Capítulo I (Revisado)
Antes: 688 palabras____Ahora: 893 palabras.
Otabek Altin una persona que se caracteriza por ser alguien serio y quien normalmente se le ve solo, en esos días se encuentra en un viaje a Rusia para realizar una presentación de patinaje en dicho lugar además de aprovechar la oportunidad de entrenar bajo la supervisión de Yakov Feltsman.
Justo ahora no recuerda el por qué su compañero de patinaje y rival, Viktor Nikiforov, le ha llevado junto con Yakov a una clase de Ballet o de cómo demonios le ha convencido de ir a dicho lugar. Según el Kazajo, el se esperaba ir a practicar en conjunto con Viktor gracias a que los entrenadores de ambos chicos les programaron una breve presentación en pareja a los dos para la apertura de la competencia de patinaje de menores.
Otabek en veces maldice el hecho de que su actitud de caballerosidad gracias a la educación moral impartida por sus padres, no puede dejar de lado la petición que el mayor le presentó con tanto esmero.
Todo pensamiento negativo desaparece de su mente al momento de entrar al salón el cual Viktor les ha guiado, dentro su atención se ve centrada en uno de los estudiantes que se encuentran presente.
Un chico de cabellera rubia, de edad parece ser que no pasa de los 10 años, se nota con solo verlo que es uno de los es uno de los mejores o pueda del mejor, lo que más le llama la atención al de piel morena son los dos pares de hermosos ojos esmeraldas, aquellos cuales poseen una gran determinación en ellos, los cuales los clasifica como...
-Los ojos de un soldado- Dice Otabek sin darse cuenta. Viktor, en cambio estando a la par de él, si le ha escuchado, por ello le observa confundido por aquellas palabras salidas de su boca hasta que lleva su mirada hacia el lugar donde Otabek se encuentra viendo. Su ceño se frunce un poco pero luego cambia a una sonrisa divertida al ver de que se trata de aquel pequeño niño del cual él ha visto patinar en breves ocasiones.
Mira sereno las clases de danza mientras recuerda las veces en las que ha logrado conversar con el menor y su abuelo. Cada vez que le mencionaba el nombre del Kazajo, el joven rubio adquiere un brillo impresionante. Recuerda muy bien las veces en las que el menor le ha reclamado e incluso a llegado a amenazarle si en algún momento llegara a "propasarse" con el de piel morena.
Se quedan unos cuentos minutos más para luego retirarse y no seguir interrumpiendo la clase, durante todo el tiempo que estaban en dicho lugar, Otabek no fue capaz de apartar su mirada del rubio aunque lo intentase, aquella mirada que posee el menor logró atraparlo por completo.
Y según lo poco que logra escuchar de Viktor cuando habla acerca del rubio es que este se encuentra tomando clases de Ballet para poder mejores su estilo de patinaje sobre hielo.
"Tal vez esto no es una coincidencia sino un guía en el destino. Esa mirada es plena de determinación y fuerza, confío en que lograras alcanzar tus metas. Esperaré el día en que nuestros caminos se crucen de nuevo y poder conversar contigo, Pequeño Soldado" Piensa el Kazajo mientras camina junto a su compañero y el entrenador de este, por los pasillos del edificio.
En cambio, el joven rubio ya hace unos minutos (cuando los 3 mayores se encontraban dentro del salón de clases observando todo) que intentó mostrarse seguro de lo que estaba haciendo, ya que por dentro se volvió un manojo de nervios desde que fue capaz de ver a los 3 adultos entrar y entre ellos ver a aquel chico de piel morena y rostro sereno. Justo cuando lo vio su corazón comenzó a acelerar en sus palpitaciones.
¿Cuándo no? Si dentro de su salón había ingresado aquel sujeto del cual hace algún tiempo se enamoró justo cuando vio su presentación por la televisión. Se llenó de emoción cuando logró darse cuenta que dicho sujeto le quedo viendo fijamente durante todo el tiempo, por ello decidido de demostrarle su talento, durante todo el entrenamiento con el Ballet, no flaqueó en ningún momento.
En sus planes nunca estuvo el quedarse en ridículo frente de su ídolo menos cuando sentía su mirada en él. En un momento de valentía se había atrevido a verlo directamente a los ojos del Kazajo por unos segundos para luego desviar la mirada. Dichos segundos los sintió eternos, por dentro se encuentra en un mundo de ensueños pero por fuera su expresión solo muestra calma y de concentración siguiendo los pasos que la maestro dicta para realizar, estuvo luchando para no sonrojase.
Desde que hubo decidido que quería ser un patinador profesional en el futuro, tuvo en mente que debía de esforzarse al máximo, debe de alcanzar la meta de ser siempre el mejor. Y así llevar cabo y cumplir sus d objetivos en la vida:
1- Volverse el mejor patinador de toda Rusia (superando al mismísimo Víctor Nikiforov) y del mundo si es necesario.
2- Terminar con éxito sus estudios y enorgullecer a su abuelo.
3- Convertirse en la pareja y brindarle hijos al gran patinador Otabek Altin.
Y vaya que si estaba seguro en cumplir sus objetivos o se deja de llamar Yuri Plisetsky futura estrella internacional del Patinaje Sobre Hielo.
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