Capitulo VII Un matrimonio en fuga...
"...¿Qué soy para ti? ¿tu mejor amigo? ¿tu cómplice? ¿tu esposo? O ¿tu amante?..."
Pov Serena
La noche anterior no pude dormir, la verdad es casi horrible en pensar de que al llegar la tarde conoceré a la persona que mas odio en mi vida, bueno en realidad, es fastidioso, no lo odio, si no que este sentimiento va dirigido hacia otra persona que no vale la pena recordar, me levante como siempre fingiendo una sonrisa a mi padre que aun esta convaleciente por su enfermedad, y mi madre enviándome miradas cargadas de advertencias para no preocuparlo, me siento muy mal por ello, como me gustaría gritar, escapar, me siento como si estuviese en una prisión llamada "hogar", me condenaron a algo que parecía inocente en un principio y que definió toda mi juventud, ahora...,¿acaso simplemente tengo que aceptarlo?
Acabo de recibir una llamada de mi amiga Luna, me aviso que dentro de unos días llegara a Tokio, me siento muy feliz, ella es muy buena consejera, mas ahora cuando necesito uno sobre lo que esta pasándome, mi cabeza gira de manera instintivamente hacia el lugar donde se encuentran mis flores blancas, lucen preciosas en mi escritorio, sin duda Diam le dijo al odioso y vejestorio de mi marido cuales son mis flores favoritas, sin embargo, solo logra que piense únicamente en mi guarda espaldas, pero...¿Qué estoy diciendo? ¿esto esta bien? ¿acaso me estoy enamorando de Diam?...
La tarde avanza y las relación con mi madre sigue exactamente igual, grandes instantes de silencios y duras miradas entre nosotras, puedo sentir la mirada llena de disculpas por parte de mi padre, me hace sentir fatal, al menos la carta que me envió mi esposo dice algo coherente, tratar de llevarnos bien el tiempo que nos queda, no creo que sea tan malo ¿o si?
Sin embargo, al caer la noche todo esos sentimientos, cambiaron de manera radical, las personas importantes de las empresas llegaron a nuestra casa siendo recibidos personalmente por mi madre, el servicio de banquetearía, los servicios de arreglo, los diseñadores, todo era un completo caos, era o mas parecido a un matrimonio que una cena, y ella siempre tratando de ser la mejor anfitriona...
Mi habitación esta con muchas personas, las señoritas de maquillajes, peluqueras y manicuristas, y también las diseñadoras, presentándome cuatro diferentes vestidos, mientras las mujeres peinaban mi cabello según los estilos de cada prenda, aunque creo fielmente que solo están jugando con el, la vista desde mi balcón me ofrece un panorama privilegiado, hacia la entrada principal de mi casa, viendo como los invitados llegan con sus esplendidos automóviles del año, pero...no conozco a ninguno de ellos, me gustaría que mis amigas estuvieran aquí, lastimosamente mi madre no quiere que las vea por lo menos este día
Las mujeres amables aplaudían mientras me posaba frente al espejo, el bello vestido blanco adornado con algunas joyas delicadas sobre mis hombros, mi cabello tomado de manera delicada casi completamente, con algunas flores naturales, muy parecidas a las que me había obsequiado mi esposo, sonreía, me sentía como una princesa, pero de las que estaban encerradas en el castillo atrapada como una carcelera, cerré los ojos, y por un segundo la imagen de Diam apareció frente a mi...
Diam, es como mi libertad, y a la vez siento que hay algo que me guía hacia él, es tan distante, cambiante y cariñoso, sus cambios de humor son únicos, e impredecible, pero...él, esta casado y no puedo interferir en sus relación, además cuando hablo de sus esposa sus ojos se iluminaron, cuando dijo que era la mujer mas bella del mundo, siento envidia de esa mujer, espero que algún día alguien me diga esas clases de cosas únicamente a mi...¿algún dia escuchare esas palabras?
Quiero libertad, deseo por un momento ser Serena Tsukino, la chica rubia de 20 años, que estudia y vive en casa de sus padres, y no aquella "señora black", la mujer heredera de la empresa Moon, y esposa de un completo desconocido, las peluqueras y manicuristas se retiraron de mi habitación, mis padres están lo bastante preocupados atendiendo a los invitados como para prestarme atención, desde aquí el balcón no se ve tan alto, mas que nada son solo tres pisos, me quite los zapatos de tacón de 10 cm, pose mis manos sobre la baranda y en un impulso valiente y ridículo solamente me dispuse a saltar
Fin pov Serena
Pov Diamante
Me encuentro frente al espejo, alistándome para reunirme en la casa Tsukino y confesarle toda la verdad a mi princesa, es un bello apodo para ella, una hermosa doncella que se merece lo mejor, estoy decidido, a decirle todo, quizás al contarle no sea tan malo, mi hermano tiene razón no puedo bazar mi relación en una mentira, al terminar de ajustarme la corbata, tome mi saco para dirigirme a mi vehículo, por una extraña razón no quería que el chofer me llevara, mis padres y Zafiro ya se habían ido hacia la casa de Serena, decidiendo manejar personalmente mi auto, las calles me ofrecen el crepúsculo de la noche, la luna llena aparece con gran majestuosidad, me recuerda mucho a ella, tan bella, tan pura, tan ella...¿esto se llana estar enamorado?
No me di cuenta cuanto había manejado, llegue al poco tiempo o quizás maneje demasiado rápido por la ansiedad de confesarle todo, sin embargo a los pocos metros antes de llegar a la residencia de mi princesa, veo una pequeña silueta que toda forma a medida que avanza hacia donde me encuentro, parece un bello ángel blanco, llevándome la sorpresa de mi vida...-¿Serena?
Fin pov Diamante
Serena había burlado toda la seguridad de la casa, llegando hasta la misma calle lista para escapar, siendo perturbada por las luces de un automóvil que se aproximaba a gran velocidad creyendo que era un taxi privado acercándose inmediatamente, encontrandose cara a cara con el joven del cabello plateado
-¿Serena?-pregunto confuso
-¿Diam? ¿tu que haces aquí?-pregunto de la misma forma
-soy tu guarda espaldas, además tu esposo estará aquí pronto, tiene algo...
-por favor sácame de aquí-le pidió a modo de suplica-por favor Diam...
-pero yo...yo...
-por favor, ayúdame, no quiero..., no quiero conocerlo, no quiero conocer a mi esposo-reitero con dureza mientras que sus cristales purpuras se abrían enormemente, bajo la mirada con decepción, para mirarla con una enorme sonrisa
-esta bien, fuguémonos, mi bella princesa...
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Holaaa espero que les haya gustado este capitulo, muchas gracias por sus bellos comentarios, son las mejores, les agradesco la paciencia, mil abrazos!!!
proximamente........................................................Capitulo VIII Libro de la familia...
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