Epílogo

Después de que Jeon Jungkook y Park Jimin, ahora, Jeon Jimin, oficialmente casados.

Ambos junto a sus hijos, amigos y socios del mayor, se trasladan a la parte en la que se encuentra una piscina mientras las estrellas y la luna alumbran el hermoso lugar.

Muchas acompañantes de los socios de Jeon se toman unos segundos para poder felicitar al menor.
Jimin de forma educada intenta responder y luego despedirlos para que se alejen de sus hijos.

Jimin tiene al pequeño Sang en su regazo, mientras lo alimenta con un poco de pure de papa.

—Abre, cariño —le pide a su hijo. —Eso es —dice, cuando el pequeño hace lo que le ha pedido. —Injae, utiliza el cubierto —los ojos de Jimin, se abren un poco mientras reprende a su hija. —Daewan, deja de desperdiciar la comida —observa a su hijo seriamente, frunciendo su entrecejo.

Deja la cuchara con la que alimenta a Sang y toma su cubierto para poder tomar un poco de comida y luego llevarla a su boca.

Jeon ve a su familia a una no muy larga distancia, mientras habla con uno de los socios que lo conoce desde pequeño. Socio de su padre y ahora suyo, las vueltas de la vida pesan.

—Tu padre estaría feliz, Jungkook. No lo dudes hijo.

Jeon asiente, mientras este estrecha su mano con el señor.

Sin decir más nada, luego de soltar la mano de Jeon, el señor pasa de largo a su lado, observa hacia donde se dirige y decide seguirlo con una sonrisa en su rostro.

—Buenas noches —habla el señor, cuando está frente a la mesa de la familia de Jeon.

Jimin limpia con una servilleta la boquita de Sang, y luego alza su vista. Los mellizos e Iseul giran su cuerpo un poco para poder observar a la persona que los ha saludado.

—Buenas noches —dice Jimin.

Los niños solo hacen una reverencia, después de que Jeon los ve de manera seria.

—Soy Lee. Conozco a Jungkook desde pequeño —menciona el señor.

Jimin al escuchar eso asiente y sonríe.

—Un gusto señor, Lee. Jimin —el menor extiende su mano y la estrecha con el señor Lee.

Jeon toma asiento al lado de Jimin, y se dispone a terminar su cena.

—Felicidades, tienen una familia hermosa, no dudo que Jeon está enamoradísimo de ti y tú de él.

Jimin sonríe tímidamente al escuchar las palabras del señor Lee.

—Muchas gracias, señor Lee —el menor se pone de pie con Sang en sus brazos, para luego acercarse al señor.

—Eres el mismo chico que Jungkook presentó como su pareja —recuerda el señor, cuando observa mejor el rostro de Jimin.

—Yo..., sí, soy el mismo —responde observando a Jungkook, el cual charla con Iseul y los mellizos.

—Usted es...

Jimin alza la mano con la que no carga a su hijo y señala al señor Lee, con un rostro lleno de asombro.

—El mismo —lo interrumpe el señor Lee, con una sonrisa en su rostro.
—Cuídate, cuídalo y cuídense —Jimin asiente. —Adiós pequeño —agita su mano dulcemente frente a Sang, el cual no tarda en sonreír. —Nos vemos, Jeon —se despide el señor Lee.

Se marcha dejando a Jeon y a su familia disfrutar, los chicos se encuentran en una misma mesa enorme. Sonríen, beben, conviven y la pasan bien entre ellos.

Jin observa la hora en el Rolex de la mano de Nam, gira su rostro un poco y con la mirada busca a Jeon, cuando este lo ve asiente.

Jungkook, el cual tiene a Injae en una de sus piernas, sentada, se pone de pie con la pequeña, caminan hacia un lado de la pista, observa a su hija y baja su rostro hasta colocarlo frente al de la pequeña, la cual se pone tímida y sonrojada.

—Papá te ama mucho, princesa —susurra ante su hija, besa su sien y luego la gira haciendo que su vestido se mueva.

Jin se pone de pie seguido por Taehyung, ambos caminan hacia su amigo recién casado.
Tae, extiende sus brazos ante Sang y este no duda en ir con su tío.

—Él y yo tenemos un vínculo —habla el amigo de sonrisa cuadrada de Jimin.

—Sí, claro —se burla Jin.

Jimin los observa a ambos y sonríe, les debe demasiado, ellos nunca lo dejaron solo y nunca abandonaron a sus hijos, aun cuando Jeon tiene diferencias con ambos.

—Los amo chicos —dice Jimin.

Sus amigos lo miran y le sonríen, Jimin sabe que el sentimiento es mutuo y no hay necesidad de que ellos le respondan.

Jeon regresa con Injae, la pequeña observa las estrellas y las señala.

—Appa ila —dice la pequeña, señalándole a Jimin el cielo oscuro con el millón de estrellas en él.

—Son lindas, como tú e Iseul —espeta Jimin a su hija.

La pequeña asiente, suelta la mano de su padre y toma la de su tío.

—Es hora del postre —dice Taehyung.

Jimin suelta una sonora carcajada.
Jungkook, extiende su mano y acerca a Jimin hasta él, el menor deja de reír y lo mira curioso.

—Los niños —murmura Jimin.

—Debo mostrarte algo —musita Jeon, en la oreja del menor. —Se quedarán con sus tíos, sino se comportan no pondré más juegos en la casa —les adivierte Jungkook a sus hijos, mientras poco a poco se alejan de la mesa.

—Los amamos —alza su voz Jimin.

Los pequeños asienten y sin decir más nada, siguen a Taehyung y a Jin hacia donde sus demás tíos se encuentran.

—¿Qué tan buena es la sorpresa? —pregunta Taehyung a Jin, tomando asiento en la silla.

—Es hermosa, te lo juro. Trabajamos mucho con Jungkook —le cuenta Jin a su amigo.

—Será genial, la playa es solo para ellos desde este momento —habla Bobby, dejando con la boca abierta a Taehyung.

—Te lo dije —agrega Jin, orgulloso de haber colaborado en la sorpresa de Jeon para Jimin.

Todos continúan disfrutando de la comida y la música. Namjoon baila con Iseul. JB con Injae. Jennie con Daewan, y Taehyung se alimenta junto a Jin, imaginándose la reacción de Jimin, mientras que Yoongi, Kenji y Bobby luchan para poder lograr que Sang se duerma.

Jeon, por su parte, camina de la mano de su hermoso ángel, cuando bajan los escalones y pisan la arena, el mayor se detiene y se coloca frente a Jimin.

—¿Sucede algo? —pregunta el menor.

Jungkook niega al instante sin dejar de mirarlo.

—Te amo —dice Jeon, repentinamente.

—Lo sé —el menor sonríe y se aferra fuertemente a la mano de su ahora esposo. —También te amo —le asegura al mayor.

—Cierra tus ojos —le pide.

Jimin sin dudarlo y sin preguntar por qué, hace lo que su amado le ha pedido.

—Quiero que me dejes guiarte, y abras tus ojos hasta que yo te lo diga —le indica.

Jungkook no dice más nada y comienza a guiar a Jimin sobre la arena, solo se escucha el sonido de las olas y las respiraciones y suspiros que ambos dejan salir de sus bocas.

El mayor se detiene y el menor frena al instante.

—¿Llegamos? —indaga el menor, que continúa con sus ojos cerrados.

—Sí —sonríe Jeon, mientras lo observa.

Suelta la mano de Jimin lentamente, el menor se asusta un poco, Jungkook se coloca detrás de él y susurra cerca de su oreja.
—Abre tus ojos —haciendo que los vellos del cuello del rubio se ericen.

Lentamente abre sus ojos y observa una mesa y dos sillas, la mesa tiene un mantel blanco sobre esta, las sillas de color blanco.
Alrededor de la mesa se encuentran unas enormes esferas transparentes con una vela dentro. Jimin se acerca un poco más y se percata que las esferas forman un enorme corazón.

—Jungkook —pronuncia asombrado.

Jeon se acerca al menor y rodea su cintura con las manos, luego depósito un beso en el cuello de Jimin.

—El postre nos espera —Jungkook guía a Jimin hasta una de las sillas y lo ayuda a acomodarse.

El mayor toma asiento frente a Jimin, el menor no duda en tomar un cubierto y probar un poco del postre que se encuentra frente a él en la mesa.

—¿Qué tal está? —pregunta Jeon, con sonrisa de enamorado en su rostro.

—Delicioso —responde Jimin.

Con su cubierto toma una porción de su postre y lo lleva a los labios del mayor.

Jeon no evita recordar la primera vez que invitó a cenar a Jimin, el menor había hecho lo mismo.

—Es dulce —dice el pelinegro, saboreando el postre. —Pero no tanto como tú —agrega el mayor, haciendo reír a Jimin.

El menor deja más de la mitad del postre y observa a Jeon, se pone de pie, extiende su mano al mayor el cual la acepta al instante.

Caminan un poco a la orilla de la playa, se retiran sus zapatos y los dejan quien sabe dónde, no paran de sonreír mientras el velo de la luna los acompaña en la madrugada. Jimin se percata que una pequeña cama con cortinas cubriéndola se encuentra a un costado.

—Lo planeaste todo —murmura llamando la atención de Jeon.

—Sorpresa —verbaliza Jungkook, agitando sus manos. —No lo hice solo, claro que...

Las palabras de Jeon son calladas por los belfos del menor.

—No me interesa —habla Jimin, separando un poco sus labios de los de Jungkook para luego volver a unirlos. —Te amo —musita entre besos—. Amo estos malditos detalles tuyos hacia mí.

Jimin deja de besarlo y se detiene a observarlo con sus manos alrededor del cuello de Jeon, mientras las manos del mayor ascienden hasta la espalda y descienden de manera lenta, pero excitante hasta el culo del menor.

—Te mereces esto y mucho más —replica Jeon, perdiéndose en los hermosos ojos de Jimin, empezando a guiarlo hasta la cama donde se encuentra una fogata a unos tres metros de distancia.

—Solo te quiero a ti, Jungkook, ahora y siempre a mi lado.

Intercambian palabras llenas de sentimientos, de amor y de afecto el uno al otro, mientras se detienen frente a la cama aún abrazados y sin dejar de mirarse.

—Quien diría que todo esto empezó en esa maldita cena —comenta en burla, Jeon.

—Una cena para nada grata, pero de la cual no me arrepiento —agrega el menor.

—Desde que te vi, juro que llamaste toda mi puta atención —Jungkook, abraza un poco fuerte al menor.

—El bebé —susurra Jimin, recordándole que tiene a su hijo dentro de él.

El mayor deja de abrazarlo tan fuerte y continúa.
—Quien diría que con el paso del tiempo cambiarias mi vida, y que me harías parecer un loco al no tenerte junto a mí. Contigo lo tengo todo, Jimin: risas, abrazos, besos, discusiones, reconciliaciones, traes todo contigo.

El menor sonríe cautivando a Jeon.

—Y cada vez que veo esa sonrisa que se forma en tu bello rostro, acompañado de esos hermosos ojos y tú maldito mal carácter, recuerdo que estoy completamente enamorado de ti —el mayor deja de abrazar a Jimin y toma asiento en la orilla de la cama.

El menor toma asiento con cuidado en el regazo de Jungkook, y deja un pequeño beso en los labios del mayor.

—¿Sabes lo que dicen por ahí? —inquiere Jeon.

—No —responde con voz queda, Jimin.

—Por ahí dicen que... Las peores cosas en la vida vienen a nosotros gratis.

Jimin observa a Jungkook dudoso de lo que trata de darle a entender.

—Que bueno que me costó demasiado tenerte, eso dice que eres lo mejor que la vida me pudo enviar.

Jeon logra conmover a Jimin con sus palabras, armarlo, desarmarlo y hacer que se enamore más de su lunático.

—Hemos pasado por mucho, pero estamos aquí juntos viéndonos el uno al otro como la primera vez —el pelinegro besa los labios del rubio por unos segundos, hasta que el menor decide terminar el beso.

—Contigo, Jeon Jungkook, ahora y siempre a donde tú vayas yo iré —el menor se levanta del regazo del mayor sin romper su cercanía. —Contigo en la tierra, en la luna, en las estrellas, en marte, en cualquier parte del mundo. En la lluvia, en el frío, en el dolor y en nuestros peores momentos. En el peor laberinto oscuro y en los caminos, desiertos y océanos más difíciles de cruzar —Jimin acaricia el cabello de Jeon suavemente. —Adonde sea, pero contigo, mi amor —susurra el menor en los labios del mayor, para luego unirlos en un beso suave que poco a poco aumenta calentando la situación.

Jimin se aleja del mayor mientras este deja escapar un sonoro gruñido, el menor da dos pasos hacia atrás y observa con lujuria a Jeon, acompañado del retumbar de las olas.
El rubio lleva sus manos hasta el botón de su saco azul, destraba el botón del ojal, lentamente se retira el saco frente al pelinegro y lo deja caer al suelo.

Lleva sus manos a su cintura y lo desabotona, sus ojos clavados en cada una de las reacciones que el rostro de Jeon le regala.

—Déjame ayudarte —le pide Jungkook, con voz ronca y llena de excitación.

El menor niega, baja el cierre de su pantalón, introduce sus manos a los costados y empieza a mover sus caderas de manera lenta, y sexi mientras se retira su pantalón.

Cuando logra lo que quiere sonríe ladinamente al observar cómo Jeon mira sus muslos definidos y blanquecinos, la lengua del mayor recorre sus delgados labios y luego toma su labio inferior con sus dientes, perdiéndose en la seducción de su ángel.

Como si el retumbar de las suaves olas fuera música, Jimin mueve su cuerpo frente a la mirada lasciva de Jungkook, sin dejar de mover su cintura de manera provocadora, comienza a desabotonar su camisa lentamente.

Jeon se retira su saco y luego de un solo tirón lanzan todos los botones de su camisa a la arena, deja al aire libre sus pectorales y sus trabajados abdominales acompañados de esa sexi "v" que se observa al inicio de su pantalón.

Mientras Jimin deja al descubierto su cuerpo, Jungkook, retira su cinturón y se encarga de desabrochar su pantalón y bajar su cierre.

Cuando el menor desabotona toda su camisa, agita su cintura una última vez, desciende un poco su cuerpo mostrándole a Jeon su culo y que lo único que lo cubre es su diminuto bóxer Calvin Klein.

Jimin se queda por unos minutos en esa posición, Jungkook se preocupa un poco debido al embarazo del menor, pero se relaja cuando este alza sus manos frente al mayor para que lo ayude a ponerse de pie.

—Mi baile sexi, ha sido arruinado —se burla de sí mismo el menor, mientras se coloca a horcajadas al cuerpo de Jeon.

—Mierda —murmura el mayor, al sentir los labios de Jimin repartir besos en su cuello, bajar a sus abdominales hasta llegar a su marcada v.

El menor comienza a bajar el pantalón de Jeon junto con su ropa interior, dejando su miembro a la vista.

Sin dejar que Jungkook diga algo se coloca a horcajadas sobre él de nuevo, sus labios se encuentran de nuevo de manera lasciva, sus lenguas encontrándose con la del contrario demandando dominio en la boca del otro.

Jimin coloca una mano en el hombro de Jeon y la otra lentamente la baja al miembro del mayor, el cual ya se encuentra duro.

Con la mano que tiene en el hombro del mayor trata de retirarle la camisa, pero le resulta difícil hacerlo solo con una mano, intenta retirar su mano del miembro de Jungkook, pero este no se lo permite.

—Lo hago yo —susurra en el cuello de Jimin, mientras se retira la camisa.

El menor lo lanza a la cama y lo besa a su antojo, reclamando lo que es suyo para siempre, las manos de Jungkook acarician los muslos de Jimin y lentamente suben hasta su culo, y su espalda luego las baja de la misma manera.

Jimin deja de besarlo y se queda sentado en el regazo de Jeon, se retira su camisa, el mayor se sienta de nuevo y ataca los belfos del menor, y de un segundo para otro las posiciones han sido invertidas.

—Voy a saborear cada parte de ti, cariño —dice Jeon, luego de alejarse de los labios del menor.

Toma las manos de Jimin y las coloca sobre su cabeza juntas, deja un beso en su sien, luego en su ojo izquierdo y luego en el derecho, besa sus mofletes regordetes y de color carmesí, besa su nariz y por último sus labios.

—No las bajes —le pide el mayor, refiriéndose a sus manos. —¿Entendido? —alza un poco más su voz al ver que Jimin no le responde.

—Sí —jadea.

Jeon lleva su boca a la oreja derecha de Jimin, dice unas cuantas suciedades en este haciendo que ambos se calienten más de lo que ya estan. Baja a su cuello luego de morder su oreja, su lengua recorre su cuello y se detiene para morder y succionar la piel blanquecina del menor.

Las manos de Jungkook en cada pezón de Jimin, mientras sus labios recorren la clavícula del menor, poco a poco desciende a sus pectorales, la piel blanca y expuesta de Jimin pronto tendrá unos lindos chupones sobre ella.

Jeon deja de estimular uno de los pezones del menor y coloca su boca sobre este.

—Aaah —se remueve Jimin, al sentir la boca del mayor sobre su pezón rosado y duro.

Hace lo mismo con el otro pezón y luego desciende al estómago de Jimin, dejando una infinidad de besos sobre este.

—Hola bebé, tu papá está haciendo feliz a tu appa, está cerca de hacerlo gemir, así que no te asustes, es por tu bien, bebé —habla Jeon con el estómago de Jimin.

Jimin quiere reír, pero lo que la boca de Jeon le hace sentir cuando besa su cuerpo es una sensación placentera e inexplicable.

—Duerme bebé, y deja que consienta a tu hermoso appa —da un último beso en el bulto que se encuentra en el estómago de Jimin y se aleja un poco.

Lleva sus manos a la cintura de Jimin y las alza un poco, las introduce en su ropa interior y mientras la retira manosea las piernas del menor.

Luego de retirarle la ropa interior a su ángel, se abalanza a los muslos del menor haciendo que este se re mueva en la cama.

Jimin es un mar de gemidos y eso que aún no lo penetra. Jungkook muerde, succionaba y besa los muslos blanquecinos del menor a su maldito antojó.

—Jungkook —chilla Jimin con dificultad.

—Sí, cariño —verbaliza Jeon, alzando su rostro para observar a su desordenado ángel.

—Solo hazlo, ahora —habla entre jadeos el menor.

—¿Qué haga el que? —pregunta el mayor, continuando con su trabajo de marcar los muslos de Jimin.

—Hazme el amor ahora mismo —le ordena desesperado, bajando sus manos y tomando del cabello a Jungkook, para acercarlo a sus labios.

Lo besa con deseo, lujuria y excitación, Jeon dobla las rodillas de Jimin preparándolo.

—Dime que ya estás listo para mí, cariño, sino lo siento, pero te pedí que no bajaras tus manos —dice Jeon, mientras delinea los labios de Jimin con su mano izquierda y con la derecha alinea su miembro en la entrada del menor.

—Solo entra de una puta vez —le exige Jimin, desesperado por sentirlo dentro de él.

Sin avisarle Jeon introduce su miembro de una sola estocada en un solo movimiento.

—Mierda, Jungkook —se queja el menor.

—Por desobedecer —toma el labio inferior de Jimin con sus dientes y lo muerde un poco a la misma vez que empieza a embestirlo.

—Aaah —gime Jimin, en cada embestida brusca que Jeon le propina.

Jungkook no se detiene en ningún momento, al contrario, abre más las piernas del menor para permitirse llegar más profundo.

—Jungkook —jadea con dificultad. —Detente, ahora —le ordena el menor, con su respiración agitada. —Déjame ir arriba —le pide Jimin, con sus hermosos ojos llenos de deseo, y un puchero en sus labios.

Jeon sonríe y al instante hace lo que le pide.

Se coloca abajo, deja que Jimin se penetre el mismo con su pene erecto y goteando líquido pre-seminal. El menor coloca sus manos en los pectorales de Jeon y de manera lenta comuenza a mover sus caderas. Jungkook cierra sus ojos debido al placer que Jimin le hace sentir, en la manera que presiona su miembro con sus paredes en cada movimiento que hace.

El menor continúa con sus movimientos, pero esta vez en forma circular sobre el miembro de Jeon.

—Mierda, Jimin. Lo haces tan bien, cariño —gime Jeon.

Jimin se acerca a los labios de Jungkook y los besa, mientras el mayor manosea su culo y le ayuda a subir y a bajar sobre su miembro.

—En cuatro cariño, ahora —le ordena Jeon con voz ronca.

El menor se coloca como Jeon le ha ordenado, las grandes manos del mayor se posan sobre el culo regordete de Jimin, lo manosea un poco y luego da unas cuantas nalgadas, lo toma de la cintura suavemente y lo penetra lentamente.

Jeon continúa, pero aumenta el ritmo en cada embestida, con una de sus manos Jimin le da atención a su pene siguiendo cada embestida que el mayor le propina, unos segundos pasan y Jimin se corre.

Jungkook continúa con sus embestidas rápidas y certeras, las paredes de Jimin lo reciben a la perfección, el mayor acelera un poco más al sentir que su clímax está cerca.

—¡Aaah! mierda, te amo! —alza su voz, Jeon, mientras su líquido se esparce en la entrada de Jimin.

Antes de acostarse, Jungkook retira la pequeña sábana sobre la cual Jimin se ha corrido, atrae al menor hacia él y lo arrulla entre sus brazos.

Jimin besa todo el rostro de Jeon, haciéndolo sonreír.

—Te amo —alza su voz el menor, pega más su cuerpo al del mayor y ambos se abrazan.

Se encuentran abrazados sin decir nada, sus respiraciones mezcladas con el sonido de las olas y el de los pájaros que comienzan a salir.

Jimin alza su mano izquierda, observa su mano y luego se retira su sortija de casado y la mira leyendo de nuevo lo que tiene grabado en su interior.

—Until The Day We Die.

Jimin alza la sortija, y la coloca frente al rostro de Jungkook.

—Hasta el día que muramos. ¿Verdad?

Jungkook sonríe orgulloso de su chico.

—Así es mi ángel. Hasta el día que muramos —responde el mayor con seguridad en su respuesta, besando sus labios y luego abrazándose de nuevo.

Ambos en fundidos en los brazos del contrario, mirando como el sol se coloca frente a ellos coloreando con su bello esplendor el océano.

En sus mentes y sus corazones siempre recordarán la manera en la que se enamoraron el uno del otro. De todo el océano lleno de olas enormes y difíciles de sobrevivir, pero sobre todo lleno de amor que tuvieron que pasar juntos para que su amor se fortaleciera cada vez más.
Y ahora que son uno solo jurando ante las estrellas, ante la luna, ante la oscuridad de la noche. Ante sus hijos y amigos, que su amor será fuerte como las olas del mar, y que se amarán hasta el día que mueran.

Until The Day We Die
(Hasta El Día Que Muramos)

Fin.



Holi, llegamos al final de trilogía.

Gracias a las que están releyendo, estoy segura que muchas personitas me conocieron con esta historia, y yo también conocí a personas que ahora son especiales para mí.
Gracias por el amor al narco, por el amor a lo que escribo y por el amor y apoyo que me brindan.

Está temporada fue inspirada en la canción High on life by Martin Garrix ft Bonn.


Este es el fin de la historia, pero aún quedan un par de extras que relatan la vida de Jungkook y Jimin como esposos, como padres y la vida de sus hijos. Sé que les gustarán y se sentirán parte de ese lindo círculo familiar caótico, pero lleno de mucho amor.

GRACIAS POR LEER.

LILO LES AMA MUCHO ❤️



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