Al otro día había todo un grupo de Mentaleros moviendo cosas, escribiendo, observando a las Emociones.

Alegría, aunque sea extraño, estaba nerviosa, Riley le importa demasiado como para aceptar la idea de no sentir nada.

Furia sólo quería golpearlos a todos, esos enanos verdes se vuelven un estorbo. Uno se acercó a Alegría señalándola con una pluma

- Ahora que Riley se volverá tan fanática del anime - le dijo con voz de aburrimiento -, ustedes pueden cambiar de apariencia, que luzcan como animes... Como humanos, ¿Entiendes?

Alegría no reaccionaba

- Lo pensaremos - respondió Desagrado con una mirada que expresaba "Alejate"

El Mentalero hizo una mueca y se fue a hacer anotaciones sobre el tablero.

- No puedo creer que esto esté pasando - comentó Desagrado

- Esto es un procedimiento... - intentó explicar Tristeza, antes de ser interrumpida por la peli verde

- ¿Y cuántos procedimientos más debemos pasar?

Tristeza miró con nostalgia a Temor y Furia suspirando. Desagrado no tenía ni idea de todos los procesos por los que deberán pasar.

Hace sólo tres meses Temor le confesó estar enamorado de Furia. Entonces supo que ya nada sería igual. Se deprimió más de lo normal con tan sólo pensar en los procedimientos, los cambios que ocurririan, en especial porque sabía que Riley dejaría de sentir. Todo esto junto puede volver loco a cualquiera si intentara explicárselo, ella lo entiende porque leyó los manuales.

Lo único que quiere es pasar más tiempo con los chicos, no dejarlos ir, tampoco que pasen un segundo más sin estar juntos.

La cara que puso Desagrado cuando Alegría les propuso la idea de que Temor y Furia sean pareja es inolvidable. Es obvio que no le agrada la idea, pero, estamos hablando de Desagrado. Los pensamientos de Tristeza son confusos en torno a ella. Nunca se ha quejado del yaoi.

Por otra parte, Furia le hizó decenas de preguntas a Alegría sobre sus sentimientos. Ella intentó convencerlo de que la adecuada para responderlas era Tristeza, pero él no hizo caso.

En todo caso, ni Furia ni Temor saben que son correspondidos, pero su relacion es cada vez más estrecha

- ¿En qué estás pensando? - Desagrado le preguntó a Tristeza con todas las miradas sobre ella

- Emm... los, Mentaleros estarán un tiempo aquí

- Lo que me faltaba - reclamó Desagrado empujándose un mechón de pelo con la mano

Tristeza bajó la vista, caminó hasta Temor y le habló casi susurrando

- Quiero hablar contigo

Él la siguió hasta el estante de los manuales temiendo escuchar la peor de las noticias

- ¿Porqué no le dices a Furia lo que sientes?

Temor se sonrojo y casi se aleja corriendo del lugar. Qué manera de preguntar algo así, pero no es que a Tristeza no le importe la interpretación de los demás, sólo que todo lo toma con seriedad, demasiada seriedad

- Porque... él... - se apretó los antebrazos con las manos, sonrojándose más y haciendo una mueca - Pensará que...

- Que estás loco - concluyó poniendo una mano en su hombro - ¿Y si tu también le gustas?

Ésta es una situación típica en los humanos que Desagrado odia. Con tanto cliché que Tristeza sabe que Temor le dirá que está equivocada y pondrá una fecha límite para declararse

- Lo haré en el cumpleaños de Riley... Si es que Riley tiene un cumpleaños

- Falta mucho, y tienes razón, puede que no lo tenga - sus ojos se llenaron de lágrimas

- Pero es ese día, o... - Temor bajó los brazos y levantó la mirada para fingir seguridad - o nunca

Tristeza apartó su mano

- Entiendo

Regresaron con los demás, ella más deprimida y él más preocupado. Apenas se dejaron ver y Alegría ya se había llevado a Tristeza para interrogarla

- ¿Qué fue lo que dijo?

- No lo hará

Alegría se sorprendió por una désima de segundo, luego volvió a sonreír

- ¡Entonces Furia lo hará!

Dio media vuelta en la mitad del tiempo que Tristeza se tardó en reaccionar. Y en un segundo ya estaba junto a Furia. Se inclinó con movimientos exagerados para poder hablarle bajo. Al terminar lo que quería decir, él la miró cuestionando lo que acaba de escuchar. Ella asintió con una enorme sonrisa

- ¡Bien! - exclamó Furia, preparándose para caminar con una seguridad y felicidad que no van a repetirse en él.

Faltaban unos pasos para llegar con Temor, cuando un par de Mentaleros lo tomaron de los brazos. Otros tres hicieron lo mismo con el chico morado

- ¿A dónde vamos? - preguntó con la voz temblando

- A Memoria a largo plazo - respondió un Mentalero como si estuviera acostumbrado

- ¿Porqué?

El Mentalero lo miró con algo de... ¿Lastima?

- Las cosas cambian

Furia volvió a su estado normal al ver que lo único que lo Mentaleros lograban era asustar a Temor, hizo que lo soltaran para caminar por su cuenta

Alegría intentó seguirlos, pero un Mentalero bloqueó su camino

En Memoria a largo plazo, varios Mentaleros iban y venían, tomando las medidas de Temor y Furia con un listón delgado

- ¿Qué está pasando aquí? - preguntó casi temblando del susto

- Se quedarán aquí - respondió un Mentalero recién llegado diciéndolo todo con monotonía - Felicidades

- ¡¿Qué⁉ - Temor se sentía de lo peor

¿Cómo que "Felicidades"? Acaban de llevárselos del cuartel sin explicar nada y les toman medidas como si estuvieran contruyendo su ataúd y les dicen "Felicidades" debe ser una broma.

Pero se trata de la mente de una persona, aquí no hay bromas.

- Escucha... - dijo Furia señalando al Mentalero con intención de amenazarlo, pero llegaron otros dos Mentaleros con telas verdes en sus manos, las cuales extendieron hacía Temor y Furia.

- ¿Qué es esto? - preguntó Temor acercando su mano lentamente

- Uniformes - respondió un Mentalero

Cuando Temor tomó una de las telas ésta se desdobló mostrando una camisa igual a la suya, pero color verde. Lo mismo pasó con Furia.

Los Mentaleros sólo los miraban sin bajar los brazos, como si su trabajo fuera ese, o nada más les importara. Más concretamente, nada les importa.

Llegó otro Mentalero de género femenino

- ¿Y bien?

Temor la miró sin saber muy bien a lo que se refería

- Cuanto ti... ¿Cuánto tiempo nos quedaremos? - preguntó dudoso al fin poniendo la camisa debajo de su brazo y tomando otra de las verdes prendas, un chaleco ésta vez

Ella estaba convencida de que ya alguien más les explicó todo eso, pues no.

- Tienen todo éste año para traer sus cosas, aunque nadie se demoraría tanto... - miró a otro Mentalero y se echaron a reír. Sólo ellos entienden el chiste. - Después de eso se quedarán aquí por siempre, cariño

Las palabras de Temor se ahogaron, dio un paso hacía Furia apretando entre los puños el chaleco que tenía. Sus ojos temblaban

Esto enfureció aún más al chico rojo, así que se acercó amenazante a los Mentaleros. Ella levantó la mano

- ¿Nos vamos? - preguntó seria

Acababan de llegar y ya están caminando de nuevo por ese largo pasillo que recorren los Mentaleros para ir de un lugar a otro. Por supuesto, no es el peligroso camino que causa el olvido de todo lo que caiga en él. De ser así, Temor no pasaría por nada.

- E-Este lugar no lo conocía - comentó Temor temblando

- Hay muchas cosas que no conoces - dijo uno de los 4 Mentaleros que los guiaban.

Sus voces siempre y para todo monótonas en serio molestan a Furia, que de por sí ya está molesto con el hecho de que sus pobres explicaciones casi provoquen que a Temor le de una crisis nerviosa.

Uno de los Mentaleros suspira y con el codo le da un empujoncito a Temor en la cintura

- Tristeza puede explicarles todo

- Gra-gracias

Furia pone una mano en donde Temor recibió el toque, formando una especie de abrazo

- ¿Puedes dejar de temblar?

Temor niega con la cabeza pausadamente

Al llegar encontraron a Alegría, Tristeza y Desagrado viendo anime, aunque desde cualquier punto de vista, se sabía que no ponían atención. Estaban de espaldas a ellos.

Algunas de sus cosas ya estaban empacadas

Dieron media vuelta. Alegría sonreía pero sus ojos brillaban por estar llenos de lágrimas. Tristeza en un segundo ya se encontraba junto a ellos. Los abrazó a los dos a la vez, acompañando sus acciones con un llanto inconsolable. Temor se asustó más de lo que ya estaba, incluso Furia se preocupó

- ¿Algo... pasa con Riley? - preguntó Temor sin conseguir respuesta

Los Mentaleros se fueron sin decir nada, entoces Desagrado se acercó a Temor y Furia

- Ustedes - empezó a decir con desprecio -, no deben quererse. Son Emociones.

Temor retrocedió, rompiendo el abrazo de Tristeza. Ella dio media vuelta, aún llorando

- Desagrado, ellos no tienen la culpa

- Chicos - Alegría interrumpió su discusión -, esto no tiene porqué afectarnos así, mirenlo por el lado amable, tenemos un año juntos

- Yo les explicaré - dijo Tristeza -. Vengan conmigo - caminó hacia el estante de los manuales seguida por los chicos

- Alegría, esto es ridículo - le comentó la peliverde ya estando solas

Tristeza les pidió sentarse en el sofá que ahora forma parte del espacio como si fuera una biblioteca. El primer punto se los dijo sin rodeos, a lo que Temor se sonrojó

- Tristeza... No debías...

- Eso es algo que ya todos saben - Furia lo interrumpió

- ¿Qué... pasará ahora?

- Vivirán en Memoria a largo plazo, pero primero deberán ir y venir demasiadas veces

Sin que lo notaran, Alegría llegó a una distancia de ellos, lo suficiente para escuchar

- Y - continuó Tristeza -... van a trabajar como Mentaleros

Temor abrió los ojos como platos mientras que Furia simplemente dijo:

- Eso explica los uniformes

- ¿Ya les dieron los uniformes? - Alegría preguntó con entusiasmo, uniéndose a la conversación

- Amm si... - respondió Temor buscándolos. Hace rato que no los ven

- ¿Buscan esto? - todos miraron a Desagrado, que tenía en sus manos los uniformes recién ordenados

Alegría los tomó sonriendo. Desagrado le dirigió una mirada de desprecio y se alejó del lugar.

- Chicos, quiero verlos - Alegría extendió los uniformes hacía Temor y Furia

Ellos los tomaron para darse cuenta de que estaba todo revuelto

- ¡Ya sé! - Alegría les ofreció ambas manos, cuando ellos pusieron una de sus manos sobre la de Alegría, ella los "ayudó" a levantarse, luego le entregó toda la ropa a Furia y comenzó a empujarlos hasta la habitación - Ustedes prueben la ropa aquí y Tristeza y yo los esperaremos.

Les sonrió antes de cerrar la puerta

Temor miraba la ropa preguntándose si en serio sería necesario probársela.

Furia comenzó a clasificarla calculando las medidas. Al final le entregó su correspondiente a Temor

Se miraron por un tiempo hasta que Temor decidió hablar

- ¿Vas a quedarte aquí?

Furia rodó los ojos, tomó su ropa y se fue a otro fragmento de la habitación.

Mientras, afuera, Desagrado seguía sin entender cómo todos están tan entusiasmados con la idea de que Temor y Furia puedan ser pareja