• Cap. 11 •

     Fin de semana finalmente había llegado, ninguno de los jóvenes podía creer que los días hayan pasado así de rápido, pensar que el efecto del kousei pasaría apenas sea lunes era algo de lo que ambos estaban nerviosos, Katsuki porque no sabía cómo se adaptaría a ya no tener sus muestras de afecto y también el ya no compartir habitación, y Todoroki porque no estaba seguro si lo que sentía era completamente real o sus ojos lo engañaban, estaba confundido si era real o no a pesar de que lo sentía demasiado intenso.

Vistete, vamos a salir.

¿Cómo una cita? —los ojos del bicolor brillaban con ilusión al escuchar la orden del chico explosivo, era la primera vez que Bakugō le invitaba a hacer algo juntos y eso lo emocionaba.

Tómalo como quieras...

¿A dónde vamos a ir?

     Estaba feliz, a pesar de que no sonreía, se le notaba tan feliz que se puso a arreglar el futon y algunas cosas para que no tengan que hacerlo antes de salir, claramente hacerlo con una mano no era bastante fácil, Katsuki notó eso pero solo suspiró cómo respuesta para luego ponerse a ayudarlo sin comentar al respecto.

Mm... no lo sé, he escuchado que hay un festival de primavera en la plaza principal ¿te interesa? Después podríamos comer algo por ahí.

Me parece perfecto... —sonrió el bicolor con las mejillas levemente sonrojadas, estaba realmente feliz, ningún insulto del rubio o de alguna otra persona podría arruinar lo que sentía, su pecho se sintió cálido... sensación que lo hizo sentirse muy bien.

     Tal y como lo planearon fueron al festival, habían bastantes adultos y niños caminando por todos lados, Shōto se sentía como un chiquillo viendo a todos lados agarrado de la mano de Bakugō y este sólo sonreía con levedad admirando la felicidad que tenía el medio albino en esos momentos.

     Katsuki sabía que Todoroki no había tenido una infancia nada buena... Estaba seguro de que no lo dejaban ir a los festivales de ese estilo y divertirse como cualquier niño, por eso es que estaba viendo a todos lados con curiosidad, Katsuki solo lo veía y sin darse cuenta el rubio empezaba a pensar en cómo podía hacer más feliz al bicolor, sacude su cabeza evitando estar sumergido en sus pensamientos para luego ver al heterocromático.

Bakugō, ¿Has probado ese juego? —señala con entusiasmo el tradicional juego en donde tenías que pescar globos de agua con un anzuelo, a Katsuki le encantaban esos juegos cuando era niño y era bastante bueno con ellos— Se ve divertido...

Es... bastante entretenido... ¿Quieres probar? 

—responde levemente sonriente, el rubio no pudo evitar ver su rostro tan animado, seguro que nunca volvería a ver esa expresión cuando pase el domingo.

     Sin decir nada, paga al señor del puesto para un intento y le da el anzuelo al bicolor quien lamentablemente no pudo sacar ningún globo debido a que la tira de papel del que estaba hecho el anzuelo se rompió por el contacto con el agua.

     La situación resultó bastante divertida para el oji rubí ya que al caer el globo devuelta a la piscinita el agua que salpicó moja un poco el rostro del medio albino quién dio un pequeño saltito por el susto.

     A pesar de que era un juego algo infantil ambos jóvenes se divirtieron, quien diría que aquellos jóvenes que ganaron el festival deportivo en el primer y segundo puesto estarían jugando como niños.

    Así pasaron toda su tarde, probando juegos, comiendo diversos platillos, hablando y riendo un poco. Ambos chicos terminaron conociéndose mejor, el rubio no pensó que podría llevarse así de bien con su compañero, era entretenido, habían cosas de las que no estaba enterado, otras que lo tomaron por sorpresa, coincidían o estaban en desacuerdo, pero no llegaban a las ofensas.

     El apetito en nuestros protagonistas se hizo presente, ya era la hora en la que tenían que almorzar por lo que ambos salieron del festival para buscar un lugar en donde podrían comer, no tardaron ni más de cinco minutos en encontrar un local tranquilo y espacioso.

     Entraron, se ubicaron en un lugar algo apartado de las demás mesas y ordenan lo que van a comer.

     Después de eso probablemente sigan paseando aunque Katsuki tenía en mente visitar a sus padres, se lo pensó mucho, debido a que su madre estaría molestando pero tenía que recoger algunas cosas, además del hecho de que es más tranquilo para platicar o hacer otras cosas más entretenidas sin la mirada de otras personas.

Me estoy divertiendo mucho hoy —dijo el bicolor observando sus manos sobre la mesa, ahora su rostro mostraba una expresión relajada con una leve sonrisa.

—Mmm...yo igual —confesó el chico explosivo apartando la mirada para no tener que observarlo de forma directa— Oye, me había olvidado de decirte que... Mggrr... Lo siento —gruñó y su ceño se frunció con levedad, sus dedos empezaron a jugar entre ellos con cierto nerviosismo, no estaba nada acostumbrado a disculparse, no le agradaba pero lo sentía necesario.

¿Por qué te disculpas? 

Porque... el otro día tú resultaste herido por querer protegerme de los villanos...

     Todoroki sorprendido por las palabras de su amado se apoya más en la mesa para luego tomar las manos del más bajo, no quería que se sintiera de esa manera, y no lo culpaba en lo absoluto.

Por mi culpa tu brazo esta así...— se culpó entrecerrando los ojos.

Bakugō, estoy bien, no es algo que me durará toda la vida y si fuera así igual hubiera hecho lo mismo, no tienes que culparte...

Solo dices eso porque estás enamorado de mi, pero estoy seguro que cuando ese efecto termine no pensarás lo mismo—dijo con cierta gracia, a lo que Todoroki suaviza su mirada y ladea la cabeza.

No pienso cambiar de opinión...

Pff... eres un idiota —rio con levedad apartando la mirada— Como me arrepiento de no haberte amarrado a un poste —dijo en tono divertido sacándole una corta risita al medio albino.

Continuará...

NarikoHN

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