>> O n c e <<
— Hemos llegado — bajaron del barco.
— Muy bien Nami-san. Tú irás conmigo... necesito de tu ayuda —Molesta tomó su mochila y se igualó a su lado.
Hace ya algunas horas llegaron a la nueva isla, al parecer la isla era un lugar pacífico ya que no se encontraba rastro de la marina. Les llevaron horas llegar a la nueva isla y, según un tripulante de la banda había dicho que esta antes era una solo isla pero debido a fallas naturales y aparentemente un volcán en lo profundo de las aguas habían provocado un erupción por lo que la isla se desprendió lo que provoca que haya una fila seguida de pedazos no tan pequeño ni grandes de tierra perteneciente a la original.
Entraron al lugar y solo vieron pequeñas casitas, algunas personas estaban cuidando a los animalitos y los pequeños niños jugando, algunas zonas estaban cubiertas por grandes árboles.
— ¿Para qué me necesitabas? —
— Necesito que investigues la isla. Según dice en esta isla hay un tesoro escondido — Nami sonrió — Si encuentras algo dirígete a la costa de la isla. Ahí está el barco... yo mientras tanto iré a buscar información. —
— Sabes, nunca creí que fueras así — la miró — pensé que eras más... —
— ¿Malo? Las apariencias engañan Nami-san — la peli naranja se alejó y tomó rumbo al bosque.
— ¿Aún no despiertan? — Chopper negó.
— Realmente son unos... —
— Disculpe señor ¿cuánto falta para llegar a la próxima isla? — el reno interrumpió.
— Tal vez en una hora y media —
— La bruja era más precisa. —
— ¡Zoro! — reclamó.
El extraño que habían encontrado en el bosque se encontraba con ellos. Era un día soleado en el Sunny Go. Luffy y Usoop aún dormían. Más que todo Luffy ya que después de abandonar la isla, el azabache gritaba que lo suelten porque tenía que terminar con Kurohige y bueno... Usoop simplemente se durmió. El adormilado capitán balbuceaba entre ronquidos el nombre de Kid al igual que el de Barba Negra lo que llamo la atención de los chicos pero no lo suficiente como para sospechar o siquiera dudar. A veces Luffy tenía sus razones.
— Tengo algunas dudas sobre ti — Zoro cerró sus ojos — ¿Quién te dejó tan golpeado en esa isla? — Su cuerpo se apoyó en el tronco del árbol, abrió sus ojos al instante clavándolos con los del hombre quien trago duro aparentemente nervioso.
Desvio la mirada — N-no lo puedo d-decir — sus manos se volvieron puños, su vista se fijó en el suelo
— Marimo por un momento deja a un lado tu desconfianza — exhaló de su cigarrillo Sanji.
— ¿Nunca te han dicho que no debes de confiar en desconocidos? Ero-cook. — susurro chasqueando la lengua, Sanji giro sus ojos dispuesta a responderle pero la inquieta voz del peli celeste les llamo la atención.
— Chicos ya dejen de pelear — Franky reclamó.
— Somos una banda y si seguimos peleando nunca encontraremos a Nami-san yohohoho~. — dijo un tanto triste. Las hermanas Boa se había ido hace ya un día precisamente por las hermanas de la pelinegra quienes reclamaban diciendo que ya era la suficientemente tarde como para llegar a la reunión anual de los Shibukai (y eso involucraba a Hancock). Esta se negó al inicio pero Luffy le advirtió que sería mejor irse para no tener problemas con la marina aunque realmente esa no fue la excusa verdadera sino que se sentía culpable por la ida de Nami y no quería enojarse con la pelinegra.
Era su amiga.
El tiempo pasó rápidamente y Nami aún no encontraba nada en el dichoso bosque. — ¡Ahh! ¿Dónde estás tesorito? — grito frustrada. Le molestaba el simple hecho de no encontrar nada y peor aún si aquel dichoso tesoro solo era una broma.
Seguía verificando con un buen ojo cada parte del bosque. — Mmm navegante de los Mugiwaras. ¡No! Espera un momento. Mejor dicho ex navegante de los Mugiwaras. — la peli naranja al escuchar la voz tan conocida se giró, encontrándose con los ojos negros que la analizaban, sentado en un tronco de árbol caído y sus piernas abiertas, la katana a un lado y una sonrisa en sus labios.
El nerviosismo le jugo en contra que no pudo evitar tartamudear. — ¿Q-qué haces aquí? — cuestiono
Law era consiento que no vino a tener una conversación de los mejores amigos con Nami, necesitaba saciar el hambre de la duda así pensó en ser directo — ¿Cómo pudiste traicionarlos? — se puso de pie.
— Law vete de aquí. — advirtió, no le gustaba dar explicaciones a nadie y menos al pelinegro que a pesar de que hayan estado unidos en una alianza no confiaba del todo.
— No es seguro de que estás aquí, el maldito de Kid te está buscando. — . Dijo cruzándose de brazos.
Nami escucho atenta las palabras del azabache ¿por qué todos decían lo mismo? — Algo me contaron — aseguro, hizo una pausa. — Kurohige me protegerá — negó dudando de sus palabras.
— ¿Crees que lo hará? Que ingenua. — Negó varias veces, sin aceptar las palabras de Nami que se sintió ofendida. Camino unos pasos adelante acercándose a la navegante quien por instinto dio varios pasos atrás. Torao la analizo; desde sus pies hasta su cabeza. Le dio el tiempo de mirar los almendrados ojos de la chica, sus labios fruncidos y al parecer molesta. — ¿Sabes? Entras al rango de la palabra 'hermosa' — Tomó uno de los mechones de Nami — Realmente te envidio Mugiwara — pensó en voz alta a lo que la peli naranja solo se alejó como que si su toque quemase. No estaba medianamente acostumbrada a que alguien más tuviera ese tipo de trato con ella. Solo Luffy pero él era tan inocente que solo la veía como una amiga hasta quizá como una hermana que cuidar y no como una mejer.
Lamentablemente.
— La última vez que los visite vi a tu capitán muy deprimido sentado en la cabeza de su barco. — miro al suelo, la observo por el rabillo de su ojo, observo como se mordía el labio inferior para luego mantener la compostura.
— Nami este es mi lugar especial... y no dejare que nadie más me lo robe — sonrió — Pero tú eres especial así que tienes que estar conmigo aquí en la cabeza del Sunny — tomó su mano y la guió allí.
Nami por el contrario no se dejó afectar por las palabras del pelinegro. — ¿Crees que me importa lo que él haga? —
— Al perecer no... Y por cierto yo de ti, me echaría a correr. — Law dijo con una sonrisa escuchando las voces no tan lejanas.
— ¿Por qué? — arrugo la nariz.
— ¡Agh! odio esa fruta nunca más la volveré a comer. —
— A la otra no te volveremos hacer caso Luffy, es más creo que me estoy volviendo loco porque estoy viendo a Nami ahí. —
Su cuerpo se tensó — Me tengo que ir — buscaba una salida alternativa mirando por todos lados, pero las voces se acercaban más y eso la ponía nerviosa.
— ¡Imbéciles! es ella —.
Los chicos al igual que ella empezaron a correr. Parecía una persecución, él policía tras el ladrón. Qué irónico. Usoop y Chopper (quien se trasformó en su forma humana para tener más resistencia y correr) tropezaron con el árbol en el cual Trafalgar se había sentado anteriormente rodando hasta detenerse en un arbusto frondoso. Zoro y Sanji que al igual que los anteriores empezaron acorrer pero ellos peleaban por quien atraparía primero a Nami, Brook y Franky no estaban pues e habían quedado al cuidado del barco junto con el nuevo tripulante, Robin quien se perdió de la vista de sus amigos desde que entraron y Luffy bueno el...
— ¿Es enserio? — trató de levantarse y recoger las cosas que se le cayó. Que torpe
— Te atrape — susurraron en su oreja, unos brazos se enrollaron en su cuerpo y Dios, ese olor de nuevo — No volverás a escapar — su corazón parecía salirse ¿en qué momento? — . Law se sintió ajeno a la situación. Solo miraba a los dos frente creyendo pasar en desapercibido.
— Lu-luffy suéltame — luchó pero enserio era más fuerte que ella.
Rápidamente como pudo tomó su Clima Tact y creó un espejismo. Logró subir a la copa de un árbol.
— No te vuelvas acercar... Luffy — el azabache alzó su vista. No es como si no pudiera estirar sus brazos y llegar hasta allá arriba, era algo demasiado fácil pero temía que si se estiraba el movimiento que generaría podía probar que Nami cayese. Y él no quería eso.
Desde cuándo se había vuelto tan fuerte.
— ¡Nami si es necesario te secuestrare! ¡Y no te volverán a alejar de mí! — sonrió. Corrió alejándose del árbol escuchan desde lejos los reclamos de los chicos.
Busco a Kurohige y lo encontró en una taberna tomando. Después de lo ocurrido como pudo bajo del árbol.
— Si como no a buscar información — habló para sí misma con sarcasmo. Se acercó.
— Tenemos que irnos. —
— ¿Pasa algo? — frunció su ceño, no le gustaba que nadie interrumpiese.
"¡Nami si es necesario te secuestrare! ¡Y no te volverán alejar de mí!"
— Me quieren secuestrar — sus mejillas se calentaron al instante.
[EDITADO] ♡.
·KooKie·
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top