3.8
Jimin
Después que he tomado asiento en la silla del comedor, saco el revólver y lo coloco sobre la mesa observando el rostro temeroso de la persona que es el acompañante de Wonho.
—Siéntate —le ordeno.
Con sus manos temblorosas toma una de las sillas y se acomoda.
—Se te ordenó que desaparecieras. ¿Qué haces aquí? —lo confronto molesto.
Espero respuesta de su parte, pero no la obtengo, dejo salir un enorme suspiro y cuando estoy a punto de hablar de nuevo los sollozos de un bebé se escuchan.
Giro mi rostro a donde proviene el llanto, me pongo de pie tomando el revólver con una de mis manos, y escucho como la silla se mueve. Inmediatamente lzo el arma.
—No se te ocurra moverte o te disparare. Lo juro —le adivierto apuntándole mientras camino hacia donde se escucha el llanto del bebé.
Llego a una pequeña habitación, entro escuchando el llanto más fuerte y cerca. Cuando estoy frente a la cuna guardo mi arma, veo al pequeño niño que se encuentra en la cuna, mi corazón palpita como loco y mis ojos se llenan de lágrimas.
Todavía no puedo creer lo que veo, mi cerebro intenta comprender todo, pero se me hace imposible, una lágrima que no logro retener recorre mi rostro.
Escucho pasos detrás de mí, me giro y suspiro frustrado.
—Lo siento —susurra.
—Dime que no es lo que pienso —le pido, alejándome de la cuna.
—Yo-yo... solo quería que fueras feliz —agrega en voz baja.
—¿Crees que soy feliz? —replico, mientras limpio mi rostro. —¿Tu pareja es Wonho? —cuestiono, para luego observar como asiente.—Estas en graves problemas y desde ya te digo, vas a morir —saco mi celular y marco el número de JB.
—Te quiero en la casa de Wonho, rápido —le ordeno y cancelo la llamada.
—Jimin, por favor. En serio lo siento, lo juro —suplica caminando detrás de mí.
—Basta, Baek. Cierra la boca de una puta vez, estoy intentando comportarme, pero si continúas hablando no podré hacerlo —tomo un vaso y lo lleno de agua, para luego beberla. —¡Mierda! —exclamo.—No vivirás Baek, y Wonho menos —coloco el vaso donde este se encontraba antes de que yo lo utilizará.
—Tengo un hijo —solloza.
Toma mi antebrazo y me observa con ojos llorosos.
—También los tengo y tuve que vivir sin ellos por un tiempo, tuve que enterarme de que mi prometido me fue infiel contigo cuando se suponía que tú, sabias toda la verdad —refuto.
Una sonrisa llena de tristeza se forma en mi rostro al recordar lo que he tenido que vivir.
—Y por si eso fuera poco. Wonho, encarceló a Jungkook —agrego, el rostro de Baek, se llena de asombro.
—Juro que no tengo nada que ver —verbaliza, suelta mi antebrazo y alza sus manos.
—No te creo una mierda —espeto.
Camino hacia la habitación del pequeño de nuevo.
—Te juro que no sabía nada de esto —lo escucho hablar.
Me detengo y lo miro molesto.
—¿Qué fue lo que le dijiste a Wonho? —inquiero.
Tomo un biberón y se lo doy al pequeño.
—No dije nada que pudiera tomar para encarcelar a Jungkook —responde, mientras observa como le doy el biberón a su hijo.
—Preguntaré una última vez ¿qué fue lo que le dijiste a Wonho?
Con la mano que no sostengo el biberón acaricio la sien del pequeño.
—Yo..., solo le comenté de mi pasado, pero él sabía de Jungkook —acota nervioso, temiendo que lastime a su hijo.
—Sin vueltas, Baek —le ordeno.
—Cuando se enteró que estaba embarazado, preguntó quién era el padre, y por qué él no se había hecho cargo —habla más suelto.
—¿Y tus respuestas fueron? —pregunto amenazadoramente.
—Que el padre es Jungkook, y que este no se había hecho cargo porque tenía una familia y yo no encajaba en su vida —contesta de manera rápida.
—¿Así que él se venga por ti? —gesticulo.
Retiro el biberón de la boca del pequeño, ya que se ha dormido.
—Yo no sé nada —dice en voz quebrada.
—No me mientas —lo señalo.
Camino hacia él y lo contramino contra la pared colocando mi antebrazo en su cuello, presionando su tráquea.
Intenta soltarse, pero no lo consige.
—Te contaré algo de Wonho, pero debes guardar silencio o despertaras a tu hijo, y si eso sucede voy a matarte —dejo de presionar su cuello un poco. —Lo conocí en la Universidad, al parecer era un encubierto para ese entonces. Conseguiste un buen hombre de dinero, lastimosamente morirá al igual que tú —presiono de nuevo su cuello.
Descuido una de sus manos por un momento, lo cual, es mala idea ya que con su pulgar ejerce presión en mi ojo derecho provocando que lo suelte debido al dolor.
Cundo lo suelta se aleja de mí, está a punto de tomar a su hijo en brazos, pero se lo impido tirando de su cabello y luego golpeando su tráquea.
—A la mierda con mi control —digo, mientras él se retuerce del dolor en el suelo y tose como loco.—No sabes cuánto desee darte una enorme paliza cuando vi la prueba de embarazo y el vídeo en el que cogías con Jungkook —confieso.
Tomo su cuello de nuevo y lo presiono, mientras el rasguña mis brazos.
—¿Ese es tu enojo? al parecer aun vives en el pasado —dice casi en un susurro ya que la presión que ejerzo en su cuello es grande.
—No vivo más en el pasado, pero a ti te persigue el pasado y por ese pasado y por este presente morirás, te lo aseguro —suelto su cuello.
—Me acosté con el amor de tu vida y vaya que lo hace bien, no me arrepiento de nada. Si no estuviera enamorado de ti, seguro y se queda junto a mí —se mofa.
—Que bueno que lo hayas disfrutado, ya que solo te quedará el recuerdo —respondo sin darle mayor importancia.
—Aunque no te guste mi hijo lleva su sangre, no es un bastardo como tus hijos.
Lo único que mis oídos escuchan es bastardo y tus hijos.
Me lanzo de nuevo hacia él tomándolo de su cabello y estrellando su cabeza contra el suelo, tomo mi revólver y se lo estrello en el rostro.
—Puedes ofenderme, maldecirme e incluso amenazarme de muerte a mí, y juro que solo sonreiré y luego me molestare, pero con mis hijos no te metas. Mis hijos son sagrados, el único bastardo aquí eres tú —hablo entre dientes.
Golpeo de nuevo su rostro, una, dos, tres. Estoy por golpearlo una cuarta vez, pero una mano impide que eso suceda.
—Basta, Jimin. Tú no quieres hacer esto —dice JB, arrebatando el revólver de mi mano.
—Devuélvemela —le ordeno molesto.
—Eso no pasará y lo sabes —responde.
El llanto del pequeño se hace presente, camino hacia la cuna y lo cargo en mis brazos moviéndolo de un lado hacia otro para que se tranquilice, mientras Baek, limpia su rostro con su camisa.
—¿Sabías de esto? —cuestiono a JB.
—No —contesta luego de haber visto el rostro del pequeño. —Creí que no podías tener hijos —añade JB, acercándose a Baek.
Por mi parte, camino hacia una mecedora, tomo asiento mientras el pequeño toma mi dedo índice entre su pequeña y cálida manita.
—¿Nos engañaste? —le pregunta JB a Baek.
Ambos esperamos respuesta de su parte, pero nunca se escucha nada.
—¡Habla! —le exige JB.
—No quise engañarlos, pero no quería perder a mi hijo, no cuando es del hombre del que estoy enamorado —responde Baek. —Voy a decir todo, pero por favor no me mates —le suplico a JB.—La prueba de embarazo que le envié a Jungkook, era verdadera. El amigo de Jimin y Bobby me siguieron y me llevaron al médico, cuando recibimos la respuesta esta salió positiva de nuevo —desciende su rostro, mientras yo lo observo. —Bobby sabía que Jungkook no se haría cargo de mí, y que solo cuidaría de mi hijo, corría el riesgo de que luego que diera a luz a mi hijo él me quitara la vida. Así que decidió chantajear al médico y pedirle que falsificara el resultado para que no corriera peligro —relata.
—¿Qué hay del soy estéril? —pregunto, mientras acaricio la manita del pequeño.
—Lo inventé yo —responde seguro.
—Estuviste con Han Bin también. ¿Qué te asegura que es hijo de Jeon? —interroga JB.
—Esta más que claro que es hijo de Jungkook —contesto en vez de Baek, apreciando el rostro del pequeño, el cual, me recuerda al de Daewan.—Sus mejillas, el color de sus ojos, su nariz, su sonrisa, son como los rasgos de Jungkook y Daewan —recito.
La mirada de JB, viaja a mí.—No cabe duda que este niño tiene la sangre de Jungkook —agrego.
Mi celular suena, me pongo de pie dándole el pequeño a JB, para poder ver mi celular.
De Nam:
Las flores fueron entregadas.
Pd: ¿hay algo que deba saber?
No estoy de ánimos para escribirle así que, decido llamarle.
—Jimin —atiende de manera rápida.
—Gracias por lo de las flores. Lo único que debes saber es que la pareja de Wonho es Baek, y que tiene un hijo de Jungkook —trago grueso.
—¿Dijiste hijo de Jungkook? —duda.
—Creí haber sido claro —digo molesto.
—Eso no puede ser posible —habla Nam, aun incrédulo de lo que le digo.
—Pues lo es. Bobby, así lo quiso. Sabes, no lo culpó, pero esto me afecta un poco, el recordar que Jungkook estuvo con Baek y producto de eso hay un nuevo hijo de él —suspiro. —Namjoon, quiero que alguien lleve a los mellizos a casa de Yoongi y Taehyung, voy para allá —le informo a Nam.
—¿Qué hay del plan? —dice preocupado.
—Tú sabes cómo manejar esto, Nam. Solo llámame si es algo importante, estaré seguro en la casa de Yoongi, ahora debo irme —cancelo la llamada y observe a JB aun con el pequeño en brazos.
—Me voy —verbalizo con pesar.
Guardo mi celular en uno de los bolsillos traseros de mi pantalón y luego camino hacia la puerta.
—Jimin, espera —escucho la voz de JB, frenándome al instante.—¿Qué se supone que debo hacer? —pregunta delante de mí, cargando al pequeño.
—Vas a quitarle la vida a Baek. Wonho quería jugar, jugaremos con él —alzo uno de mis brazos y acaricio el cabello del pequeño con mi mano.
—¿Qué hay del bebé de Jeon? —pregunta.
Sonrío mirando el rostro del pequeño, el cual, me recuerda a mi hijo.
—Llévalo con Jin, luego que te hayas encargado de Baek —le ordeno.
Me giro de nuevo y termino de llegar a la puerta.
—Una cosa más. Quema esta mierda —le indico y luego salgo de la casa y subo al auto.
Jungkook
Luego de haber pasado la noche en la fosa, cuando amanece salgo de mi celda y me encuentro con Sehun y Kenji.
Ambos me informan sobre el plan que han creado Namjoon y D.O. Estoy de acuerdo con todo lo que se ha hecho, pero al parecer aún falta abrir la salida de emergencia para poder salir de este maldito lugar.
—¿Cuándo se supone que saldré de esta mierda? —les pregunto.
—Mañana —responde Sehun.
—Jeon —saluda el carcelero.
Solo asiento.
—El infiltrado y el abogado vinieron, dejaron algo para ustedes, lo deje en su celda —señala a Kenji.
—Seguro y es más dinero, y el objeto que utilizaremos para abrir esa puta puerta —habla Kenji, mientras yo lo escucho atentamente.
—Jeon, observe a alguien salir de tú celda —me informa uno de los prisioneros.
Me pongo de pie dispuesto a ir a mi celda, pero Sehun me lo impide y decide ir él.
—Gracias —susurro de manera casi inaudible.
—Pude escuchar eso, ahora dime que me amas —bromea Sehun, mientras se aleja de nosotros.
—Creo que escucho tu agradecimiento —dice Kenji, entre carcajadas.
—Deja de reírte y dime que hay con el resto de prisioneros —le ordeno a Kenji.
—Todos están de tú lado, a excepción de los taiwaneses y los rusos.
Asiento, mientras observo a los antes mencionados.
—¿Les ofrecieron dinero? —indago.
Kenji, asiente.
—Dinero y drogas —agrega.
—Bien —murmuro.
Estoy a punto de preguntar por Sehun, cuando una fuerte explosión se escucha en la prisión.
De inmediato, Kenji, se lanza hacia mi cubriéndome, luego que la explosión pasa, se aleja de mí.
—¡Es en la celda de Jeon! —se escuchan los gritos de los prisioneros.
Sin decir una sola palabra me pongo de pie y corro hacia la que es mi celda, empujo a cada prisionero que me impide llegar hasta mi destino.
Fuego, mucho fuego, es lo que veo al estar frente a mi celda.
Me recuerdo de Sehun y trato la manera de abrir, pero lo único que consigo es lastimar una de mis manos con lo caliente que la puerta de hierro se encuentra.
—¡Sehun! —grito, mientras una rabia enorme me inunda, luchando por contener mis lágrimas.
—Cálmate, Jeon —me pide Kenji.
—Voy a matarlos, antes de salir de esta mierda, mataré a los rusos y a los taiwaneses. Lo juro —me suelto del pequeño agarre de Kenji y busco un lugar desolado.
Los carceleros y médicos llegan, retiran el cuerpo calcinado de Sehun de mi celda y luego se lo llevan.
—Cuando esté listo, nos darán permiso de enterrar sus restos —dice Kenji.
Mi mente maquina una forma en la cual arrebatarles la vida a los rusos y a los taiwaneses, sin dejar huella que yo he sido el culpable.
Unas dos horas pasan cuando nos comunican que los restos de Sehun estan listos. Claro, esta listo porque para ellos la vida de uno de mis hombres no vale nada, inclusive mi vida no valdría nada.
Unos cuantos prisioneros cargan la pequeña caja, cuando llegamos al lugar en el que lo enterraremos siendo custodiados por una buena cantidad de carceleros.
Introducimos la caja al orificio, tomo un poco de tierra en mis manos, miro hacia el cielo, luego a la tierra y luego al orificio. Suspiro y sin decir nada en voz alta, decido decirlo en mi mente.
—No lo pude decir, pero te amo. Fuiste uno de los más leales a mí, prometo vengarte y acabar con los taiwaneses y rusos dentro de esta prisión y fuera —lágrimas salen de mis ojos.
Lanzo la tierra a la caja y luego me giro para alejarme de ese lugar, seguido muy de cerca por Kenji.
—Jeon, no lo hicieron solos —habla el carcelero de forma disimulada.
—Explícate —le ordeno, limpiando mi rostro.
—La puerta de su celda no se cierra sin que alguien lo autorice, las llaves solo las tenemos los carceleros, pero al parecer esas llaves fueron perdidas por un oficial.
Wonho, está detrás de todo esto, me queda más que claro.
—Antes de salir de esta mierda voy a empezar una guerra —musito, alejándome de él.
—Gracias por la información —susurra Kenji.
Mientras sigo pensando como empezar esa guerra, sin estar al medio y ser sospechoso.
La muerte de Sehun, será vengada y de una buena manera, me vengare sin ensuciar mis manos, pero de esta venganza trataré de hacer algo bueno. Trataré de que las cosas se calmen, pero para que eso suceda primero debe haber una tormenta enorme, para que luego de eso venga la calma a mi vida, a la de mis hombres y lo más importante para mí, y mi familia.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top