Capitulo XI Sentimientos encontrados (parte 3)


"...Nos envolvimos en un laberinto sin salida..., como una enorme habitación con un sinfín de puertas cerradas...solo nosotros tenemos la llave correcta...para alcanzar la felicidad..."

-Diamante...-suspiro perdida e hipnotizada en aquellos ojos purpuras los cuales la contemplaban con devoción y demencia, ambos sabrían que podría pasar cualquier cosa en aquel taxi si seguían así y aunque él deseaba estar con ella con todas sus fuerzas, se aparto lentamente sentándose en el asiento de conductor dejando a una perpleja Serena sentada en el asiento de atrás, para mirarlo con claros signos de molestia

Ni si quiera ella misma se entendía, lo odiaba por una parte y la otra, lo deseaba, pero...¿lo amaba?, su corazón latia rápido no emitiendo ni una sola palabra de lo que había sucedido minutos atrás, su cuerpo se agito por un instante, empujándola a no pensar con racionalidad

-¿de verdad me he enamorado de él?-se pregunto mirándolo por el espejo-no puedo amar a alguien quien me mintió todo este tiempo, solo lo hace para proteger sus empresas, nada mas...

El camino, fue tan silencioso como la carretera, Serena se daba cuenta que se alejaban cada vez mas de la ciudad, lejos de estar preocupada, su curiosidad era mas fuerte que cualquier otro sentimiento, aquellos parajes eran algo nuevo para ella, a pesar de tener la fortuna a sus pies, y hacer lo que se le diera la gana con el dinero de sus padres, siempre se había sentido una prisionera de la misma, ahora él la llevara a un lugar completamente desconocido y eso sentía que era una loca aventura

-llegamos-dijo seriamente deteniendo el auto, mientras ella se asomaba maravillada, por la ventana como una niña pequeña, era un pequeño hostal, entre las montañas, alejados de la gran ciudad, la infraestructura, rustica y sencilla, le era simplemente bellísima para ella

-es increíble... ¿Por qué me trajiste aquí?-pregunto mientras cerraba la puerta

-ya te lo dije...-le tomo la mano guiándola hacia la entrada-son nuestras vacaciones...

-¿y por qué crees que voy a aceptar?

-porque ese auto...-señalando el taxi-es lo único que te puede llevar a la ciudad y yo soy el único que tiene las llaves...-hablo con persuasión

-es mentira!-le debatió-ahora mismo hablare con la recepcionista para saber si pasa un auto bus o algo para regresar-se aventuro a caminar al interior del hostal desafiantemente en tanto él, solo sonreía victorioso ya que sabia a la perfección la respuesta que recibiría

-¿¿¿Qué???!!!¿como que no pasan autobuses aquí?

-disculpe señorita, pero es por esa razón que esta zona es tan exclusiva, ¿Por qué no pasa la noche aquí? Le aseguro que no se arrepentirá...

-descuide señorita...tengo una reservación...-intervino Diamante, en medio de un berrinche de la rubia-es mi esposa...

-oh! Ya veo..., -busco en su computador-es verdad, su reservación esta desde hace mucho tiempo

-¿mucho tiempo?...-se pregunto Serena sorprendida

-vamos a NUESTRA habitación-sonrió mirándola de reojo al ver su furia salir a través de ella, viendo como eran cargados algunas pertenencias de ellos por un asistente, dirigiéndolos hacia su habitación, al abrir la puerta, Serena no pudo evitar ampliar su vista, su sorpresa iba mas allá de su imaginación

La habitación era sencilla, hermosa, que tenia un balcón que daba a un par de aguas termales al aire libre a la luz de las estrellas, pareciendo de ensueño

-bien, disfruten su estadía...-reverencio antes de marcharse sin antes recibir una pequeña gratificación de el peli plateado para cerrar la puerta con una gran sonrisa en su rostro

-bien, ahora que estamos aquí, me quiero largar de aquí-se sentó sobre la cama con brazos cruzados

-por favor, solo quiero que me escuches-le insistió con un suspiro saliendo de su propia fantasía que había creado, logrando que ella solo se levándose de la cama, para dirigirse a la puerta para salir lejos de su vista -¿Qué haces?

-no quiero escucharte, no quiero nada que ver contigo, me mentiste-abrió la puerta tan solo un par de milímetros, para se cerrara de manera brusca frente a sus narices, siendo acorralada por los fuertes brazos de Diamante sin dejarle escapatoria-¿Qué haces?

-la única forma que me escuches

-¿Qué?

-¿acaso piensas que fue muy fácil para mi? Sintiendo tu rechazo una y otra vez, ya estoy arto Serena, que me veas como un enemigo que no soy, no lo soy!

-pero yo...

-¿y yo que? Te amo Serena! En un principio solo quería divorciarme de ti antes de conocerte, ahora siento que no puedo vivir sin ti

-solo mientes!

-¿Por qué crees eso?

-por esa mujer que dijo que era tu esposa...-bajo la mirada dolida-de seguro estuviste con muchas mujeres como ella, hermosas, esculturales y...

-calla...-la interrumpió-ella no te llegas ni si quiera a los talones

-¿Qué?

-¿Cuándo vas a entender que eres la única que amo es a ti? Mi esposa...-le susurro jugando frotando su nariz con la suya-di que no me amas..., tan solo dilo y me alejare de ti para siempre..., que no sientes lo mismo que yo...

-yo...-le cubrió los labios posando dos dedos sobre ellos silenciándola completamente

-no me contestes aun..., -levanto su mentón con delicadeza acariciando su cabello con la otra mano- déjame demostrártelo..., déjame conquistarte..., esposa mía... ¿aceptas ser mi novia?

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Holaaa lamento la demora, no tengo excusas, lo siento, espero que les guste esta parte de este capitulo, gracias!!! enormes abrazos!!!

proximamente........................................................Capitulo XII Un dia con mi esposo...

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