en el hombro de su amante quien se abría paso en la estreches de su intimidad, sintiendo como aquella barrera desaparecía poco a poco convirtiéndola en mujer, su mujer, un gritito escucho deteniéndose al instante, se sentía único al sentir como era su miembro presionado entre las paredes virginales de la joven, no se detuvo mucho tiempo cuando dio comienzo a un vaivén lento con el fin de que su esposa se acostumbrara

Lagrimas que fueron reemplazadas por besos y caricias, grititos de dolor que fueron cambiados por placer, gemidos desvergonzados que le insistían continuar con la danza de pasión, Serena se aferro mucho mas a él, besándolo y ofreciéndole arqueando su espalda sus senos quienes se balanceaban a al vaivén que eran cada vez mas rápidos y profundos, Diamante no desaprovecho aquella oportunidad descargando su lujuria con ellos besándolos, lamiéndolos marcándolos como su propiedad, sin detenerse en las embestidas, cuando sintió que el final se acercaba sintiendo que en su interior presionaban con fuerza a la proximidad de un orgasmo, que sacudió todos sus sentidos, descargando toda su esencia dentro de ella, cayendo sobre su pecho de la joven, completamente exhausto respirando agitadamente al mismo ritmo que su esposa, aun sin separarse de ella

-mi princesa..., mía al fin...-se aferro a su cuerpo como un pequeño a un osito, con una sonrisa en sus labios, mientras que ella le acariciaba su cabellera aun sumergida en el placer que había alcanzado, Diamante beso sus labios separándose de ella lentamente, aun sumergidos en el agua, tocándole cada facción de su rostro delicadamente –mi esposa...

-si Diam, solo tuya...


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Holaaa espero que les guste este capitulo, no soy una experta en escribir esto, pero creo que voy mejorando, solo espero que les haya gustado y disfrutado, gracias por sus comentarios que me sirven para mejores y animarme a seguir, muchos abrazos!!


proximamente..................................................Capitulo XVI La sorpresa de Diamante...

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