Capítulo 10: final.

Durante el trayecto, Min durmió la mayor parte del tiempo, soñando e imaginando como sería su encuentro con su chico.

Después de acomodar sus cosas en un cuarto de hotel que compartiría con Taehyung, tomaron una ducha y se fueron a buscar el hospital donde al señor Kim le dan su tratamiento médico.

Yoongi sudaba por los nervios, se acercaban al hospital donde su adorado Seokjin se encontraba. Él y Taehyung se adelantaron por la urgencia del pelinegro por verlo y hablar con él.

No estés tan nervioso Min, todo saldrá bien con Jin -le dice el menor para luego soltar una risita.

¿De verdad no sabe que vine con ustedes? -pregunta una vez más.

Ya te dije que no lo sabe, solo relájate -le sonrió, su típica sonrisa.

Cómo no estar nervioso, ¿y si me rechaza? Todo habría sido en vano -soltó un suspiro-. ¿Cómo sabremos donde está?

Yo subiré a ver al tío Kim y como solo una persona puede estar en la habitación, Seokjin tendrá que bajar. Si él llega a decir a dónde va, te enviaré un texto, ¿de acuerdo?

¿Cómo sabes que Jinnie está con su padre y no es turno de su madre? -volvió a preguntar.

El castaño rodó los ojos.

¡Deja de pensar tanto! Solo confía y dile que lo amas y por eso estás aquí -elevó un poco la voz.

Yo no lo amo.

Bien, lo importante es que sientes algo por él -suspiró-. Quisiera que alguien hiciera cosas como estas por mi pero, para los demás soy alguien raro -confesó el menor un poco triste.

Taehyung, lamento mucho haberte tratado mal al principio -se miraron-, no tenía idea de que Seokjin y tú son familiares, mis celos me cegaron.

Asunto olvidado, eso ya no importa; aunque Jin y yo seamos solo primos, nos vemos y tratamos como hermanos así que, si llegas a algo más con Jin, también seremos familia -dijo y le dio un codazo juguetón.

Ambos chicos rieron y Min se sonrojó. Detuvieron su andar a las afueras del hospital, el mayor se sintió mucho más nervioso que al principio. Entraron y Tae se acercó a la recepción para preguntar por su tío, la mujer en turno tomó el teléfono y avisó a una de las enfermeras de su visita.

El jovencito Seokjin se encuentra allí, bajará por uno de esos ascensores -señaló la mujer con su lápiz.

Yoongi se sorprendió por lo sencillo que sería todo pero, ¿confesar su amor y su interés por tener una relación con Kim, será igual de fácil?

Te dije que no pensaras mucho -dice el castaño-, ve a la cafetería, le diré a mi primito que vaya a comer algo y ahí lo sorprendes.

Gracias por tanto, Taehyung -le abrazó, un abrazo corto pero sincero, en verdad estaba inmensamente agradecido.

Hizo lo que Taehyung sugirió y caminó hasta la cafetería del lugar, ¿Dónde podría quedarse de pie para que Jin no lo vea tan fácilmente? Bufó, decidió prepararse un café para pasar el tiempo.

Su corazón latió con fuerza, tanta fuerza que su aliento se fue. De inmediato supo el porqué.

Seokjin... -murmuró.

Miró con cuidado de no ser descubierto y lo encontró, lo miró en una mesa en el rincón, con la frente pegada a la mesa, ¿estaba durmiendo tan rápido? Sin duda que si, debe estar muy agotado de pasar días encerrado en un cuarto de hospital.

Tomó el café y caminó hasta la mesa donde Jin se encuentra, colocó la bebida sobre la mesa y preguntó:

¿Está ocupado este asiento?

Su voz se escuchó muy natural, sin un solo rastro de nerviosismo. El chico levantó su rostro lentamente, ¿estaba soñando?

¿Yo-yoongi? -preguntó incrédulo.

Se levantó de la silla torpemente y lo abrazó, le abrazó con mucha fuerza. Se sentía completo con Yoongi ahí, el contrario correspondió el abrazo con la misma fuerza.

¿Qué haces aquí? ¿como... como supiste en donde estaba? -preguntó separándose un poco.

Eso no importa ahora, necesitaba verte y decirte algo que ya no puede esperar. Te llamé miles de veces y dejé muchos mensajes en tu buzón de voz, mi desesperación fue tanta que creí morir por un momento...

Fue Taehyung, ¿cierto?

¡Por Dios, Seokjin! Mi inspiración se fue al caño -gruñó, el más alto simplemente rió-. Necesito decirte todo lo que tengo guardado aquí en mi pecho y mi corazón -tomó la delgada mano de Jin y la colocó sobre su corazón-. ¿Podrías escucharme?

Te escucho... -dice con un ligero sonrojo en su rostro.

Seokjin, desde que me diste los buenos días no pude sacarte de mi cabeza en ningún momento, no sabía que me sucedía y estaba muy seguro de que no me gustabas; hice y dije cosas que jamás pensé que haría, ¿sabes? Te besé, ¡te pedí una cita! Dios, seguía sin comprender, mi cuerpo reaccionaba por sí solo por ti. Mi corazón latía tan fuerte apenas te veía, igual que ahora, ¿lo sientes?

Kim bajó la mirada a donde se encontraba su mano, sobre el corazón del pelinegro.

¿Es por mi?

Solo por ti; me tienes bajo un hechizo del cuál no quiero salir nunca. Incluso me olvidé de mis amigos porque sentía la necesidad de estar a tu lado y cuando tenía que irme mi corazón se destrozaba en miles de pedazos. ¡Dios! Negué tanto el sentir cosas por ti y ahora me doy cuenta de que me gustas mucho más de lo que imaginé, sólo mira, vine aquí para declararte mi amor, no me importaría caminar sobre el fuego por  ti.

Yoongi...

No tienes que decir que me amas solo, por favor respóndeme esto, ¿me dejarías adorarte? ¿me harías el honor de ser mi novio?

Seokjin analizó en su mente todo lo que Min le confesó, ¿lo quería? Si ¿De la misma manera? Probablemente ¿Quería estar a su lado? Por supuesto.

El chico sintió un nudo en su garganta que le impedía hablar así que solo asintió repetidas veces y besó al más bajo. Un beso suave y lleno de cariño, sus labios se movían lentamente disfrutando del contacto.

Quiero ser tu novio y mucho más -dice separándose solo un poco.

Entonces no hay que esperar mucho -ambos rieron-. Te amo... -una vez más se sorprendió por lo que dijo.

Durante lo largo de su vida, diría y haría cosas como estas con tal de ver a Seokjin feliz y sonriente como en ese momento; sin buscar encontró a su pareja perfecta de una manera poco sorprendente, un simple buenos días puede hacer la diferencia.

F i n .

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