3.3
Jimin
Al parecer mi plan no ha sido tan malo después de todo. Después que Wonho escuchó las palabras que intercambiamos con Jungkook, lo primero que hizo fue ir tras de mí mientras el abogado simplemente observaba cada movimiento que el oficial a cargo acompañado del fiscal y de Bobby hace.
—¿Estás bien? —escucho su voz agitada cuando logro detenerme para poder limpiar mis falsas lágrimas.
—Lo estaré —respondo sin observarlo, limpiando mi rostro.
—Espero que después de lo que te dijo no regreses.
Se coloca frente a mí, para poder estar frente a frente.
—¿Crees que esto es simple? —alzo un poco mi voz, haciendo que Bobby, se ponga alerta.
—Jimin —me llama, mientras falla en el intento de tomar mi mano, porque se lo impido.
—No entiendes nada. Estoy enamorado de ese maldito lunático que tienes tras esa puerta de hierro, es el padre de mis hijos y el amor de mi vida. ¿Sabes cómo me siento al respecto? —hablo molesto.
Desde ese momento, Wonho, sabe que ha cometido un error al seguirme, debido al drama que estoy provocando.
—Claro que no sabes, porque solo haces tú puto trabajo. No sé qué es lo que te llevó a capturarlo, pero me has arrebatado a mi prometido y al padre de mis mellizos —agrego en el mismo tono.
Me amo. Soy increíble actuando, lágrimas han comenzado a salir de mis ojos de nuevo.
—Cálmate. Lo siento, pero tú y yo sabemos que Jeon no es buena persona —menciina, acortando la poca distancia que nos separa.
—¿Y tú si lo eres? —lo confronto. —Te crees mejor porque tienes placa. Por favor, Wonho, no puedes decir que es malo cuando no lo conoces como yo.
Retrocedo unos cuantos pasos alejándome de él.
—Tal vez tengas razón en eso, yo no lo conozco como tú lo conoces. Pero no te mereces a alguien como él a tú lado, no después de haberte dicho lo que te dijo momentos atrás —lo escucho decir.
Decido suspirar y bajar mi guardia, si voy a dejar que él se acerque a mí debe ser lo más pronto posible.
—Es el padre de mis hijos —sollozo, dejando que él me arrulle entre sus brazos.
—Estarás bien sin él a tu lado —susurra en mi oreja.
—Debemos irnos —escucho la voz del abogado, y realmente le agradezco que aparezca en estos momentos.
—Claro.
Ne alejo un poco de Wonho, y luego limpio mi rostro nuevamente.
—Si necesitas de mi ayuda, estaré para ti —saca una de sus tarjetas de su bolsillo y me la extiende.
—Gracias —susurro débilmente.
—Espero nos veamos pronto —dice Wonho.
No respondo nada, simplemente me subo al auto junto al abogado.
—Eres tan bueno actuando, y él tan imbécil de creérselo —comenta Rain, mientras conduce.
—¿Qué dijo el fiscal? —pregunto.
—Estamos en serios problemas, no sé qué es lo que el oficial tiene en contra de Jeon, pero no piensa parar hasta hacer que se pudra en prisión —contesta mi pregunta.
Debo calmarme y pensar un poco las cosas. Jungkook, no pensó en esto antes de decidir que lo arrestaran.
—Mierda. Bien, pensaré en algo y te lo comentaré luego de hablar con Namjoon y Bobby —le informo a Rain, mientras leo los papeles que tiene en su portafolio.—Juicio en dos días —articulo, mirándolo sorprendido.
—Te dije que el oficial va en serio —repite Rain.
Tomo mi celular, busco el contacto de Namjoon y le marco rápidamente, un tono, dos tonos, tres tonos, sin respuesta alguna de su parte, decido llamar de nuevo esta vez obteniendo lo que quiero.
—Gracias por atender —digo molesto.
—Lo siento, Jimin, me encontraba en el aeropuerto —se explica Nam.
—Necesito que le digas a Jennie o a otro de los chicos que investigue al oficial, Wonho. Quiero que todo sea discreto, lo quiero saber todo y cuando digo todo, es todo —le ordeno a Namjoon, mientras continúo hojeando los documentos que el fiscal le ha entregado al abogado.
—Le diré a D.O que investigue todo sobre el oficial ¿algo que deba saber? —pregunta.
—El fiscal accedió con el plan que Jungkook empezó, pero el oficial no está dispuesto a colaborar, el juicio está planeado en dos días. Debemos hacer algo —lo pongo al tanto.
La respiración de Nam, se distorsiona luego de escuchar lo que le he dicho.
—Sobre el juicio. Jeon, pidió que no asistas —me avisa el abogado.
—Luego hablaremos de eso —le digo señalando el camino de la carretera.
—Debemos planear algo rápido, está claro que encerrara a Jeon. No puedo pensar demasiado en algún plan, estoy con el asunto de los rusos y los taiwaneses —me informa, Namjoon.
Muy bien, algo más que no sabía. Mierda, Jungkook, tiene todo sobre él.
—Bien, escucha, nos veremos el día del juicio de Jungkook, trataré de verlo antes de que entre a juicio y luego iré a la casa y me reuniré con todos los chicos, pensaré en algo y se los haré saber en dos días —digo.
No sé que haré, pero está más que claro que no dejaré que Jungkook, se pudra en presión y mucho menos dejaré que los rusos y los taiwaneses le arrebaten su territorio.
—Como digas, Jimin, cuídate mucho si necesitas algo no dudes en llamarme —escucho la voz de Nam.
El abogado me observa asombrado, mientras espera que termine la llamada para bajar del auto.
—Una última cosa, Nam, mantenme informado sobre lo que investigues del oficial, de los rusos y los taiwaneses —le pido, arrojo los papeles al portafolio el cual, es cerrado por el abogado.
—Lo haré, Jimin —dice Namjoon.
—Cuídate —musito, para luego finalizar la llamada y salir del auto seguido por Rain.
—Creí haberte dicho que, Jeon, no quiere que asistas al juicio —se acerca a pasos largos a mí, con su portafolio.
—Creí haber dicho que lo vería antes de que él vaya al juicio —digo sin detenerme, entrando a casa con él justo detrás de mí.
—¿Y cómo piensas hacer eso? —me cuestiona.
Se retira su saco y lo coloca en una de las sillas del comedor, junto con su portafolio.
—Yo no lo haré, pero tu si lo harás —lo señalo.
Sus ojos se ensanchan al escuchar lo que acabo de decir.
—¡Appa! —escucho la voz de Dae, al observarme.
—Hola, cariño. Ven con appa.
Me agacho un poco y extiendo mis brazos para que él llegue a mí.
—¿Y cómo se supone que lo haga? —pregunta Rain, mientras observa como mimo a mi hijo.
—Ese no es mi problema, lo dejo en tus manos. Solo diré que si logras conseguir todo lo que te pida te duplicare la paga —le guiño mi ojo derecho, y camino hacia la sala con mi hijo en brazos.—Mi casa es tu casa —alzo mi voz, para que Rain, entienda que puede quedarse bajo mi techo, pero debe hacer lo que le pida, sea legal o ilegal.
—¡Appi! —escucho la voz chillona de Injae.
—¡Princesa! —alzo mi voz, para que ella me escuche.—¿Y los tíos? —pregunto, cuando veo que se encuentra sola en la sala jugando con sus Barbies.
Primero señala hacia el jardín y luego hacia su habitación. Suspiro, y luego coloco a Dae en uno de los sillones.
—Sigues siendo igual de hermoso.
Esa maldita voz la conozco, me giro rápidamente para confirmar si se trata de quien creo que es.
—Yoongi —pronuncio.
Camino hacia él dejando que me rodee con sus brazos.
—Jeon está en problemas, y su chico está dispuesto a todo —dice luego de haber finalizado el abrazo.
—Lo siento, estaba limpiando el desorden que Daewan provocó con el talco en toda la habitación —se queja Jin, al verme en la sala.
—Tú, estarás castigado por haber hecho eso —reprendo a mi hijo, el cual, bajo su rostro al instante.
—Tae, está en el jardín, traje unos girasoles y los está plantando —me avisa Yoongi. —Tienes muchos viguillas —comenta, observándome fijamente mientras me retiro la chaqueta de Jungkook.
—No perdiste el tiempo —escucho la voz de Tae. —Hermosos chupones, con eso sabemos que el idiota de Jeon, está bien. ¿Verdad, cariño? —Taehyung, se coloca detrás del sillón en el que Yoongi, se encuentra sentando, para luego colocar sus manos sobre sus hombros.
—Eso nos dice que también aceptó tú plan —agrega Jin.
—Los odio, pero sí. Jungkook, está bien y aceptó mi plan, pero no parece ser lo suficiente. Debo pensar en algo más, Wonho, va en serio el juicio está planeado en dos días.
Mis amigos dejan de sonreír.
—Y como si no fuera suficiente, los rusos y los taiwaneses se aliaron —añado.
Yoongi me observa al instante y menciona.
—Creí que Jeon tenía controlado eso.
—Revìch, arruinó todo desde el momento que no mató a Yuan —interviene Jin, el cual, sabe lo que realmente ha ocurrido.
—No sé cómo controlar eso. Mierda, para tener el control de esos malditos Judas necesito a Jungkook, fuera. Namjoon no podrá solo —digo frustrado.
—Van a enjuiciarlo y lo sabes —verbaliza Yoongi, tratando de ser suave conmigo.
—Lo sé —susurro débilmente.
—Debes estar preparado para lo que venga, Jiminie —me recuerda.
Sé que debo escucharlo. Jungkook, no está a mi lado debo tratar de ser inteligente y buscar una forma de sacarlo de ese lugar en el que lo encerraran.
—Debes ser muy inteligente, no debes confiar en nadie que no sea en los hombres de confianza de Jeon. Abre muy bien tus ojos y haz que tu mente trabaje, esto es un juego y lo gana el que sabe mover mejor las piezas.
Cada palabra que sale de la boca de Yoongi, la guardo en mi mente y la analizo lentamente.
—Tienes que ver más allá de tus enemigos, debes estar listo para lo que sea. Eso implica que debes tener a alguien de confianza detrás de tus pasos.
Las palabras de Yoongi, me hacen pensar en que debo estar más atento desde ahor. Todo lo que es de Jungkook me pertenece, y todos sus hombres lo saben.
—¿Qué tanto estas dispuesto hacer por Jeon? —me cuestiona, quedando solo a unos centímetros de mi rostro.
—Lo que sea, estoy dispuesto hacer lo que sea por él, no me interesa lo que implique, lo haré con tal de tenerlo a mi lado —contesto seguro de cada palabra que he dejado salir de mi boca.
—Jungkook, no se equivocó al escogerte —dice, acariciando mi rostro.
—Es mi turno de salvarlo, Yoongi —susurro, mirándolo fijamente.
—Y lo harás, sé que lo harás, solo no olvides lo que te dije —me recuerda.
Deja un beso en mi mejilla izquierda, se pone de pie y se coloca su chaqueta.
—Gracias, Tae.
Abrazo a mi amigo, el cual, no tarda en corresponder mi abrazo.
—Sabes que siempre estaré para ti. Ahora debo irme, si piensas hacer algo estúpido y quieres que cuidemos de los mellizos no dudes en llamarnos.
Termino el abrazo, mientras Tae, se despide de mis hijos camino hacia Yoongi de nuevo.
—Tal vez necesite de tu sabiduría más adelante —bromeo.
—Quisiera ayudarte, pero dejé toda esta mierda por Taehyung. Sé que lo harás bien, no dudes en llamar si quieres que cuide a mis sobrinos.
Asiento.
—Saluda a Jeon de mi parte —se aleja de mí y camina hacia la puerta principal.
—Lo haré —digo en respuesta a lo que me ha pedido.
—Esto es una locura —habla Jin.
—Si que lo es —coincido mientras sonrío. —Vuelvo en un momento —susurro.
Camino hacia donde se supone estará, Rain.
—Vamos a dejar algo en claro —hablo asustando al abogado, el cual, lee unos papeles y de vez en cuando le echa una mirada a su laptop.
Saco una de las armas que he logrado esconder que le pertenece a Jungkook, le quito el seguro y apunto al abogado el cual, alza sus manos al observar que le apunto.
—¿Qué haces? —articula con voz temblorosa.
—Voy a decir esto y solo lo diré una puta vez. ¿Entendido?
Asiente.
—Jimin, donde...
La voz de Jin, se corta al ver la situación en la que me encuentro.
—¿Qué mierda haces? —me interroga molesto.
—Solo asegúrate de que mis hijos no se acerquen —le pido sin observarlo.
—Como digas, pero no hagas una estupidez —me pide Jin.
—Escucha bien, Rain. Si intentas jugar conmigo y solo estafarme con el dinero que puedo llegar a pagarte, será mejor que no me entere porque juro por Dios que, aunque huyas haré que te encuentren y te mataré yo mismo —sentencio al hombre.
El abogado simplemente asiente a lo que le digo.
—Quiero que me digas todo lo que harás, quiero que cada paso que des me informes. Quiero que me ayudes a sacar a Jungkook de ese maldito lugar al cual lo trasladaran luego del juicio, no aceptaré un no como respuesta y si lo dices tendré que matarte porque sabes demasiado.
El abogado traga grueso.
—Pu-Pu... ¿Puedo hablar? - tartamudea, observándome fijamente.
—Hazlo —ordeno.
—Sé que desconfías de cualquiera que no ha trabajado para Jeon, pero no te traicionare, haré lo posible para que tus hijos vean de nuevo a su padre —habla Rain. —No prometo trabajar del todo en tus planes debido a que tengo una imagen que cuidar, pero en lo que pueda ser de ayuda lo haré —dice intentando sonar normal.
—Eso espero.
Bajo el arma, le coloco el seguro, la guardo entre mi espalda y mi pantalón y paso de largo frente a mi amigo.
—Estas perdiendo el control —me reta Jin, molesto.
—Estas equivocado, Jin. Estoy tomando el control que es muy distinto —replico, observándolo de la misma manera en la que él lo hace. —Sé que cuando Jungkook no está, Namjoon toma el control, pero cuando él me presentó como su pareja dijo que soy el segundo al mando, y eso es lo que intentaré hacer con la ayuda de Nam.
Está claro lo que sucederá y no pienso dejar que todo por lo que Jungkook, ha luchado y quitado vidas, lo pierda de un día para otro —agrego.
Tomo a Injae entre mis brazos y la llevo hasta su habitación.
—Entenderé si no estás de acuerdo y piensas que tal vez estoy cambiando, pero estamos hablando de la persona a la cual amo, y estoy dispuesto hacer lo que sea para salvarlo y tenerlo junto a mí. No es nada que tú no harías por Namjoon o por mí —digo, observándolo mientras cambio a mi hija.
—Haré lo que me pidas que haga —susurra.
—Gracias —respondo de la misma manera que él lo ha hecho.
Luego de esa pequeña discusión con Jin, y el pequeño altercado con el abogado. Mi amigo sale con Daewan para encontrarse con Nam e ir por dinero.
Por mi parte, me quedo junto a Injae en mi habitación pensando en cada una de las posibilidades que tengo para poder rescatar a Jungkook.
No me rendire, encontrare una forma de sacarlo del lugar en que lo meteran, pero primero tendre que encargarme de Wonho.
Luego debo saber qué tipo de lugar es en el que estará para idear un buen plan junto a los hombres que trabajan para Jungkook.
—Iré por ti, mi amor. Solo resiste un poco más —susurro, mientras acaricio el cabello de Injae.
Hare hasta lo imposible por traerlo de nuevo, es mi familia. Él y yo somos el soporte del otro, somos esa luz que guía nuestros caminos, somos la fuerza del contrario, somos uno solo aun en la distancia. Somos uno solo y eso no lo cambiará nada, ni nadie.
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