Mientras tanto los chicos en la escuela.

Ámbar: ¿Cómo les diremos?

Yeisson: No lo sé, Saúl estará furioso y tiene motivos para estarlo.

Ámbar: No vayan a romper la promesa, Nancy se sentirá peor.

Yeisson: No le haremos nada, por ella, pero se merece una paliza.

Ámbar: -suspira- Lo sé.

Llegaron donde los demás.

Saúl: Al fin llegan -mira a los chicos confundido al no ver a Nancy- ¿Y Nancy?

Vane: -se levanta preocupada- ¿Todo bien?

Saúl: ¿Yeisson, donde está Nancy?

Yeisson: Saúl -agacha la cabeza-.

Saúl: ¿Qué? ¿Qué pasa?

Ámbar: -sus ojos se cristalizaron al recordar a su amiga llorar por ese imbécil-.

Saúl: ¿Ámbar? -pregunto confundido-.

Vane: Hablen, nos asustan.

Carlos: ¿Qué pasó?

Yeisson: -suspira- Se fue a su casa.

Saúl: ¿Por qué? ¿Se sentía mal?

Ámbar: Mientras íbamos a la cafetería vimos algo que...

Vane: ¿Qué vieron?

Carlos: No nos asusten.

Yeisson: Vimos al tonto de Alex besando a otra, a Camila -dijo viendo a los ojos de Saúl-.

Saúl: ¿Que dijiste? Ese tonto -vio lo enojado que estaba Yeisson y sintió la misma rabia-.

Vane: Ese desgraciado -se le llenaron sus ojos de lágrimas-.

Saúl: Ahora mismo le iré a partir su cara -dijo furioso-.

Yeisson: -detuvo a Saúl- ¡Saúl! No podemos.

Saúl: ¿Cómo qué no?

Yeisson: Nancy nos hizo prometer que no le haríamos nada, y tú sabes más que nadie que le duele que rompan sus promesas.

Saúl: ¿Por qué hizo eso?

Ámbar: No quería que se metieran en problemas.

Vane: No nos quedaremos de brazos cruzados, o ¿si?

Yeisson: Ella no quiere que hagamos nada.

Carlos: Ash ese Alex es un imbécil.

Vane: Me imagino su dolor -dijo triste, con sus ojos llorosos-.

Saúl: ¿Qué le pasa a ese imbécil?

Ámbar: Es un tonto, pero no le podemos hacer ni decir nada, se lo prometimos.

Carlos: ¿Ella solo se fue?

Yeisson: Quiso irse, no quería verlo, fue lo mejor.

Saúl: Ok, bueno, nos vamos para su casa.

Ámbar: ¡No!

Saúl: ¿Cómo que no?

Yeisson: Saúl relájate, no quiere que perdamos clases.

Vane: ¿Te dijo eso?

Yeisson: Si.

Ámbar: Pero después de clases iremos, tranquilos solo falta una clase.

Carlos: Tiene razón, solo falta una clase.

Yeisson: No tenemos opcion, si rompemos su promesa se va a sentir peor.

Vane: Si, es cierto.

Saúl: Solo hay que esperar -dijo enojado-.

Escucharon el timbre avisando que ya era hora de la última clase. Caminaron hacia el salón.

Saúl: Llegó la última clase -suspira-.

Vane: Solo hay que esperar que termine y nos iremos, ¿verdad?

Carlos: Si amor, todo estará bien -la abraza-.

Ámbar: ¿Cómo alguien es capaz de hacer algo así?

Yeisson: Solo son unos tontos que no saben lo que significa el amor y el respeto.

Saúl: Pueden tener a la mejor persona y hacer algo tan tonto como una infidelidad.

A los cinco chicos les daba rabia pensar en lo que Alex hizo, como si nada, como si Nancy no tuviera sentimientos, y lo peor, no podían ir a decirle sus verdades a la cara.

Nancy llegó a su casa con el corazón hecho pedazos, se sorprendió al ver a su padre en la casa, ya que todo el día trabaja.

Nancy: ¿Papá, que haces aquí? -dijo con la cabeza agachada, para que su padre no viera sus ojos-.

Isaac: Me dieron el día libre, me dieron la noticia cuando llegue al trabajo -sonrio- Y tú mi niña, ¿qué haces aquí tan temprano?

Nancy: -se quedó callada, recordando la escena de hoy- Yo...

Isaac: -se acerco a ella- ¿Por qué lloras? ¿Alguien te hizo daño?

Nancy: Papá -levanto su mirada- yo lo ví... -llorando-

Isaac: ¿Qué viste? -la abrazo acariciando su cabello-

Nancy: Lo ví... Besando a otra -dijo llorando y tartamudeando-.

Isaac: ¿Lo viste besando a otra, a Alex?

Nancy: Si -llorando sin cesar-.

Isaac: Ven -la llevo al sofá- ¿Qué paso exactamente?

Nancy: Yo, Yeisson y Ámbar íbamos a comprar algo a la cafetería, cuando -no pudo continuar por sus lágrimas-.

Isaac: Cuando lo viste besando a otra chica -dijo mientras la abrazaba-.

Nancy: Si.

Nancy estaba abrazada por su padre, ella sentia el amor que su padre le daba.

Nancy: ¿Por qué me hizo eso?

Isaac: Porque no se dio cuenta a la chica que lastimaba, no se dio cuenta que iba perder a la niña más linda del mundo.

Nancy: Papá yo fui una tonta -dijo llorando-.

Isaac: Tú no eres una tonta, en la vida habrá caídas y de ellas tendrás que aprender a levantarte aunque te duela.

Nancy: Me duele papá -dijo abrazandolo-.

Isaac: Hija, te mereces a alguien estable, con quién puedas irte a dormir sin preguntarte si mañana te va a seguir queriendo o no. Alguien que opte por perder su orgullo que perderte a ti. De quien seas prioridad y no opción, alguien que te dé tu lugar. Te mereces sinceridad, amor y respeto. Y es claro que ese muchacho no te le dió, ¿sabes porqué?

Nancy: -estaba más calmada por las palabras de su padre- No.

Isaac: Porque no te merece, porque él no es tu príncipe, ¿te acuerdas de "las princesas encuentran a sus principes, pero muchos querrán pasarse por el tuyo"?

Nancy: Si, lo recuerdo.

Isaac: Él se hizo pasar por tu príncipe.

Pasaron unos minutos abrazados, Nancy estaba más tranquila, las palabras de su padre le hicieron entender que Alex no la merecía.

Nancy: Gracias papá, iré a dormir un rato -se levanto del sofá- ¿Le puedes decir a los profesores que no iré?

Isaac: Yo me encargo -sonrio y le dio un beso en la frente- Te amo princesa.

Nancy: Yo también te amo papá.

Nancy se fue a su habitación, sentia sus ojos hinchados, estaba cansada, pero las palabras de su padre la hicieron entender que la vida te hará caer, pero tienes que aprender a levantarte.

Sintio pesados sus párpados, y de un momento a otro se quedó dormida, dejo de pensar en Alex por un momento, pudo descansar.

Nota de la autora: Espero estén disfrutando está historia, que lindo Isaac, ¿no creen?