Después de la charla con la morena entró a la cocina, no mentiría pero no comprendía aun del todo las palabras de Robin es decir ¡Nami siempre fue única para el! Frunció el ceño. A pasos lentos entro a la cocina y vio al extraño hombre que habían encontrado hace ya un tiempo atrás comiendo y a Sanji dañando cada vez más sus pulmones.

Se acercó siendo atraído por el aroma a comida — ¿Que comes? — el hombre saltó de su puesto al escuchar la alegre voz del azabache.

— Mu-Mugiwara —

— Shishishi... ¡Hey Sanji, tengo hambre! — alzo los brazos feliz llamando la atención de Sanji, quien cerro sus ojos suspirando, piso el cigarrillo que cayó de sus labios caminando hacia la cocina encendiendo la estufa.

Finalmente hablo — Luffy, tu siempre tienes hambre — suspiró por segunda vez cansado tomando algunos ingredientes para preparar algún platillo rápido a su hambriento capitán.

— Mu-Mugiwara — volvió a pronunciar el hombre.

— Dime Luffy, eres mi amigo después de todo — el extraño bajo su mirada al suelo y sus manos se cerraron fuertemente. Tanto que sus nudillos se volvieron blancos.

— Soy un extraño. He hecho cosas malas en el pasado, he matado a vidas inocentes sin compasión y gracias a eso mi familia me odia —

Luffy sintió el arrepentimiento en cada una de las palabras dichas, después de todo lo que vivimos es lo que nos forja el carácter. — ¿Quisieras volverlos a ver? — pregunto casi al instante

— ¿Eh...? — Los ojos del hombre se abrieron.

— La familia es para siempre, ellos no te odian solo están tristes porque no estas con ellos — Sanji que escuchaba atento la conversación, sonrió. El azabache siempre será una gran idiota con un inmenso corazón.

— Realmente quisiera volverlos a ver, quiero ver a mis hijos y decirles que los adoro. —

— Lo harás — afirmo — Y por cierto ¿cuál es tú nombre? — Debido a todo el liro vivido los últimos meses, la cabeza de Luffy estaba lo suficiente ocupada y sumida en sus pensamientos que hasta a veces se acordaba que habían rescatado un hombre.

— Shiro — susurro.

— Shishishi, es un nombre estupendo —

— Gr-gracias —

— No llores, los hombres no lloran — se limpió sus lágrimas un poco más aliviado al saber que Luffy no lo juzgaría, el mocoso era tan sincero y confiable.

— Sanji ya está lista la comida ¡tengo hambre! — exigió golpeando los cubiertos contra la mesa.

— ¡Ahg! Ten — les estiro el plato pues Luffy no era el único que tenía hambre.

— ¡Oh! La comida de Sanji es la mejor — saltó emocionado.

Por otro lado Barba negra descansaba en uno de los sillones de piel de su barco, hace varias horas atrás la peli naranja había salido y apenas aparece como si ella se mandara sola. — ¿Por qué tardaste tanto Nami-san? —

— Estaba ocupada — dijo con un tono rezongón y frío queriendo cortar la conversación por si sola.

— Esta noche partimos — ordenó viendo pasar a la peli naranja en frente de él sabiendo que ya no lo quería escuchar

Nami ingresó a su camarote a descansar del tan molesto rato que le hizo pasar Luffy.

— ¿Tan complicado te resulta decirle a Mugiwara que lo amas y ya? —

— ¿Qué quieres Law? — Giro sus ojos fastidiada viendo al pelinegro acostado en su cama, Law siempre la fatigaba a tal punto de querer ahorcarlo pero lamentablemente eso no cambiaba el hecho de que el chico le cayera extremadamente bien tanto que le consideraba como una amigo más.

— Me gustas — En un solo movimiento se levantó de la cómoda cama, se acercó peligrosamente tomando su mentón entre sus dedos. Nami alejo sus dedos — ¡Ja! No te lo creas, no eres mi tipo — se echó a reír haciéndose para atrás

— Solo no te insultare ¿qué haces aquí? Vete no quiero ver tú desagradable rostro aquí y estar soportando tus estúpidas bromas —

— Oh claro pero tú solo insultas a Mugiwara-ya, es la forma en que demuestras tu amor. Agradece estas conociendo una faceta mía que nadie había visto — No mentía pero la peli naranja era ese tipo de chicas que deseabas contar todo lo que sucedía, alguien con la que podía bromear y reír

— Vete — se acercó hacia la salida, abrió la puerta.

Law tomo sus katanas que hace poco había puesto en un rincón de la habitación y tomó rumbo hacia la salida.

Con una de sus manos tenía el pestillo de la puerta, antes de salir se giró burlándose de Nami — Y por cierto ¿qué clase de persona besa a su secuestrador? — Había seguido al pelinegro que lucía especialmente nervioso y torpe después de que lo había encontrado dando vueltas dentro del acuario tascándose las uñas y sus labios fruncidos así que decidió seguirle. No lo juzguen el era un tantito chismoso.

— Piérdete — Se sonrojo. ¿Acaso el imbécil estaba ahí?

La noche cayó rápidamente y a mitad de la noche se levantó a tomar un vaso de agua, al terminar observó el camino de estrellas que adornaban el oscuro cielo y se acercó a la cabeza del barco.

— El Sunny era más lindo — suspiró ya cansada ¿Qué estará haciendo Luffy en este momento? Sonrió para sí misma — De seguro estará durmiendo —.

Mintras que Luffy se levantó por el sonido de la puerta siendo cerrada. Miro para sus costados con la vista borrosa y vio Sanji dormir tranquilamente, a Usoop colgado de cabeza en la hamaca, a Chopper hablar con un tal señor algodón de azúcar, a Franky durmiendo mientras balbuceaba algunas palabras y Brook parecía un cadáver en un ataúd con los brazos cruzados sus piernas huesudas estiradas y Zoro... ¿dónde estaba Zoro?.

Salió de su camarote cerrando con cuidado la puerta para no despertar a los chicos y se dirigió a la cabeza del Sunny. Se recostó cruzando sus brazos detrás de su cabeza escuchando como las olas golpeaban gentilmente el barco creando un sonido relajante.

— Últimamente sueño mucho contigo ¿Sabes? ¿Tu también sueñas conmigo Nami? —

[EDITADO]♡.

Psdt edit: Luffy tiene un corazón lindísimo y el que diga los contrario para madrearmelo :)

·KooKie·