— ¿Seguro que es está isla? — preguntó dudoso Zoro al ver la isla completamente desierta.

— Sí — Shiro sonrió, apretando una de las cuerdas de su maleta.

— Oh...~ — Luffy suspiro derrotado. La estancia del hombre realmente fue agradable — Enserio ¿No quieres ser mi nakama? — triste miro al hombre mientras este negaba con la cabeza.

— No, mi familia me espera — aseguro girando a ver al azabache quien lo miraba con cierta tristeza en su rostro — Encima de la mesa, deje un mapa... tal vez eso ayude — bajo del Sunny dirigiéndose ya hacia adentro del bosque — ¡Mugiwara! ¡Gracias por todo y espero que encuentres a tu navegante! — agitó sus manos de un lado para el otro despidiéndose.

— ¡Adiós! — repitió moviendo sus brazos energéticamente y ahora solo podía ver la sombra de Shiro. Giraron el timón a la dirección en donde se encontraba su próximo destino.

— Nami-san — la ronca voz de Barba Negra retumbo en toda la cocina. El cuerpo de la chica se tensó.

— ¿Qué quieres? —.

— Quiero que te vayas de mi barco — la mirada de Kurohige se endureció.

— ¿Q-qué? —

— No te necesito aquí conmigo, eres un estorbo — resopló, estaba demasiado acostumbrado a cambiar de nakamas a cada momento; o los mataba o los mandaba a matar.

— No lo haré — ¿De cuándo acá ese cambio de actitud? Se preguntaba Nami. Estaba totalmente desconcertada y las emociones que sentía no podía descifrar: si era ira o felicidad.

— Me has traído varios problemas y Kid no tarda en llegar quiero que te vayas —

¿Irse? ¿A dónde iría? Ya no tenía un lugar al que volver.

— Si no te vas en el atardecer, yo mismo me encargare de matarte — frustrado cerró sus ojos con fuerza. No quería que el molesto pelirrojo supiera que la peli naranja estaba con él. El imbécil era lo suficiente empalagoso y abrumador (dejando de lado lo creído por ser un Super Nova) Y hablando con sinceridad no lo soportaba. Se habían encontrado hace un mes en la taberna del centro de la isla y estuvieron hablando sobre el relajo que había provocado el mocoso de Mugiwara en Dressrosa, de repente la misma conversación se habían desviado hacia la navegante de los Sombrero de Paja

Nami salió de la cocina confundida por la actitud de Kurohige ¿Qué diablos le estaba pasando? ¿La dejara ir sin que la mate?

— Capitán ¿Está seguro de lo que acaba de hacer? —

— Boa me lo advirtió, esa mujer es un demonio — frotó el puente de su nariz- No me puedo arriesgar... que esa mujer hable con el Gobierno Mundial ¿Sabes en los problemas que nos meteríamos? —.

— Tiene razón. Después de todo no tardaríamos en reclutar un nuevo navegante —

— Nami-san sí fue de gran ayuda —

— Sí lo entiendo pero usted no se rinde tan fácilmente y posee un gran poder, no sería un gran problema pelear contra la marina — se llevó sus manos a la barbilla. Después de todo su capitán era realmente temido y rebajarse ante el Gobierno Mundial solo por la loca enamorada de Hancock.

¡Joder, pero que confuso!

— ¡Ja! Lo se lo sé, pero dime ¿De cuándo acá has visto a un pirata enamorado?- soltó una alegre carcajada. Ya habrá tiempo para que enfrentar cara a cara —

Me debes una Mugiwara.

— Capitán... ¿No cree que sería una mala idea dejarla aquí en esta isla? —

— No, la próxima isla que sigue en donde está Mugiwara es está. No tardaran en encontrar a Nami-san —

— Claro si ella lo permite- rió.

— Dejémoslo al destino —.

Faltaba poco tiempo para el atardecer ya la peli naranja no se encontraba en el barco. Bajó a esa desconocida isla, lo mejor en ese momento era conseguir alimento sin embargo temía de que una bestia apreciara y...

— Mente positiva Nami — repitió pero aun así sus nervios estaban a flor de piel.

Ya era de noche y la poca luz que se apreciaba en ese instante era únicamente la de la luna.

"— Sí tú no estás conmigo voy a morirme Nami."

"— Na-Nami tienes que estar conmigo ¿Me lo prometiste cierto? ¿Entonces por qué me dejaste? ¿Qué estas haciendo conmigo? Duele mucho - se reincorporo- Duele mucho aquí- señalo a su corazón - Sí tú no estás aquí me voy a morir- un sollozo escapo de sus labios."

— Eres tan idiota- un color carmesí apareció en sus mejillas al recordar al pelinegro — A mí también me duele Luffy — su cabeza se escondió dentro de sus piernas para descansar.

A la mañana siguiente se despertó por unas molestas voces que escuchó que al parecer provenían de la orilla de la playa.

— ¡Wow! No creí que íbamos a encontrar otra isla tan rápidamente. —susurro una alegre voz no tan lejana en donde cada momento se iba acercando cada vez mas

— Mmm hay muchas frutas. ¡Chopper! coge todas las frutas que encuentres- fumó de su cigarrillo. —

— ¡Sí! — aseguró el renito guardando algunas frutas que encontró esparcidas en el camino guardándolas en su mochila.

— Ahh... esto es cansado — Zoro frunció el ceño.

— Espero encontrar carne — musitó el azabache empezando a caminar brindándole una sonrisa a cálida a Zoro. Regreso a mirar al frente despreocupadamente y su corazón se detuvo por unos pocos segundos sintiendo involuntariamente como sus ojos se llenaron de lágrimas y su cuerpo se estremeció al instante.

— Luffy...

[EDITADO] ♡.

Quiero que sepan que leo cada uno de sus comentarios muchas gracias por su apoyo mucho love para ustedes ;)

·KooKie·