Capitulo XIV La confesión de Serena...


"...Hay cosa que no puedo confesarte directamente...pero esas son las que son mas sinceras y profundas de toda mi alma..."

Luego de comprar, Diamante salió un tanto tenso de la tienda, Serena pudo notarlo al instante, ni si quiera la había esperado para salir, fue ella quien lo siguió a paso rápido

-¿Qué sucede Diam?-pregunto ella con inocencia- ¿te sucedió algo?...

-no nada-contesto secamente, ella lo alcanzo lo suficiente para alcanzar su mano

-no me dejes atrás-le detuvo, volteando algo paralizado encontrándose con un sutil sonrisa de ella, sintiéndose algo extraño y nervioso

-ha...hay...que apresurarse, pronto anochece-contesto guiándola hacia el hotel-no quiero que te enfermes...

-soy mas fuerte de lo que crees-contesto con naturalidad, notando que aun se encontraba tenso-Diam...-se puso frente a él deteniéndose- no me pasara nada lo juro...estaré a salvo por nosotros.., lo prometo...-la mandíbula de el peli plateado se presiono con fuerza, para luego abrazarla de manera sorpresiva

-no es eso..., mi princesa...-la apretó contra su cuerpo-solo...sus mejillas sonrojaron-quiero...prepararte algo delicioso...-le sonrió, separándose lentamente de ella

-¿enserio?

-si...hoy te cocinare algo delicioso ...-le sonrió, tomando su mano para dirigirse al hotel, una vez allí, se encamino hacia la cocina donde comenzó a preparar una cena deliciosa para ella, a pesar de que era un genio en la cocina lucia distraído, mientras que ella miraba la televisión sentada en el sofá esperándolo, no lo quería interrumpir, pensaba que no deseaba ser distraído y por esa razón se encontraba tenso

-me pregunto que le sucederá...-pensó ella mirando hacia la cocina

Una vez listo, Serena ayudo a acomodar la mesa, prendiendo un par de velas aromáticas para dar un aspecto romántico a la situación, sentía que esta cena le era especial, no sabia el motivo, pero tenia ese presentimiento rodeando su corazón, por otra parte Diamante llego con la cena, entre ensaladas y una gran langosta, fue como atendida como una reina, a pesar de todo él se encontraba desconectado de la realidad, claro estaba disfrutando la cena con ella, pero aquel pequeño pensamiento en su cabeza lo hacia cuestionarse cada cinco minutos

-¿proponerle o no? ¿decirle o no decirle?-se preguntaba así mismo-no tiene nada de malo, somos marido y mujer, pero fuimos obligados, ella me quiere y yo la quiero...¿y si se molesta? ¿o no se molesta? ¿Qué hago?-todos esos pensamientos lo interrumpieron durante toda la cena, mientras que Serena, distraídamente no tenia ni la mas remota idea de lo que pasaba por la cabeza de su esposo

No sucedió nada, no tuvo el valor para decirle, todo fue tan normal, que hasta la misma Serena se encontraba un tanto decepcionada, pensaba que había un motivo especial para lo que Diamante se había preparado con esmero y dedicación, aunque sentía que le ocultaba algo, no le quería presionar, ya que así se estaban llevando de maravilla y no deseaba arruinarlo

-Diam...iré a las aguas termales-le dijo ella, tomando una toalla, saliendo hacia afuera

-esta bien...-contesto mientras retiraba los platos, tenían aguas termales para ellos, ella se sumergiría en las aguas mientras que él se encontraba en la cocina, para la fortuna de Diamante, fue mas rápido de lo que imagino, siguiéndola hacia aquel lugar, pero solo llego hasta el lumbral de el enorme ventanal en el cual los dividía con la cabaña, solo para contemplar la figura desnuda de la que es su esposa

-es perfecta...-pensó con sus mejillas enrojecidas, al ver su perfecta espalda mojada, su cabello dorado amarrado con algunos mechones sueltos adheridos a su piel, la pequeña cintura y quizás algo mas revelador, cubriéndose delicadamente con la toalla-no puedo...-pensó en una lucha en si mismo, para no ir por ella como un salvaje y hacerle el amor como siempre lo había imaginado, entrando a la sala de baño encerrándose allí tomando una ducha con agua fría, agradecía y maldecía a la vez que cuando salió vi una Serena dormir plácidamente en su cama, esto le dio tiempo para tomar el pequeño bolso que traía y ocultar los condones que había adquirido en la tienda-si los ve, mi princesa de seguro me mata-sonrió ante su comentario para alistarse y dormir, sin antes besar la cabeza de su esposa profundamente dormida e irse a dormir al sofá-buenas noches mi princesa...

Una vez Diamante dormido, ella abrió los ojos caminando en cuclillas hacia el bolso de su esposo, abriendo sigilosamente el contenido encontrándose con los preservativos, enrojeciéndose al instante

-es por eso...-lo miro mientras dormía-ya veo...-inflo sus mejillas un tanto molesta-aunque no puedo evitar...que también lo quiero tanto como él...

A la mañana siguiente, el día para ambos trascurría mas tranquilo de lo normal, Serena le invito a ir de compras al pueblo nuevamente, esta vez, para comprar ropa, ella insistía a que se probara cada uno de los trajes que le ofrecía la vendedora, ya que siempre lo veía vestirse con trajes oscuros en cualquier parte del día, mientras que Diamante se encontraba en los probadores, Serena se alejo un poco para buscar ropa para ella encontrando prendas hermosas que sin duda lo dejarían boquiabierta, animada, decidió esperar a que él terminara para que ella pudiera probarse la ropa también, sin imaginarse que en un movimiento torpe, choco con una familia que paseaba por el lugar abriendo sus ojos enormemente

-Darien...-miro perpleja a su ex novio quien sostenía a un bebe de casi un año en sus brazos, mas allá podía ver a un mujer con casi lo mismo rasgos del bebe

-hola Serena, que sorpresa ¿Qué tal estas?

-bien...-contesto algo cortante

-oye...

-¿Qué quieres Darien?, estoy algo ocupada

-¿ocupada? ¿tu?

-si ¿Por qué? estoy de paseo con mi esposo

-¿tu esposo? Aun sigues con ese cuento, creí que te habías divorciado, es verdad, recuerdo que no te puedes divorciar hasta que cumplas 21 años

-este asunto no es de tu incumbencia-respondió molesta

-¿acaso te vendiste por mas dinero?-una cachetada resonó en el lugar, el rostro semi volteado de el hombre aun con el pequeño en los brazos hizo paralizar a todas las personas que se encontraban alrededor incluyendo a la madre del bebe

-para que lo sepas, amo a mi esposo, me volvería a casar con él una y mil veces y al fin entendí que es el hombre de mi vida ¿y quieres saber por que?, porque es mucho mas fuerte, valiente, responsable y honesto que haya visto en mi vida y además a diferencia de ti, lucha por lo que tiene no importa el tiempo que se tome para lograrlo...-refirmo ella con convicción, sin imaginarse que apoyado en la puerta de los probadores el peli plateado sonreía ante la defensa de la joven –asi que puedes retirarte de mi vista cuando quieras y al menos dale un poco de respeto a tu esposa y a tu hijo, y no venir a reclamarme a mi lo que nunca paso entre nosotros Darien

Darien realizo una leve mueca de molestia, incluso cuando llego su esposa, la tomo del brazo para llevársela rápidamente de la tienda, en medio de miradas enternecidas de los clientes, ella dio un suspiro para ser reemplazado por una sonrisa, se sentía liberada, el leve recuerdo de el amor que le tenia a ese hombre se había esfumado, tomando rápidamente una prenda masculina para entrégasela a Diamante, sin imaginarse que al abrirse la puerta seria abrazada con fuerza por él

-no pensé que me amabas...-le susurro haciéndola sonrojar

-¿escuchaste todo?...-pregunto con timidez, separándose lentamente de ella posando la frente con la suya

-cada palabra...

-yo...

-también te amo Serena-le dio un beso sutil , para terminar de realizar las compras, caminando en silencio hacia las habitaciones del hotel, en todo el camino de regreso fue mas silencioso que el que nunca imaginaron, al llegar simplemente Serena no solicito servicios a la habitación

-hoy quiero cocinar Diam...-fue lo primero que escucho de sus labios después de casi media hora de camino

-bien...-guardo las llaves de la habitación sobre una mesita próxima a la entraba viendo como ella entraba a la cocina colocándose el delantal en la cintura

....yo amo a mi esposo...

...él sabe lo que realmente quiere y lucha por eso...

-jamás creí...que pensara esas cosas de mi, desde que la conocí, a sido mi mayor desafío, comprenderla, respetarla, tratarla de enamorar, que sintiera lo mismo que yo y ahora...tengo mucho miedo de perderla...-reflexiono como si fuese una película, acercándose a ella lentamente mientras le daba la espalda ya que se encontraba cocinando-no importa lo que suceda...-se dijo así mismo, extendiendo su mano alcanzando el lazo del delantal, desatándolo delicadamente , para abrazarla desde la cintura, apoyando su cabeza sobre su hombro besando sutilmente su cuello-quiero amarte esta noche mi princesa...-cambio de lado corriendo un poco su cabello dorado hacia el lado opuesto y continuo-y en las que vengan...mi querida esposa...


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Holaaa espero que le guste este capitulo, muchas gracias por seguir la historia y la espera, me hace muy feliz, mil abrazos!!!!

proximamente....................................................................Capitulo XV Entrelazados por el destino... 

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