"A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en el mismo ataúd"

Alphonse de Lamartine

-¿Cuánto tiempo ha pasado desde que estoy aquí? ¿Un año? ¿Tal vez dos?-pregunta, moviendo la cabeza hacia atrás, dejando el libro que estaba leyendo sobre su regazo.

-Que exagerado eres Luxray. Solo han pasado tres meses-resopla negando repetitivamente, mientras toma un sorbo de su taza de café.

-Pensé que habían sido más-vuelve a su lectura pero luego de unos minutos se vuelve a aburrir. Esta vez se levanta y se coloca en frente de la muerte, arrebatándole el libro-Hagamos algo.

-¿Qué quieres? Sabes que si quiero solo tengo que pedir el libro y aparece en mi mano, ¿no?-menciona arqueando una ceja y el libro reaparece en sus manos.

-¿Es que acaso no tienes confianza en que me vas a ganar?-comenta cínicamente, agregando un comentario sarcástico-Claro, yo soy tan débil y aún así no me ganas-miró de reojo a la parca.

-Mira-se levanta con la paciencia colmada-En todo este tiempo hemos jugado ajedrez, parchís, monopoly, ludo, damas, cartas, shogi, dominó. Creí que eras alguien silencioso-dice esto último con un aire de decepción incrustado.

-Soy silencioso, no tranquilo-rodea a Shin con total confianza-Aunque si no quieres, me encantaría quitarte tu ropa y ver que hay debajo-se le aproxina de una manera más sexy y acercando la mano con dirección a la tela que cubría el cuerpo de su acompañante pero al ver que no hacía nada se alejó chasqueando la lengua-Aburrida.

-¿Y por qué piensas que soy una mujer?-se enfrenta cara a cara con Luxray.

-Porque sino no entiendo el porqué de la forma en la que me llamas la atención y me dan ganas de besarte esa tétrica boca a pesar de los dientes puntiagudos-se ríe de sí mismo-Y no es por el aura extraña que tenías al inicio, ya que hace mucho la dejé de ver.

-Debe ser porque estás loco. Con todo este tiempo creo que he llegado a conocerte mejor-la tétrica voz consigue erizar de repente a Luxray a pesar de que ya está acostumbrado-Te gusta la leche con chocolate, los gatos y te gusta molestar a los demás, pero no de la mala manera, sino a juego limpio. En cambio, odias el café, que te mientan y las injusticias.

-Y también ya has tocado cada cicatriz de mi cuerpo, sin excepción de ninguna-responde pícaro al recordar la vez que sin tapujos ni vergüenza examinó todo su cuerpo a pesar de que él no a visto el del Shinigami.

-Eso no tiene importancia-se gira, evitando mirarlo a la cara. Se ve ¿avergonzado? Aún tenemos mucho que corregir de este inmundo ser.

-Que linda te ves avergonzada-se ríe maliciosamente de la muerte y se miran a los ojos, la parca derritiéndose en la plata derretida de los ojos de su compañero.

De un momento a otro Luxray empieza a toser sin desenfreno, cayendo al suelo desmayado y con mucha fiebre.

-Ya ha empezado.

***

Luego de esa vez Luxray no mejoró, fue empeorando cada vez más hasta que empezó a toser sangre.

-Shin, te tengo que decir algo-logra decir a duras penas mientras tose sangre.

-Cállate imbécil, tienes que aguantar-sucede lo que pensé que hacían eliminado, llora, la muerte suelta lágrimas de dolor.

-No llores. Si siento que lo haces por mi culpa-se tapa la boca y sigue tosiendo. Entre la tos, la fiebre y la sangre que vota, se ve que no aguantará mucho más-No me lo perdonaría-muestra una pequeña sonrisa.

-Tonto, no te vayas-se agarra de la camisa sudada de Luxray y recuesta su malévolo rostro encima.

-Me acuerdo que al principio solo querías que me fuera y ahora solo quieres que me quede-ríe sin gracia alguna-Decídete guapa.

Luego de un largo silencio, la parca pensó que ya había muerto hasta que escucha que él habla.

-Gracias por mostrarme que al menos algo vale la pena. Shin, te amo.

Sin tener tiempo a responder da su último respiro. Dejando así está dimensión y desapareciendo a Dios sabe dónde, si ni él sabía quién iba a saber. Oh verdad, yo.

-¡Sal de ahí capullo!-grita sin ánimos, aún afectada por la muerte de su amigo y aún con lágrimas saliendo de sus esferas rojas.

-Parece que me has descubierto, tengo que esconderme mejor para la próxima-salgo de mi escondite y al voltear a verme se queda petrificada-Disculpa el cómo me veo, sé que estoy peor que tú pero no puedo hacer nada.

-¿Por qué?-es lo único que pregunta luego de sorber unos mocos que se le estaban resbalando a causa de tanto llorar. Arqueo una ceja y comprende que no he entendido su pregunta-¿Por qué me lo quitas ahora y no cuando le tocaba?

-Ah eso. Quería hacer un experimento-me encogí de hombros sin darle mucha importancia.

-¿Por un experimento de mierda has dejado que sufriera así? -asiento sin importarme mucho su opinión-¿Cuál era ese puto experimento? -vocifera con una voz tenebrosa y a la vez rota, una extraña combinación.

-Ver cómo reaccionaría la muerte al enamorarse, queríamos ver si aún poseías algo de humanidad en tí y ya veo que sí. Nos has salido defectuoso.

-¿Defectuoso? ¿Nos? -se ve más descolocado que al principio.

-Bienvenida al Proyecto Mensch, Proyecto Humano en español -extiendo los brazos hacia el aire y mis compañeros aparecen a mi lado, tan iguales y a la vez tan diferentes a mí-. Bueno, debería decir adiós.

-¿Adiós? -siguiendo más confundida que antes se restriega los ojos para poder visualizar mejor.

-Así es, adiós Streith Dilph. Nuestra primera humana creada para servir como la muerte. Hasta nunca.

N.A:
~~~~
Espero que hallan disfrutado el capítulo ;) y si, es el último (≧ω≦)

Os ama,

Samantha Williams