— Hermana, te buscan — la peli verde entró cerrando la puerta mientras veía a Boa observando algunas joyas.

Habían regresado a su hogar hace algunos días atrás después de que terminase la reunión. Al principio Hancock estuvo satisfecha al ya no ver la irritante silueta de la peli naranja pero, al regresar un extraño sabor amargo en su boca se instaló al recordar el decaído ánimo del azabache.

Joder.

Y eso realmente era horrible.

— No me interesa —.

— Es Trafalgar — la pelinegra la observó por un instante antes de gruñir y sentarse en una silla cercana que encontró.

— Dile que pase — resopló de mala gana.

— ¿Qué estás haciendo aquí Law? —

— ¿Qué tengo que hacer para que dejes a Mugiwara en paz? — Hancock rió con amargura antes de responder.

— Nada, no tienes que hacer nada ¿Qué pretendes Law? ¿Crees que voy a dejar que la peli naranja se quede con Luffy? Sigue soñando —

— Solo quiero que te alejes de Luffy — Digo ¿Vas a seguir detrás de alguien que ni siquiera te regresa a ver? — ignoró por completo la pregunta de Hancock, apreciba mucho a Nami — ¿Vas a seguir rogando por un amor no correspondido? — Rió — No seas idiota.

— No me rendiré —

— Entonces luego no te quejes — aseguro y se marchó.

Demonios.

— ¿Sabes Sanji?... Pienso ir en busca de Nami. — dijo de repente se sentí mal. Los días sin la navegante habían asad lenta torturosamente tanto que lastimaban su corazoncito.

— No sabemos dónde está Luffy, ha pasado un mes y medio desde la última vez que la vimos —

— ¡Ahg! espero que este bien. — La buscaron, no lo negaría. Pero, el rastro de la chica, había desaparecido de un día a otro.

— Seguro, sabes cómo es Nami-san —

— Shishishi tienes razón. — La noche llegó y ya todos los chicos descansaban en sus respectivas habitaciones, aunque Luffy estaba en la cabeza del Sunny descansando sin embargo sus párpados empezaron a pesar así que decidió dormir un momento.

Desde que la chica se fue, era la misma rutina; después de cenar caminaba hacia la cabeza del barco y deseaba que alguna estrella fugaz pasará para poder pedir su deseo. Unas horas más tarde sintió como sus mejillas eran estiradas, abrió sus ojos lentamente y al instante sus ojitos brillaron al ver a cierta silueta tan conocida observándolo mientras que en su cara un mohín era visible a simple vista.

— Eres un tonto, te he dicho muchas veces que no durmieras aquí, hace mucho frío te puedes resfriar — se sentó a su lado haciéndole compañía.

— Na-Nami... — y ahí está presente ese brillo en la silueta de Nami — Brillas mucho. — susurro su voz tan calmada y serena pero aun somnolienta debido a que recién despertaba esto provoca una sonrisa en Nami.

Es hermoso cuando esta distraído y ni siquiera se da cuenta.

— ¿De qué hablas? — frunció su ceño.

La sonrisa de Luffy se amplió, (desde que Nami se marchó) una calidez se alojó en su pecho. Hubo un silencio relajante hasta que Luffy decidió hablar.

" Shishishi me haces tan feliz Nami ".

— Me voy a morir Nami — el azabache recogió sus pies haciéndose bolita, su cabeza se escondió entre sus piernas. Nami al escucharlo abrió sus ojos al instante tratando de pronunciar algo pero nada salía.

— ¿Q-Qué?... ¿Có-Cómo que vas a morir? —

— Si tú no estás conmigo... voy a morirme Nami — su voz se quebró saliendo de su boca sollozos — Na-Nami tienes que estar conmigo ¿Me lo prometiste cierto? ¿Entonces por qué me dejaste? ¿Qué estás haciendo conmigo? Duele mucho — se reincorporo — Duele mucho aquí — su dedo se dirigió a su corazón — Eres una mentirosa no cumpliste tú promesa y te fuiste — la peli naranja en un rápido movimiento acercó a Luffy abrazándolo sintiendo los rápidos latidos de Luffy golpeando contra su pecho.

Los brazos de Luffy se acomodaron fuertemente en el cuerpo de la peli naranja.

— Quiero estar contigo y con los chicos pero no puedo — un nudo se formó en su garganta impidiendo que siguiera hablando — Quiero estar contigo Luffy... Y-ya me tengo que ir Kurohige no sabe que estoy aquí... ten. — Le estiró una manta que trajo consigo — Cuídate — Beso suavemente su mejilla, bajó rápidamente del barco desapareciendo de su vista.

Perdón.

¿Cuánto le costaba aclarar sus sentimientos?

Él era nuevo en amar.

Se abrigo en la manta mientras más sollozos de frustración salían de su boca. ¿En qué momento empezó a ser tan vulnerable cuando se trataba de Nami?

Se sintió tranquilo al saber que estaba bien, fue extraño volver a verla sin embargo la felicidad recorrió su cuerpo al darse cuenta que Nami se preocupaba por él y eso significaba que el barco en donde estaba Nami está cerca. 

[EDITADO] ♡.

Regresando del hiatus :)

KooKie